miércoles, 14 de octubre de 2015

6 consejos para aprovechar al máximo el tiempo con nuestros hijos

6 consejos para aprovechar al máximo el tiempo con nuestros hijos

El tiempo, en la actualidad, es uno de los bienes más preciados. Las obligaciones laborales y el estudio nos mantienen muchas horas alejados de nuestros niños. Es por eso que es tan necesario disfrutar cada momento juntos, con actividades que nos permitan estrechar lazos.
La conciliación familiar y laboral no siempre es fácil, y puede que nos perturbe la idea de que no les podemos dar a nuestros pequeños el tiempo que realmente quisiéramos. Lamentablemente la situación actual no nos permite trabajar pocas horas y tener más momentos en familia, pero no por eso debemos resignarnos.
Para aprovechar cada momento que tengamos con nuestros niños se pueden realizar distintas actividades que nos unan, que nos permitan conocer lo que piensan y sienten y que los hagan sentir amados y protegidos siempre, compartiendo tiempo de calidad. Para conseguirlo no hay nada mejor que seguir los siguientes consejos.

Aprovechemos las tareas escolares

Nuestros hijos pasan muchas horas fuera del hogar, en la escuela. Luego, en casa, también tienen que disponer de cierto tiempo para hacer las tareas. Lo mejor que podemos hacer es compartir esos momentos con los niños, de manera que unamos la parte académica con la familiar y afectiva. Para pasar un buen rato, los niños deben vernos con una actitud positiva ante las tareas escolares, que nos vean con ganas de estar a su lado y que nos interesan. Debemos felicitarlos por sus logros, ayudarlos como buenos guías, y preparar juntos algo rico de comer al finalizar, como corolario de un rato agradable.

Jugar juntos

Generalmente cuando tienen tiempo libre, los niños se ponen a jugar con los videojuegos y los adultos aprovechamos para hacer alguna tarea del hogar atrasada. Pero nada de eso nos une, sólo marca distancias. Tomemos ese tiempo para estar juntos y divertirnos en familia. Cualquier juego es bueno: uno de mesa, un escondite, lo que sea. Veremos que se van a generar situaciones de risa y alegría por doquier, y todos nos sentiremos a pleno.

Celebrarlo todo

Que las celebraciones no se limiten a los cumpleaños, probemos a celebrar cada cosa que suceda. La caída de un diente, la llegada de una nueva estación del año, una buena nota en la escuela… cualquier situación puede generar un momento de celebración. Para ello no necesitamos ni grandes planificaciones ni gastar dinero de más. Con sólo un menú distinto, algo de decoración casera y música marcaremos la diferencia.

Hacer manualidades

El arte libera nuestra imaginación y nos acerca a los demás. Mediante una simple actividad como realizar alguna manualidad, podremos conocer más a nuestros hijos: lo que sienten, lo que piensan, lo que desean. No necesitamos ser grandes expertos ni tener materiales especiales. Todo lo que tengamos en casa puede servir: papeles en desuso, periódicos, cintas, hilos, tijeras, marcadores, frascos, tapas y todo lo que se nos ocurra. Propongamos hacer una maqueta, un collage, un mural con fotos, un colgante… lo que sea para divertirnos, dialogar y pasar unas horas llenas de creatividad y emoción.

Cine en casa

Si disponemos de un par de horas para estar juntos, podemos crear un espacio y un tiempo ideal para acercarnos en torno a una buena película. Seguramente tenemos varios DVD en casa que cuentan con la aprobación de todos; si no es así, podremos alquilar algún estreno que todos tengamos ganas de ver. Apagar las luces, sentarnos todos juntos y compartir unas palomitas de maíz harán que disfrutemos de nuestra familia.

Quehaceres del hogar


Compartir las labores de la casa puede ser un buen momento para dialogar y unirnos. Cuidar el jardín y regar las plantas, arreglar algún artefacto o preparar la comida pueden ser buenas excusas para pasar un tiempo de calidad con nuestros amados hijos.

martes, 13 de octubre de 2015

Lecciones que no aprenderás en las aulas

Cualquiera que quiera tener éxito en los negocios debe estar dispuesto a aprender todos los días para adaptarse y permanecer a la vanguardia de los últimos acontecimientos.

El activo más valioso que todos tenemos es el tiempo, y no debería desperdiciarse en estudios que no producirán un buen rendimiento sobre la inversión.

