domingo, 4 de marzo de 2018

Para ser creativos hay que jugar, no importa la edad

Pedagogas Catalina y Natalia Zuleta explican cómo activar esta cualidad en niños y adultos. 


La falta de creatividad puede hacernos sentir estancados.

Despertar nuestra creatividad es algo que cada vez exigen más en los trabajos y, más de una vez, en el día a día. Esta es la premisa con la que Natalia Zuleta, directora de admisiones del Gimnasio Fontana de Bogotá, y Catalina Zuleta, directora de currículum del mismo colegio, buscan imprimir capacidades creativas en sus alumnos con el fin de que cuando sean adultos, continúen siendo “seres creativos”. 

“Creemos que en la medida en que las personas tengan un pensamiento más creativo pueden relacionarse de manera más asertiva con su entorno”, explica Natalia, quien propone que, al implementar siete verbos en nuestras actividades diarias (conectar, explorar, preguntar, integrar, dudar, innovar y crecer), los adultos también podemos ser más creativos e innovadores en cualquier momento.

Con esto en mente estas hermanas decidieron escribir La creatividad en 7 verbos (Intermedio Editores), en el que por medio de anécdotas y ejercicios prácticos buscan que cualquier persona cultive esa habilidad.

¿Qué es la creatividad y qué la ‘mata’ en los niños?

Natalia Zuleta: La creatividad es una habilidad innata; es la capacidad de conectar información que uno normalmente no conectaría para crear nuevos escenarios en los que actuar.

Lo que más mata la creatividad es la educación tradicional, que está más centrada en dar una respuesta oficial, ‘de libro’, a las infinitas preguntas que tienen las mentes de los niños. Y la estructura tan rígida de la educación tradicional, que además no integra contenidos. Es una fábrica industrializada de seres humanos que genera réplicas, no individuos. 

¿Qué tipo de contenidos hay que integrar?

Catalina Zuleta: Al trabajar la creatividad con otras personas y disciplinas, las ideas propias se nutren de diferentes puntos de vista. En nuestro modelo pedagógico es importante mezclar en la enseñanza de los niños disciplinas como el arte, la ciencia y la tecnología para ver situaciones desde diferentes ópticas que lleven soluciones nuevas para un problema o situación.

Por eso pensamos que una de las llaves que abre la creatividad es darle mucho más valor a la pregunta que a la respuesta; a la curiosidad. Que los niños puedan hacerse preguntas que se conviertan en hipótesis, resolver problemas cercanos a su realidad y de esa manera adquirir un aprendizaje muy significativo de su entorno. La creatividad es crucial para desarrollar el pensamiento crítico y el científico. 

¿Y qué pasa con los adultos que sienten que no pueden ser creativos?

N. Z.: Para nosotros, la creatividad es una competencia cada vez más esencial frente a tantos cambios actuales: el cambio climático, el cambio político, el social y económico. Y, claro, los adultos somos los más propensos a ver, intervenir y ser afectados por estos cambios.

Lo que quisimos hacer con La creatividad en 7 verbos fue abrir nuestra metodología pedagógica a las personas del común, aunque no es un libro de fórmulas. 

Pero es definitivamente diferente enseñarles aspectos creativos a niños que a adultos…

N. Z.: En el fondo, nosotras no vemos la diferencia. Después de todo, como dicen muchos, todos los adultos tenemos un niño adentro. Ahora bien, sí es cierto que los adultos tienen una capacidad de recordar emociones del pasado con mucha más facilidad que los niños. Los adultos pueden conectarse con sentimientos y memorias que les han marcado mucho o les han ‘movido el piso’ para tener en la mente unas dinámicas de pensamiento muy diferente a las que pueden tener en el presente.

¿O sea que esa conexión con el pasado nos harían personas más creativas?

N. Z.: Hay memorias y emociones relacionadas a ellas que están ahí porque, cuando ocurrieron los hechos de esas memorias, se nos quedaron grabadas porque nos sacaron de los lugares comunes en los que estábamos en ese momento. Ese hecho creó algo nuevo. Al momento de recordarlos, podemos traer esas emociones al presente como un mecanismo para ejercitar el pensar en otros escenarios posibles y ante una situación que tengamos que enfrentar. 

C.Z.: Pero también puede activarse la creatividad con acciones dirigidas, concretas. Por ejemplo, con jugar con juguetes o juegos de mesa. A veces pensamos que el juego no es un asunto serio, pero cuando perdemos la capacidad de jugar, perdemos la capacidad de imaginar y de crear.

