domingo, 11 de febrero de 2024

Jugar videojuegos podría incrementar la inteligencia de los niños


Los videojuegos son una forma de entretenimiento que ha generado mucha controversia a lo largo de los años. Algunos padres y educadores se preocupan por los posibles efectos negativos que puedan tener en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños y niñas. Sin embargo, cada vez hay más evidencia científica que sugiere que los videojuegos pueden tener beneficios para el aprendizaje y la inteligencia.

Un estudio reciente publicado en la revista Scientific Reports analizó los datos de casi 10.000 niños y niñas de Estados Unidos que tenían entre 9 y 10 años. Los investigadores midieron el tiempo que dedicaban a diferentes actividades en pantalla, como ver televisión, videos en línea, videojuegos y redes sociales. También evaluaron el cociente intelectual (CI) de los participantes mediante pruebas de lectura, razonamiento espacial y habilidades ejecutivas.

Los resultados mostraron que, en promedio, los niños y niñas pasaban 2.5 horas al día viendo televisión o videos en línea, 1 hora jugando videojuegos y media hora interactuando por internet. Los investigadores siguieron a 5000 de ellos durante dos años y encontraron que aquellos que jugaban más videojuegos que el promedio (más de 1 hora al día) tenían un aumento de 2.5 puntos en su CI respecto al promedio. Este aumento se debía principalmente a una mejora en las habilidades visoespaciales y ejecutivas, que son fundamentales para el pensamiento abstracto, la planificación y la resolución de problemas.

Estos hallazgos sugieren que los videojuegos pueden estimular el desarrollo cognitivo de los niños y niñas, siempre y cuando se usen con moderación y se combinen con otras actividades educativas y recreativas. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de una asociación estadística y no de una relación causal. Es decir, no se puede afirmar que los videojuegos sean la causa directa del aumento del CI, sino que pueden ser uno de los muchos factores que influyen en él. Además, hay que considerar otras variables que pueden afectar el CI, como las características genéticas, socioeconómicas y ambientales de los participantes. Por último, hay que tener en cuenta que el estudio no distinguió entre los tipos de videojuegos que jugaban los niños y niñas, lo cual podría tener un impacto diferente en sus habilidades cognitivas.

En conclusión: El estudio aporta evidencia a favor de los beneficios potenciales de los videojuegos para la inteligencia de los niños y niñas, siempre que se usen de forma responsable y equilibrada. Esto contradice la narrativa dominante que ha estigmatizado a los videojuegos como una actividad perjudicial para el desarrollo infantil. Sin embargo, se requieren más investigaciones para establecer las causas y los mecanismos exactos por los cuales los videojuegos pueden mejorar el CI, así como para identificar los tipos de videojuegos más adecuados para cada edad y objetivo educativo.