Los emprendedores jóvenes a menudo me preguntan si deberían obtener un título en administración de negocios, puesto que yo dejé la escuela a temprana edad para lanzar una empresa emergente.
He aprendido mucho en mis muchos años alejado de las aulas, incluyendo que, en nuestro campo, nada supera a la experiencia práctica, así que siempre los exhorto a evitar largas y costosas trayectorias a través del sistema de educación superior.
El activo más valioso que todos tenemos es el tiempo, y no debería desperdiciarse en estudios que no producirán un buen rendimiento sobre la inversión.
Para las personas que esperan dedicarse a profesiones como matemáticas o ciencias, la universidad es el mejor lugar para forjar una base de conocimientos. Pero eso no es una norma general.
Así que, para el resto de nosotros, he aquí un atajo: cuatro lecciones importantes que aprendí en el trabajo, y las cuales no habría aprendido en la universidad.
NADA SUPERA A UNA PRUEBA DE PRESIÓN EN LA VIDA REAL
Nadie puede negar que tomar interminables exámenes en la escuela es estresante y hacerlo bien requiere compromiso. Pero los emprendedores jóvenes podrían dedicar todo ese tiempo y esfuerzo a un mucho mejor uso.
Yo era bastante tímido cuando estaba empezando, y la idea de lanzar una empresa emergente -organizar reuniones, presentar ideas y liderar un equipo- era abrumadora. Asistir a clases sobre cómo hacer una presentación grandiosa o administrar una compañía no me habría hecho ningún daño, pero la única manera de aprender fue haciéndolo.
Ya sea que tengan una capacitación formal en administración de negocios o no, todos los emprendedores aprenden por medio del ensayo y error cuando están empezando. A medida que uno dilucida qué funciona y qué no, pule su estilo y cobra confianza. Retrasar ese proceso sentándose en las aulas por años me parece una idea extraña.
EL CARÁCTER AVENTURERO ES ESENCIAL
Trabajar como emprendedor requiere que uno reciba la aventura con los brazos abiertos. Uno necesita aprender por su cuenta todo lo que pueda sobre su industria, y reunir a un grupo amplio de amigos y conocidos que estén trabajando en problemas similares; pero esas personas quizá provengan de muchos campos y regiones diferentes. Los asesores no deberían ser solamente los vecinos.
Mis padres fueron cuidadosos en alentarme a explorar el mundo desde temprana edad, y he notado que muchos emprendedores parecen ser inquisitivos y valientes. Eso siempre es evidente en nuestro personal en Virgin cuando lanzamos una nueva empresa o entramos en un mercado nuevo; o incluso en nuestras fiestas. Alentamos a nuestros empleados a salir de la oficina, conocer gente y realizar su propia investigación.
Aunque muchos estudiantes se esfuerzan por hacer conexiones sociales en la universidad, es un grupo bastante pequeño. También podría haber solo oportunidades limitadas de viajar y conocer personas fuera del campus.
ESPECIALIZARSE NO SIEMPRE ES BUENA IDEA
Después de que uno ha lanzado una empresa, puede ser asombroso cuán a menudo el conocimiento de una industria puede ayudar en otro sector, en ocasiones muy diferente.
En los años 80, Virgin era conocida principalmente como una marca musical, así que la sabiduría popular cuando anunciamos que estábamos iniciando una aerolínea concluyó que no teníamos idea de nada y la empresa seguramente fracasaría.
Sin embargo, sabíamos cómo entretener a la gente, y aplicamos ese conocimiento cuando estábamos creando los sistemas de entretenimiento y programación en vuelo. La empresa que creamos, Virgin Atlantic, era divertida y genial, y pudimos labrarnos un nicho importante en una industria establecida. Nuestra perspectiva novedosa quizá haya marcado la diferencia entre el éxito y el fracaso.
APRENDER ES TAREA DE TODA LA VIDA
Todas las industrias están cambiando rápidamente, conforme los avances tecnológicos incrementan el alcance de la innovación a ritmo exponencial. Cualquiera que quiera tener éxito en los negocios debe estar dispuesto a aprender todos los días para adaptarse y permanecer a la vanguardia de los últimos acontecimientos.
En los últimos años, he invertido en varias empresas emergentes tecnológicas que están forjando la economía del compartir o alterando los servicios de la tecnología financiera, dos áreas en que éramos nuevos hace apenas un par de años. El escuchar presentaciones, conocer a las personas detrás de las empresas emergentes y enterarme de cómo operan me ha ayudado a aprender sobre estos nuevos sectores emocionantes. Si uno se mantiene siguiendo sus pasiones, aprenderá mucho.
Con la finalidad de verdaderamente aprender algo, uno a menudo tiene que vivirlo, en vez de solo leer sobre el tema. Esto aplica especialmente al emprendimiento. No importa cuál sea el camino que uno elija para prepararse para lanzar una empresa, en cierto momento, simplemente tiene que dar el salto.
Richard Branson

