jueves, 2 de septiembre de 2021

Más de 300 especies fueron registradas en la cuenca del río Tillavá



El Instituto Humboldt y la Fundación Omacha recorrieron 277 km de la cuenta del río en el Meta.

Un clima atípico puso en aprietos la primera expedición de biodiversidad por la cuenca del río Tillavá, una zona con más de 3.000 kilómetros cuadrados del municipio de Puerto Gaitán, en el Meta, puntualmente en la vereda Rubiales.

Los 14 investigadores del Instituto Humboldt, la Fundación Omacha y Cormacarena, encargados de recorrer los ecosistemas de la cuenca, se encontraron con un panorama húmedo y lluvioso al inicio de la salida de campo.

Los expedicionarios tenían la certeza de que había temporada seca en la zona, como es normal en abril. Sin embargo, el 14 de ese mes llegaron a la finca La Elisa de la vereda Rubiales para montar el campamento, y vieron que la zona estaba gobernada por las lluvias y los ríos desbordados en las sabanas y bosques de galería.

Carlos A. Lasso, investigador sénior del Instituto Humboldt y coordinador científico de la expedición, cuenta: “Fuimos testigos de los coletazos del cambio climático. A pesar de que abril está catalogado como el mes más seco en este territorio de la Orinoquia, con lluvias incipientes, estas se adelantaron por la alta precipitación en las cordilleras cuyos ríos drenan la Orinoquia”.

Según Lasso, las lluvias en las cordilleras causaron ascensos significativos en los niveles de los ríos Orinoco, Vichada y finalmente el Tillavá, “el cual, por un simple balance de flujos, aumentó considerablemente su nivel en la última semana previa a la expedición”.



Los 14 investigadores del Instituto Humboldt, la Fundación Omacha y Cormacarena recorrieron los ecosistemas de la cuenca, en compañía de gente de la zona.
Foto:

Instituto HumboldtPermiso de la naturaleza

Contra todos los pronósticos, el segundo día de la expedición amaneció con un cielo azul libre de nubes, un permiso de la naturaleza para que los investigadores observaran los tesoros naturales que esconde la cuenca.

Este panorama acompañó la mayoría de los ocho días de la expedición, que hace parte de un convenio entre Cormacarena y el Instituto Humboldt, con el apoyo de la Fundación Omacha.

Acompañados por 10 personas de las comunidades locales y de la etnia sikuani, los expertos se adentraron en lo más profundo de la zona para estudiar el estado de las poblaciones de varios animales y el uso que les dan a los ecosistemas.

Además de agudizar sus sentidos para encontrar los delfines y nutrias en el río y sus ecosistemas aledaños, los expedicionarios estudiaron otros representantes de la fauna silvestre como peces, crustáceos, moluscos, macroinvertebrados acuáticos, serpientes, tortugas, cocodrílidos, aves y mamíferos.



Se identificaron más de 300 especies en ecosistemas de la cuenta del río Trillavá, en el Meta.

El recorrido por el río Tillavá y algunos ecosistemas que lo rodean fue de 277 kilómetros, un viaje en el que los investigadores de la Fundación Omacha realizaron 47 recorridos para estudiar delfines y nutrias, cada uno con un promedio de 2,5 kilómetros.

La información de la primera expedición arrojó más de 300 especies de animales en la cuenca, datos que según Lasso son preliminares; además, vendrán más salidas de campo. “Registrar esta cantidad de especies en un tiempo corto nos revela un aparente buen estado de los ecosistemas de la cuenca del Tillavá, un territorio de la altillanura del Escudo Guayanés desconocido donde convergen la Orinoquia y la Amazonia”.

Para analizar las poblaciones de delfines recorrieron parte del caño Rubiales y lograron muestrear hasta la confluencia entre el Tillavá, el Planas y el Vichada. Sin embargo, solo observaron tres individuos. La comunidad de la zona manifestó que ha avistado cerca de 30 delfines rosados, un dato que será corroborado.

Como hallazgo clave encontraron una nutria gigante (Pteronura brasiliensis) depredando a una iguana, un cuadro que la ciencia nunca había registrado.

“Es la primera vez que se registra esto en Colombia y en Suramérica. Es un avistamiento inédito que nos permite mostrar que la nutria no solo se alimenta de peces, como muchos pescadores piensan y por eso la atacan”, afirma Lasso.La naturaleza se impone

En la cuenca del río Tillavá evidenciaron alta presencia de peces: cerca de 85 especies detectadas en la expedición, más del doble de lo que se conocía hasta el momento. “Es la primera vez que se hace un inventario en detalle de las poblaciones de peces en esta zona. Los primeros muestreos de peces, crustáceos y otros macroinvertebrados acuáticos se hicieron en los morichales de altillanura”, precisó Lasso.



Se identificaron más de 300 especies en ecosistemas de la cuenta del río Trillavá, en el Meta.

Los macroinvertebrados acuáticos no se quedaron atrás. Registraron cinco especies de camarones, una de cangrejo, dos de esponjas, tres de moluscos y más de 30 de insectos.

En cuanto a tortugas, encontraron cinco especies, una de las cuales no tenía registro para esta zona del país: la matamata del Orinoco (Chelus orinocensis), uno de los reptiles más apetecidos por los traficantes de fauna silvestre.

“Identificamos las cuatro especies de cocodrílidos: babillas, dos cachirres y el caimán llanero (por registros históricos), además de anacondas y una serpiente acuática. El balance de anfibios (ranas) y reptiles en la cuenca sumó 39 especies”, anota el investigador del Humboldt.

En los ecosistemas terrestres y acuáticos del Tillavá fueron observadas aproximadamente 120 especies de aves como el águila harpía, una cifra que los investigadores estiman podría alcanzar las 200 en las futuras expediciones.



Se identificaron más de 300 especies en ecosistemas de la cuenta del río Trillavá, en el Meta.

Territorio de mamíferos

Por tratarse de un territorio con ecosistemas del Amazonas y la Orinoquia, la cuenca del río Tillavá alberga alta diversidad de mamíferos.

A través de la instalación de cámaras trampa, identificaron 33 especies de mamíferos como roedores, marsupiales, pumas, armadillos y murciélagos.

El primer análisis de murciélagos en la cuenca arrojó como resultado 17 especies, hallazgos que fueron posibles gracias a la colaboración de las comunidades locales e indígenas.

Las cámaras trampa instaladas por la Fundación Omacha estarán durante dos meses más en la cuenca de Tillavá, por lo cual se espera que la cantidad de especies de mamíferos sea mucho mayor.

* Con información del Instituto Humboldt