¿Y si alguien decidiera conectarse con un sentimiento negativo? Por ejemplo, con un sentimiento de ira o de resentimiento del pasado…

C. Z.: Gracias a la sensibilidad de quienes somos y qué queremos hacer en la vida, podemos hacer aportes en el mundo. Cualquier persona puede ser creativa pero puede producir un desastre con su creación. Ahí va la ética: sentir al otro, conectarse con el planeta y con otros seres vivos implica una responsabilidad. Todo lo que se cree a partir de las emociones debe ser constructivo, no destructivo, y eso es un tema de ética.Cómo desarrollar habilidades creativas:

Las pedagogas Natalia y Catalina Zuleta recomiendan que, si quiere empezar a activar sus sentidos creativos para su trabajo, su hogar o cualquier actividad que quiera realizar, empiece a incorporar estos comportamientos en su día a día:

Mantenga activos los sentidos y estimúlelos: concéntrese en el que más use en una actividad, ya sea correr, teclear, dar un paseo o comer. Esto le ayudará a concentrarse en cada tarea que haga.

Anímese a contemplar (mirar con detenimiento) lo que lo rodea y lo que consume visualmente. Esto lo ayudará a encontrar patrones en lo que ve.

Dedique una hora de su día a algún juego, ya que esto lo obliga a pensar en soluciones más efectivamente.

No se prive de hacer algo por el miedo a equivocarse. 

Haga una lista de juicios o cosas que da por sentado en su vida y revise si esos supuestos lo limitan o le están sirviendo para lograr algún propósito. Comprométase a eliminar los que lo limitan y a buscar siempre otros que lo ayuden a crecer.

sábado, 3 de marzo de 2018

La generación de los hipersensibles

Los jóvenes de hoy se ahogan en un vaso de agua. Pese a que son mucho más preparados, se derrumban fácilmente y no toleran críticas. Esto dicen los expertos sobre este fenómeno. 

La generación de los hipersensibles 

Son más preparados, tienen más títulos y parecen muy dispuestos a luchar por sus ideales en un mundo lleno de retos. De hecho, los jóvenes de hoy son más independientes en lo político y abrazan la diversidad. Pero suele haber individuos vulnerables tras esa coraza, que se derrumban ante cualquier problema. En el mundo anglosajón los llaman la generación snowflake, porque son tan frágiles como un copo de nieve. Los expertos afirman que los mileniales, jóvenes nacidos entre 1980 y 1995, que hoy en día representan un gran sector de la población mundial, protagonizan esta tendencia. De hecho, un estudio de Pew Research reveló que esta es la generación que menos valora la libertad de expresión, pues cerca del 40 por ciento se inclina por censurar discursos que puedan ser ofensivos. 

Según Claire Fox, directora del Instituto de Ideas en el Reino Unido y autora del libro I Find That Offensive!, muchos en esa generación no pueden lidiar con puntos de vista distintos a los suyos, y no toleran las críticas a pesar de que sean válidas. “Reaccionan agresivamente porque creen que tienen derecho a hacerlo y además exigen disculpas si llegan a sentirse ofendidos”, afirma la autora. Esta conducta quizás se exacerba porque buscan luchar por el respeto a la individualidad, a la aceptación de las diferencias, y en ese contexto las críticas pueden percibirse como una agresión a la libertad. “Esto los hace hipersensibles a cualquier observación sobre sus comportamientos y muestra una exigencia a veces exagerada de recibir un trato de igual a igual”, dice la psicóloga María Elena López. 

Este fenómeno ha sido particularmente visible en las universidades de los países del primer mundo. Las instituciones más tradicionales han prohibido a varios profesores opinar sobre temas políticos, de raza o género porque es preferible proteger a los alumnos de supuestas agresiones. Por ejemplo, Andy Martin, profesor de la Universidad de Cambridge, fue víctima de esta generación de hipersensibles. Un día hizo en clase un chiste de doble sentido y varios estudiantes salieron a protestar. Algo parecido ocurrió en la Universidad de Oxford, donde varios alumnos crearon una campaña en Twitter con el hashtag #RhodesMustFall, para derribar la estatua de Cecil Rhodes, pues la presencia en el campus de un monumento en honor de ese personaje racista resultaba ofensiva. 

Chris Patten, rector de Oxford, definió el fenómeno como una situación preocupante que va en contra de la idea misma de universidad. “Está claro que debe haber límites como no promover el odio y la violencia, pero es incomprensible que los estudiantes y algunos profesores quieran protegerse de las visiones que no les gustan mediante la censura y la intolerancia al debate”, dice. 

