jueves, 16 de agosto de 2018

La televisión se está quedando sin público infantil

La audiencia de los canales de cable para niños está en caída libre debido al auge de las plataformas de streaming. 


Los niños y jóvenes de hoy quieren acceder al contenido que quieren, como quieren y, sobre todo, cuando quieren 

Caleb tiene 7 años y rara vez ve televisión convencional. “Todo es Netflix”, dice su madre, Ally Brown, agente de seguros del área de San Luis, en Misuri, Estados Unidos, que también tiene un niño de 5 años y un bebé en camino.

El problema es que, en plena era digital, cada vez hay más niños como Caleb. Los canales de cable para niños, en declive desde hace años, ahora están en caída libre: los niveles de sintonía de esta temporada para el segmento de edad entre los 2 y los 11 años se perfilan como las peores. Y pocos en la industria predicen una recuperación.

Las consecuencias son enormes para gigantes como Viacom Inc. y Walt Disney Co. La audiencia de las tres redes más populares para los más pequeños –Nickelodeon, Disney Channel y Cartoon Network– ha bajado más del 20 por ciento en comparación con un año atrás, según datos de la agencia de investigación de mercados Nielsen. Es un nivel muy bajo en una tendencia de larga data desde que Netflix Inc., YouTube y otros servicios de ‘streaming’ han despegado.

Las compañías de medios aún ganan dinero con la televisión para niños gracias a las marcas de juguetes de las caricaturas más vistas y acuerdos de licencia que pueden generar millones de dólares, pero “las marcas tradicionales están atrapadas en una difícil posición”, explica Birk Rawlings, quien se fue de Nickelodeon para dirigir DreamWorksTV, un canal de YouTube para niños. 

Rawlings era vicepresidente de animación de Nickelodeon cuando su empresa matriz, Viacom, cometió lo que muchos en la industria consideran que fue el pecado original: en el 2010 entregó a Netflix la licencia de muchos de sus programas infantiles en un paquete. Ese acuerdo permitió a la plataforma de ‘streaming’ atraer a clientes con los principales éxitos de Nickelodeon, incluida la serie ‘Bob Esponja’.

En ese momento, Netflix tenía menos de 20 millones de suscriptores. Ahora tiene 127. Nickelodeon considera que un programa logra ser un éxito si atrae a aproximadamente 2 millones de espectadores. No hay comparación posible.

Mientras tanto, la cantidad de tiempo que los espectadores más pequeños pasan viendo televisión convencional cayó un 30 por ciento entre 2010 y 2017, y las ventas de publicidad de Estados Unidos para redes infantiles no han crecido durante cinco años, luego de estabilizarse en alrededor de unos 1.200 millones de dólares anuales. 

Netflix también está incrementando aún más la competencia al generar más producción propia orientada a los jóvenes. El año pasado, contrató a Melissa Cobb, que trabajaba en Nickelodeon, para dirigir una división infantil y familiar que acaba de producir una nueva serie de acción llamada ‘Alexa y Katie’.

La compañía también captó a dos escritores, Scott Thomas y Jed Elinoff, de Disney Channel, perteneciente a Walt Disney Co., que recientemente crearon una serie derivada de la famosa ‘Es tan Raven’. Son los primeros productores de programación infantil en sellar un acuerdo exclusivo para hacer programas originales para Netflix, de acuerdo con diversas fuentes consultadas que pidieron no ser identificadas dado que el acuerdo no había sido anunciado todavía.

NATIVOS DIGITALES
Otra de las cuestiones que ha provocado el declive de las cadenas televisivas tradicionales es el modo en el que los niños consumen productos audiovisuales. Con la llegada de los ‘smartphones’ y tabletas, los menores ya no necesitan encaramarse a un televisor para disfrutar de sus caricaturas o videos favoritos, solo tener acceso a internet y escribir YouTube en el buscador. 

Según un estudio realizado por la empresa Delfy Media en el 2017, el 67 por ciento de niños y jóvenes menores de 18 años indicó no ser capaz de vivir sin YouTube, frente al 36 por ciento que aseguró sentir ese vacío si tuviera que prescindir del cable. En Colombia, un sondeo desarrollado por IMS y ComScore concluyó que el 80 por ciento de los nativos digitales, personas que han nacido en la era tecnológica, prefieren los llamados ‘videos bajo demanda’, es decir, los que ofrecen plataformas como YouTube, con un catálogo casi infinito, que mirar televisión.

