martes, 18 de octubre de 2022

El ocaso del espermatozoide

Para el 2045 no habría materia prima suficiente para mantener la natural tendencia reproductiva.

Un sector del mundo científico está preocupado por la posibilidad de que la raza humana pueda extinguirse no por causa de un cataclismo –que es lo que se ha venido vaticinando–, sino por el poder depredador que el Homo sapiens ha venido ejerciendo sobre la naturaleza misma. Por ejemplo, el calentamiento terrestre, con sus lentos pero deletéreos efectos. Pero, ¡oh sorpresa!, otra posibilidad es que ese desastre catastrófico provenga de los testículos de los exponentes viriles de la especie humana, que cada vez producen menos espermatozoides; además, muchos de ellos de pobre calidad.

'Count Down' (Scribner, 2021) es un libro escrito por la médica epidemióloga norteamericana Shanna H. Swan en asocio de Stacey Colino. La doctora Swan es experta también en reproducción humana y labora en el Mount Sinai Medical Center de Nueva York. El libro cuenta que desde 1992 le han venido siguiendo la pista al comportamiento de los espermatozoides y los óvulos humanos, relacionándolo con el estilo de vida y la exposición a algunas sustancias químicas (“disruptores químicos endocrinos”), como las que se encuentran en plásticos, alimentos empacados, desodorantes en aerosol, cremas de afeitar, y hasta en el agua embotellada.

Por cálculos de la doctora Swan, si las cosas continúan como van, para el 2045 no habría materia prima suficiente para que la humanidad mantenga su natural tendencia reproductiva. Un varón de la época actual produce la mitad de los espermatozoides que producía su abuelo. Es decir, a partir de la segunda mitad del presente siglo será evidente el declive u ocaso de la especie humana. La humanidad se irá extinguiendo poco a poco por agotamiento de la batería de la fuente generadora. Sus predicciones parecen traídas de los cabellos, ¿verdad? Por eso han sido recibidas con escepticismo en sectores dedicados a la investigación científica. Para algunos, no pasan de ser simples especulaciones, con visos novelescos.

Sin yo ser una autoridad en la materia, sino un simple diletante en el campo de la reproducción humana, me coloco en una posición más bien dubitativa. Me pregunto: “¿Qué tal que la doctora Swan tenga razón? ¿Qué tal que su angustioso llamado no sea escuchado y la humanidad se encuentre al cabo de unos cuantos decenios frente a legiones de varones y mujeres infértiles y nuestra especie en vía de desaparecer?”.

Creo que los vaticinios de la inquieta investigadora no deben echarse en saco roto, sino que deben asumirse como una evidente amenaza. Por ejemplo, se me ocurre que la Organización Mundial de la Salud debería crear una Comisión Internacional de Sabios para que se ocupara de certificar la validez de tan preocupantes predicciones. De ser ciertas, entonces el mundo entero –como sucede con el covid-19– deberá hacer un frente común, ahora en defensa de los nobles óvulos y espermatozoides, gérmenes de la especie humana. No sería insólito que los acuciosos científicos descubrieran pronto una vacuna salvadora “antidisruptores químicos endocrinos”.

Por mi parte, consultando mi libro 'Ciencia y reproducción humana' (Editorial Universidad Nacional, 1991), voy a hacer un aporte desempolvando los antecedentes históricos del espermatozoide, ese personaje microscópico que hoy tiene en ascuas a los investigadores en reproducción humana y en demografía. Conocer su biografía permitirá hacerle un reconocimiento a la ímproba labor que ha venido cumpliendo desde cuando el hombre (Adán) y la mujer (Eva) aparecieron sobre la Tierra y, por designio divino, comenzaron a poblar el mundo. Creo que hay razones para que surja una cruzada mundial en su defensa.

Desde muy antiguo, el hombre ha cavilado acerca de la reproducción de las especies animales, en particular de la suya. El deseo instintivo del apareamiento, de la unión de los sexos, permitía deducir que para que se formara un nuevo ser era inexorable la participación tanto del macho como de la hembra. Pero ¿cuál era la real participación de aquel y de esta?; ¿qué cosas sucedían en la intimidad del organismo femenino?; ¿cómo era posible que de la cópula resultara un elemento humano más, tan maravillosamente bien formado y capaz, con el paso de los años, de reproducirse también?

lunes, 17 de octubre de 2022

Por qué no debemos castigar a los perros?