lunes, 12 de octubre de 2015

Qué límites debemos poner a nuestros hijos a la hora de colaborar en casa?

¿Qué límites debemos poner a nuestros hijos a la hora de colaborar en casa?

Fomentando la colaboración de nuestros hijos con las tareas de la vida cotidiana empezamos a transmitirles la importancia de ayudar a los demás. Si establecemos límites claros para hacer estas labores les estaremos favoreciendo para que las cumplan mejor.

¿Qué es la cooperación? La cooperación o colaboración es la tarea de ayudar y servir, de una manera desinteresada, a los demás. Para que los niños sean personas colaboradoras es necesario que lo desarrollemos en ellos y una buena forma es enseñándoles a hacerlo en casa.

Cuanto más pequeños son nuestro hijos, más estímulo necesitan. Si desde el principio aprenden a colaborar y a asumir responsabilidades, entenderán mucho más rápido el significado de la cooperación. Comprenderán por qué es importante hacer la cama o ayudar en casa. Entenderán que ayudar a los demás es una cuestión de convivencia, de solidaridad, de respeto a los demás y a uno mismo.

Cuando necesitamos decirles que deben hacer algo y “ahora” (recoger los juguetes, hacer la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos que con el uso se convertirán en hábitos.

Consejos básicos para aplicar límites

1. Objetividad: Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño. Por ejemplo, podemos decir: “Da de comer al perro ahora”.
2. Opciones: Podemos darles una oportunidad limitada para decidir cómo cumplir sus “órdenes”.  Esa libertad hace que sientan una sensación de poder y control que reduce las resistencias. Por ejemplo: “Es la hora de hacer la cama, ¿la haces ahora o después de vestirte?”.
3. Firmeza: Cuando se resisten a obedecer, debemos aplicar el límite con firmeza. Esto se cumple mejor con un tono de voz seguro, sin gritos y un gesto serio en el rostro.
4. Acentúa lo positivo: Los niños son más receptivos a “hacer” lo que se les ordena cuando se les habla en positivo. Es mejor decirles lo que deben hacer antes de lo que no deben.
5. Usar un modo impersonal: Si decimos “quiero que limpies ahora”, estamos creando una lucha de poder personal con ellos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: “Son las cuatro, hora de limpiar” y le enseñas el reloj.
6. Explica el porqué: Cuando entienden el motivo de una regla se sentirán más animados a obedecerla. Lo mejor cuando se aplica un límite, es explicarles por qué tienen que obedecer. Al comprender la razón pueden desarrollar valores internos de conducta  y crear su propia consciencia.

7. Firmeza en el cumplimiento: Una norma puntual es esencial para una del límite. Hábitos, rutinas y reglas importantes deben mantenerse día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, seguramente intentarán resistir.

domingo, 11 de octubre de 2015

El reclamo de Shakira por la educación

En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, la artista colombiana exigió más inversión para atender a la primera infancia.


La cantante, que también es embajadora de Buena Voluntad de la Unicef, sostuvo en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Estados Unidos, que “la educación no es un lujo, es un derecho. Un derecho del ser humano desde la cuna y nadie nos lo puede quitar". Insistió en que la formación desde los primeros años debe reclamarse porque ahí está la clave para erradicar la pobreza y la desigualdad. 

“Cada año que pasa sin que hagamos una inversión importante en el desarrollo de la primera infancia y en iniciativas que aborden estos temas, millones de niños nacerán atrapados en el mismo ciclo de pobreza y falta de oportunidades”, agregó Shakira en el marco del evento Encuentro de las Mentes, realizado por la ONU. Conferencia que contó con la presencia de Anthony Lake, director ejecutivo de la Unicef, y Jack Shonkoff, director del Departamento de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard. 

