lunes, 29 de octubre de 2018

Sostenibilidad: el principal problema del medio ambiente es la falta de actitud

Que se deforeste, contamine o que seamos un país en donde se tolere la corrupción, simplemente es el reflejo de algo más crítico y profundo: la falta de actitud y proactividad de los colombianos por generar cambios desde lo local. 

Los colombianos somos maestros de la creatividad, campeones en la generación de ideas, expertos en el diseño mental de propósitos (sobre todo cuando llega el 31 de Diciembre). Nos montamos la película de mil y un proyectos que visualizamos en nuestras cabezas y que nos llevan a la euforia. Eso somos los colombianos. También, además de ser eso, somos expertos en no pasar del dicho, al hecho. En otras palabras, somos una sociedad de “muchas ideas pero de poca acción”. 

Empiezo haciendo esta dura y debatible reflexión (acepto el palo que se viene). porque este aspecto cultural, sumado a otros más, explica por qué tenemos tantos retos ambientales en nuestro país que ponen en jaque un modelo de desarrollo sostenible en nuestro territorio.

Cuando doy una conferencia, suelo preguntar “¿cuál es el mayor reto ambiental del país?” y de inmediato aparecen las típicas respuestas como: la generación de residuos, la deforestación, la contaminación de los ríos, etc. Incluso, aparecen lugares comunes de un diálogo o de una opinión típica de un colombiano promedio: “el mayor problema del país es la corrupción”.

Bien, ni lo uno, ni lo otro. Que se deforeste, contamine o que seamos un país en donde se tolere la corrupción, simplemente es el reflejo de algo más crítico y profundo: la falta de actitud y proactividad de los colombianos por generar cambios desde lo local. Actitud que debe surgir de la capacidad de reflexionar más allá de lo que sucede frente a nuestras narices.

Somos una nación reactiva, dispuesta a la crítica y a endosar la responsabilidad de todo en alguién más (aquí otro lugar común: El gobierno es el responsable de evitar la deforestación). Pero en muy poco, o casi en nada, nos detenemos a pensar qué tan responsables somos como individuos para evitar los tristes escenarios de degradación ambiental que suceden en nuestro país.

La falta de actitud de la población colombiana está deteriorando nuestros ecosistemas, la calidad de vida y poniendo en riesgo la salud pública. Esta carencia de proactividad se refleja en varios frentes dependiendo del actor:

Las empresas: En la medida en que sigan pensando que el negocio está en hacer dinero, la situación ambiental de nuestro país no va a cambiar. Pese a las cientos de conferencias sobre responsabilidad social empresarial y sostenibilidad (a las cuales a propósito, siempre vamos los mismos), no veo que la situación cambie drásticamente como debería ser. El quehacer ambiental de las empresas no es ni puede hacer un pañito de agua tibia, debe ser una masiva de acciones en todos los frentes y sin tacañez.

Las personas como miembros de la sociedad y ciudadanos: Mantenemos un alto grado de indiferencia sobre la gravedad de la situación y nos estamos poniendo nosotros mismos la soga al cuello. Nos es complicado comprender cómo todo está conectado con todo. Me explico, cuando hago un conversatorio sobre la deforestación que sucede en la amazonía, en alguna ciudad como Cali, Bucaramanga, Bogotá o Barranquilla, hay personas (incluso con altos estudios universitarios encima) que osadamente responden: “eso sucede allá y muy poco o casi nada tiene que ver conmigo acá”. En resumen, si las personas no comprenden la dimensión de los impactos ambientales y sociales que ellos conllevan, será muy difícil transformar sus posiciones y conductas sobre el paradigma del cuidado. Por eso, ¡hay que comunicar, comunicar y comunicar más y somos varios los que seguiremos insistiendo en ello hasta que seamos todos!

