viernes, 5 de mayo de 2023

Por qué los gatos amasan y qué quieren decir con ello?


Este animal tiene una forma peculiar de comportarse y expresar amor.

Le explicamos por qué su peludo mueve sus patas como si amasara pan.

Los gatos son una de las mascotas preferidas por las personas, ya que tienen una forma peculiar de comportarse y no siempre actúan de la misma manera cuando están con sus dueños o con una persona que no conozcan.

¿Alguna vez ha visto a su gato mover las patas delanteras como si estuviera amasando algo? Esta es una de las actividades más curiosas que llevan a cabo. Le explicamos por qué su peludo mueve sus patas como si amasara pan y qué significa.

¿Qué es amasar y por qué lo hacen?

Es un movimiento rítmico de las patas delanteras del gato que recuerda a los movimientos de cuando una persona amasa pan. De ahí viene el nombre de este comportamiento felino.

Los gatos desde que son bebés, exactamente en el periodo neonatal justo después del nacimiento, empiezan a amasar. Es una conducta instintiva y es utilizada para estimular la producción de calostro o de leche en los pezones de su madre.

Estos animales ejercen cierta presión a las vez que abren los dedos para extender sus garras, las cuales son retráctiles, para después volver a cerrar otra vez sus dedos. Los cachorros hacen este movimiento en sus madres hasta que ocurre el destete, alrededor de las tres semanas de nacer.


Es una conducta instintiva, pero la suelen hacen cuando se sienten cómodos y seguros.

iStock¿Pero por qué lo siguen haciendo cuando son adultos?

Esto es producto de su domesticación, ya que los felinos suelen amasar en situaciones de gran relajación y bienestar, por lo general en situaciones placenteras y confortables como cuando estaban a los cuidados de su mamá.

En ocasiones los gatos amasan en el regazo de personas a los que les tienen cariño o también en solitario, cuando están encima de la cama, de una cobija, de la ropa o justo antes de acurrucarse para descansar. A veces puede estar acompañado por un ronroneo o con un gesto de relajación con los ojos semicerrados.

A veces, cuando hacen este movimiento encima de sus dueños, suelen salir sus uñas retráctiles. Aunque no lo hacen con la intención de lastimar, en ocasiones puede suceder. Es importante no apartarlos bruscamente, ya que pueden entender este gesto como un castigo y no volver a montarse en su regazo porque ya no será una zona confortable o segura para ellos.


Los gatos amasan en el regazo de personas a los que les tienen cariño

1. Porque están contentos. Ronronear, maullar o amasar son comportamientos que sugiere que tu gato se encuentra en una situación cómoda y que disfruta de un óptimo bienestar físico y emocional.

2. Cuando tienen un vínculo afectivo. Los gatos disfrutan de la compañía y cuando están cómodos suelen hacer este movimientos ya sea con otros animales o personas.

3. Para descansar mejor. Por lo general lo suelen hacer las gatas embarazadas cuando preparan el nido para sus cachorros. Pero también lo pueden realizar machos y hembras no gestantes cuando un lugar no es lo suficientemente cómodo.

4. Para estirarse. Estos felinos adoran estirar todos los músculos de su cuerpo y suelen aprovechar este movimiento para estirarse después de un tiempo de descanso.

5. Para marcar su territorio. Los gatos emiten sus propias feromonas, de este modo secretan compuestos químicos a través de ciertas glándulas para comunicarse con sus semejantes. Es posible que si tienen varios gatos hagan esto para hacer creer a los demás que este territorio es suyo.Tipos de amasado

Los gatos pueden hacer otros movimientos rítmicos con sus patas que parecen que estuvieran amasando pero no tienen ese mismo significado:

1. Las gatas suelen mover de forma rítmica sus patas traseras cuando están listas para aparearse. Suele estar acompañado de una ladeo de cola y con las patas delanteras flexionadas y las traseras extendidas.

2. Tanto machos como hembras afilan sus uñas o marcan el territorio con el rasco. Clavan sus uñas en diferentes superficies como la ropa, madera, mimbre, cuerda, entre otros.

jueves, 4 de mayo de 2023

Se ha preguntado por qué los atardeceres son rojos o naranjas?


La respuesta la da la física: se debe a las ondas electromagnéticas.

Hace unos meses se viralizaron fotos de residentes en Bogotá en las que el cielo completo se veía de un intenso color naranja. Se mezcló con una fuerte tormenta con granizos en la capital y muchos usuarios en redes sociales compartieron sus imágenes.

