sábado, 4 de septiembre de 2021

Su perro o su gato también puede ser fumador pasivo


El humo del cigarrillo es perjudicial para las mascotas, que tienen un sistema respiratorio similar.

Para nadie es un secreto: el humo del cigarrillo contiene un elevado número de sustancias químicas perjudiciales para la salud.

Lo que algunos no saben o no suponen es que fumar cerca de sus animales de compañía también puede traer efectos negativos para ellos, desde signos leves como tos, estornudos o conjuntivitis hasta efectos más graves como asma, problemas cardiovasculares e incluso cáncer.

Si usted es un fumador activo, tenga mucho cuidado con sus mascotas para que no se vean afectadas. 

Altamente nocivo


Según la Sociedad Americana de Cáncer, todos los productos que incluyen tabaco, como los cigarrillos, los habanos y las pipas, tienen entre sus componentes ciertas sustancias que, aparte de ser adictivas, son altamente tóxicas para el ser humano y se liberan al aire tras la combustión. Entre este amplio grupo de químicos que se hallan en el humo del cigarrillo están:

- Nicotina: es un alcaloide altamente adictivo que, si bien se encuentra en menor proporción en otras plantas como el tomate, el pimentón o la berenjena, está especialmente, y en alta proporción, en la hoja del tabaco, que es el principal ingrediente con el que se fabrican los cigarrillos comunes.

- Ácido cianhídrico: conocido también como cianuro de hidrógeno, esta es una sustancia muy tóxica que se emplea en la industria para la producción de plásticos, explosivos y tinturas, entre otros usos. También se puede encontrar, aunque en menor cantidad, en otros elementos como las semillas de los duraznos o las almendras, que también son tóxicas para las mascotas.

- Monóxido de carbono: Este gas se produce por la combustión del carbón, petróleo, gasolina, madera, tabaco, entre otros, y puede llegar a producir intoxicaciones incluso cuando es inhalado en bajas cantidades.

- Aldehído fórmico: también llamado metanal o formaldehído, este compuesto químico se emplea en la industria, los laboratorios de diagnóstico clínico y, más recientemente, como desinfectante de superficies al ser diluido en agua.

- Amoniaco: si bien este es un elemento ampliamente usado en la industria de los cosméticos, la farmacología, los limpiadores y desinfectantes tradicionales y hasta en los fertilizantes, es un compuesto químico tóxico que se adiciona a los cigarrillos para potenciar el efecto de la nicotina e impedir que la combustión de este se detenga con facilidad.

El cigarrillo tiene al menos 250 sustancias químicas tóxicas, de las cuales al menos 70 son potencialmente carcinógenas (productoras de cáncer o que favorecen su aparición), incluso para mascotas.

Al compartir con una persona que fume activamente, las mascotas, y también los convivientes, se convierten en fumadores pasivos, que sufren los efectos nocivos del cigarrillo y sus similares. Con el agravante de que si la persona fuma dentro de casa, la falta de ventilación hará que el humo permanezca en el ambiente más tiempo y los animales tengan una exposición mayor.


El humo proveniente del cigarrillo y similares se impregna en la piel y en el pelo de los animales, que ingieren, al lamerse, residuos de muchas sustancias tóxicas.

Muy afectadas

Para entender cómo daña el humo a nuestras mascotas, primero hay que entender por qué a estas el humo del cigarrillo puede afectarles, incluso más que al fumador.

El cigarrillo tiene al menos 250 sustancias químicas tóxicas, de las cuales al menos 70 son potencialmente carcinógenas (productoras de cáncer o que favorecen su aparición), incluso para mascotas.

Hay que empezar por decir que el sistema respiratorio de perros y gatos, si bien es similar al de las personas, tiene una longitud más corta. Esto hace que el aparato respiratorio y de defensa no sea tan efectivo en retener componentes nocivos que ingresan al inhalar.

A eso debe sumarse el hecho de que el humo proveniente del cigarrillo y similares se impregna en la piel y en el pelo de los animales, que ingieren, al lamerse, residuos de muchas de esas sustancias tóxicas, lo cual puede producir afectaciones en la piel, el pelo, la boca y el tracto digestivo del animal.

Si el fumador no desecha de manera adecuada las colillas, las cenizas, los chicles o parches de nicotina, los perros y los gatos pueden intoxicarse con estos al ingerirlos, consumir agua o alimento contaminados con residuos, o también al inhalar restos de humo que quedan impregnados en alfombras, muebles u otros objetos.Gatos más que perros

Por los hábitos de higiene, el gato es hasta cinco veces más propenso a verse afectado por los componentes nocivos del cigarrillo.

Las partículas resultantes de la combustión del cigarrillo quedan suspendidas en el aire y se impregnan en la piel y el pelo del gato; como ellos pasan la mayor parte del día acicalándose, al hacerlo ingieren los residuos y pueden presentar linfomas o cáncer en la boca o el tracto digestivo.

El caso de los perros es diferente. Los de razas grandes tienen un hocico más largo, lo cual hace que las sustancias tiendan a acumularse con facilidad en la mucosa que recubre el sistema respiratorio.

En los perros de hocico corto, el trayecto es reducido y el sistema respiratorio pierde eficiencia en la purificación del aire inhalado. Como resultado de ambas características particulares, los perros tienden a presentar cáncer nasal y de pulmón por acumulación de las sustancias en el tracto respiratorio.