En Colombia y América Latina no se conocen casos tan extremos, pero en redes sociales sí hay manifestaciones de jóvenes que en Facebook y Twitter expresan con mucha frecuencia y vehemencia sus puntos de vista. Esto muchas veces no genera un debate sano, sino una lucha basada en la agresión. Debido precisamente a la intolerancia y la hipersensibilidad de la mayoría, que los hace ver como personas políticamente correctas. No en vano esta generación se caracteriza por ser muy individualista y el uso constante de las redes sociales potencia ese egocentrismo. Algunas investigaciones hablan de un narcisismo exagerado donde “la imagen que proyectan en sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram son muy importantes. Las selfis y los ‘likes’ son criterios para medir su aceptación y reconocimiento”, dice López. 

Pero también son muy vulnerables a frustrarse por cualquier revés del destino y todo les duele el doble. Ante el más mínimo tropiezo se echan a la pena. Los expertos creen que los grandes culpables son los padres, pues educaron a sus hijos en medio de una burbuja en la que nada les falta y en donde no tienen que esforzarse demasiado. Esto los vuelve alérgicos a los fracasos y las críticas, y los hace sentir especiales, delicados y únicos. Ben Machell, columnista del diario The Times de Londres, dice que además creen que cada sentimiento y capricho es válido, y fuera de eso se empecinan en que los demás no tengan que experimentar desilusiones o contradicciones en un mundo lleno supuestamente de ‘malas opiniones’. 

Lo anterior se debe también a que los papás perciben el mundo como un lugar cada vez más inseguro y deben darles cuidado extra a sus hijos. Esto provoca un nivel de sobreprotección bastante grande. Por eso quizás los jóvenes son menos resilientes, o en otras palabras, son más débiles ante las adversidades y les cuesta más superar las dificultades. Probablemente “estos patrones de crianza están asociados a esquemas de educación más abiertos y, en muchos casos, más laxos”, dice López. 

Esto se suma a que los jóvenes de hoy tienen demasiadas presiones encima. Deben estar muy bien preparados a nivel académico para ser exitosos y en su apretada agenda está también convertirse en activistas contra el cambio climático, el racismo y la discriminación de género, entre otras cosas. Esa vulnerabilidad, dice Fox, también se debe en buena medida a que son la primera generación que no puede escapar a los problemas de estar hiperconectados a los celulares y al modo de vida del siglo XXI. “Deben manejar una identidad alterna en las redes sociales donde puedan comunicarse y discutir durante horas sobre X o Y situación. Terminan exhaustos”, dice la autora Susanna Schrobsdorff.

El fenómeno ha producido una epidemia de ansiedad y depresión. Así lo advirtieron varios psicólogos en el artículo de portada del número del 27 octubre de la revista Time. Allí explican que esta generación llena de contrastes ha vivido como nadie los veloces avances de la tecnología, la apertura y la globalización, pero también de las crisis de violencia política y religiosa, la corrupción, las brechas sociales y el cambio climático. “El hecho de vivir estas transformaciones debería hacerlos más fuertes, pero no parece ser así. Muchos se muestran más vulnerables y sensibles a estas amenazas para la sociedad que además les generan miedo e incertidumbre”, dijo López a SEMANA.

Ante este panorama, los expertos se preguntan si esta generación es mejor o peor que las anteriores. Todos coinciden en que no es fácil dar una respuesta clara al respecto, pues como las demás tiene sus pros y contras. No cabe duda que los mileniales tienen un potencial para ser unos abanderados genuinos de un mundo mejor para todos, pero les falta ser más condescendientes e imponer sus modos de pensar de forma democrática y respetuosa. También recomiendan que en las casas y en los colegios se promuevan clases o lecciones de resiliencia, pues está comprobado que quienes desarrollan esta habilidad tienen mayor equilibrio frente a situaciones difíciles.

viernes, 2 de marzo de 2018

Son los niños adictos a los iPhones?

Inversores le pidieron a Apple investigar si el uso de sus dispositivos trae consecuencias negativas a los jóvenes usuarios.

 
¿Son los niños adictos a los iPhones? 

Dos importantes accionistas pidieron a Apple estudiar si sus iPhones son adictivos para los niños y si el uso intenso de estos teléfonos inteligentes puede ser nocivo para su salud mental.

