jueves, 6 de junio de 2019

Colombia necesita más profesionales en tecnología

Un estudio reciente en Colombia encontró que en 2018 creció la brecha de talento humano en profesionales de tecnología. Las empresas necesitan más personas que sepan programar. Esta es la oportunidad perfecta para aprender a hacerlo. 

 
Cada vez es más difícil para las empresas colombianas conseguir profesionales en TIC. 

Si está pensando en qué estudiar, pero no sabe qué profesión le dará plata, debería considerar nuevamente la Ingeniería de Sistemas. Cada día, las empresas colombianas están requiriendo más personas que sepan programar, hacer análisis de datos, crear bases de datos en la nube. 

El problema es que las universidades no los están graduando. En el 2016 (últimos datos disponibles) el número de graduados en áreas relacionadas con las Tecnología de la Información y Comunicaciones (TIC) disminuyó por primera vez en años. 

Ticjob.co, una bolsa de empleo especializada en trabajos de tecnologías de la información en Colombia, publicó este año un estudio en donde advirtieron la tendencia en el país al aumento de la brecha de talento en este sector. En otras palabras, cada vez es más difícil para las empresas colombianas conseguir profesionales en TIC. 

“Vemos que las perspectivas de empleo para 2019 son muy buenas, el 80% de las grandes empresas van a contratar más o igual que el año pasado, pero vemos que el problema es en la oferta. Los egresados caen. Entonces tienes una explosión de oferta trabajos y al mismo tiempo, una menor oferta de profesionales”, explica Maximilien de Coster, partner de Ticjobs 

Sin embargo, no todos los trabajos son igual de apetecidos en el sector. Una de cada dos ofertas de empleo en el mercado colombiano para profesionales de TIC pide desarrolladores y analistas-programadores y, únicamente, una de cada 4 hojas de vidas tiene este rol. Lo que más se pide hoy en Colombia son personas que sepan hacer código. 

Un círculo vicioso 

“Es un círculo vicioso, porque como hay menos gente en estas carreras, las universidades les apuestan menos y abren menos cupos. Es la ley del mercado”, agrega de Coster. De hecho, el número de egresados de carreras técnicas y universitarias, maestrías y doctorados en el sector bajó de 29.321 a 28.942 entre 2016 y 2017 (último dato del Ministerio de Educación). 

A esto se le suman dos tendencias propias del área de la tecnología: primero, que las carreras largas (como las de pregrado) son poco pertinentes en el mercado laboral. Como las tecnologías evolucionan tanto, en cuatro o cinco años que se tarda en sacar el diploma, ya las empresas están demandando otras competencias. 

Peor aún, en Colombia sacar un registro calificado, necesario para abrir un programa universitario, puede demorar años. Incluso recién inaugurado, un currículo de Ingeniería de Sistemas puede estar ya desactualizado. 

Por otro lado, aunque el salario de un programador experimentado es bueno, el salario de enganche de un recién egresado no lo es tanto. Esto se debe en parte a que las empresas prefieren los profesionales experimentados. 

“El 85% de las ofertas de empleo piden un profesional que tengan entre 2 y 5 años de experiencia, y únicamente el 20% de los postulantes lo tiene. Es decir que los que tienen experiencia pueden negociar su trabajo, porque están en una situación de fuerza, pero para toda la gente que está recién egresados de la carrera, la situación es al revés”, dice de Coster. 

Eso sucede en mayor o menor medida en casi todas las áreas laborales. Sin embargo, “en la industria TIC sucede que una empresa acaba de ganar un proyecto muy bueno, necesita 50 personas pero no tiene el tiempo de formarlas, las necesita con experiencia ya”, explica. 

Sin salarios de enganche atractivos, los bachilleres se desmotivan de estudiar una carrera en TIC. Las universidades abren entonces menos programas, y así continúa el ciclo que aumenta la escasez de talento. 

En su opinión, es fundamental romper este círculo vicioso mientras todavía está el país a tiempo. En Colombia apenas empieza a abrirse la brecha, y hay un promedio de entre 30 y 50 postulaciones por oferta de empleo. En países como Holanda o Alemania la brecha es mucho más grande el promedio está entre 2 y 6 postulaciones. 

También es natural que con el tiempo, esta tendencia se vaya autocorrigiendo, a medida que crezcan los salarios en el sector por la ley de oferta y demanda. Pero para entonces, advierte De Coster, es importante que el país compita en el mercado mundial no por sus bajos precios, sino por su alto talento humano.