La colombiana reiteró que  los niños deben estar en el centro del debate social, económico y político porque es en los primeros años cuando más se desarrolla el cerebro. Según sostuvo, cada segundo se están formando conexiones neuronales, lo que implica “un margen de tiempo muy pequeño” para atender a la primera infancia. Sin mencionar las repercusiones de por vida que una insuficiente nutrición, estimulación y cuidado pueden tener. 

Según información revelada por la Unicef, las investigaciones “indican que las intervenciones tempranas y rentables, como fomentar la lactancia materna o leer y jugar con los niños, así como los programas oficiales de educación de la primera infancia, sirven para fortalecer el desarrollo saludable del cerebro”.

De ahí que Shakira resaltara la necesidad de que cada país invierta “más de su PIB a iniciativas de educación temprana”. En este sentido, Lake sostuvo que “para dar a cada niño una oportunidad justa en la vida, necesitamos invertir al comienzo, invertir equitativamente e inteligentemente– no sólo en la educación, sino también en la salud, la nutrición y la protección”.

La Unicef también explicó que invertir en primera infancia “es una de las formas más rentables de lograr el desarrollo sostenible”. De acuerdo a un estudio sobre el aumento de la matriculación preescolar en 73 países “por cada dólar invertido, los salarios futuros aumentaban de 6 a 17 dólares, lo que indica beneficios potenciales a largo plazo que oscilan entre los 11.000 millones y los 34.000 millones de dólares”.

El próximo viernes se anunciarán los nuevos objetivos de desarrollo sostenible, que oficialmente incluyen el desarrollo en la primera infancia como parte de la agenda transformadora para 2015 y años posteriores. 

sábado, 10 de octubre de 2015

Por qué algunos niños no quieren ir al cole?

¿Por qué algunos niños no quieren ir al cole?

Son muchos los niños que ante la idea de ir al colegio muestran desgana y desinterés. Cada uno tiene un rendimiento diferente y evoluciona según su propia madurez. La educación intenta ser cada vez más individualizada y ofrecer, mediante ciclos, mayores oportunidades al niño. Sin embargo, a menudo sigue siendo eminentemente teórica y muy poco práctica.

De este modo, los niños se aburren y buscan salidas que les perjudican en la asimilación de los contenidos. No sólo es tarea del profesorado intentar mejorar la calidad y el sistema educativo: también padres y alumnos deben participar en su evolución. Los padres pueden ayudar mucho en el rendimiento de su hijo, potenciando un ambiente que estimule al niño, ya desde pequeño, hacia una participación activa en la observación, la investigación y el aprendizaje.

Cuando al niño no le interesa lo que se le enseña
Si el programa de enseñanza es adecuado para la capacidad de los niños, éstos deben asimilar bien los objetivos marcados por los docentes. Pero no siempre es así: hay alumnos que, por diferentes motivos, no son capaces de sacar todo el provecho a las enseñanzas que se les imparten. El niño pasa muchas horas en la escuela y debe asimilar numerosos conceptos y materias. Muchos de éstos, sin embargo, no le interesan, pues no les encuentra aplicación práctica en la vida real. Todo le resulta teórico y abstracto. En estos casos, la insistencia de los maestros sólo consigue que el niño memorice por unos días las materias, superando pruebas que en teoría suponen la asimilación de los objetivos. Pero ello no significa que el niño entienda o encuentre significado a lo aprendido: lo retiene mentalmente para olvidarlo en poco tiempo. Como muchas materias le resultan incoherentes, el niño cae en la desgana y el desinterés se abstrae y fracasa en los estudios. Para ayudarle, debe haber colaboración entre la escuela y la familia, participando ambas en la educación del niño (ver post relacionado Familia y escuela).

La importancia del maestro

El centro educativo marca la línea didáctica, pero el docente, como responsable de la clase, es quien impone el ritmo y el trabajo de los niños. De su actuación depende el rendimiento de la clase. Las generalizaciones nunca son buenas, pero en el caso de la enseñanza, debido a su complejidad, se puede decir que son pocos los maestros que rozan la perfección en su trabajo. Cuando los educadores se acomodan a la tarea diaria, siguiendo estrictamente un programa elaborado, las horas lectivas corren el peligro de convertirse en una rutina. Éste es el peor problema que puede surgir en la escuela y en las clases. La enseñanza que ofrece el docente debe ser dinámica y viva, rica en experiencias y actividades, y no puede caer en la monotonía. El maestro se convierte para algunos niños, en parte indispensable de su vida, de ahí la importancia de su papel en la educación del niño.

viernes, 9 de octubre de 2015

Colegios podrían abrir en semana de receso

En la Cámara de Representantes se radicó un proyecto de ley con el cual se quiere modificar la Ley Marco de Educación y así el decreto que establece la semana de receso. 

