lunes, 7 de enero de 2019

Las drogas ilícitas que más se consumen por estratos sociales

Con la marihuana, como con el alcohol, no hay diferencias por estratos sociales, se consume en todos los niveles en Colombia, dice experto. 


El grupo de edad de mayor consumo es de 18 a 24 años, seguido del grupo de 12 a 17 años. 

En Colombia no hay droga que destrone a la marihuana como la sustancia ilícita más consumida. Lo es así también en el mundo, según la más reciente Encuesta Global de Drogas revelada en septiembre pasado, en la que participaron 130.000 personas de 40 países, entre los que estaban 1.439 colombianos.

Un dato que está en línea con el reporte del Observatorio de Drogas en Colombia presentado en octubre del año pasado y en el que se muestra que esta sustancia fue preferida por el 87% de los consumidores de drogas del país, seguida por la cocaína, el bazuco y el éxtasis.

Hernando Zuleta, experto del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas de la Universidad de los Andes, señala que lo anterior se debe a que la marihuana tiene menos estigma que las demás drogas, que no es tan dañina y la toxicidad conductual es mucho menor. “El bazuco es más barato que la marihuana, pero los daños y la probabilidad de adicción son muchos más altos”, puntualiza.

El informe del Observatorio además dice que en Colombia al menos tres millones de personas han señalado haber consumido en algún momento de su vida algún tipo de sustancia ilícita en el país, una tendencia que viene en aumento y que se atribuye a que “no solo más personas las consumen, sino porque el mercado de sustancias es cada vez más amplio y diverso”.

Del mismo modo, el estudio sostiene que no se debe desestimar el consumo de ninguna sustancia, “pues drogas con bajas prevalencias, como la heroína y el bazuco, tienen altos impactos en la salud pública”. Y también advierte que además del cannabis regular, se ha vuelto común la presencia de variedades más potentes como el ‘cripy’, que ya ha sido probado por el 75,1% de los consumidores frecuentes de marihuana. 

28,8 % 

de los colombianos consultados por la Encuesta Global de Drogas manifestó su intención de consumir menos marihuana para el próximo 2019. 

Por su parte, la Encuesta Global de Drogas expone que Colombia es el país donde menos se mezcla la marihuana con el tabaco, pues tan solo el 8,3% de los 1.439 consultados lo hicieron, un porcentaje bajo si se tiene en cuenta que el promedio global es del 66,3% y que en el país donde más se realiza esta práctica es Portugal, con el 93,5%. Igualmente, Colombia el país donde el mayor número de encuestados (28,8%) manifestó su deseo de consumir menos cannabis el próximo año.

Para Augusto Pérez, director de la Corporación Nuevos Rumbos, la razón de la popularidad de la marihuana obedece a que tiene unos efectos negativos limitados cuando se usa en cantidades pequeñas y en edades por encima de los 20 años, “la mayoría de los delitos se comenten bajo los efectos del alcohol y no de la marihuana”.

El directivo además señala que los costos de la marihuana en el país son de los más bajos en el mundo occidental y hasta inferiores a los de un paquete de cigarrillos. “Con la marihuana, como con el alcohol, no hay diferencias por estratos sociales, se consume en todos los niveles y, eventualmente, se consume más en los estratos altos. Lo que pasa es que en estos niveles socioeconómicos hay muchas menos personas y por eso los números son muchos más pequeños”, explica.

En ese sentido, el Observatorio de Drogas en Colombia precisa que el grupo de edad de mayor consumo es de 18 a 24 años, seguido del grupo de 12 a 17 años. “Aunque las diferencias entre estratos socioeconómicos no son tan amplias para la generalidad de las sustancias, se encuentran mayores tasas de abuso y dependencia en los estratos bajos, mayor proporción de consumidores de cocaína y éxtasis en los estratos altos, y el consumo de bazuco se reporta principalmente en los estratos 1 al 3”, anota el informe. 

En cuanto a la cocaína, entre los cuarenta países encuestados, Colombia es la nación donde más barato se consigue el gramo, con un valor de $19.000. En países de Europa, la misma cantidad puede valer $297.000, pero en otras partes del mundo como en Australia o Nueva Zelanda el costo supera los $600.000.

Colombia también ofrece precios razonables para la compra de éxtasis, pues su valor ronda los $100.000 por gramo, uno de los más baratos. En Estados Unidos ese valor puede llegar a escalar a los $171.000. Por su parte, una dosis de LSD en el país se consigue por $28.000.

Pese a las cifras, Pérez apunta que, aunque en Colombia existe una enorme disponibilidad, muy buena calidad y bajo precio, el país tiene un consumo muy inferior al de la mayoría de los países europeos. “Colombia ha sido un país consumidor siempre, desde que comenzó el problema de las drogas el país ha tenido consumo y eso pasa en todas las naciones productoras, pero no hay un consumo disparado, nosotros estamos en un nivel intermedio junto con México y Perú”, precisa.