"Hay bastantes pruebas de que, para al menos la mayoría de jóvenes usuarios, esto pueda tener consecuencias negativas inintencionadas" para su salud, explicaron Jana Partners LLC y la Asociación de Profesores Estatales Jubilados de California (Calstrs) en una carta enviada a Apple el 6 de enero y difundida el lunes.

Ambos entes advirtieron que la creciente ansiedad entre los jóvenes por el uso intenso de los iPhones "probablemente impactará incluso a Apple".

Los dos accionistas, que suman 2.000 millones de dólares en participaciones de Apple, pidieron a la compañía desarrollar más medios para que los padres puedan restringir a sus hijos el uso de teléfonos móviles.

"Pedimos específicamente que Apple cree un comité de expertos y especialistas para investigar y estudiar el asunto y monitorear los desarrollos tecnológicos", subrayaron.

"Por otro lado, animamos a Apple a ofrecer a los padres más herramientas mejorando los software de los dispositivos móviles para activar opciones relacionadas con la edad, incluido un tiempo máximo para mirar la pantalla", explicaron.

Los inversores apuntaron que enfrentar este tema ahora aumentará el valor de la compañía a largo plazo de cara a los accionistas.

Apple no ha respondido a la carta, pero sus iPhones ofrecen a los padres mecanismos para restringir el acceso a determinadas aplicaciones y contenido.

Aunque la carta está dirigida únicamente a Apple, hace tiempo que se abrió el debate sobre la exposición de los menores a los dispositivos tecnológicos.

Los inversores citaron un reciente estudio del Centro sobre los Medios de Comunicación y la Salud de los Niños y la Universidad de Alberta, según el cual tres de cada cuatro profesores afirman que la capacidad de los niños por concentrarse en temas educativos ha caído.

jueves, 1 de marzo de 2018

Qué poner en la lonchera para que su hijo tenga una merienda sana

Cada vez hay más preocupación entre los padres por la cantidad de azúcar que están consumiendo sus hijos, sobre todo en momentos en que muchos pediatras advierten que la cantidad de calorías que consumen está llevando a problemas de obesidad infantil.


En México, por ejemplo, una encuesta reveló que al menos 4,5 millones de los niños sufren de obesidad. Y en España se estima que el 25% de los niños tiene sobrepeso.

El Reino Unido comenzó el nuevo año con una campaña oficial en la que se insta a los padres a combatir el problema de obesidad infantil limitando las a dos por día, cada una con no más de 100 calorías, sin incluir frutas y vegetales.

Los responsables de la campaña señalan que, al menos en el Reino Unido, la mitad del azúcar que consumen los niños proviene de bebidas azucaradas y de meriendas nada saludables.

Y debido a esto, los niños pueden llegar a consumir hasta tres veces la cantidad de azúcar recomendada.

Entonces, ¿cuáles son los snacks que debemos incluir en las loncheras, y cuáles debemos evitar? BBC Mundo te ofrece algunas opciones.

Las frutas, una buena opción

Las frutas son una excelente opción a la hora de preparar las loncheras porque son ricas en fibras y se digieren mucho más lentamente y por tanto su niño se sentirá lleno por más tiempo.
Una banana -90 calorías
Una manzana -60 calorías
Cien gramos de zanahorias, 41 calorías.

Además el azúcar en la fruta es más saludable que la de otras fuentes como las bebidas gaseosas, ya que una porción suele contener no más de 20 gramos de azúcar. Y además tiene fibra y nutrientes como la vitamina C.
Cuidado con esa barra de chocolate


A los niños les encanta, y por eso con frecuencia colocamos barras de chocolate en las loncheras para endulzarles el recreo.

Pero, como snack, es probablemente una de las peores opciones y lo mismo puede decirse de las papas fritas.
Una barra de chocolate contiene alrededor de 200 calorías.
Cada paquete de papas fritas tiene al menos 190 calorías.
Un helado, aproximadamente alrededor de 175 calorías.
Las galletas dulces también son una mala idea, ya que contienen 32,8 gramos de azúcar por cada 100 gramos en comparación con 20 gramos de una porción de frutas.

Panes, panecillos y bebidas

Las bebidas gaseosas no son nada recomendadas, ya que tienen alto contenido de azúcar.

Controlar la cantidad de pan, tortas y panecillos que colocamos en las loncheras es esencial, ya que por lo general tienen alto contenido calorífico.

Los panecillos son los peores, ya que pueden tener hasta 300 calorías cada uno.

Y hay que tener mucho cuidado con las bebidas gaseosas, ya que cada lata tiene por lo general 138 calorías.

