domingo, 30 de junio de 2019

Cómo perder el miedo a las matemáticas a través de las redes sociales

Videos en Instagram y YouTube hacen que se replantee la relación entre profesores y estudiantes. 


El canal Derivando, del profesor Eduardo Sáenz de Cabezón, tiene 687.000 suscriptores en YouTube. 

¿Para qué nos va a servir en la vida saber que un número dividido entre cero da infinito? ¿Cuándo necesitaremos las ecuaciones exponenciales o saber con precisión la ley conmutativa? La mayoría de personas que dicen no entender las matemáticas responderán que nunca, porque lo básico es sumar, restar, dividir y multiplicar. Los matemáticos más puros, por su parte, defenderán a muerte esta ciencia exacta.

Lo cierto es que ambos tienen razón. Las matemáticas estarán ahí así las usemos o no, y seguirán siendo el terror de muchos estudiantes. Sin embargo, gracias a las redes sociales, la metodología clásica ha dado un salto para hacer más fácil su enseñanza. Videos en Instagram y en YouTube, y ejercicios en Twitter parecen ser la clave para crear herramientas distintas al ‘Álgebra’ de Baldor. Toda una tendencia en alza que une conocimiento, entretenimiento y práctica. De hecho, son los propios matemáticos quienes se aventuran a crear ese contenido diferenciador para enseñar, por ejemplo, ecuaciones, aplicaciones de geometría, álgebra básica y precálculo.

“Los profesores se están adaptando a los estudiantes y a sus medios de comunicación; encuentro que es muy bueno y un signo de que la educación se acopla a la convivencia con las redes sociales”, señala Eduardo Sáenz de Cabezón, docente del Departamento de Matemáticas y Computación de la Universidad de La Rioja (España), en entrevista con EL TIEMPO.

Con su canal ‘Derivando’, en YouTube (687.000 suscriptores), Sáenz es un ejemplo de la clase de contenidos que se suben a la plataforma de Google. Son videos, por lo general extensos (de cinco a diez minutos), a veces con pinceladas de animación, que en la mayoría de los casos tienden a resolver preguntas curiosas. 

“En el canal busco que las matemáticas se vean como parte de la cultura y como una oportunidad para el disfrute”, cuenta. 

En esto coincide Mario Rivera, un profesor colombiano que encontró en Instagram (tuprofetv, 70.000 seguidores) una herramienta para resolver ecuaciones, exponer expresiones trigonométricas y demás acertijos aritméticos en 60 segundos. “Enseñar matemáticas en Instagram es una aventura, un reto, es salir de lo tradicional y romper con los esquemas (…). Dictamos clases en un minuto y para eso buscamos los temas más prácticos y necesarios, aquellos que cualquier persona mayor de 13 años necesita para tener buenas bases”, agrega Rivera. 

Para los especialistas en educación, la irrupción de la tecnología en el sector está ayudando a repensar la relación entre profesores y estudiantes. “El proceso de cambio social que venimos viviendo en los últimos 10 años nos ha obligado a reformular los métodos de enseñanza. La metodología clásica donde el docente habla y el alumno solo escucha es cosa del pasado. Ahora está en auge el aprendizaje colaborativo, práctico, virtual y presencial que responde a las necesidades de las nuevas generaciones”, plantea Germán Vargas, docente e investigador Ph. D. del programa de Ingeniería de Sistemas de la Universidad El Bosque.

Juan Fernando Pérez, profesor de Matemáticas Aplicadas y Ciencias de la Computación en la Universidad del Rosario, advierte, sin embargo, que las redes sociales se prestan para interacciones breves y permiten involucrar a muchos individuos alrededor de un tema, pero “no reemplazan la educación formal ni el estudio cuidadoso. Aunque sí permiten llegar a un público amplio sobre cosas puntuales”. 

Los profesores se están adaptando a los estudiantes y a sus medios de comunicación; encuentro que es muy bueno y un signo de que la educación se acopla a la convivencia con las redes sociales 

Retar el conocimiento

Twitter es otra red social usada por los matemáticos para acercar a las personas a esa ciencia y lograr que pierdan el miedo a los números. Todos los domingos por la tarde, Ignacio Mantilla, matemático y exrector de la Universidad Nacional de Colombia plantea en su perfil de Twitter (@MantillaIgnacio, 67.000 seguidores) ejercicios para “mostrarles” a sus estudiantes “que el uso del tiempo libre para el entretenimiento con las matemáticas es posible”.

“Creo que muchas personas han tenido malas experiencias con las matemáticas y las han aborrecido. Pero ante el reto de un problema matemático que aparece en su celular se sienten atraídos y se les despierta la curiosidad por algo que creían superado y olvidado”, cuenta Mantilla. 

Los especialistas coinciden en que el sector tiene una oportunidad para reflexionar sobre qué es educar en un contexto en el que el acceso a grandes fuentes de conocimiento no requiere de la mediación del profesor. “Así que el rol del docente ha de dejar de ser el de facilitador para ser más un acompañante o un estímulo para reflexionar sobre el contenido al que tenemos acceso de manera más universal que antes”, recomienda Eduardo Sáenz de Cabezón.