Las personas como consumidores: Insisto. No se necesita ir a la amazonía colombiana para cuidar el bosque. No se necesita hacer una jornada de limpieza para contrarrestar la generación de residuos en los ríos de Colombia. Basta con ser consumidores más conscientes. Consumidores que le permitamos la entrada a nuestros platos y a nuestros hogares a los productos y servicios de aquellos emprendedores y empresarios que están haciendo la tarea por generar prácticas ambientalmente eficientes y responsables en sus procesos. Recientemente conocí a unas productoras de hierbas aromáticas en Caquetá que en lugar de deforestar sus fincas para poner 2 vacas, gestionaron muy bien 7 hectáreas de su terreno para sembrar, procesar y producir productos como pronto alivio o albahaca. ¡Yo le compro a ojo cerrado a estas señoras!

El gobierno y los entes de control: Sencillo y directo. ¿Cómo es posible que el presupuesto del sector ambiental sea tan bajo en un país que saca pecho en el ámbito internacional por tener un capital ambiental tan rico? Esto debe replantearse. Por otra parte, leyes, planes y políticas hay muchas. Tengo la oportunidad gracias a mi trabajo de analizarlas y aplaudo el avance normativo. Pero, fallamos en la implementación y en el monitoreo, en verificar que las normas se cumplan.

Si, muchos coincidiran en este punto del artículo que hace falta más educación y que ésta es determinante e importante para cambiar los paradigmas, los hábitos y las conductas de las personas. Lo es, coincido, pero desafortunadamente no es el factor determinante. Necesitamos contextos, más sentido común, más determinación y menos discurso de conferencia.

Necesitamos hechos, pasar del debate a la acción. Y no se trata de recrear las imágenes del activismo ambiental de los 70s, se trata más bien de hacer del día a día un espacio y una nueva oportunidad para generar un impacto ambiental positivo por medio de nuestras decisiones y nuestros estilos de vida. Se trata, para terminar el artículo, de ser conscientes, de que todo lo que sucede hoy, agudizará o mejorará la situación mañana. Por eso este llamado a la acción más allá de la reflexión. ¡Gracias!

domingo, 28 de octubre de 2018

La red social de mascotas Plac planea llegar a los mercados de México y Brasil

Esta aplicación creada por José Otero, en sociedad con Carlos Arango, tiene como objetivo mascotizar los amantes de estos amigos 

Encontrar las mejores promociones y productos ya no es algo solo de humanos. Ahora también las mascotas cuentan con ese beneficio, y sus dueños pueden hacerlo a través de la aplicación Plac, un market place ideado especialmente para los amigos peludos. 

Esta aplicación creada por José Otero, en sociedad con Carlos Arango, tiene como objetivo ser una red social para mascotas en donde “no se las humanice, sino que se mascoticen los amantes de estos”, como lo menciona su creador. Es por eso que en el próximo año, los mercados de México, Brasil y Chile serán el objetivo para Plac. 

Actualmente este market place cuenta con 2.500 personas que usan servicios como peluquería, paseadores, seguros de vida y tiendas con todo tipo de accesorios para perros, gatos, mini pigs, hámsters y conejos. 

Como manifestó Otero, este modelo de negocio que, se lanzó hace ocho meses, tiene también como objetivo llegar a ciudades como Barranquilla, Santa Marta, Bucaramanga y Cali permitiendo llegar a 5% de la población en el país, los cuales tienen alguna mascota.

Hoy son más de 130 empresas las que tienen alianzas con la aplicación, entre las que están Agrocampo, Cojinarte, Pet Luxury, Fit Can Saludable y Amorosos Colombia, y los usuarios pueden acceder a este tipo de soluciones solo descargando la aplicación e inscribiéndose como usuario amante de las mascotas. 

Esta app que busca los mejores precios en el mercado para que lleguen a domicilio, también funciona para que los amantes de mascotas se comuniquen entre sí e interactuén.

sábado, 27 de octubre de 2018

No todos los tiburones se alimentan solo de carne

Investigadores encontraron que el tiburón cabeza de pala digiere las algas que consume en su dieta. 


Estudio acaba de reportar el hallazgo de la primera especie de tiburones que no basan su dieta únicamente en carne, sino que incluyen en ella algas. 

Si hay unos animales a los que precede una fama de carnívoros insaciables, estos son los tiburones. Con sus hileras de afilados dientes, los tiburones blancos son, de lejos, un referente cuando se habla de los depredadores del mundo animal. Son máquinas biológicas capaces de engullir cualquier presa con sus enormes fauces.