“Las prácticas culturales y la lógica de consumo de las nuevas generaciones han cambiado. Los niños y jóvenes de hoy quieren acceder al contenido que quieren, como quieren y, sobre todo, cuando quieren, de ahí que se alejen de la rigidez que caracteriza la programación de la televisión tradicional y opten por internet”, cuenta el estadounidense Marc Prensky, experto en tecnología y aprendizaje. 

Disney, Nickelodeon y Cartoon Network están tratando de recuperar terreno inaugurando sus propias plataformas de streaming. La primera lo hará el próximo año, la segunda lo hizo hace tres con Noggin y Cartoon Network y ya cuenta con una aplicación propia de videos. “Tenemos que creer que los dólares que estamos invirtiendo recuperarán a la audiencia”, asegura Christina Miller, titular de Cartoon Network y Boomerang. “Si no sucede, se acabó el juego”.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Corte Constitucional: los estudiantes tienen que cumplir los deberes académicos y disciplinarios

La Corte Constitucional falló una tutela, mediante la sentencia T-240 de 2018, a favor de un colegio que expulsó a un estudiante por la difusión inconsulta de fotografías íntimas de algunas estudiantes del plantel, al violar, con esta acción, los deberes disciplinarios establecidos en el manual de convivencia de la institución escolar. 

La expulsión de un estudiante de colegio debe ser un hecho de extrema gravedad y considerado como un fracaso del sistema educativo, de la institución escolar, del equipo de docentes y, de manera especial, de los padres de familia o de los responsables del estudiante, máxime si el alumno ha permanecido durante más de seis o siete años en el colegio.

Los hechos que motivaron la expulsión del estudiante y la Sentencia T-240 de 2018 de la Corte Constitucional deberían ser conocidos y estudiados de manera crítica por la comunidad educativa, por cuanto para padres de familia, estudiantes, docentes y sociedad debe quedar muy claro que, si bien los niños y los jóvenes gozan del derecho fundamental a la educación y de otros derechos que son preferente a ellos, también existen otros derechos de las personas que merecen el máxime respeto y consideración, tales como el derecho a la intimidad, al buen nombre y sobre todo a la dignidad humana.

La sentencia alerta a los colegios y a la sociedad sobre los peligros que tiene el uso irresponsable de las redes sociales, como en este caso donde un estudiante obtuvo fotos intimas de una compañera de colegio y las difundió a otros estudiantes de manera maliciosa.

La Corte destaca la necesidad que los colegios y la comunidad educativa trabajen sobre el poder insospechado de las redes sociales y las nuevas tecnologías cuando se mal utilizan (por ejemplo, una fotografía íntima compartida en un chat). A través de las redes se puede llegar a exponer a una persona a un daño y un impacto irreparable, incluso más allá de lo que pudieron inicialmente querer o pretender los involucrados. En estos casos, los estudiantes y la sociedad debe conocer que se sabe cuál es el momento exacto de la partida, pero no hasta dónde puede llegar un contenido por medio del internet, por lo tanto, no se puede dimensionar hasta dónde termine haciendo daño a la persona y violando los derechos a la intimidad, a la honra y buen nombre y a la dignidad humana. 

La Corte Constitucional falló a favor del colegio porque al expulsar al estudiante, no se infringió el derecho a la educación, ni otros derechos, por cuanto se efectuó el debido proceso, veamos: 

El Colegio y el comité de convivencia de la institución escolar demostraron que cumplieron con el debido proceso consagrado en el artículo 29 de la Constitución Política, es decir se protegió el derecho a la defensa, se realizó un proceso público y existió independencia e imparcialidad de quien tomó la decisión, en este caso, el Consejo de disciplina del plantel.
En el proceso se comprobaron los cargos atribuidos al estudiante; 
En el manual de convivencia del colegio se encontró que el reglamento consagraba la sanción impuesta; y 
La sanción de expulsión del estudiante, dada la falta, resultó ser ajustada, razonable y proporcional en relación con la infracción cometida y con observancia del caso concreto del alumno.