Algunas opciones saludables incluyen:
Una rebanada pequeña de pan negro (95 calorías) con un poco de queso bajo en grasa. Pero ten cuidado, porque si le agregas mantequilla puede que pase de las 130 calorías.
Las galletas de soda y las de arroz con queso o humus bajos en grasa.

Sustituir las gaseosas por agua o leche


Los niños de entre uno 4 y 6 años no deberían consumir al máximo entre 118 y 177 mililitros de jugos de fruta y los de entre 7 y 18 años, 236.

Y recuerde que hay que tener cuidado con los jugos de frutas. Los pediatras consideran que la fruta entera es una fuente de vitaminas y nutrientes mucho mejor que los jugos.

Los niños de entre uno 4 y 6 años deberían consumir al máximo entre 118 y 177 mililitros, o un tercio de una lata, y los de entre 7 y 18 años, 236.

Esto para evitar, entre otras cosas, problemas en las caries.

Justine Roberts, fundadora del sitio de internet Mumsnet, señala que la cantidad de snacks que se ofrecen en los supermercados es gigantesca, y muchas veces es difícil para los padres distinguir qué es saludable y qué no.

La campaña británica está dirigida a empoderar a los padres para que tomen decisiones más acertadas a la hora de decidir qué incluir en las loncheras de sus hijos.

Y expertos concuerdan en que campañas como estas podrían ser un primer paso para empezar a combatir el creciente problema de obesidad infantil en el mundo.

miércoles, 28 de febrero de 2018

Papás: sí es posible que los niños coman y salgan al parque

Con ayuda de del juego, sus hijos comprenderán mejor la importancia de una buena nutrición. 


El juego es clave para que los niños puedan aprender buenos hábitos de comida y ejercicio.

SUM: Si lo frustra ver a los pequeños mirando una pantalla todo el día y negándose a comer de manera balanceada tenga en cuenta este secreto para sacarlos de su silla y que disfruten el proceso.

¿Problemas para que su hijo deje la tableta o el celular y se vaya a jugar al parque? ¿Tiene que recurrir a la presión para que en el comedor escolar los estudiantes coman las verduras?

Por esas mismas dificultades pasaron papás y docentes de diez colegios de Montería, Cartagena y Tocancipá que hoy cuentan con orgullo cómo los niños ya no botan las verduras y entienden la importancia de hacer ejercicio e hidratarse.

Rachel Caravallo, coordinadora de convivencia de la Institución Educativa El Salvador, en Cartagena, cuenta que “es más difícil que el niño aprenda que debe alimentarse bien si uno está dando una charla. Hemos notado que los estudiantes han cambiado el concepto que tienen de las verduras, de las frutas, porque lo están aprendiendo jugando”.

Precisamente, en el juego ha estado el secreto del cambio. La Fundación Femsa y la Corporación Juego y Niñez están desarrollando el proyecto Ludonutrición en dichos colegios, con el propósito de fomentar prácticas saludables en 4.005 escolares y sus familias.

Por su parte, Ruth Camelo, directora de la corporación, asegura que “por dos años, niños, docentes y padres, a través del juego, han comprendido cómo aumentar el tiempo de actividad física diaria, cuáles son los grupos de alimentos y cómo integrar un plato balanceado en su alimentación, además de la importancia de la hidratación”.

En encuentros con padres y profesores, actividades en el aula de clase, tomas de calle y recreos chéveres –espacios en los que básicamente juegan–, adultos y niños han obtenido información sobre qué es una alimentación balanceada y por qué es importante, lo cual significa que hoy tienen conocimiento de los grupos de alimentos y de la necesidad de ingerir porciones variadas y nutritivas.

También saben que la actividad física diaria, la cual pueden efectuar en los recreos o en casa, es importante para su bienestar, combinada con una buena hidratación.
Dairo Edulfo Suárez, estudiante de tercero del colegio Bayunca, corregimiento a 40 minutos de Cartagena, lo tiene claro. Sin mucho pensarlo, dice: “El huevo, la carne, la leche y el yogur le dan proteínas al cuerpo, y eso sirve para crecer”.

“Para nosotros ha sido importante porque nos han enseñado cómo alimentar a los niños –dice Liliana Crespo, mamá de un estudiante de otro de los colegios–. También nos han enseñado a compartir con ellos con el juego y sobre el aseo personal”.

Con la experiencia que han adquirido en estos años, profesionales de las áreas de nutrición y pedagogía de la Corporación Juego y Niñez, apoyados en las ‘Guías alimentarias para la población colombiana mayor de 2 años’ y el plato saludable de la familia colombiana, del Icbf (2015), han elaborado una serie de actividades lúdicas para promover hábitos saludables en los niños que compartieron con EL TIEMPO.