El cambio consistiría en que durante la semana que fue establecida para incentivar el turismo en Colombia, los colegios tengan la obligación de recibir a los niños y realizar con ellos actividades extracurriculares. 

"Aquí queremos darle la oportunidad a los padres de que decidan si quieren enviar al colegio a los niños, o no", explicó el representante Efraín Torres, autor de la iniciativa. 

Según el parlamentario, lo que se busca es que los padres de familia que no pueden viajar con sus hijos o no tienen los recursos suficientes para contratar quién los cuide, tengan la opción de llevarlos al colegio. 

"Hay que brindarles la oportunidad y darle la obligatoriedad a los colegios para que abran las puertas y den actividades lúdicas, deporte, donde ellos puedan reforzar sus actividades académicas", agregó el representante. 

jueves, 8 de octubre de 2015

Descubra la edad precisa para darle un celular a su hijo

Expertos recomiendan que sea con la guía y control de los padres.

La supervisión y acompañamiento de los padres es fundamental para evitar posibles riesgos.
La supervisión y acompañamiento de los padres es fundamental para evitar posibles riesgos.

En la actualidad, los niños son cada vez más apasionados por la tecnología. Según una investigación realizada por la organización GSMA en cinco países de Asia y Latinoamérica, el 65 por ciento de los niños entre 8 y 18 años tiene acceso a un teléfono móvil.
El informe reveló que el 87 por ciento de los niños encuestados utiliza su celular exclusivamente para acceder a internet y que lo hace por lo menos una vez al día.

Según la organización, la edad más común para adquirir un teléfono móvil por primera vez es a los 12 años.
Esta situación genera un sentimiento de preocupación entre los padres, pues ellos tienen claro cuál es la edad correcta para darle un celular a su hijo, ni cuáles son los límites y precauciones que deben tener con respecto al uso que los menores tienen de sus dispositivos.

Viviana Quintero, psicóloga y coordinadora de Tecnología e infancia de la corporación Red Papaz, asegura que “es necesario que los niños tengan la edad mínima de 12 años para adquirir un teléfono celular”.
Esta recomendación la hace basada en el desarrollo psicológico y emocional de los menores, pues aunque cuenten con habilidades motrices y tecnológicas para manejar los dispositivos desde temprana edad, su parte psicológica se desarrolla a partir de los 12 años. Sin embargo, esta medida no es restrictiva. En Bogotá, por ejemplo, desde los 8 años de edad la mayoría de niños adquieren un teléfono celular sin internet, únicamente para comunicarse con sus padres, agregó la psicóloga.
Doce años es la edad recomendada por los expertos para que los menores puedan aprovechar las utilidades que ofrece la tecnología, por medio del internet en los celulares.
Es preferible que los padres acompañen a sus hijos cuando ingresan a la red, con el fin de evitar problemas de privacidad y abuso en las redes sociales.
Los papás deben restringir el manejo de los teléfonos de sus hijos, estableciendo reglas en torno al uso del internet en los mismos. “Los menores de edad no deben dormir en la misma habitación con su celular. Es necesario el acompañamiento de un adulto que supervise el uso de internet y las diferentes redes sociales”, mencionó la psicóloga.
Luis Mattos, gerente de mercadeo de Lenovo, sugiere tres consejos para el uso responsable de los celulares en los menores.
  • Tener horarios nocturnos restringidos para evitar que pierdan sueño y afecte su desempeño escolar por estar usando el teléfono a escondidas.
  • Tener planes de voz sin navegación, para controlar el uso de internet solamente en espacios públicos o en la casa con conexión a wifi donde se sientan supervisados.
  • Es fundamental restringir el uso de aplicaciones no compatibles con su edad.
Si está pensando en comprarle un celular a su hijo, no se exceda regalándole uno de alta tecnología, que sea demasiado costoso, pues no solo pueden perderlo y dañarlo, sino que también ponen en riesgo su seguridad.