De estos hechos surge una primera conclusión que debe ser estudiada y valorada por la comunidad educativa (estudiantes, padres de familia, docentes y directivos de los colegios) por su profundo significado: En los colegios los estudiantes son objeto de derechos, pero también de deberes académicos y disciplinarios que deben estar establecidos en los reglamentos. Los estudiantes tienen el deber de cumplir con las normas de convivencia y no las pueden transgredir sin que exista una sanción efectiva. La Corte Constitucional destaca en la sentencia que no se “vulneró el derecho a la educación toda vez que la pérdida de la posibilidad de permanecer en el Colegio no obedeció a una decisión arbitraria de sus autoridades, sino que fue consecuencia del incumplimiento de los deberes correlativos para con la institución y la comunidad educativa”

Una segunda conclusión es que los colegios deben trabajar con padres de familia, estudiantes y docentes para prevenir la ocurrencia de estos hechos, para lo que se sugiere ajustar los manuales de convivencia para incluir los nuevos problemas que surgen entre los estudiantes, y en algunos casos con profesores, por el uso inadecuado de las tecnologías y las redes sociales de comunicación.

Lo anterior demanda procesos de discusión y formación con estudiantes y padres de familia, la Corte insiste en que la potestad disciplinaria ejercida por los establecimientos educativos también involucra a los padres de familia, por lo que es importante facilitarles el entendimiento de los procedimientos que se realizan, asociados a temas como el deber de respeto a la intimidad, honra, buen nombre y dignidad de las personas, así como su relación con las redes sociales y los derechos y deberes de los estudiantes. Es probable que los colegios y la sociedad estén haciendo énfasis solo en la garantía de los derechos, y por esa vía, sin darnos cuenta, estemos descuidando los deberes de los estudiantes y de las personas con una incidencia directa en la convivencia y en la formación ciudadana.

martes, 14 de agosto de 2018

Cambiarán las nuevas tecnologías y el análisis de datos el futuro de la educación?

Semana Educación habló con Catherine Cavanaugh, directora principal de Learning Research and Analytics (investigación y análisis del aprendizaje) de Microsoft, e invitada especial a la Cumbre Líderes por la Educación 2018. 

 
Cavanaugh compartirá su experiencia ayudando a gobiernos y sistemas educativos a adaptar y dar nuevos usos a la tecnología. 

Catherine Cavanaugh, directora principal de Learning Research and Analytics (investigación y análisis del aprendizaje) de Microsoft, será una de las invitadas a la quinta edición de la Cumbre Líderes por la Educación. En su charla, Cavanaugh compartirá su experiencia ayudando a gobiernos y sistemas educativos a adaptar y dar nuevos usos a la tecnología. Su conferencia mostrará el panorama en el mundo respecto a la tecnología y la educación y las innovaciones que se vienen. La charla promete alinearse con las grandes metas de Colombia respecto a educación, sobre todo en lo que tiene que ver con ampliar la cobertura y aumentar la calidad.

Semana Educación: ¿Cuál ha sido el cambio tecnológico más significativo para el sector educativo de los últimos años?

Catherine Cavanaugh (C.C.): Creo que lo que ha sido más significativo es el potencial de la tecnología de conectar a las personas. Trabajé por algunos años en el Caribe y en Nepal, donde hay muchos estudiantes que les cuesta tener acceso a una educación apropiada para ellos. La educación tiene que adaptarse a las necesidades de los adultos y niños, bien sea porque tiene que hacer un esfuerzo por acortar distancias o porque debe ajustarse a nuevas economías y nuevas oportunidades de empleo.

Sorprendentemente, conectarse a otras personas ha sido la lucha de muchos y los beneficios de esta conexión no son pocos. La tecnología y la comunicación ha hecho que las personas tengan más oportunidades de aprender, más oportunidades de acceder al conocimiento y más oportunidades de dialogar. La tecnología ha reunido personas para que puedan aprender juntas. Creo que la educación online es una herramienta muy poderosa que ha tenido muy buenos resultados implementada en diferentes programas y, por tanto, creo que es una oportunidad que vale la pena analizar a fondo.

Semana Educación: Para varios teóricos, la tecnología ha implicado un cambio en el pensamiento, en la manera en la que nos comunicamos y aprendemos. ¿En qué consiste este cambio?