Al finalizar un día de arduo trabajo, la tierra completa su rotación sobre su mismo eje, y es ahí cuando el sol, que durante el día se había visto amarillo y pintado el cielo de azul, empieza a colorear el cielo de naranja, rosado y rojo.

¿Por qué si el cielo se ve gris o azul durante todo el día, cuando el sol se acuesta hace que los atardeceres sean de colores rojizos y anaranjados? Esta es la respuesta.

La explicación al cielo naranja

Los colores que percibimos tienen que ver con la longitud de la onda de la luz que emite el sol. El tamaño de esa onda varía según la distancia de la Tierra con respecto al Sol. Eso explica que cambien de tonos a lo largo del día.


Igual que los arcoiris, que se forman con rayos solares cuyas ondas se separan debido a la refracción de la luz cuando debe atravesar las partículas de agua en el aire, cualquier color que puede percibirse por el ojo humano hace parte del espectro electromagnético.

El sol, a pesar de los miles de dibujos que hicieron como niños en los que lo pintaban con amarillo, realmente es blanco. El Centro del Sol de la Universidad de Stanford explicó que es blanco puesto que concentra todos los colores que podemos ver, por lo que esa mezcla es leída así por el ojo humano. Parece amarillo por el contraste con el azul del cielo.Los colores cambian con el movimiento del sol

Así, cuando atardece, el sol está más lejos de la posición de los seres humanos, y por eso se ven los tonos que tienen una longitud de onda más larga, es decir, los naranjas y rojos.

Cuando el sol está en su punto más alto en el cielo, está en una posición más cercana con respecto a nosotros. Por eso se refleja el color de las ondas con una longitud más corta, es decir, con el color azul.


A diario, los visitantes pueden observar atardeceres únicos.

Precisamente porque los colores que son perceptibles para los humanos están basados en la manera en que viaja la luz, si en el aire hay partículas de diversos materiales, esto también cambiaría la forma cómo se ve el cielo.

Según el medio español ‘RTVE’, si hay más partículas en el aire, habrá más colores con mayor saturación en el cielo al atardecer.

Tal vez se debió a eso que aquél día a mediados de octubre del 2021, los naranjas del atardecer fueran más intensos: por las fuertes lluvias que se vivieron en ese momento.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Por qué en algunas ciudades parece que el Sol está saliendo más tarde?


Por esta época del año la diferencia entre la hora solar y la civil puede ser hasta de 15 minutos.

No es que al Sol le cueste levantarse. Le contamos la explicación que tiene la astronomía para esto.

Hay muchas formas del medir el paso del tiempo. Los periodos de luz y oscuridad relacionados con la presencia y ausencia del Sol en el cielo, han sido usados históricamente para registrar el transcurrir de los días, en un ciclo que está gobernado por la rotación del planeta Tierra.

No es por tanto sorprendente que los primeros relojes fueran de Sol, usados para indicar la llamada “hora solar”. Actualmente, para programar nuestras actividades diarias acudimos a relojes que nos indican la “hora solar media”, conocida también como “hora civil”. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambas mediciones del tiempo?

La hora solar se basa en una referencia dada por el instante en que el Sol alcanza su punto más alto en el cielo -que no necesariamente es el punto sobre nuestras cabezas, o cenit- lo que representa el mediodía.

Al día siguiente, cuando el Sol vuelva a ocupar la posición más elevada en el cielo respecto al horizonte, será un nuevo mediodía. La cuestión es que en realidad el tiempo transcurrido entre un mediodía, y el siguiente, no es de 24 horas, y además varía dependiendo de la época del año. En definitiva, el movimiento aparente del Sol en la bóveda celeste no es uniforme a lo largo del año.

Los relojes que hemos construido no tienen en cuenta estas diferencias, y simplemente registran un día de 24 horas exactas, algo mucho más sencillo de implementar, especialmente en los primeros relojes mecánicos que se construyeron en el siglo XIV. La costumbre se mantiene hasta nuestros días, y nuestros relojes siguen midiendo intervalos de tiempo exactamente iguales.

Las diferencias entre ambas mediciones pueden alcanzar, según la época del año, hasta un cuarto de hora. Es por esta razón que en algunos momentos del año vemos que el Sol sale por el horizonte mas temprano, y otras tarda más en salir, respecto a su hora habitual para Colombia que ronda las 6:00 a.m. Justamente por estos días, esta situación ha llamado la atención de algunos habitantes, que ven con sorpresa cómo parece que al Sol le cuesta un poco más levantarse.

