jueves, 7 de marzo de 2019

El delfín rosado de nuevo en la lista roja de especies en peligro de extinción

Hace diez años el emblemático animal de la amazonia había sido incluido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en su listado. Su categoría: 'vulnerable'. Esta vez, la reclasificación lo puso 'en peligro' de extinción. Expertos consideran que no es una mala noticia, sino una oportunidad.

Un estudio del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia publicado en 2018 señala que la población de delfín rosado se están reduciendo a la mitad cada 10 años. 

El delfín rosado más que animal emblemático del río Amazonas, es para los pobladores de esa región de Colombia una especie indispensable para la regulación natural. 

Este mamífero es valorado por ayudar a controlar la población de pirañas y otros peces que podrían llegar a ser una amenaza por causa de la sobrepoblación. 



"Si los delfines no cumplieran esa función reguladora se registrarían muchos problemas para nuestro ecosistema, por eso son importantes para Colombia, pero sobre todo para nosotros que vivimos en el Amazonas", comentó Micsin Guerrero, integrante de la Fundación Natütama, situada en el municipio de Puerto Nariño. 

Para esta educadora ambiental la inclusión de este cetáceo en la lista roja la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) es una buena noticia, a diferencia de lo que otros considerarían. 

"La vinculación a ese listado llamará la atención de los gobiernos para que implementen programas y proyectos que permitan la conservación de este tipo de delfín", apuntó. Guerrero afirmó que esta especie se encuentra en grave peligro porque ha venido siendo objeto de la caza indiscriminada por parte de los pescadores de la región. 

La recategorización del delfín rosado (Inia geoffrensis) como especie en peligro, ubica a este mamífero dentro de los delfines de río más amenazados del mundo. Este cetáceo ya había hecho parte del listado de la UICN hace 10 años, cuando fue clasificado como "vulnerable". Sin embargo, la falta de información que sustentara la situación real de este animal llevó a los expertos a retirarlo de la lista. 

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en Colombia, la nueva categorización se dio por los múltiples trabajos compartidos por la Fundación Omacha, WWF y otras entidades de la región. Pero el más trascendental ha sido la serie de análisis de población de delfines en los ríos de Suramérica que ha demostrado la disminución de éstos en diferentes zonas de la región. "El trabajo que lleva más de 12 años y múltiples expediciones, incluyendo tecnología como el seguimiento satelital, ha sido reconocida como la iniciativa más grande del mundo con delfines de agua dulce", comentó WWF através de un comunicado. 

En ese informe de prensa Saulo Usma, especialista de Agua Dulce de WWF-Colombia, aseveró que esa nueva categoría se convertía en una oportunidad para la conservación de delfines de río. "Se hace un llamado internacional para que todos los gobiernos de la región prioricen dentro de sus agendas la conservación de los delfines de río y creen mecanismos estratégicos para proteger el patrimonio natural que representan", recalcó el experto. 

El incremento de amenazas como la deforestación y la minería ilegal con mercurio son factores que afectan gravemente a los delfines rosados. Foto: Fundación Omacha. 

Entre tanto, Fernando Trujillo, director de la Fundación Omacha, considera que si realmente se quiere proteger a los delfines es indispensable que los gobiernos y las ONG trabajen conjuntamente, pues la inclusión de esta especie en la lista roja no asegura su conservación. 

"No nos sirve que en cada país haya una política y una revisión del territorio diferente. Necesitamos trabajar a una sola voz, con metodologías y procesos correlacionados. De otra manera, no lograremos salvar al defín amazónico", expresó Trujillo, una de las personas que trabajó por cerca de seis años para que la UICN aceptara a incluir nuevamente a los delfines rosados en la lista. 

"Algunos expertos abogaban por la clasificación de críticamente amenazada, otros estaban de acuerdo con que se catalogara en peligro, y algunos seguían creyendo que no habían datos suficientes. Finalmente, a mediados de 2018, en Eslovenia, el dilema se resolvió por medio de un panel de expertos, en donde todos aceptamos incluir y categorizar a la especie de esta manera", comentó. 

Entre tanto, un estudio publicado en la revista PLoS ONE, en mayo de 2018, da cuenta que las poblaciones de delfín rosado y de tucuxi (Sotalia fluviatilis) se estaban reduciendo a la mitad cada 10 años. 

En el informe los expertos afirmaban que cada vez se sacrificaban más delfines de agua dulce para usar como carnada, una práctica que ponía en grave peligro su supervivencia, teniendo en cuenta que las hembras tienen una cría en promedio cada cuatro o cinco años. 

"Hasta décadas recientes, el delfín rosado estaba protegido de amenazas por la existencia de leyendas y supersticiones, pero la práctica relativamente nueva de su caza se incrementó con el uso de su carne y grasa como cebo para el bagre, que se ha convertido en una especie con mucha demanda comercial", establecía el estudio. 

La campaña 

A través de la iniciativa Global South American River Dolphins se viene promoviendo el marcaje satelital de los delfines con el fin de conocer con mayor profundidad las amenazas de esta especie y los sitios estratégicos en los que se ubican para conservarla. 

WWF y Fundación Omacha, en colaboración con más de 50 organizaciones de carácter ambiental, gubernamental y universitarias, vienen promoviendo hace más de un año esta campaña. Esta misma organización puso sobre la mesa la necesidad de discutir una posible evaluación de la categorización del género Inia, pero discriminada para las tres especies de delfines que reconocen los investigadores en Suramérica: Inia geoffrensis, Inia boliviensis y Inia araguaiensis.