Este imaginario se aplicaba a todas las especies de tiburones... hasta ahora. Un nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B acaba de reportar el hallazgo de la primera especie de tiburones que no basan su dieta únicamente en carne, sino que incluyen en ella algas, que abundan en los mares en los que viven.

Se trata del tiburón cabeza de pala, que habita principalmente en el litoral del continente americano. Los científicos de la Universidad de California, Irving, y de la Universidad Internacional de la Florida, quienes llevaron a cabo la investigación, indicaron que, si bien con anterioridad se sabía que estos animales consumían algas, pues reportes anteriores mostraron que estas representaban hasta e 62 por ciento de su contenido intestinal, no se sabía si eran capaces de digerirlas. 

Para averiguarlo, los investigadores alimentaron durante varias semanas a cinco tiburones cabeza de pala en cautiverio –los cuales también incluyen dentro de su dieta a otros animales pequeños– con algas que crecieron en aguas con un marcador químico de carbono-13 y analizaron si dicho marcador se encontraba en la sangre de los tiburones. Los resultados fueron positivos.

Asimismo, según se lee en el artículo, detectaron actividad enzimática degradante de la celulosa en los intestinos de los tiburones. 

“Mostramos que un tiburón costero está digiriendo algas marinas con una eficiencia al menos moderada, lo que tiene implicaciones ecológicas debido al papel estabilizador que tienen los omnívoros y el transporte de nutrientes dentro de los ecosistemas frágiles de pastos marinos”, dice la revista.

viernes, 26 de octubre de 2018

Cómo entrenar la mente para rendir al máximo

Esta semana el invitado al pódcast de Mundo Wellness es el exciclista antioqueño Santiago Botero, quien habla del entrenamiento y fortaleza mental para lograr un alto desempeño en el deporte y cualquier actividad. Si el cuerpo y la mente son fuertes, todo en la vida se fortalece. 


Cómo entrenar la mente para rendir al máximo 

"El momento del cambio se produce cuando nos damos cuenta de que la misma función podía hacerse de manera diferente", decía Timothy Gallwey, autor del libro El juego interior del tennis. Mientras mayores son los obstáculos, mayores serán las posibilidades para descubrir el verdadero potencial, pero para lograrlo es necesario tener un acondicionamiento mental que permita afianzar la atención plena en lo que deseamos enfocarnos. 

En los últimos años, la ciencia ha respaldado con numerosas investigaciones los beneficios del mindfulness, una práctica que, entre otras cosas, consiste en poner la cabeza en el presente y no dejar que el pasado o pensamientos como el miedo generen ansiedad y expectativas por el futuro. Según los expertos, esta práctica milenaria, que incluye la meditación, produce múltiples beneficios a la salud mental. Entre ellos, cambios en la fisionomía, química y electricidad del cerebro que generan calma y conexión con la creatividad.

En el entrenamiento deportivo, como en cualquer aspecto de la vida, la meditación juega un rol escencial, pues silenciar la mente ayuda a los deportistas a mejorar su máximo desempeño. En esta tercera entrega del pódcast, Pablo Jacobsen entrevista al excliclista colombiano Santiago Botero, quien a través de una conversación íntima y amena relata cómo ejercitar su mente lo ayudó a soportar el dolor, las caídas, los riesgos y sobre todo, a superarse a sí mismo, en este apasionante deporte.

jueves, 25 de octubre de 2018

Por qué México se escribe con X y no con J?

Su nombre fue castellanizado de la lengua náhuatl. ¿Por qué se da esta discrepancia? 

México se escribe con equis, aunque suene a jota, desde que el nombre náhuatl fue castellanizado a principios del siglo XVI. 

Si escribes Méjico, con "j", no sería algo incorrecto, pero tampoco lo recomendado.

A pesar de que el nombre de este país se ha escrito en español con "x" durante cinco siglos, desde que los conquistadores se establecieron en América, muchos hispanohablantes aún lo escriben con "j". 

La propia Real Academia Española (RAE), en su Diccionario Panhispánico de Dudas, dice que aún es válido escribir "Méjico" o "mejicano". 

Pero la recomendación para este nombre propio del lugar (topónimo) es usar la letra "x". 