Los astrónomos utilizan la llamada “ecuación del tiempo” para hacer las debidas correcciones entre el tiempo solar medio (el que mide normalmente un reloj), y el tiempo solar aparente (el medido con un reloj solar). No es otra cosa que la diferencia entre ambos tiempos, cuyo valor cambia a lo largo del año. En algunos momentos la diferencia es nula, y en otros es máxima -a principios de noviembre y mediados de febrero)-.

La existencia de estas discrepancias tiene dos causas fundamentales. Una de ellas, la que hace que el movimiento aparente del Sol en la bóveda celeste no sea uniforme a lo largo de año, es que la órbita de la Tierra alrededor del Sol describe una trayectoria elíptica, con el Sol en uno de los focos de esa elipse.

El hecho implica también que la Tierra se mueva (traslación) más rápido cuanto menor es su distancia al Sol, y por tanto, visto desde la Tierra, el movimiento aparente del Sol en el cielo también es mas veloz. Sumado a ello, otra de las causas es la inclinación del eje de rotación de la Tierra respecto al plano de su órbita alrededor del Sol.

martes, 2 de mayo de 2023

Qué es un perro invisible?

No lo sabías, pero existen perros invisibles.
Son perros que nadie es capaz de ver.

Transparentes.

Pasas por delante y parece que no están ahí.

Y es curioso.

Porque forman parte del grupo de perros que sí o sí tienen más experiencia haciendo felices a sus familias multiespecie.

Pero un día sucede algo.

Y es que por el motivo que sea, acaban por dejar de formar parte de su mundo.

Un abandono.

El fallecimiento de los miembros de su familia.

Lo que sea.

Y acaban buscando una nueva familia que les cuiden tanto como se merecen.

Pero, ¿qué ocurre?

Ocurre lo que ocurre.

Que como ya son mayores, en realidad ya nadie les quiere dar una oportunidad.

Son perros invisibles.

De carne y hueso.

Pero invisibles para el mundo que les rodea.

Para la sociedad y para todas las personas que un día se preguntan si ha llegado la hora de adoptar un perro.

Son demasiado mayores. Demasiado viejos. Demasiado poco tiempo por delante.

Dime la verdad...

¿Adoptarías un perro invisible?

¿Por qué sí o no?

lunes, 1 de mayo de 2023

Por qué los gatos prefieren a las mujeres

Si eres mujer, este email te va a interesar.

Y si eres hombre, vas a descubrir por qué cada vez que hay una mujer en casa, tu gato pasa más de ti.

O por lo menos, eso es lo que dicen en este estudio.

Te cuento porque esta va a ser la noticia bomba de esta Semana Santa.

Fíjate.

Estas conclusiones de la Universidad de Viena es algo que debes conocer.

Te cuento.

Según la académica Rebeca Evans de la Universidad de Liverpool, existe una correlación entre la personalidad del gato y la satisfacción del humano en su familia multiespecie.

Pero vamos, que tú esto ya lo sabes porque lo vives en casa día a día.

Así que te cuento más.

Lo normal es que los humanos prefieran gatos amables.

Tampoco es que te esté descubriendo el mundo.

Pero lo que tú podías no saber es que los gatos también tienen sus preferencias y esto es lo que estudió esta Universidad.

El estudio se basó en el análisis del comportamiento e interacción de 41 gatos y sus tutores.

Y para llegar a las conclusiones, se tomaron muy en cuenta los patrones de actividad y vocalización.

Toma nota de esto.

Según los expertos, las mujeres utilizan la vocalización más que los hombres en su relación con los gatos, por lo que los felinos responden con más atención.

Además, las mujeres suelen pasar más tiempo con sus gatos que los hombres.

Así que igual no se trata de ser hombre o ser mujer...

Sino de prestarle a tu gato la atención que merece.

Y puede que me digas...

—Pues vaya descubrimiento, Paula...

Y aunque esto puede ser cierto, la realidad es que la mayoría de las personas en las familias multiespecie, en realidad no se ponen en marcha.

Dime...

¿Cuánto tiempo pasas cada día con tus gatos? ¿De verdad les estás dando la atención que merecen?

domingo, 30 de abril de 2023

Por qué creemos que los gatos son menos cariñosos y amigables que los perros? (y cuán cierto es eso)


A los gatos siempre parece haberlos acompañado la mala fama.

