viernes, 23 de febrero de 2024

Alzheimer en gatos?

Si ya sabemos o conocemos que los perros pueden sufrir el “Alzheimer canino” o Síndrome de Disfunción Cognitiva, hoy vamos a ver si también los gatos son susceptibles a ello.

¿Qué es el Síndrome de Disfunción Cognitiva o SDC?

En este síndrome, el cerebro sufre cambios que impiden que funcione con normalidad , y, dependiendo de qué lesiones haya, se pueden producir unos síntomas u otros.

¿Qué cambios suceden en el cerebro de nuestros compañeros felinos?

Al envejecer, pueden ocurrir, progresivamente, algunas de estas alteraciones:Se acumulan placas de un tipo de proteína que impiden un funcionamiento correcto de los patrones cerebrales.

El cerebro recibe menos aporte sanguíneo, por diferentes razones.
El cerebro tiene menor capacidad de usar la glucosa como fuente de energía.
Hay pérdida de neuronas.

Disminución de algunos neurotransmisores. Los neurotransmisores son las moléculas encargadas de pasar acciones y mensajes entre las neuronas.

Aumento de radicales libres que producen daño en las neuronas, oxidándolas y generando un mal funcionamiento o degeneración.

Estos cambios afectan principalmente áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria, de ahí que la mayoría de los síntomas que veremos, tienen que ver con estas funciones.
¿A qué edad aparece?

Es un problema vinculado al envejecimiento con lo que aparece en la etapa senior de nuestros gatos, comenzando tan pronto como a los 8 años de edad y aumentando en porcentaje de frecuencia en edades más avanzadas.

Según un estudio de los etólogos Moffat y Landsberg, en los felinos, un 30% de entre 11-14 años y hasta el 50% en los mayores de 15 años presentan al menos un signo compatible con la disfunción cognitiva. En otro estudio, también de Landsberg, se detectaron síntomas compatibles en felinos y felinas de 7-8 años.

Como ocurre con nosotros, el envejecimiento no afecta a todos por igual, de ahí que haya gatos que pueden padecer este síndrome y otros que no.

¿Qué síntomas puede tener un gato con este síndrome?

Los síntomas más frecuentes son:Desorientación espacial, es decir: el gato puede parecer confuso sobre dónde está: signos como mirar “a la nada”, o quedarse atrapados en una esquina, o que olviden dónde tienen que hacer sus necesidades.

Desorientación temporal, o no saber en qué momento del día están: olvidarse de la hora de la comida, cambios en la eliminación (orinar y defecar), cambios en el patrón del sueño y la actividad…

Interacción alterada o cambios en la relación con la familia y otros animales. Esto puede ser tanto un aumento en la demanda de atención, como aumento de los comportamientos agresivos. También puede haber algunos gatos que están más irritables, ansiosos o, por contra, que están menos participativos.

Cambios en el ciclo del sueño: pueden deambular sin dormir durante la noche y dormir durante el día.
Pérdida de los hábitos de higiene ya aprendidos: dejan de hacer sus necesidades en el arenero y empiezan a hacérselo por la casa.

Olvidar las rutinas y los trucos aprendidos.
Cambios en la actividad: de menor actividad a caminar sin rumbo
Vocalización: lloros o gritos, con más frecuencia a la noche.
Menor acicalado.

Incluso cualquier signo de tipo neurológico, como ataques epilépticos, ceguera o sordera, puede estar provocado por este síndrome.

Es importante remarcar que estos síntomas no son exclusivos del síndrome de disfunción cognitiva y pueden deberse a otras patologías. Es más, con frecuencia pueden coexistir varias patologías en los gatos geriátricos.

Así, enfermedades neurológicas, patologías que provoquen dolor, algunos trastornos hormonales, problemas de conducta, la hipertensión y cualquier enfermedad que produzca aumento del consumo de agua y de la micción, como la insuficiencia renal o del hígado, las hemos de tener en mente cuando nuestros gatos envejecen.

De momento, no existe ninguna prueba que nos diagnostique el síndrome de disfunción cognitiva en gatos, por lo que será la exclusión de las otras enfermedades que producen estos síntomas lo que nos llevará al diagnóstico definitivo.

Si mi gato tiene alguno de estos síntomas ¿qué debo hacer?

Es muy frecuente que los tutores de gatos pasen por alto gran parte de las alteraciones que provoca en nuestros gatos el síndrome de disfunción cognitiva, o, que consideren que son «normales por la edad».

Así, lo primero es llevar a tu gato a tu veterinario para que, en función de los síntomas que presenta, establezca qué pruebas son necesarias para llegar a saber la causa y, con ello, el tratamiento más adecuado.

Es importante hacer una revisión mínimo anualmente a nuestros gatos, y en cuanto llegan a edades más avanzadas, 2 veces al año.

En estas revisiones, a partir de los 8 años de edad, se hacen una serie de preguntas con un cuestionario, destinado a averiguar si el gato está empezando a tener algún indicio de este síndrome de disfunción cognitiva.

¿Tiene tratamiento?

Este es el tema más crítico.

En el caso de la disfunción cognitiva, si bien a día de hoy no la podemos curar, sí que se pueden mejorar los síntomas y enlentecer su evolución, con lo que un diagnóstico y tratamiento temprano pueden marcar la diferencia en la calidad de vida de nuestros compañeros felinos.

Así que, si tienes un compañero de vida felino de más de 8 años, mantente muy alerta a cualquier cambio en su comportamiento, para poder detectar cualquier indicio de disfunción cognitiva.

Podemos hacer muchas cosas por ellos para mejorar su envejecimiento si estamos bien atentos y, así, darnos una vida conjunta larga y con buena calidad.