"En España, las grafías usuales hasta no hace mucho eran Méjico, mejicano, etc. Aunque son también correctas las formas con j, se recomiendan las grafías con x por ser las usadas en el propio país y, mayoritariamente, en el resto de Hispanoamérica", explica la RAE. 

¿Pero por qué México se escribe con equis y no con jota, como resultaría más natural dado el sonido de la palabra? 

"Lo que debe saberse es que es un asunto casi de identidad nacional por los orígenes de esto", señala Juan Nadal, doctor en Filología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 

Pero principalmente se debe a cómo era el castellano que se hablaba a principios del siglo XVI, cuando se dio la conquista de la nación azteca (o mexica, para ser más precisos). "Méshico"

El topónimo "México" tiene su origen en la lengua náhuatl hablada por los aztecas fundadores de la nación prehispánica. 

Historiadores apuntan a que la fundación del imperio se dio en marzo de 1325. 

El significado de la palabra "México" quiere decir "lugar en el ombligo de la Luna". El vocablo "metzi" significa "luna", "xictli" es "ombligo o centro", y "co" es el sufijo náhuatl para "lugar". Los aztecas fundaron lo que hoy es México en el lago de Texcoco, llamado "lago de la luna". 

Pronunciado en nuestro español actual sonaría como "Méshico", es decir, el sonido de la equis sería /sh/, como cuando se dice el anglicismo show. 

"En el español antiguo o castellano medieval existía lo que se conoce como el sonido fricativo prepalatal sordo, que es el sonido /sh/", explica el filólogo Juan Nadal. 

El rey Alfonso X de Castilla, llamado "El Sabio", estableció la Norma Alfonsí de la escritura en el siglo XII que establecía que el sonido /sh/ debía escribirse con equis. 

Cuando llegaron los conquistadores españoles, a principios del siglo XVI, trataron de adaptar los sonidos del náhuatl al castellano de esa época y usaron la Norma Alfonsí para "Méshico", es decir, Mexico (en ese tiempo sin tilde). ¿Cuándo se convierte en "Méjico"?


Durante un par de siglos la RAE escribió el nombre de México con jota, pero esto nunca fue aplicado en ese país. 

Ya desde el mismo siglo XVI de la conquista de México (1521), el castellano estaba perdiendo el sonido fricativo prepalatal sordo /sh/ y en el siglo XVII terminó por desaparecer. 

Son pocas las palabras de nuestro idioma que aún tienen ese sonido, muchas de las cuales proceden de otras lenguas que sí lo tienen, como el inglés, el portugués o el francés. 

Paralelamente existía el sonido fricativo velar sordo, que es el que se escucha en la jota o con la ge. 

"En el siglo XVII ya nadie pronunciaba el /sh/ en español, por eso es que en ese siglo ya todo mundo decía México (con el sonido de la j)", dice Nadal. 

La RAE estableció en 1815 la Ortografía de la Lengua Castellana en la que instruyó que todas las palabras que se escribían con equis y que se pronunciaban con /j/ debían ahora escribirse con jota, y ya no con equis. 

Ahí es cuando México se convierte en Méjico para la RAE. "Cuestión de identidad"

Muchos nombres de lugares de México tienen origen en las lenguas prehispánicas y aquella imposición de la RAE sobre su escritura no fue bien recibida. 

"Se convirtió esto en prácticamente en una cuestión de identidad nacional, porque además coincidió con la lucha por la Independencia (1810-1821). Pero la RAE se mantuvo firme en eso durante todo el siglo XIX y durante casi todo el XX", explica Nadal. 

En el siglo XIX se fundan las Academias de la Lengua de las naciones de América Latina, las cuales eran las que dictaban la norma dentro de estos países. 

"Por supuesto la academia mexicana jamás, jamás, jamás ha admitido que México se escribe con jota", enfatiza Nadal. 

No fue hasta 1992 que la RAE reconoció que podría escribirse con x, pero siempre prefiriendo Méjico con j. 

Finalmente, en 2001 fue cuando la institución estableció la recomendación de que se escriba con x: México.

miércoles, 24 de octubre de 2018

Los dibujos de los niños hablan: ¿cómo entenderlos?