C.C.: Bueno, si pensamos en el desarrollo del pensamiento y viajamos en el tiempo, incluso contar historias, como las personas aprendían y se comunicaban años atrás, ha hecho que el pensamiento cambie. De repente las personas podían imaginar con tan solo oír unas palabras. Fue la misma historia con los libros y la lectura: a partir de símbolos visuales que se decodifican, los libros comenzaron a cambiar el pensamiento. Ahora, la tecnología (los computadores, el internet, las aplicaciones, etc.) le brindan a las personas oportunidades de pensar diferente. Sin embargo, si me pregunta cuál es el mayor beneficio de estos nuevos desarrollos es la posibilidad que le brinda al usuario de crear. Quien usa esta tecnología puede crear palabras, imágenes, videos, videojuegos; pueden construir mundos. La gran promesa de estas nuevas tecnologías para la educación es que transforma al consumidor en un creador, que dialoga con los contenidos, los transforma y los comparte. Además, la fascinación y el asombro ligados al uso de nuevos desarrollos tecnológicos ayuda siempre a motivar a los estudiantes, lo cual es esencial para que aprendan.

Semana Educación: Durante los últimos años en la creación de aplicaciones y programas de aprendizaje online se han usado estrategias usualmente asociadas con el desarrollo de juegos, lo que en inglés se ha llamado “gamification”, ¿cuál cree que es el beneficio de esta estrategia?


C.C.: Definitivamente está pasando y hay muchas maneras en la que está sucediendo. Cada vez más se usan las experiencias del juego en los entornos de aprendizaje y, las estrategias para desarrollar juegos se traducen en estrategias para fomentar el aprendizaje. El simple hecho de usar niveles, crear un juego con puntos o hacer una competencia fomenta el progreso de los estudiantes. Y, como es de esperarse, mostrarle a los estudiantes cómo han progresado los motiva más y hace el camino del aprendizaje más gratificante.

Ahora, también hay profesores que han aprovechado videojuegos para enseñar contenidos curriculares. Conozco la historia de un profesor en particular que decidió usar Minecraft para enseñar las propiedades físicas de diferentes elementos. Un juego desarrolla habilidades de trabajo en equipo, capacidad de análisis y resolución de problemas, además, la creatividad. Todas estas habilidades son útiles en el aula e importantes de desarrollar.

Semana Educación: ¿Cree que existe una brecha tecnológica entre generaciones que, quizá, dificulta la adopción de nuevas tecnologías en el ejercicio docente?

C.C.: Creo que siempre ha habido una brecha entre generaciones respecto a la tecnología. Siempre una generación crece con algo que la anterior no tuvo. Creo que la discusión más importante que se debe dar es sobre los usos de estos nuevos desarrollos: ¿para qué nos sirve?, ¿qué podemos solucionar?, ¿cómo esta tecnología puede ayudar a las personas? Creo que, en conjunto, tenemos que prestarle atención a los usos que queremos darle a la tecnología.

Semana Educación: ¿Y respecto al ejercicio de los docentes en el aula?

C.C.: Alrededor del mundo y a través del tiempo esos profesores que son los mejores acercándose a los estudiantes han sido los que están abiertos a probar cosas diferentes y nuevas. Esa es la característica más importante que deben tener los profesores. Deben pensar en los recursos que tienen disponibles para llegarle a los niños. Esta disposición, esta apertura, este pensamiento centrado en los estudiantes, en el aprendizaje, enriquece el proceso de aprendizaje y diálogo. Esta mentalidad convierte al profesor en un co-aprendiz.

Catherine Cavanaugh será una de las invitadas especiales de la Cumbre Líderes por la Educación 2018, el evento más esperado en el sector. Se llevará a cabo en Bogotá el próximo 19 y 20 de septiembre.

lunes, 13 de agosto de 2018

Teletrabajar, una opción que seduce a los 'millennials'

Trabajar desde la casa, un café o un espacio 'coworking' atrae a los jóvenes profesionales. 


Según el portal Statista, en 2017 había 1,27 millones de personas trabajando en espacios ‘coworking’ alrededor del mundo. 

En plena era tecnológica, la oficina de los nativos digitales –que para el 2020 serán el 75 por ciento de la fuerza de trabajo– puede estar en todas partes: en el sofá de casa, junto a un café de una popular franquicia o en una terraza a pie de playa; basta con tener acceso a internet. Así es la evolución del teletrabajo conocida como smart working, que permite al empleado cumplir con sus tareas desde cualquier lugar.

Un estilo laboral apreciado especialmente por las nuevas generaciones, según el estudio ‘The deloitte millennial survey’, publicado por deloitte.com y en el cual se afirma también que el 64 por ciento de millennials valoran tener flexibilidad para trabajar desde cualquier localización. 

