sábado, 23 de marzo de 2019

Los 'millennials' no se suscribirán al gimnasio’: cofundador de Savy

Savy es una opción para el entrenamiento y bienestar físico con tarifas dinámicas y sin suscripción. 


Savy ofrece más de 45 actividades deportivas y unas 4.000 clases distintas, entre sus más de 130 aliados. 

Una plataforma para entrenar a su ritmo, sin ataduras de membresías o suscripciones. Esa es la idea de negocio detrás de Savy, un emprendimiento franco-colombiano que fue lanzado en septiembre del año pasado y esta semana abrió operaciones en Medellín. 

Savy es una plataforma digital que ofrece opciones de entrenamiento físico y bienestar, en la cual se pueden encontrar centros deportivos para yoga, pilates, spinning, sesiones de masaje, experiencias de spa y hasta sesiones de fisioterapia
a domicilio.

Gaetan Jacquemet, Christian Rochas Faillace y Felipe Moyano empezaron a trabajar juntos en el emprendimiento desde hace un año. En septiembre, Savy nació como plataforma web y desde entonces, según los emprendedores, el crecimiento ha sido constante. Hasta la fecha han logrado ya más de 1.000 usuarios registrados y unos 250 usuarios recurrentes. 

La plataforma contempla más de 45 actividades deportivas y ofrece unas 4.000 clases distintas. Entre los más de 130 aliados que tienen se encuentran gimnasios como Hard Body, Stark, centros de spinning y locaciones boutique de entrenamiento especializado. ¿Cómo funciona?

El primer beneficio es poder pagar por cada servicio recibido. 

“Los millennials, en cinco años, ya no van a querer una membresía. Nos estamos adelantando a eso, proponiendo una nueva forma de entrenar, sin compromisos y con precios competitivos”, dice Christian Rochas Faillace, cofundador del proyecto. 

“Nuestra idea surgió porque cuando trabajábamos en el mundo corporativo no teníamos suficiente tiempo para ir al gimnasio, y al no usar nuestras membresías terminaba siendo muy costoso”, explica Gaetan Jacquemet, otro de los socios. Así pensaron en la posibilidad de entrenar, diferentes cosas, algunas veces por semana, y pagar solo por lo que se recibe. 

Pero la idea creció y, además, Savy ofrece un sistema de tarifas dinámicas que les permite llevar clientes a los centros fitness en las horas de menor concurrencia y les ofrece a los usuarios horarios con precios más económicos que los paquetes de membresías tradicionales. Gracias a esta opción pueden llegar a encontrar clases desde 4.000 pesos por sesión. 

Teníamos una buena propuesta, un buen mercado, era ahora o nunca 

Sello colombiano

“Savy no es una forma de ir a probar un gimnasio; queremos que las personas que entrenan entre una y tres veces por semana podamos ser una alternativa para probar opciones diferentes, no amarrarse a una membresía y poder cuidar su bolsillo” dice Rochas.

“Nos aburrimos del mundo corporativo - recuerda Jacquemet, que lleva viviendo en Colombia ya cuatro años, - Teníamos la idea, teníamos el equipo y ya éramos amigos... Queríamos emprender”. 

Desde un principio, a pesar de la preocupación de algunos familiares, tenían claro que necesitaban dedicarse en un doscientos por ciento a su idea. 

“No te puedes arriesgar, me parece mala idea, toma tu tiempo” fueron algunas de las frases que escucharon al inicio de su decisión. “Tienes un buen trabajo, un buen sueldo, en una buena empresa... Es muy arriesgado”, les decían sus familias y los instaban a esperar.

Pero, dicen los jóvenes emprendedores, cada día era más claro que necesitaban dedicarse por completo a su idea. “Teníamos una buena propuesta, un buen mercado, era ahora o nunca”, enfatiza Jacquemet. 

Gaetan Jacquemet y Christian Rochas Faillace, cofundadores de Savy 

Esta semana, Savy abrió operaciones en Medellín, con 15 centros fitness aliados. La meta para finales de 2019 es contar con la aplicación móvil y buscar aumentar el número de centros y ciudades disponibles. “Nuestro foco es Colombia; queremos cerrar el año con operaciones de Savy en 6 ó 7 ciudades”, comenta Rochas.

Los dos franceses y el colombiano que están detrás de la plataforma creen que emprender en Colombia no es un camino fácil, pero hay muchas bondades. Para Jacquemet, “no todo son dificultades, hay cosas muy buenas para emprender. Hay mucho mercado, hay dinamismo y existe talento cualificado. Hay buenas razones para crear nuestra empresa aquí”.