Retos divertidos

Rápido y amoroso: niños y adultos, divididos en grupos, deben recibir el balón por encima y pasarlo por debajo de las piernas en menos de un minuto, ¡con cuidado! Los niños que cumplen el reto destapan el grupo de alimentos correspondiente a carnes, huevo y leguminosas. Ellos informarán a sus compañeros sobre las características de estos alimentos. La principal: son fuente de proteína, la cual ayuda a formar los músculos, esenciales para realizar movimientos.

Señor limón: sin moverse del puesto y usando una hoja de papel sin doblar que pasan a su compañero, los participantes deben llevar un limón a una canasta en dos minutos. Los niños que cumplan el reto primero destaparán el grupo de alimentos correspondiente a cereales, raíces y tubérculos. Ellos contarán a los demás que para realizar movimientos como correr, saltar, escribir, pensar y aprender se requiere tener energía, combustible para que el cuerpo funcione. La energía se encuentra en mayor cantidad en los cereales, raíces y tubérculos. Pueden hacer entre todos una lista de estas comidas.Siempre activos

Es recomendable mostrarles a los niños que fuerza, flexibilidad, resistencia y velocidad son cualidades para sentirse bien, y estas se desarrollan con la actividad física, desde practicar deporte hasta estar en movimiento en distintos momentos del día.

Una forma divertida de hacerlo: en un momento libre, puede jugar ‘Si fuéramos...’. La idea es que una persona diga “y si fuéramos...”, y agregue una palabra: ciclistas, nadadores, perros, abejas, licuadora...

Cada vez que se menciona la palabra, los participantes deben hacer la acción más representativa de esta.

Que los niños aprendan sobre los alimentos que ayudan a sentirse mejor también puede ser un proceso activo. Para esto, en materas puede mostrarles cómo es el cultivo de alimentos como lechugas, tomates, perejil y cilantro, y de hierbas como albahaca, hierbabuena y menta. ¡Basta con tener buena luz solar, agua y fertilizantes naturales para hacerlo!

martes, 27 de febrero de 2018

Motel mamá

¿Qué hacer cuando los hijos quieren quedarse a dormir con sus parejas en la casa? Estas son las reglas que proponen los expertos.


A la salida de una fiesta, Orlando le propuso a Lucía, una universitaria de 21 años, quedarse a dormir con él para evitar llevarla hasta su casa a esas horas de la noche. Aunque ella tenía miedo de encontrarse con la mamá de su novio, a quien todavía no había tenido el gusto de conocer, Lucía aceptó la oferta. Al otro día, mientras él aún dormía, escuchó que alguien abría la puerta de la habitación. Pensó que era la suegra, que muy seguramente al verla en la cama iba a insultarla y a ponerla de patitas en la calle. Para su sorpresa, la mamá entró con la bandeja del desayuno y le dio un amable saludo: “¡Debes ser la novia de Orlando!”

Escenas como esta todavía son un poco raras en la sociedad colombiana. Pero cada vez más los jóvenes están pidiendo a gritos que sus padres los dejen vivir su sexualidad en casa sin tanto drama. A pesar de que la mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes asumen este tipo de relaciones antes del matrimonio y los padres lo saben, la gran mayoría de estos aún no está preparada para el tema. Cuando lo prohíben tajantemente, los hijos terminan por salirse con la suya a punta de mentirillas.

Por ejemplo, cuando los padres dejan que la pareja se quede, pero en cuartos separados, se da la circunstancia perfecta para lo que ellos llaman ‘gatear’, es decir, pasarse a la cama del otro y volver a sus lugares al amanecer. A veces las parejas se quedan sin permiso de los papás y en la mañana deben escabullirse antes de que salga el sol, o pasar horas en el clóset o el baño de la habitación hasta que no haya moros en la costa.

Las mamás separadas o viudas tienden a ser más flexibles frente al tema, pero en general tanto papás como mamás siguen atados al pasado y a los estereotipos de género, por lo cual les dan más libertad a los hombres que a las mujeres. Para ellas es más difícil invitar al novio a su cama debido a que los padres en estos casos son más sensibles al ‘qué dirán’. Creen que si las dejan la sociedad las considerará mujeres fáciles que convirtieron su casa en un motel y a ellos en alcahuetas. 