Los aversivos no funcionan en la educación canina

Uno de los problemas que más nos reportan las familias multiespecie, por los cuales nos piden ayuda, es porque sus perros ladran.

Ladran de maneras que, a nivel humano, social o para su bienestar emocional, no son las más equilibradas.

Y muchas veces, nos llegan después de haber probado técnicas que prometen resultados rápidos pero que, en muchas ocasiones, utilizan aversivos para el perro.

Ya somos muchos los profesionales que decimos un NO rotundo cuando se trata de aplicar estas herramientas.

Así pues, te invito a ti a hacer lo mismo.

Te lo cuento:

Simplemente di NO a los collares antiladridos, de ahogo, de citronela, de ultrasonidos, bocinas de aire, botellas con chorro de agua y otros castigos.

Hay varias razones por las que no usamos este tipo de castigo por ladrar.

Primero: no me gusta hacerle nada a mi perro que sea intimidante o que le cause dolor o miedo.

Los collares de descargas, por ejemplo, funcionan creando dolor; los que hacen ruido, como las bocinas de aire, funcionan asustando al perro; los collares de citronela y las botellas rociadoras funcionan asustando al perro o creando una sensación desagradable.

No quiero hacerle ninguna de estas cosas a mi perro. No hace falta, y no ayuda, para nada, al aprendizaje.

Y recordemos siempre la máxima de “No quieras para los demás lo que no quieras para ti mism@”.

No creo que sean particularmente efectivos en la mayoría de las situaciones.

Si bien a veces se puede ver un cambio a corto plazo en el comportamiento, a la larga el perro siempre vuelve a ladrar. Y las pocas veces que hemos visto que con los aversivos el perro deja de ladrar a largo plazo, una elección más amable también habría funcionado.

Las consecuencias del uso de estos dispositivos pueden ser significativas.

Los collares de choque pueden causar problemas de agresión, los de sonido pueden aumentar los problemas de sobresalto y sonido, y las botellas con chorro pueden hacer que tu perro quiera evitarlo.

Si sumamos todo esto a los efectos que puede tener a nivel fisiológico y de asociación de estímulos del entorno con el dolor y el miedo, estamos ante herramientas que pueden causar una auténtica bomba de relojería.

Numerosos estudios en las últimas 2 décadas han demostrado que la educación canina amable con nuestros perros da mejores resultados a largo plazo, más consistentes, mientras que el uso de aversivos, aunque en un primer momento pueda parecer que ofrezca una rápida solución, tiene efectos a medio y largo plazo negativos, tanto en el bienestar como en el comportamiento de nuestros perros.

domingo, 16 de octubre de 2022

El de la selfi, uno de los 743 museos que tiene Colombia


El Selfie Museo no ha cumplido ni un año en Bogotá y el próximo jueves se abrirá sede en Medellín.

El país tiene un museo por cada 68.600 habitantes. En plena pandemia se registraron formalmente 31.

Entre julio de 2020 y marzo de 2022, en el país se registraron formalmente 31 museos. En esos 20 meses, el Sistema de Información de Museos Colombianos (Simco), adscrito al Ministerio de Cultura y gerenciado por el Museo Nacional, pasó de tener 452 a contar con 483 entidades en su radar. Esto se traduce en que cada dos meses ‘nacen’ unos tres museos.

Lo anterior no significa que el momento en el que son registrados en el Simco coincida siempre con la fecha de creación de los museos, así como tampoco quiere decir que sean los únicos que existen en Colombia. De hecho, se tienen identificados 743 en el territorio nacional, por lo que –partiendo de una base de unos 51 millones de habitantes– se puede decir que en el país hay un museo por cada 68.600 personas. Estos se encuentran en 193 municipios –es decir, en el 17,5 por ciento del total– de 27 departamentos. Antioquia es el que más reporta (88).

Las cifras nos ubican por encima de Venezuela, donde hay uno por cada 91.900 individuos; de Ecuador, con uno por cada 100.500, y de Perú, que tiene alrededor de uno por cada 102.100, según datos tomados del Observatorio Iberoamericano de Museos.

Pero no todos han logrado mantenerse en el tiempo. Aunque desde 2013 se han sumado más de cien museos en Colombia, también “se tiene noticia del cierre de 18 museos en el mismo lapso, como el de las Marionetas, el de los Niños y el de la Basura”, informa Santiago Jara Ramírez, coordinador del Programa de Fortalecimiento de Museos (PFM), del Ministerio de Cultura. Eso sí, destaca que hasta el momento “no se ha informado el cierre de un museo debido a la pandemia del covid-19”.¿Y qué se puede encontrar?

