lunes, 19 de noviembre de 2018

Los retos, peligrosos cuando hay riesgo: Caso de quinceañero muerto en Manizales en juego de ruleta rusa


Estas orientaciones se dan al hablar de un caso ocurrido en la Comuna San José, de Manizales, donde el pasado 9 de agosto, un menor, de 15 años, resultó lesionado con arma de fuego en su cabeza.

Los peligros están ahí, en la sala de la casa, frente al computador. Red Papaz explicó que los padres deben ponerle cuidado a lo que hacen sus hijos por la internet, pues los retos o desafíos son parte normal del desarrollo de los menores, pero el problema se da cuando estas actividades ponen en riesgo su seguridad o les hacen daño. 

Recomendó: "Si alguien por la red le pide que haga algo con lo que no está de acuerdo, o lo nomina o etiqueta en una publicación, no acceda. Desactívela, elimine la publicación, encienda la función de revisión de etiquetas, bloquee a esa persona. Si algo lo pone incómodo, triste o asustado, pida ayuda a un adulto o reporte el caso a través de www.teprotejo.org o la App Te Protejo". 

Estas orientaciones se dan al hablar de un caso ocurrido en la Comuna San José, de Manizales, donde el pasado 9 de agosto, un menor, de 15 años, resultó lesionado con arma de fuego en su cabeza. Murió el pasado lunes. Al parecer, ese día, según otros adolescentes que lo acompañaban, se pusieron el reto de jugar a la ruleta rusa. 

Red Papaz planteó preguntas para ayudarles a los hijos a reconocer los riesgos de la red: ¿Qué sabe de este reto?, ¿por qué cree que a las personas les parece divertido?, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de participar?, ¿qué le diría a un amigo suyo que quisiera participar?, ¿participar en eso podría hacerle daño a él o un amigo?, ¿qué es lo más grave que podría pasar si sale mal?, ¿cómo cree que se sentiría su amigo si sale mal? y, ¿lo quiere hacer? Si no, no lo haga. 

¿Qué son los retos de Internet y por qué pueden llegar a ser atractivos para nuestros hijos? 

Los frecuentes reportes en noticias relacionados con los retos que se viralizan en Internet, ponen sobre la mesa el tema de los desafíos en los que participan los usuarios digitales y nos llama la atención sobre los riesgos a los que pueden verse expuestos los usuarios menores de 18 años. 

Cada nuevo reto es una alerta y una oportunidad para que padres, madres y cuidadores nos involucremos y demos herramientas a nuestros hijos que les permitan aprender a manejar de manera segura este tipo de situaciones. A continuación, les presentamos algunas ideas que ayudan a entender por qué niñas, niños y adolescentes pueden involucrarse en este tipo de desafíos, y cómo podemos ayudarlos a desarrollar estrategias que les permitan tomar mejores decisiones para cuidarse a sí mismos y a sus amigos. 

Consejos 

1. ¿Por qué los retos son llamativos para ellos? 

Según En TIC Confío, los retos que se viralizan en Internet consisten en realizar alguna acción frente a una cámara digital y luego ‘nominar’ a otras personas (amigos, conocidos o familiares) a través de redes sociales para que también la realicen. 

En general, los retos o desafíos son actividades que hacen parte normal del desarrollo. Por ejemplo, apostar a quién corre más rápido o quién gana en un juego, son formas en las que nuestros hijos participan en retos. El problema se da cuando estas actividades ponen en riesgo su seguridad o les hacen daño. La evidencia científica muestra que ellos pueden tomar la decisión de participar en desafíos por varias razones. Por un lado, porque aún no están completamente desarrolladas sus capacidades de autorregulación, lo que puede llegar a facilitar que cedan a la presión de grupo; por otro lado, porque hay curiosidad y una búsqueda de sensaciones de novedad y emoción. En este sentido, nuestra tarea como padres, madres y cuidadores se centra en ayudarles a identificar los potenciales riesgos de los retos y a desarrollar estrategias que les permitan, tomar decisiones acertadas y prever las consecuencias de involucrarse en ellos. 

2. ¿Cómo puedo ayudarlos a saber cuáles retos los pueden poner en riesgo? 

Dado que nuestros hijos son naturalmente curiosos y los retos les generan inquietudes, podemos aprovecharlas para hacerles preguntas como: 

- ¿Qué sabes de este reto? 

- ¿Por qué crees que a las personas les parece divertido? 

- ¿Por qué crees que las otras personas lo hacen o te invitan a que lo hagas? 

- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de participar? 

- ¿Qué le dirías a un amigo o amiga tuyo que quisiera participar? 

- ¿Participar en ese reto podría hacerte daño a ti o a otras personas? 

- ¿Qué es lo más grave que podría pasar si el reto sale mal? 

- ¿Cómo crees que se sentirían tú o tus amigos si el reto sale mal? 

- ¿Lo quieres hacer? si la respuesta es NO, no lo hagas 

Estas preguntas desarrollan herramientas de pensamiento crítico que no solo les permiten a nuestros hijos ponerse en los zapatos de las personas que pueden presionarlos a participar, sino que les permiten considerar de manera sencilla las consecuencias de hacerlo. 

3. Las reglas para la seguridad son claves 

Es muy importante tener en cuenta que para lograr que nuestros hijos desarrollen las habilidades para tomar mejores decisiones frente a los riesgos, las reglas y los límites son esenciales. Es importante establecer de forma clara y explícita las reglas sobre lo que se puede o no hacer, y por qué pensamos que es importante seguirlas. La evidencia científica muestra que cuando damos a nuestros hijos reglas claras y ponemos limites, disminuimos la probabilidad de que se involucren en comportamientos que atenten contra su seguridad. 

Estas son algunas reglas básicas para enseñarles a nuestros hijos a mirar críticamente el contenido al que tienen acceso en redes sociales y establecer normas claras para usarlas: 

- Recordar que todo lo que se divulga en Internet es público, permanecerá allí para siempre y no todas las veces es cierto 

- Respetar, comportándose en línea igual que en la vida real 

- Desconfiar de los encuentros personales con quienes conocen en Internet 

- Preguntarle a un adulto de confianza antes de intercambiar información personal como el nombre, teléfono o dirección 

- Contarle a un adulto de confianza si algo los hace sentir tristes, asustados o confundidos 

- No hacer nada con lo que no estén a gusto o que no quieran hacer