jueves, 22 de julio de 2021



Claves para entender la pérdida de apetito en las mascotas

Es un indicador de que algo pasa en su salud, en su entorno o con su alimento.

La pérdida de apetito no obedece solo a caprichos o comportamientos de nuestras mascotas, también es una señal que nos alerta sobre problemas de salud, del entorno o, incluso, con el alimento que le estamos dando.

Aunque perros y gatos no pueden manifestarnos sus dolencias claramente, los buenos amos saben identificar cuándo algo no está del todo bien: que nuestra mascota pierda el apetito o rechace del todo el alimento es una señal inequívoca de que algo anda mal y es importante conocer las causas –que pueden ser diversas– de esta conducta para intervenir a tiempo.Comportamiento

La hora de la comida es una hora muy importante para perros y gatos. Generalmente necesitan espacios y horarios constantes y especiales para ello. Lugares demasiado ruidosos, con personas extrañas o con otros animales, o la ausencia de su amo, entre otros, pueden llegar a generar experiencias negativas por estrés, e incluso a cohibirlos de alimentarse.

Si bien no todos los animales se ven afectados de igual manera, los más nerviosos, los más consentidos y los más apegados a sus dueños son los que a menudo manifiestan este tipo de comportamiento. Adicionalmente, si acostumbramos a nuestras mascotas a la comida de humanos, que suele ser más llamativa, pueden chantajearnos fingiendo falta de apetito para que los estimulemos con deliciosos bocados.Enfermedades

Si la pérdida de apetito viene acompañada de vómito, diarrea, decaimiento, dolor o fiebre, el problema puede ser más importante y requerirá observación exhaustiva. En ocasiones, nuestras mascotas se encuentran apáticas e inapetentes como muestra de una enfermedad mayor. En estos casos, si pasan más de 24 horas y nuestro compañero peludo no ha ingerido nada o no ha tomado agua, es necesario acudir al médico veterinario para una valoración más a fondo y un diagnóstico oportuno.Cambios drásticos

Cambios bruscos, como mudanzas, vacaciones, llegada de nuevos compañeros animales o humanos, e incluso cambios de horarios, lugares o recipientes, pueden generar un poco de ansiedad y resistencia en nuestras mascotas. Lo ideal es que estos cambios se realicen paulatinamente y que cuenten siempre con mucho diálogo y comprensión para que la etapa de estrés pueda ser más llevadera.Problemas con el alimento

Contrario a lo que pasa con los humanos, nuestras mascotas no pueden tener todos los días un menú diferente y algunas veces pueden manifestar su inconformidad con el alimento que les estamos brindando.

Sin embargo, dejar el plato de comida lleno no solamente es sinónimo de pérdida de interés, sino que nos podría indicar que el alimento no se encuentra en óptimas condiciones (por mal almacenamiento u otro problema).

También, cuando se realizan cambios alimenticios bruscos, como pasar de una marca de concentrado a otra, nuestro amigo peludo puede resistirse un poco. El resultado: platos llenos, caras de hambre y muchas formas de llamar la atención.

Recuerde que siempre que se hace un cambio en la alimentación debe hacerse progresiva y proporcionalmente en un periodo de dos semanas: introduciendo en pequeñas cantidades el nuevo, mientras se reduce el anterior.Edad

La voracidad y el apetito de nuestras mascotas se reducen con la edad. La apetencia y el metabolismo de un cachorro no son iguales al de un adulto mayor, y los requerimientos nutricionales tampoco. Además, cuando perros y gatos sobrepasan cierta edad, sus sentidos, principalmente olfato y vista, van perdiendo agudeza y pueden tener pérdidas dentales, haciendo que no se interesen tanto por el alimento por desorientación o por dolor al momento de masticar.En exceso

Si con cierta frecuencia perros y gatos dejan la comida en el plato, quizá es hora de revisar la cantidad de alimento que se les está suministrando. Cuando se brindan galletas, snacks o premios en exceso, o cuando ellos por su cuenta comen alimentos durante los paseos o roban alimentos en casa, no tendrán suficiente apetito.