Entre quienes utilizan el smart working se encuentran los que, en vez de optar por la vivienda propia o una cafetería con wifi, prefieren acudir a un espacio de ambiente laboral, aunque este no pertenezca necesariamente a la empresa para la que trabajan. Por eso existen los locales de coworking, donde distintos tipos de teletrabajadores tienen sus despachos u oficinas y pueden pertenecer a empresas diferentes o ser profesionales independientes.

Según Statista, portal estadístico para datos de mercado, en 2017 había 1,27 millones de personas trabajando en este tipo de espacios alrededor del mundo, y solo en Europa, unos 3.000 espacios dedicados al coworking.

Diana Paola Echeverri, financiera de 31 años, utiliza este tipo de espacios en WeWork, en Bogotá, mientras que sus socios en Magno Colsulting Group trabajan en una sede de la empresa. “Este lugar se presta para hacer más negocios porque interactúas con diferentes tipos de personas, incluso en otros idiomas. Esto fue un reto para mí, tuve que superar la timidez. Trabajé en oficinas cerradas y esto es mucho mejor porque cuentas con todos los servicios y conoces más personas”. 

Este tipo de espacios nacieron destinados a los freelancers o trabajadores autónomos que quieren disponer de un ambiente de oficina, que junto con otro tipo de profesionales independientes y emprendedores o empleados temporales constituirán el 40 por ciento de la fuerza de trabajo en 2020, según Office Vibe. 


Interactuar con otros y hacer conexiones laborales es una de las ventajas que trae el coworking, trabar en espacios laborales compartidos.

De acuerdo con más datos de esta fuente, el 90 por ciento de los coworkers se sienten mucho más cómodos y en confianza en este ambiente, y 92 por ciento está satisfecho con su espacio laboral. Además, el 68 por ciento se concentra mucho mejor, un 64 por ciento completa mejor sus plazos de trabajo y un 50 por ciento percibe mejores ingresos.

Las relaciones y la salud también se ven beneficiadas: el 70 por ciento de coworkers se sienten más sanos y saludables que cuando estaban en una oficina tradicional, el 60 por ciento experimentan estar más relajados cuando están casa y un 91 por ciento tienen mejores interacciones con los demás después de trabajar, siempre según la misma fuente.

“Uno como joven quiere llegar a un lugar que lo motive a trabajar, que sea amigable y bonito, y eso se encuentra aquí. Hay una cafetería y una terraza donde compartes con otras personas de otras empresas, hay juegos para compartir y hasta puedo traer a veces a mi perro, porque es dog friendly”, cuenta Sofía Cardona, publicista de 22 años de edad, que trabaja en Circus Marketing, emprendimiento que tiene sus oficinas en WeWork. 

Uno como joven quiere llegar a un lugar que lo motive a trabajar, que sea amigable y bonito, y eso se encuentra aquí. 

Oficina con aroma a café

OfficeVibe también ofrece un dato más sobre la flexibilidad laboral: únicamente el 30 por ciento de coworkers trabajan en horarios tradicionales. Algo que casa con el hecho de que, según ManPowerGroup, empresa multinacional líder mundial en estrategia de talento, entre el 85 y el 90 por ciento de los millennials valoran positivamente la flexibilidad laboral. 

Esta flexibilidad tiene que ver no solo con el horario, sino con el lugar desde el que se trabaja. Y es que, además de desarrollar su labor en casa o en lugares de coworking, si tienen conexión con internet se puede producir desde cualquier lugar.

Para las empresas también es ventajoso: según el estudio ‘Achieving success with a flexible workplace’, de 2012, aquellas que ofrecieron esta posibilidad a sus trabajadores, además de ahorrar costes, vieron incrementada su productividad en un 20 por ciento.

En Estados Unidos hay previsiones de que la flexibilidad laboral y las políticas de teletrabajo aumenten un 40 por ciento de cara al 2020, según Servitalent, empresa dedicada al reclutamiento y selección de directivos y mandos medios. Una alternativa para empresas y empleados

Con una regulación del 2012 se viene promoviendo en forma el teletrabajo en Colombia. Según el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Mintic), ese año había 31.000 teletrabajadores, cifra que en el 2017 llegó a 95.000. Para este año, Mintic espera que sean 120.000. 