Los perros parecen casi biológicamente incapacitados para esconder sus emociones: se agitan, resoplan o mueven la cola dándonos una pista de si están contentos, nerviosos o simplemente felices.


Los perros serían terribles jugadores de póker. Podemos leer sus señales con mucha facilidad.


Los gatos tienen también un lenguaje corporal sofisticado: muestran su estado de ánimo moviendo la cola, erizando su pelaje, o con el movimiento de sus bigotes y orejas.

Un ronroneo muestra por lo general (aunque no siempre) que es amigable y está contento.

Es un signo confiable para darnos cuenta de si el gato está en modo amigable o si es mejor dejarlo solo.

A pesar de que fueron domesticados hace miles de años, los gatos todavía tienen mala imagen.

Su independencia, que es vista por muchos como una ventaja, es considerada por otros como egoísmo e indiferencia.

Sus detractores dicen que solo muestra afecto cuando su plato de comida está vacío.

Quienes tienen gatos dicen, por supuesto, que esto no tiene ningún sentido, y que su vínculo con ellos es tan fuerte como lo es una relación con un perro.

Pero ¿por qué persiste esta imagen del gato indiferente? ¿Y cuánto tiene de cierta?

La clave está en su domesticación

Una clave sobre la imagen de los gatos puede venir, en primera instancia, de cómo fueron domesticados.


Sus detractores dicen que solo se muestran afectuosos cuando necesitan comida.

Fue un proceso mucho más gradual en comparación con la domesticación de los perros, y los gatos fueron quienes dirigieron el proceso.

Los primeros gatos domesticados comenzaron a aparecer en poblaciones neolíticas en el Medio Oriente hace cerca de 10.000 años.

No dependían de los humanos para sus alimentos, sino que estos los alentaban a buscarlos ellos mismos, y a proteger los cultivos y los almacenes de comida de las ratas y otras pestes.

Nuestra relación con ellos fue, desde el principio, más distante que con los perros, que nos ayudaban a cazar y que dependían de los humanos que compartían con ellos el botín de caza.

El gato que hoy día puedes ver acurrucado en un sofá o encima de la biblioteca comparte muchos de sus instintos con nuestros ancestros predomesticados (el deseo de cazar, de vigilar un territorio, de protegerlo de otros gatos).

Están más cerca de lo que eran antes que los perros.

Nuestra domesticación solo los ha alejado en parte de su vida salvaje.

"En su mayor parte, son los humanos los que no han entendido bien a la especie", dice Karen Hiestran, veterinaria y administradora de International Cat Care.

"Los perros y los humanos son muy similares y han vivido juntos por mucho tiempo. De alguna manera, hubo una coevolución. Con los gatos, es mucho más reciente. Vienen de un ancestro solitario que no es una especie social".


El proceso de domesticación de los gatos fue muy diferente al de los perros.

El gato salvaje africano del que domesticamos a nuestros gatos, el Felis lybica, tiende a llevar una vida solitaria, en la que solo se reúne con otros cuando es momento de procrear.

"Los gatos son los únicos animales asociales que han sido domesticados. Todos los otros animales que hemos domesticado tiene un vínculo social con otros miembros de su especie".

Problema de entendimiento

Dado que los gatos son tan atípicos entre los animales con los que vivimos, no es de extrañar que hayamos malentendido sus señales.

"Debido a que son tan decididos y pueden cuidarse solos, los gatos se están volviendo cada vez más populares", dice Hiestand.

"Pero si ese estilo de vida les conviene es otra cuestión. Los humanos esperan que los gatos sean como nosotros y como los perros. Y no lo son".

La investigación sobre las emociones y la sociabilidad de los gatos no ha progresado tanto respecto a la de los perros, pero en los últimos tiempos se han hecho más investigaciones.

Algunas ya han demostrado que la sociabilidad de los gatos con los humanos es un tema bastante complicado.

"Es muy variable, está marcada por la genética, y la parte social puede depender de las experiencias de las primeras seis u ocho semanas".

"Si tuvieron experiencias positivas en la primera etapa de su vida, es probable que les vayan a gustar los humanos y que quieran pasar tiempo con ellos".

Incluso la domesticación del gato en sí misma es compleja.

Los gatos callejeros salvajes a menudo se esconden o huyen de los humanos, comportándose mucho más como sus ancestros salvajes.


Parte del problema es que hemos malinterpretado las señales de los gatos.