El trazo, la temática y el uso del espacio dan pistas sobre el desarrollo del menor. 


Escuche a sus hijos cuando dibujen, pregúnteles que están haciendo, a quién están dibujando y por qué lo hacen de esa manera. 

¿Qué dice la forma en la que los niños dibujan? ¿Es posible detectar rasgos de su personalidad en los trazos? ¿Los dibujos pueden ser un indicativo del nivel de desarrollo social, cognitivo y motriz de un pequeño?

De acuerdo con los psicólogos infantiles, es a través de los dibujos que los niños expresan sus emociones, sentimientos, estados de ánimo y deseos. Por eso, para los adultos se convierten en el mejor vehículo para acercarse a los pequeños y conocer la forma en la que perciben y representan el mundo.

Además, muchas veces, los dibujos pueden llegar a reflejar el progreso de los niños en aspectos como la motricidad fina, el desarrollo cognitivo, social y emocional a través de la forma en la que realizan sus trazos sobre el papel, la mayor o menor presencia de figuras, detalles y elementos, la utilización de muchos o pocos colores y las temáticas o referencias a las que hacen alusión.

De acuerdo con los psicólogos infantiles, es a través de los dibujos que los niños expresan sus emociones, sentimientos, estados de ánimo y deseos. Por eso, para los adultos se convierten en el mejor vehículo para acercarse a los pequeños y conocer la forma en la que perciben y representan el mundo. 

No se trata de que los padres se conviertan en psicólogos sino de que aprendan a identificar algunos aspectos que podrían ser señales relevantes para consultar siempre a un experto 

El trazo

Uno de los elementos a los que se le debe prestar más atención es a la forma en la que el niño realiza el trazo, es decir, la presión ejercida sobre la hoja y la precisión de las formas dibujadas. Los niños, en general, adquieren mayor seguridad en el agarre del lápiz hacia los tres años, pasando del garabateo a una forma de dibujo más controlada.

No obstante, si pasada esta etapa el trazo continua siendo demasiado débil, suave o intermitente, esto podría ser, según Isabel Cristina Bettin, psicóloga educativa, un indicador de que el niño puede estar presentando un tono muscular bajo o alguna dificultad motora que le impide ejercer fuerza al dibujar o le genera cansancio.

Ahora bien, Óscar Díaz, psicólogo y epidemiólogo, señala que si un niño pasa repentinamente de utilizar trazos con mayor presión a trazos más suaves, esto podría ser indicativo de algún cambio en su estado emocional como tristeza, inhibición o desesperanza; en cambio, si un niño empieza a ejercer presión excesiva, raya fuerte, retiñe, hace tachones o incluso, rasga la hoja con el lápiz o el color, esto podría indicar algún grado de ansiedad, rabia o estrés. En estos casos se debe hacer un seguimiento para comprobar si la conducta se repite y determinar una consulta con un especialista. 


La manera en que los niños dibujan habla mucho de sus emociones y percepciones que tienen del mundo. 

El contenido

Otra característica que habla mucho de los sentimientos, emociones y estados de ánimo que expresan los niños cuando dibujan, son las temáticas que representan. “Los contenido del dibujo dependen, en gran medida, de las características del entorno en donde el niño se encuentra. Es común que reflejen aspectos cotidianos como las relaciones familiares, sus personajes favoritos de televisión, personajes de fábulas, cuentos o historias que escuchan o aprenden, o simplemente lo que su imaginación en ese momento les inspire a dibujar”, explica Díaz.

En ello coincide Gloria Solórzano, especialista en psicología clínica y desarrollo infantil. “Al dibujar, los menores expresan eventos de su vida y pueden explicar relaciones familiares de una manera muy espontánea: a quienes incluyen o excluyen del dibujo o la cercanía y lejanía entre ellos y sus padres ofrece datos acerca de cómo se relacionan con los miembros de la familia”, explica Solórzano. En este sentido, dice mucho si, por ejemplo, el niño dibuja de manera fluida y bonita o si degenera, mancha o desfigura a la persona, animal u objeto que está representando, como lo explica Bettin.