El teletrabajo se caracteriza por: 
* Tener horarios flexibles de acuerdo con las necesidades del cargo y los resultados esperados.
* Trabajo desde cualquier lugar, mientras que tenga una buena conexión a internet.
* Dispositivos propios, ya sea un computador (fijo o portátil), una tableta o un celular inteligente.
* Evaluación por resultados.
* Reuniones virtuales.

domingo, 12 de agosto de 2018


Mascotas 
Chocolate, uvas y aguacate, entre los alimentos que resultan dañinos para las mascotas 

El aguacate contiene una sustancia denominada persina que es tóxica en gatos; la cebolla y el ajo poseen tiosulfato lo que puede producir anemia y ruptura de glóbulos rojos. 

Más allá de los cuidados básicos, cuando uno decide tener una mascota debe conocer que existen ciertos alimentos que pueden llegar a afectar su salud. 

De acuerdo con Catalina Silva, médico veterinario de la clínica veterinaria de la Universidad de La Salle, los principales alimentos que generan alta toxicidad en perros y gatos son la cebolla, el ajo, las uvas frescas y pasas, el chocolate y el aguacate. “Cabe aclarar que está prohibido por sus efectos secundarios sustancias como el alcohol, el café, el té y la marihuana”, indicó. 

El experto explicó que mientras las uvas y las pasas pueden generar en estos animales afecciones renales; el aguacate contiene una sustancia denominada persina que es tóxica en gatos; la cebolla y el ajo poseen tiosulfato lo que puede producir anemia y ruptura de glóbulos rojos; y el chocolate tiene teobromina, una sustancia tóxica que origina alteraciones digestivas como vómito, diarrea, y en cantidades altas signos neurológicos y hasta la muerte. 

En ello coincidió Carlos Cifuentes, veterinario de Pet Food Institute, quien señaló que uno de los alimentos más tóxicos que puede ingerir una mascota es el chocolate, ya que contiene una sustancia que no se metaboliza completamente en el hígado y que puede traer signos neurológicos como convulsiones y falta de coordinación, taquicardia, diarrea y vómito. Además, esta toxicosis puede llevar a la muerte a la mascota si lo ingiere en grandes cantidades o si la mascota es demasiado delicada.

Otro alimento que puede resultar perjudicial para las mascotas es la auyama. Esta, según Cifuentes, puede ocasionar parálisis de las piernas, aunque esto no aplica para todos los perros. “Hay que tener cuidado con los chicles que tienen una sustancia que altera los niveles de glucemia en la sangre y puede causar que sufran de hipoglicemia grave”. 

Frutas, una alternativa 

Así como hay alimentos que afectan la salud de sus amigos peludos, existen otros que resultan ser muy beneficiosos, principalmente las frutas. 

“En los perros es buena la papaya que tiene propiedades digestivas y antiparasitarias; la manzana y los arándanos tienen propiedades buenas para el sistema urinario; y las verduras como la zanahoria ayudan en la digestión y aportan alto contenido de vitamina A”, manifestó Silva. 

Por su parte, el melón es recomendable por su alto contenido de agua y porque no tiene muchos azúcares. 

Frutas son alimentos adicionales 

Es importante que los dueños de las mascotas sepan que aunque hay alimentos como las frutas y las verduras que sí pueden suministrarse a estos animales, hay que tener en cuenta que son alimentos adicionales que no deben ser usados como única fuente de alimento por las características carnívoras de perros y gatos. Si va a darles naranja, manzana, melón o papaya debe ser sin semillas.


https://www.agronegocios.co/mascotas/chocolate-y-uvas-alimentos-daninos-para-las-mascotas-2623225

sábado, 11 de agosto de 2018

La diversidad que quieren los millennials en las empresas

Para esta generación las empresas necesitan abordar la cuestión de tener trabajadores con distintas trayectorias educativas, según un estudio.



El 70 por ciento de los que tienen la intención de permanecer en sus empresas más de cinco años consideran que sus organizaciones son diversas.

Estos días no hay una solución sencilla para tener a los trabajadores contentos. Las empresas con mayor diversidad retienen a los trabajadores más jóvenes durante más tiempo, pero el tema no es tan simple como aumentar el número de mujeres que participan en la gestión o la contratación de diferentes grupos étnicos y raciales.

Los trabajadores milennials y los de la Generación Z -el grupo demográfico después de la generación del milenio, nacidos aproximadamente a mediados de la década de 1990- dicen que las empresas necesitan abordar la cuestión de tener trabajadores con distintas trayectorias educativas, según un estudio de Deloitte.

