lunes, 12 de diciembre de 2022

Consejos para aliviar el calor de perros y gatos

Los animales y mascotas domésticas también son susceptibles de padecer golpes de calor e insolación. Aprende a detectar las señales de alarma y pon en práctica algunos consejos básicos para garantizar su bienestar en verano.

Consejos para aliviar el calor de perros y gatos

Las altas temperaturas no nos afectan solo a nosotros: nuestros animales de compañía, como perros o gatos, también sufren enormemente los efectos del calor. Y, de hecho, lo llevan todavía peor que los humanos, ya que solo tienen la posibilidad de sudar por las almohadillas de sus patas. Eso significa que tienen una gran capacidad para conservar el calor en su cuerpo, por lo que son mucho más resistentes al frío que nosotros, pero más propensos a sufrir malestar con las temperaturas elevadas.

Los animales toleran peor el calor porque no tienen posibilidad de sudar

En el caso de los perros, la manera más efectiva que tienen de termo regularse es a través de la respiración por la boca, es decir, del jadeo. Por lo que un jadeo excesivo debería ponernos en alerta, ya que podría ser que nuestra mascota esté sufriendo un golpe de calor.

Además de ello, la falta de movimiento o la las alteraciones en la salivación también pueden ser signos de alerta que no deberíamos ignorar.

“El calor puede afectar muy negativamente a nuestras mascotas, siendo uno de los principales motivos de urgencia en esta época”, asegura Paloma Ballester Aguado, veterinaria del Servicio de Urgencias de AniCura Velázquez Hospital Veterinario, en Madrid.

Y es que, además, los animales también pueden sufrir insolación: aunque no deberíamos alarmarnos, es interesante ser consciente de que el 14% de los casos se clasifican como graves y más de la mitad acaban falleciendo si no se actúa a tiempo. Por lo que es importante que, si convivimos con ellos, tomemos unas precauciones básicas para asegurar su bienestar durante el verano.
Qué animales sufren más el calor

Algunos perros y gatos sufren peor las altas temperaturas que otros. Algunos de los más susceptibles son:Animales de edad avanzada

Animales con sobrepeso u obesidad
Razas de clima frío como el Husky siberiano, el Alaskan Malamute o el San Bernardo
Razas braquicéfalas como el Bulldog, el Carlino o el Bóxer

De manera que, si nuestra mascota entra dentro de alguna de estas categorías, será todavía más conveniente extremar las precauciones para evitarles el malestar que pueda provocarles, y que nunca debemos subestimar. Evidentemente, eso no significa supeditar todos nuestros planes vacacionales a nuestros perros o gatos, pero sí deberíamos tener sus necesidades en cuenta.

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Aportar un extra de hidratación

Los animales, al igual que los seres humanos y las plantas, aumentan sus requerimientos de hidratación cuando las temperaturas externas aumentan. De manera que, para evitar la deshidratación, es imprescindible estar siempre atento a que tengan acceso a agua potable a temperatura ambiente, más a menudo de lo que hacen durante el resto del año.

En los paseos, lleva siempre una botella de agua para hidratarle y, en casa, asegúrate de que tiene siempre el bol lleno. De la misma manera, controla que la temperatura del agua no sea demasiado caliente, pero tampoco demasiado fría.

Recuerda que, en ocasiones, también podemos echarles un manguerazo, aunque no podemos abusar de ello, ya que los entornos demasiado húmedos podrían propiciar la aparición de hongos, entre otros.

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Disminuir la cantidad de comida

Es absolutamente normal que nuestra mascota coma menos que en el resto del año, y nunca debemos forzarle a ingerir más comida de la que le apetece. La causa de la pérdida del apetito con el calor es que, tanto nuestro cuerpo como el de los animales, ya no necesita tanta energía para termo regularse, ya que no debe esforzarse tanto en combatir el frío exterior.

Por lo que, en algunas razas, un bol de pienso por la noche será suficiente (si tienes dudas siempre puedes consultarlo con tu veterinario).

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Evitar las horas más calurosas para los paseos

El mismo sentido común que utilizamos para nuestras salidas y paseos debería valer también para ellos. Las horas más calurosas como las del mediodía deberían evitarse por completo, especialmente si la ruta escogida está bajo el sol y no cuenta con grandes espacios a la sombra.

En ese sentido, y de cara a las excursiones, sería preferible priorizar las salidas a la montaña que a la playa, y parar para descansar cuando observemos que su ritmo disminuye y muestre señales de cansancio.

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No dejarlos solos en el coche

En los trayectos, debemos también extremar las precauciones y no dejarlos solos dentro de nuestro vehículo cuando, por ejemplo, hagamos paradas para salir a comer. Dejar las ventanillas bajadas no sería suficiente, ya que la temperatura interior de un coche puede llegar a ser hasta 5 grados superior a la exterior.

En las paradas en coche, pues, sería preferible apostar por hacer picnics al aire libre o bien buscar algún restaurante que admita mascotas.

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Estar atento a las señales

Como decíamos, es imprescindible que estemos atentos a cualquier señal que nuestro animal pueda darnos y actuar de manera rápida y eficiente. El jadeo excesivo, una salivación anormal, un exceso de sudoración en las almohadillas de sus patas o la falta de movimiento y de vitalidad son signos claros de que nuestro perro está sufriendo por el calor.