A su vez, de acuerdo con los expertos, hay que prestar especial atención si el niño suele dibujar armas, sangre y escenas violentas, que pueden estar relacionados con acercamientos a programas de televisión, películas o videojuegos no aptos para su edad o, si por ejemplo, dibuja formas humanas haciendo énfasis en sus partes genitales o situaciones de cama, lo cual según investigaciones, puede estar asociado a situaciones de abuso o violencia sexual. 

La proporción y el detalle

La correspondencia y el grado de complejidad del dibujo son, para los psicólogos, aspectos muy significativos ya que en algunos casos se ha encontrado que cuando los niños dibujan personas con brazos o manos muy grandes o con enormes dedos filudos como garras, esto puede estar asociado a situaciones de maltrato. También puede ocurrir que el niño dibuje una persona con mayor énfasis o con características particulares que quiera resaltar.

Por ello, es válido prestar atención a los énfasis en los dibujos, si hay algo que resalte más que el resto, para poder indagar sobre las razones que el niño tiene para expresarlo de esa forma. “En el momento que se presenten dibujos con características muy marcadas y que se prolonguen en un tiempo, es importante acudir a la orientación de un profesional experto en el tema”, recomienda Natalia Turriago, magister en Psicología Clínica y de la Familia. El uso del espacio

Finalmente, respecto a la ocupación de la hoja y el tamaño de los dibujos no hay un consenso entre los psicólogos. Por un lado, hay quienes afirman que la ocupación de todo el espacio da indicios de una personalidad extrovertida, exploradora, segura y participativa, mientras que si un niño solo ocupa una pequeña porción o hace dibujos muy pequeño muestra un carácter tímido, inseguro, prudente e inhibido.

En cambio, otras voces señalan que la ocupación de la hoja depende de la edad: los más pequeños utilizan la hoja indiscriminadamente mientras que los mayores ya tienen una conducta social establecida que les indica que se dibuja con cierta lógica, es decir, el cielo arriba, el suelo abajo y los objetos y personas sobre este y no flotando. Cuidado con exagerar

No olvide que antes de entrar a analizar la manera en que sus hijos dibujan, es clave el diálogo sin ningún tipo de prejuicio: “déjelos ser espontáneos a la hora de dibujar, no los corrija, hable con ellos cuando estén dibujando, pregúnteles qué están haciendo, a quién están representando y por qué”, aconseja Bettin. De esta forma, los niños sentirán la confianza suficiente para poder contar si algo les sucede.

martes, 23 de octubre de 2018

Los celulares no son métodos anticonceptivos

Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, habla sobre cuáles métodos de planificación funcionan mejor y cuáles no. Es importante conocerlos para evitar embarazos no deseados. 

 
Controversia sobre el método anticonceptivo de 'natural cycles' 

Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, (FDA, por sus siglas en inglés) anunció que consideraba válido la aplicación Natural Cycles como método de anticoncepción. Esta app se basa en la temperatura corporal de la mujer para conocer el día de mayor fertilidad. Sin embargo, los expertos en el tema criticaron al organismo pues consideran que este tipo de métodos, que dependen de la conciencia de las personas para que funcionen, no son tan eficaces para evitar embarazos. En Colombia, donde 51 por ciento de los embarazos son no planeados o no deseados, es importante aclarar cuáles son los métodos más seguros para que las mujeres logren tener el número de hijos que desean.

Según el médico Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, los métodos más eficaces son los de larga duración, como los implantes. La razón es que no hay que hacer ninguna acción para que el método funcione. El ejemplo más claro es el de la T de cobre, que protege por 12 años. Los menos recomendados son los que se basan en el diagnóstico de la fase fértil, es decir en la consistencia del moco cervical y la temperatura, porque “las mujeres no reconocen su fase fértil y los hombres mucho menos”, dice. Por eso, según el experto, las aplicaciones que se desarrollan para este diagnóstico tienen un problema y es que para que funcionen se necesita que la mujer tenga ciclos muy regulares. “Lo que vemos es que en las mujeres es muy factible que el periodo se altere por estrés, con exámenes parciales, o con la práctica deportiva. Por eso tienen un alto porcentaje de falla”.