La formación académica supera la edad, el género, la discapacidad, la etnia, el estatus social, la identidad u orientación sexual y la religión como área de diversidad en la que los jóvenes dicen que las empresas deberían trabajar más, según la encuesta a más de 12.000 milennials e individuos de la generación Z en 36 países, llevada a cabo desde noviembre de 2017 hasta mediados de enero de 2018.

Esta percepción de la diversidad es "más introspectiva" y está relacionada con lo que experimentan los jóvenes, donde hay muchos caminos diferentes en lugar de una ruta educativa "de camisa de fuerza, monolítica", dijo Lawrence Loh, director del Centro de Gobernanza, Instituciones y Organizaciones en la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Singapur. "Quieren que toda esta diversidad de caminos sea reconocida por las empresas", dijo.

Una fuerza de trabajo diversa podría ser clave para retener el talento milenico en un momento en que muchos empleados jóvenes creen que el cambio de trabajo puede ser beneficioso para la carrera profesional de uno.

A nivel mundial, casi el 70 por ciento de los que tienen la intención de permanecer en sus empresas más de cinco años consideran que sus organizaciones son diversas, y el 56 por ciento dice que el equipo directivo es diverso.

En Asia, esta tendencia es más pronunciada. El 80 por ciento de los trabajadores leales en la región dicen que su organización es diversa, y el 74 por ciento dice que el equipo de alta gerencia es diverso. "El tema de inclusión ya está grabado en la generación del milenio", manifestó Loh.

viernes, 10 de agosto de 2018

Millennials, los más tacaños al momento de dar propinas

Un estudio reveló que el 10% de los jóvenes de esta generación no recompensan a los meseros cuando salen a cenar. 


Las personas que tienen estudios universitarios, mayores de 65 años y todas las mujeres son los que mejores propinas dan. 

La generación del milenio saca rápidamente el monedero para pagar esa tostada con aguacate o cerveza artesanal. Pero cuando se trata de gratificar a los camareros o a los empleados de un bar, esas carteras a menudo permanecen cerradas.

El diez por ciento de los millennials no da propinas cuando sale a cenar, en comparación con solo el 3% de las generaciones anteriores, según un estudio publicado por CreditCards.com, un mercado de tarjetas de crédito por internet. Y aquellos jóvenes de la generación del milenio que si dan propina en los restaurantes tienden a dejar una media del 15% menos que el promedio general.

Los pertenecientes a la generación X, los baby boomers y los de más edad, la llamada generación silenciosa, son más generosos, y dejan entre un 18 y un 20 por ciento. "Fue interesante ver que los millennials son los peores en cuanto a dejar propinas, porque el típico trabajador de restaurante es un millennial", dijo en una entrevista el analista senior de CreditCards.com, Matt Schulz. "Es contraproducente". 

La firma de investigación de mercado GfK realizó el estudio para CreditCards.com, con datos recabados el mes pasado de 1.000 estadounidenses mayores de 18 años. Se definió a los millennials como aquellos individuos con edades comprendidas entre 18 y 37 años. 

A los taxistas y empleados de bares les fue incluso peor que a los camareros. Parece que incluso la insinuación de que se espera una propina es suficiente para disuadir a algunos de estos jóvenes. 

El dieciocho por ciento de los jóvenes de la generación del milenio encuestados dijeron que, por lo general, se niegan a dejar cualquier cantidad cuando se les presentan opciones de propinas predeterminadas, por ejemplo, si están en un taxi, Lyft o Uber.

¿Por qué estos jóvenes estadounidenses, muchos de los cuales trabajan en industrias dependientes de las propinas, son algo tacaños? La respuesta puede ser económica. "Las dificultades económicas de los millennials son una razón importante por la que dejan menos propina", dijo Schulz. 

Pero otros datos apuntan a una explicación más cínica. Los empleados de la generación del milenio tienden a gastar más de su ingreso disponible comiendo fuera, según datos de 2017 de Merrill Lynch. Después de todo, esa propina puede pagar el postre. 

Pero los jóvenes de veinte y los de treinta y tantos no son el único sector demográfico un tanto agarrado. Según el estudio, los hombres, los sureños, los occidentales, los padres con niños pequeños, los que tienen menos ingresos y los menos educados dijeron que dejan menos propinas en restaurantes que la media general del 18 por ciento. 

¿Y quién deja entonces las propinas más jugosas? Según el estudio, las personas que tienen estudios universitarios, mayores de 65 años y todas las mujeres afirmaron dejar una mediana del 20 por ciento, una cantidad superior a la media.