En la lista figuran desde pequeñas colecciones escolares, como la de la Normal Superior de Medellín, hasta los más de 25.000 símbolos, objetos y obras de la historia del país presentes en diecisiete salas de exposición del Museo Nacional, ente rector de la política pública de museos en el país, que en 2023 cumplirá 200 años de funcionamiento.

“Por ser el más antiguo de Colombia (y el segundo de América Latina), coordina el resto de museos. Pero cada uno, sea público o privado, tiene su autonomía”, aclara Juliana Restrepo Tirado, directora de esta entidad.

Existen unos tan inusuales como el Museo de la Llanta o el de la Lepra, en San Francisco y Agua de Dios (Cundinamarca); modernos como el de la Selfie, en Bogotá; o incluso universales e históricos, como el Museo del Oro, también en la capital.


El Selfie Museo, que abrió sus puertas en Bogotá en junio de 2021, inaugurará una sede en Medellín.

Algunos han preferido rendir homenaje a los productos emblemáticos de las diferentes regiones. Por eso hay Museo de la Cestería de Bejucos en Filandia (Quindío), del Calabazo en San Antero (Córdoba), del Petróleo en Barrancabermeja (Santander), de la Siderurgia en Nobsa (Boyacá) y de la Caña de Azúcar en varios municipios del Valle del Cauca.

De igual manera, existen colecciones dedicadas a la vida de personajes que han dejado huella en el país y ocupan las viviendas en las que estos nacieron, habitaron o murieron. Hoy, 83 casas museo mantienen vivo el legado de políticos, próceres, escritores y demás personalidades, como Jorge Eliécer Gaitán, Gabriel García Márquez, Simón Bolívar, Porfirio Barba Jacob y santa Laura Montoya. La más visitada es la Hacienda El Paraíso, en El Cerrito (Valle), donde vivió el novelista Jorge Isaacs.

Pero incluso los feligreses tienen sus propias colecciones. No hay que olvidar que en Bogotá, por ejemplo, funciona el único templo museo del país: la iglesia Santa Clara, construida en 1629 y declarada bien de interés cultural en 1975. Desde 1983 se ha dedicado a exponer arte religioso.

Historia y arte lideran

De acuerdo con la información reportada en el Simco del PFM, entre las 483 entidades registradas formalmente, las que tienen mayor participación son las de colección museográfica y sala museal. En el país hay 111 de este tipo, lo que representa el 22,9 por ciento del total.

Estos son lugares que, sin estar constituidos propiamente como museos, cuentan con una colección o un espacio de exhibición que permite que sean reconocidos como tal. Es el caso de, por ejemplo, el Archivo Histórico del Atlántico, la Cineteca Pública de Santander o algunas sedes de la Alianza Francesa en el país.

Los de menor volumen son los museos virtuales y las colecciones digitales, que representan apenas el 0,8 por ciento, pues solo hay cuatro en Colombia: el Museo Comunitario Santos Gutiérrez, que preserva las costumbres de El Cocuy (Boyacá); el Víztaz, sobre fotografía; el de Memorias del Periodismo y el Museo Virtual del Sena, una experiencia que recorre 12 salas de exposición sobre fotografía, arte, literatura y otras temáticas.

Asimismo, las entidades museales se clasifican por su tipo de colección. De las nueve que tiene el Simco, encabezan el listado las de historia, que ocupan 103 instituciones, y las de arte, que tienen sus espacios en 101 museos. Entre las dos acaparan casi la mitad de los museos: el 42 por ciento.

Un museo exitoso puede ser aquel que logra involucrarse de manera horizontal con sus comunidades y su territorio y conectarse con sus necesidades.

Las colecciones que tienen poca proporción son las de ciencia y tecnología (en 25 museos), las antropológicas (en 23) y unas de gran relevancia en este, un país marcado por la guerra: las de memoria, enfocadas en los procesos del conflicto y presentes en 22 espacios.

En cuanto a los museos más visitados, según la información obtenida por el Simco en 2019 –últimos datos disponibles–, el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe (Medellín) es de los que más personas recibe: 2 millones ese año. También el Museo Libre de Arte Público, en Cali (1,8 millones), y el zoológico de esa ciudad (447.398), el cual se enmarca en la categoría de entidades con colecciones vivas.