De esta forma, los hijos no entienden por qué, si sus padres saben que ellos viven una sexualidad activa, no los dejan vivirla abiertamente en el lugar más seguro, que es su propia casa. Incluso, a veces quisieran que sus novias se quedaran simplemente por comodidad para no tener que llevarlas a su casa a medianoche. “Solo pido dormir con él en el sentido literal de la palabra. No haría nada sabiendo que mis papás están en el otro cuarto”, dice María Claudia, una joven de 23 años. 

Algunos jóvenes piensan que los papás quieren tapar el sol con las manos.“En el fondo ellos saben que uno lo va a hacer en las fincas o cuando ellos se vayan de la ciudad”, dice una joven. “Es como si los mayores dijeran ‘háganlo pero que yo no me dé cuenta’”, señala Julián, de 20 años. Y tal vez tienen razón. De otra forma no se entendería que los dejen viajar solos pero a la hora de quedarse en el mismo techo les digan que no. “Yo lo oigo mucho en consulta: que lo hagan por fuera pero en mi casa no”, dice la psicóloga Evelyn Peckel. 

La dificultad de los padres para decir ‘no’ tiene muchas explicaciones, y Nereyda Lacera, sexóloga de Profamilia, no cree que las morales sean las de más peso. Según ella, los mayores simplemente están repitiendo su experiencia pues la mayoría de quienes hoy tienen más de 50 años no habrían contemplado en sus años mozos pedirles eso a sus padres.

Otros son más abiertos frente a la sexualidad de sus hijos, pero tienen en consideración a los más pequeños que hay en casa y por eso evitan que el hijo o hija mayor tenga esos privilegios. “No quieren sentar un precedente”, dice Lacera. Algunos se fijan en la edad y la madurez de los hijos y piensan que los colegiales aún son muy pequeños para tener esas licencias. “A los padres también les da miedo que con estos permisos van a crear hijos ‘bon bril’, que se quedan cómodamente en la casa hasta pasados los 30 años porque sus padres les facilitan todo”, agrega la especialista. Otros lo prohíben porque son muy celosos de su intimidad, y mucho más cuando las viviendas de hoy son más pequeñas y las paredes más delgadas.

Los que les abren las puertas a las parejas de sus hijos por lo general son papás que han tenido una comunicación muy abierta. Carolina Mendoza, una madre de dos hijos, de 20 y 19 años, dice que nunca le ha puesto misterio a la sexualidad de ellos y, en consecuencia, un día cuando preguntaron con naturalidad si la novia se podía quedar, ella dio el visto bueno. “Yo consideré que era lo mejor pues lo contrario sería exponerlos a que vivan su sexualidad con ansiedad en cualquier parte y en circunstancias de inseguridad. Por eso hasta les compro los condones”. Carolina está convencida de que si se hace así, con naturalidad y sin tanto drama, ellos aprenden a proteger su sexualidad e incluso a retardar el momento de iniciar estas relaciones.

Eso mismo opina Amy Schalet, psicóloga de la Universidad de Massachusetts en Amherst, autora del libro Not Under My Roof, en el cual hace una comparación entre padres estadounidenses y holandeses sobre el tema. Sostiene que los estadounidenses, con su doble moral y su ‘relación esquizofrénica con la sexualidad adolescente’, tienen muchos más embarazos no deseados y abortos que los Países Bajos, donde hay mayor libertad. 

Schalet explica que “cuando el prospecto de la actividad sexual se discute abiertamente, los adolescentes las empiezan a planear y toman precauciones contra los peligros”. Todo lo contrario sucede en Estados Unidos donde muchos rechazan la idea de que los novios jóvenes duerman bajo el mismo techo. “Muchos papás ni siquiera se involucran en el tema de ayudarlos a conseguir los anticonceptivos”, dijo Schalet al diario The Boston Globe. 

En cierto modo, escribe la experta, esta libertad les daría más control a los padres para poner reglas sobre el tema. Además, como opina Lacera, en estas etapas de la vida estar cómodo y relajado es esencial para tener estas experiencias sin traumas. “Ellos también se intimidan en la casa de los suegros”, dice la sexóloga. “Cuando es así, a escondidas, los hombres con frecuencia se quejan de eyaculación precoz y ellas de falta de orgasmo”. 

