lunes, 16 de septiembre de 2019

Fumar o vapear: ‘lo ideal es ni lo uno ni lo otro’

Eliana Golberstein, directora científica de las compañías Myriad Pharmaceuticals y VAPO, de Nueva Zelanda, habla de los cigarrillos electrónicos. 


Eliana Golberstein, directora de asuntos técnicos y científicos de Myriad Pharmaceuticals y VAPO. 

Eliana Golberstein es una bogotana graduada en química farmacéutica de la Universidad Nacional, con estudios en administración en Salud en la Universidad Médica de Taipei. Ella ocupa el cargo de directora de asuntos técnicos y Científicos en las compañías Myriad Pharmaceuticals y VAPO, cuyas sedes están ubicadas en Nueva Zelanda.

Se trata de otro caso de colombianos destacados en el exterior, que salen del país y alcanzan el éxito de manera silenciosa en otras partes del planeta. Un solo dato permite hacerse una idea de su capacidad intelectual: habla ocho idiomas.

Myriad Pharmaceuticals en conjunto con VAPO, ambas empresas de Nueva Zelanda, son los mayores productores y vendedores de e-liquid o líquido electrónico en ocho países, incluido el mercado del Reino Unido. 

Entre tanto, VAPO es el mayor distribuidor de dispositivos electrónicos de todo tipo entre los consumidores de Nueva Zelanda.

Portafolio la contactó en el reciente Foro Global sobre Nicotina, realizado en Varsovia, Polonia, en el que Eliana intervino como conferencista invitada.

¿Cuánto tiempo lleva fuera de Colombia?

Llevo ocho años. Llegué a trabajar en farmacia comunitaria. Ese contacto con farmacéuticas me llevó a vincularme a terapias de reemplazo de nicotina, y así fue como terminé involucrada en esta compañía de la organización Vapo, productora de cigarrillos electrónicos y líquido para este tipo de dispositivos.

¿Cuál es su función en la empresa?

Yo hago investigación de nuevos productos y nuevas tecnologías, desde el punto de vista de la fabricación. Me toca velar por la calidad y la efectividad, siguiendo estándares internacionales.

¿Cómo ha evolucionado el uso del cigarrillo electrónico en los ocho mercados para
los que ustedes trabajan?

Nueva Zelanda tiene un mercado muy abierto. El Gobierno no ha legalizado el producto pero tampoco restringe su venta. Simplemente no hay legislación. Eso nos permite comercializar nuestros dispositivos en el mercado, pero con un alto nivel de autocontrol de calidad.

¿El verbo fumar está en extinción?

Se han dado pasos en ese sentido. Nosotros trabajamos para que este sea reemplazado por un nuevo verbo que está haciendo carrera: ‘vapear’. Con este sistema, las personas no aspiran humo sino vapor, pues los cigarrillos electrónicos no emiten humo.

¿Vapear realmente hace menos daño que fumar?

Es evidente que incorporar vapor al cuerpo en vez de humo es menos dañino para la salud. Desde el punto de vista químico una combustión (quemar la hoja de tabaco) genera cualquier cantidad de productos químicos indeseables. Eso es consumir una cantidad de desechos que el cuerpo no necesita. 

Entonces, es fácil entender por qué los productos que se vaporizan son menos nocivos, ya que tienen solo tres o cuatro componentes, incluyendo la posibilidad de agregar un saborizante. En Reino Unido, los estudios científicos indican que los cigarrillos electrónicos son 95 veces más seguros que los convencionales.

¿Qué mensaje les puede enviar a los jóvenes que apenas están ingresando a la comunidad de fumadores?

Yo no quiero que nadie, que nunca ha fumado, consuma cigarrillo ni electrónico ni convencional. El mensaje es que las personas no deben fumar ni vapear. 

Mi única intención al trabajar en la investigación sobre los cigarrillos electrónicos es mejorar la calidad de vida de quienes ya fuman. A los potenciales nuevos fumadores les digo que se abstengan de hacerlo.

¿Usted fuma o vapea?

Nunca lo he hecho, no lo haré, ni aconsejo a nadie que lo haga porque conozco sus consecuencias negativas.

¿El cannabis tipo medicinal va a terminar siendo consumido a través de estos dispositivos? 

El CBD (cannabidiol) es una especie de aceite que se extrae del cannabis, que no es adictivo.

Este producto es avalado por la Organización Mundial de la Salud en materia de seguridad. Yo lo veo como un buen producto para muchas personas que viven en condiciones de salud difíciles.

¿Es cierto que el cigarrillo electrónico ayuda a las personas a dejar de fumar?

Sí. Desde el punto de vista de liberación de humo a nuestros pulmones, en solo 7 segundos, la nicotina llega al cerebro. En consecuencia, cualquier tipo de terapia de reemplazo de nicotina no sustituye la satisfacción que siente el fumador al aspirar humo y consumir nicotina e introducirla en la sangre.

El vapor asemeja el proceso de fumar, pero no es 100% igual y por eso muchas personas que se pasan al cigarrillo electrónico, terminan retirándose de su condición de fumadores. 

Estudios indican que uno de cada tres fumadores que se cambian al cigarrillo electrónico, abandonan definitivamente la costumbre de fumar.

¿El vapor tiene algún efecto sobre los fumadores pasivos, es decir sobre el vecino que absorbe ese vapor?

No, ninguno. Si no es dañino para el que lo aspira directamente, menos para quien lo hace de manera indirecta. Hace más daño absorber el aliento de una persona que esté cercana a uno.

¿Es posible llegar algún día a un mundo sin humo?

Nueva Zelanda está muy cerca de eso. Se estima que al 2025 este será un país libre de cigarrillo convencional. Hace cinco años el 15% de la población fumaba, y hoy solo lo hace el 5%.

En ese país los impuestos al cigarrillo son tan elevados que los consumidores han optado por usar los cigarrillos electrónicos, porque les salen más baratos.