En lugares como el Mediterráneo y Japón, las colonias de gatos "comunitarias" prosperan en los pueblos de pescadores. Estos gatos son lo suficientemente amigables como para congraciarse con los lugareños que les dan comida.

En Estambul, por ejemplo, los gatos semicallejeros son alimentados y atendidos por los lugareños, y se han convertido en parte de la identidad de la ciudad.

Luego están los gatos que viven con nosotros, pero incluso este subconjunto tiene un amplio rango; algunos mantienen una distancia relativa, mientras que otros se desarrollan positivamente con la compañía humana.

Truco evolutivo

Entonces, si queremos crear un vínculo fuerte con nuestro gato, ¿qué cosas debemos tomar en cuenta?

Al igual que los perros, los gatos comunican mucho con su cuerpo, más que con el sonido.

"Creo que más difícil para la gente leer su lenguaje corporal, en comparación con los perros", dice la investigadora en comportamiento de gatos Kristyn Vitale.

Eso no es necesariamente culpa del gato.

Un rasgo fundamental pudo haberle dado ventaja a los perros en cuanto a nuestra relación de afecto.


Gracias a la evolución, los perros han aprendido a imitar la expresión de los bebés, algo que no pueden hacer físicamente los gatos.

Un estudio de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, descubrió que los perros aprendieron a imitar la expresión de los bebés, que despierta en los humanos el deseo de protegerlos.

El cambio se tradujo en el desarrollo de un músculo que les permite elevar la parte interna de la ceja (algo que no podían hacer sus ancestros, los lobos).

Este es un truco evolutivo que ha permitido que se refuerce el vínculo entre la gente y los perros.

¿Cuál es la mala noticia para los gatos? No tienen ese músculo. Como resultado, la mirada de un gato puede parecer fría y poco amistosa.

Pero un parpadeo lento -uno que probablemente tu gato haga desde el otro lado de la habitación- es algo totalmente diferente: es su forma de expresar amor.

Incluso cuando gira la cabeza hacia un lado, eso no significa necesariamente un gesto de desdén, sino una señal de relajación.

Vitale menciona un estudio que llevó a cabo en la Universidad estatal de Oregón, Estados Unidos, en el que un dueño dejó en una habitación a perros y gatos, para regresar repentinamente un poco más tarde.

"Una cosa interesante es que la mayoría de los gatos que estaban seguros con sus dueños, cuando estos regresaron, los saludaron y luego volvieron a explorar la habitación y volvían con ellos de tanto en tanto".

"Los perros hicieron algo similar", dice Vitale.

"Si el perro corrió por la habitación, se entretuvo con juguetes y ocasionalmente volvió con el dueño, no nos preocupamos mucho".

Los investigadores llaman a esto "apego seguro" (el estado de calma con el regreso del dueño), lo que indicaría un vínculo emocional fuerte.

"La expectativa de los humanos tiene un impacto en el comportamiento del animal", señala Vitale.

Al tratar de forzar a los gatos a comportarse más como perros -buscando que nos muestren su afecto- estamos tratando de alejarlos de su comportamiento natural.

Gestos amigables


Para mantener una mejor relación con los gatos, es crucial aprender a leer mejor su comportamiento.

Hiestand dice que nuestra incapacidad histórica para entender el temperamento de los gatos como diferente al de los perros es parte del problema.

Incluso expertos con años de entrenamiento no son inmunes a esto.

"Fui a una conferencia a 2007 y me sentí como una idiota", dice.

"Toda esta información básica sobre los gatos yo no la conocía, como el que les gusta tener la comida y el agua en lugares diferentes. Estas investigaciones son bastante nuevas, pero una vez que tienes la humildad de reconocer que lo que pensabas sobre ellos está mal, aprendes cosas nuevas que son interesantes".

Mira por ejemplo la forma en que los gatos se refriegan contra sus dueños. Se pensaba que esto era para marcar territorio, como hacen los gatos salvajes con los árboles u otras cosas que están en su territorio.

Pero cuando lo hacen con gente, es generalmente una señal de su afiliación. Están transfiriendo su olor a otra piel, y al mismo tiempo transfiriendo el olor de tu piel a la suya.

Esto es lo que hacen los gatos salvajes con otros gatos con los que se alían. Es una manera de crear un "olor común" que les permite distinguir amigos de enemigos.

En última instancia, dice Hiestand, una cosa es clave: los gatos relajados son más propensos a hacer amigos.

"Quieren que su agua, su comida, su lugar para dormir y su lugar para defecar estén bien, y cuando lo están, están listos para explorar los vínculos sociales".