El método más usado en Colombia y el mundo es la ligadura de trompas, un mecanismo definitivo que generalmente utilizan aquellas que ya tienen el número de hijos deseado. Entre los temporales, el primer lugar lugar lo pelean la píldora anticonceptiva y el dispositivo intrauterino, aunque cada día gana más espacio el implante sub dérmico debido a que protege a la mujer entre 3 a 5 años dependiendo del implante.

Aunque el tabú de que los métodos anticonceptivos son solo para mujeres casadas ya se ha superado y hoy existen centros de Profamilia para jóvenes donde ellos pueden hablar abiertamente del tema, sin necesidad de estar casadas ni tener pareja, persiste un mito: creer que cuando se usan por mucho tiempo producen infertilidad. Sin embargo, Vargas explica que “no se ha demostrado que las píldoras o implante que se usan por 5 años provocan infertilidad, lo que pasa es que a veces las mujeres los empiezan a usar sin saber si son fértiles o no“.

Tener información clara sobre estos métodos y la necesidad de hablarle a la sociedad sobre la sexualidad, ha sido la mejor enseñanza del trabajo de Profamilia. En casi 70 años labores han logrado que en promedio las mujeres tengan 2.1 hijos, un tasa ideal, aunque en la zona rural aún es de 2.6 hijos por mujer. Hoy el mayor reto de profamilia es bajar el número de embarazos no planeados que llega a 51 por ciento. De esos, explica Vargas, la mitad lo querían pero en dos años y la otra mitad no los deseaba. Este fenómeno se ve en todos los rango de edad, desde los 13 a los 48 años.

En el caso de las adolescentes, el 49 por ciento son embarazos no planeados. “Hay un 51 por ciento de ellas que sí busca tener el hijo”. Lo anterior es motivo de preocupación. Aunque la cifra ha disminuido (en el 2005 era de 20,5, en 2010 de 19,5, y en 2015 bajó a 17,4) es importante controlar de raíz el problema porque lo más común es que al convertirse en madres jóvenes, entren en la llamada trampa de la pobreza más fácil. “No pueden continuar sus estudios y deben modificar su proyecto de vida y cuando salen al mercado laboral son remuneradas con 30 por ciento menos de salario”, dice Vargas.

La tasa más alta de embarazo adolescente está en sectores de bajo ingreso y bajo nivel educativo. “Hay estudios en revistas científicas donde se ve que quien ha sido madre en la adolescencia, al competir por trabajo, recibe menos salario porque saben que lo necesita. Son mujeres a las que les queda faltando el centavo para el peso”.

La mejor manera de abordar el problema es reconocer que la sexualidad es una energía de todos los seres humanos y que todos tienen derecho a expresarlo. “No por hablar de sexualidad y anticonceptivos, empujamos a las relaciones sexuales”, dice Vargas. Ese derecho hay que respetarlo y para que la gente disfrute su sexualidad hay que darles información. Entre más clara y concisa es mejor. Hoy, desafortunadamente, más del 50 por ciento de la información se deriva de internet y un porcentaje pequeño viene de los medios de comunicación. “Los colegios solo enseñan anatomía pero no el ejercicio de la sexualidad”, dice.

Y si la sexualidad es una energía que nace con las personas, estas charlas se deben iniciar desde temprano, ojalá a los cinco años en el colegio y con el apoyo de padres. “Hay que empezar por conocer el cuerpo y luego migrar a la reproducción. Ahí se requiere que padres, maestros y jóvenes hablen el mismo idioma para que sea de fácil tratamiento”, explica. Aunque a los cinco años el temor es cómo hablarles a los hijos del tema, Vargas recomienda llamar las cosas por su nombre y explicarles que nadie debe tocar sus partes privadas sino el médico frente a uno de los padres. Eso también prevendrá el abuso sexual. 

Un temor que persiste entre las mujeres es si podrán tener hijos. La respuesta es que a diferencia de los hombres, que cuentan con un conteo de esperma para saber si son fértiles o no, en el caso de las mujeres no existe una prueba porque influyen muchos factores. ”La única manera de saberlo es teniendo relaciones sexuales”. El consejo es que no se preocupen por el tema. “Solo sirve ensayar”, concluye.