Con ayuda de del juego, sus hijos comprenderán mejor la importancia de una buena nutrición.
El juego es clave para que los niños puedan aprender buenos hábitos de comida y ejercicio.
SUM: Si lo frustra ver a los pequeños mirando una pantalla todo el día y negándose a comer de manera balanceada tenga en cuenta este secreto para sacarlos de su silla y que disfruten el proceso.
¿Problemas para que su hijo deje la tableta o el celular y se vaya a jugar al parque? ¿Tiene que recurrir a la presión para que en el comedor escolar los estudiantes coman las verduras?
Por esas mismas dificultades pasaron papás y docentes de diez colegios de Montería, Cartagena y Tocancipá que hoy cuentan con orgullo cómo los niños ya no botan las verduras y entienden la importancia de hacer ejercicio e hidratarse.
Rachel Caravallo, coordinadora de convivencia de la Institución Educativa El Salvador, en Cartagena, cuenta que “es más difícil que el niño aprenda que debe alimentarse bien si uno está dando una charla. Hemos notado que los estudiantes han cambiado el concepto que tienen de las verduras, de las frutas, porque lo están aprendiendo jugando”.
Precisamente, en el juego ha estado el secreto del cambio. La Fundación Femsa y la Corporación Juego y Niñez están desarrollando el proyecto Ludonutrición en dichos colegios, con el propósito de fomentar prácticas saludables en 4.005 escolares y sus familias.
Por su parte, Ruth Camelo, directora de la corporación, asegura que “por dos años, niños, docentes y padres, a través del juego, han comprendido cómo aumentar el tiempo de actividad física diaria, cuáles son los grupos de alimentos y cómo integrar un plato balanceado en su alimentación, además de la importancia de la hidratación”.
En encuentros con padres y profesores, actividades en el aula de clase, tomas de calle y recreos chéveres –espacios en los que básicamente juegan–, adultos y niños han obtenido información sobre qué es una alimentación balanceada y por qué es importante, lo cual significa que hoy tienen conocimiento de los grupos de alimentos y de la necesidad de ingerir porciones variadas y nutritivas.
También saben que la actividad física diaria, la cual pueden efectuar en los recreos o en casa, es importante para su bienestar, combinada con una buena hidratación.
Dairo Edulfo Suárez, estudiante de tercero del colegio Bayunca, corregimiento a 40 minutos de Cartagena, lo tiene claro. Sin mucho pensarlo, dice: “El huevo, la carne, la leche y el yogur le dan proteínas al cuerpo, y eso sirve para crecer”.
“Para nosotros ha sido importante porque nos han enseñado cómo alimentar a los niños –dice Liliana Crespo, mamá de un estudiante de otro de los colegios–. También nos han enseñado a compartir con ellos con el juego y sobre el aseo personal”.
Con la experiencia que han adquirido en estos años, profesionales de las áreas de nutrición y pedagogía de la Corporación Juego y Niñez, apoyados en las ‘Guías alimentarias para la población colombiana mayor de 2 años’ y el plato saludable de la familia colombiana, del Icbf (2015), han elaborado una serie de actividades lúdicas para promover hábitos saludables en los niños que compartieron con EL TIEMPO.
Retos divertidos
Rápido y amoroso: niños y adultos, divididos en grupos, deben recibir el balón por encima y pasarlo por debajo de las piernas en menos de un minuto, ¡con cuidado! Los niños que cumplen el reto destapan el grupo de alimentos correspondiente a carnes, huevo y leguminosas. Ellos informarán a sus compañeros sobre las características de estos alimentos. La principal: son fuente de proteína, la cual ayuda a formar los músculos, esenciales para realizar movimientos.
Señor limón: sin moverse del puesto y usando una hoja de papel sin doblar que pasan a su compañero, los participantes deben llevar un limón a una canasta en dos minutos. Los niños que cumplan el reto primero destaparán el grupo de alimentos correspondiente a cereales, raíces y tubérculos. Ellos contarán a los demás que para realizar movimientos como correr, saltar, escribir, pensar y aprender se requiere tener energía, combustible para que el cuerpo funcione. La energía se encuentra en mayor cantidad en los cereales, raíces y tubérculos. Pueden hacer entre todos una lista de estas comidas.Siempre activos
Es recomendable mostrarles a los niños que fuerza, flexibilidad, resistencia y velocidad son cualidades para sentirse bien, y estas se desarrollan con la actividad física, desde practicar deporte hasta estar en movimiento en distintos momentos del día.
Una forma divertida de hacerlo: en un momento libre, puede jugar ‘Si fuéramos...’. La idea es que una persona diga “y si fuéramos...”, y agregue una palabra: ciclistas, nadadores, perros, abejas, licuadora...
Cada vez que se menciona la palabra, los participantes deben hacer la acción más representativa de esta.
Que los niños aprendan sobre los alimentos que ayudan a sentirse mejor también puede ser un proceso activo. Para esto, en materas puede mostrarles cómo es el cultivo de alimentos como lechugas, tomates, perejil y cilantro, y de hierbas como albahaca, hierbabuena y menta. ¡Basta con tener buena luz solar, agua y fertilizantes naturales para hacerlo!