Aun así, los expertos consultados consideran que los papás tienen la última palabra y cualquier cosa que decidan debe respetarse. Pero para tener una posición clara tienen que revisar concienzudamente lo que piensan. Según Peckel, muchos aceptan que las parejas se queden por ser queridos con sus hijos, pero se dan cuenta de que les incomoda, y cuando quieren revocar su decisión ya es muy tarde. Además, cualquiera que sea la decisión, va a generar resistencia y hay que estar preparado con argumentos para defenderla. En todo caso, se necesita valentía de parte y parte. Los jóvenes necesitan madurez para asumir el tema con responsabilidad y los padres desprenderse un poco de sus viejos esquemas y entender que la sexualidad de los jóvenes no se puede negar. Sería como ocultar el sol con las manos.

Las reglas

La sicóloga Palacio recomienda:

A los padres:

• Es diferente abrir la casa a esta posibilidad cuando son colegiales a cuando son universitarios. Ella recomienda esperar a que sean más grandes.

• Los padres deben pedir que solo vengan con una pareja regular con la que salen desde hace un año, para evitar que por la casa desfilen cada mes personas distintas.

• Se debe hablar abiertamente de la anticoncepción. No hacerlo es taparse los ojos. “Sería como ir a Brasil sin la vacuna de la fiebre amarilla”, dice.

A los hijos:

• El recato y la prudencia debe ser la norma que guíe al huésped. 

• No lleve la ropa ni deje el cepillo de dientes. Quedarse es una medida de emer-gencia y no debe volverse costumbre.

• No salga en paños menores ni en pijama.

• No se quede al desayuno, a menos que sea invitado.

lunes, 26 de febrero de 2018

Lo que debes hacer si te fue mal en las Pruebas Saber

Algunos expertos determinan que no existen resultados malos o buenos, sin embargo, sí dan un ponderado de desempeño de acuerdo con el área evaluada.

El examen lo puedes presentar varias veces. Esta prueba no se pierde como una evaluación habitual del colegio.
Lo que debes hacer si te fue mal en las Pruebas Saber

Presentar las Pruebas Saber es un requisito que todo estudiante debe cumplir para poder ingresar a la Educación Superior. No obstante, realizar este examen no te garantiza que vayas a ingresar a la Universidad a estudiar la carrera que tanto quieres. 

Estas pruebas no establecen resultados negativos o positivos, pues ese tipo de calificativo depende del programa académico al que quieras ingresar. Es decir, existen carreras universitarias que solo te exigen que hayas presentado las Pruebas Saber, mientras otras se interesan por detallar cómo te fue en algunas áreas afines con las temáticas de la profesión.

Por lo tanto, si tú presentaste este examen y los resultados que obtuviste no te alcanzaron para estudiar la carrera que anhelas, lo mejor es que te prepares nuevamente e identifiques en qué pudiste haber fallado, para así realizar otra vez la prueba y recibir puntajes más acordes con tus intereses académicos.

Rodrigo Fernando Acosta Trujillo, vicerrector académico y de investigaciones de la Corporación Unificada Nacional de Educación Superior (CUN), dice que "en caso de que el estudiante por x o y motivo no obtenga los resultados más adecuados, no tiene por qué estresarse".

Acosta aconseja que para afrontar la próxima prueba tengas claro que, por lo general, este tipo de exámenes son del mismo estilo y tienen las mismas distracciones, así que como ya la presentaste una vez, esa experiencia te servirá para afrontar la siguiente oportunidad.

Es aconsejable hacer simulacros antes de presentar el examen de Estado. 

De igual manera, la recomendación es hacer prácticas y cursos, con el fin de crear una estrategia para afrontar la evaluación, más allá del conocimiento adquirido. "La ventaja es que esos simulacros ahora se pueden descargar de internet o realizarlos en línea. Ahora es muy fácil encontrar ejercicios tipo Prueba Saber 11", expresa Acosta.

María del Mar Pulido Suárez, coordinadora de Éxito Estudiantil de la Universidad El Bosque, asegura que hay algunas técnicas claves para tener en cuenta en el momento de la preparación y presentación de las Pruebas Saber. Por ejemplo, mejorar la comunicación escrita. Debes saber cómo construir un ensayo argumentativo breve. Además, hacer lecturas críticas. Se requiere comprender cómo reconstruir un argumento y cómo evaluarlo.

También es importante el razonamiento cuantitativo, porque es necesario saber cómo obtener porcentajes, intereses y cómo interpretar estadísticas en tablas o en gráficas. De igual manera, el inglés tiene un componente significativo.

Finalmente, Pulido aconseja tener en cuenta las competencias ciudadanas, y asegura que se centran en el análisis de casos y de problemáticas sobre derechos fundamentales de la Constitución de 1991, junto con la organización del Estado y sus funciones.