Así que la próxima vez que que vuelvas a la casa y veas a tu gato mirándote tranquilamente desde el sofá, o bostezando a medida que se acerca por el pasillo, no te desanimes.

A su modo, te está decidiendo que está contento de verte.

sábado, 29 de abril de 2023

Hijos o mascotas? Conozca el impacto ambiental de cada uno



En muchos hogares jóvenes cada vez se populariza más la idea de tener animales y no hijos.

Dejar de tener hijos o no tener mascotas no detendrá el cambio climático; pero sí tiene impacto.

Tener hijos o no, como decisión individual, no es suficiente para detener la crisis climática que enfrenta hoy el planeta (aunque tenga un impacto). La misma conclusión funciona para las mascotas. Enfrentar la llamada “triple crisis planetaria”, que implica la pérdida de la biodiversidad, la contaminación y el cambio climático, requiere de soluciones estructurales que movilicen a todos los actores de la sociedad: gobiernos, industria e individuos.

Sin embargo, desde hace algunos años, a raíz de un estudio publicado en 2017 en la revista Environmental Research Letters, se popularizó la idea de que tener menos hijos era la acción más efectiva de una persona para reducir su huella de carbono. Según el estudio hay cuatro acciones individuales para afectar menos al planeta: tener una dieta vegetariana, volar menos en avión, no tener carro y tener menos hijos. Cada niño, en promedio, genera 58 toneladas de CO2 al año. Una cifra que varía, claro, dependiendo del país y la capacidad económica del niño o la niña.

Pero en la agenda actual, donde las mascotas han empezado a tomar espacios dentro de los hogares jóvenes, también ha surgido la duda, más allá de su efecto, de qué tan grande es la huella de carbono de una mascota.

Como hay muchos animales de compañía y todos consumen de maneras distintas y tienen impactos ambientales diferentes, en este artículo nos concentraremos en dos, las mascotas más comunes: los gatos y los perros.

Existe poca evidencia científica que entregue datos concretos sobre la huella de carbono de una mascota, pero la que hay deja claras dos cosas: el tamaño sí importa y el impacto de los animales va más allá de sus emisiones (al igual que el de los humanos).

La misma investigación que presentó las cuatro acciones para disminuir la huella de carbono individual en 2017 señaló que perros y gatos son responsables de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la agricultura para el consumo animal. Este tipo de agricultura también es una de las mayores responsables, por ejemplo, de la deforestación de grandes bosques como la Amazonia, para cultivar allí soja y otros cereales consumidos por los animales.

Por otra parte, un libro escrito en 2009 por especialistas en vida animal encontró que un perro de tamaño mediano tiene una huella ecológica anual (no es lo mismo que la huella de carbono) del doble del tamaño que una camioneta que recorrió 10.000 kilómetros.

La huella ecológica, el número de hectáreas de tierra que se requieren para producir la comida que requiere un individuo así como para absorber sus residuos, de un gato, por ejemplo, es de 0,15 hectáreas, el de una Toyota Land Cruiser es de 0,41 hectáreas, el de un perro de tamaño mediano es de 0,84 hectáreas, y el de un perro de tamaño grande es de 1,1 hectáreas.

Lo que, en teoría, mostraría que el impacto de los animales de compañía es mucho menor que el de un hijo. Sin embargo, como indicaron Seth Wynes, de la Universidad de Lund, en Suecia, y Kimberly Nicholas, de la Universidad de la Columbia Británica, autores del estudio sobre impactos individuales publicado en 2017m aún existe muy poca información para darlo por hecho.

Por ejemplo, en los estudios analizados se habla mayormente del CO2 generado para producir la comida de los animales, pero no, por ejemplo, de los nuevos productos y servicios que las mascotas están consumiendo cada vez más: ropa, guardería, transporte, diferentes tipos de comidas, etc. Además, tampoco se habla de los impactos que también tienen las mascotas en uno de los factores que también afectan el planeta: la pérdida de biodiversidad y fauna, generada, por ejemplo, por los gatos y que ha debido ser regulada en países como Australia.

En todo caso, tener un hijo o una mascota es una decisión individual que trae consigo responsabilidades e implicaciones, y la huella de carbono que tengan estos puede ser también mitigada.

Al final, la crisis planetaria que enfrenta el planeta se resuelve con acciones y compromiso de todos: de los que tienen un impacto muy grande y de los que impactan muy poco.