Pero más allá de las cifras, desde el PFM señalan que los logros de estas entidades se ven desde distintos ángulos. “Un museo exitoso puede ser aquel que logra involucrarse de manera horizontal con sus comunidades y su territorio y conectarse con sus necesidades”, dicen. Entre los museos que logran esa conexión y diálogo creativo con sus entornos se destacan el de San Jacinto (Bolívar), el Museo El Peñol (Antioquia), el Museo Mulaló (Valle), el del Río Magdalena (Tolima) y el Museo del Algodón y el Lienzo de la Tierra (Santander).Proyectos pendientes

Y así como hay recintos con una larga trayectoria, también se tienen varios en proyecto. Es el caso del Museo del Mar de Tumaco, el del Humor, el de la Identidad Pacífica y el Afro (en Cali), entre otros. En apoyo a este último, el Museo Nacional inauguró el pasado 15 de marzo la sala de exposiciones ‘Paisajes de Buenaventura: arte vida y resistencias’, que contó con la presencia de la ministra de Cultura, Angélica María Mayolo Obregón, natal de este puerto del Valle.

“El sector museal en Colombia les está poniendo el ojo a las regiones. Se tiene planeado enfocarse en una por año. En 2022, el centro es el Museo Afro, pero hace falta reconocer la diversidad étnica de nuestro país a través de museos que cuenten la riqueza lingüística y patrimonial de las comunidades indígenas”, detalló la ministra.

Otro proyecto en curso se encuentra en Bogotá. El Bronx Distrito Creativo busca proyectar este sitio, antes sumido en el tráfico y consumo de drogas, como “un sector que articule y haga visible el saber comunitario y el valor de las prácticas y los oficios que han forjado la historia del centro de la ciudad”, explica el Co-laboratorio de Creación y Memoria, grupo líder de la iniciativa. Se esperaba que abriera sus puertas al público en 2020, pero los problemas derivados de la pandemia retrasaron su inauguración. Sigue en proceso, y se proponen finalizar este año.Enfermedad, momias y selfis: tres llamativos enfoques

La lista de museos curiosos en el país es larga. Entre ellos se cuenta uno dedicado a una estigmatizada enfermedad.

En 1867, habitantes de Tocaima que padecían el mal de Hansen, más conocido como lepra, y eran rechazados por esto se refugiaron en un territorio en el suroccidente de Cundinamarca con fuentes de agua azufrada, que favorecían su salud. Por sus cualidades, el lugar se llamó Agua de Dios.

Desde 1894 fue un pueblo en el que se recluían exclusivamente los leprosos, y contaba con un cerco para evitar la entrada de sanos y la salida de contagiados. Solo a partir de 1963 se restablecieron los derechos civiles y políticos de los enfermos y este se convirtió en un municipio como cualquier otro.

El sanatorio del pueblo, dirigido por el investigador Juan de Dios Carrasquilla, que desde 1924 hasta 1961 funcionó como lazareto o leprocomio, en enero de 2010 se convirtió en el Museo Médico de la Lepra, que muestra la desconocida y estigmatizada historia de la enfermedad en Colombia. Cuenta con colecciones de las cédulas especiales de los aguadedioscenses, su moneda propia (llamada coscoja) y los elementos médicos que se utilizaban para tratar y experimentar con los enfermos. Su carácter único lo vuelve uno de los museos más curiosos del país.

La selfi, un nueva mirada

En La Candelaria, uno de los barrios más tradicionales de Bogotá, funciona un original espacio dedicado únicamente a las autofotos: el Selfie Museo.

El sitio, que en junio cumplirá apenas un año de existencia, cuenta con ocho habitaciones para entretenerse y capturar imágenes insólitas. Cada una es un estudio fotográfico independiente, con buena iluminación, trípode y otros elementos como herramientas para convertir al visitante en un artista, de cuya creatividad depende la calidad de las fotos que resulten. El 31 de marzo se inaugurará su sede en Medellín.Momias colombianas

El municipio de San Bernardo, en Cundinamarca, es el único del país que tiene momias. Su cementerio, el Mausoleo José Arquímedes Castro, funciona como museo desde la década de 1980, cuando se comenzó a registrar un gran estado de conservación de los cadáveres que se exhumaban, por lo que tiene el lujo de exponer solo cuerpos momificados.

A diferencia de cualquier camposanto, este no es un espacio lúgubre y solitario. Por el contrario, permanece iluminado y con turistas interesados en esta peculiar historia.
El origen de las momias tiene dos teorías. La primera afirma que la momificación, muy distinta de la practicada por los egipcios, se dio naturalmente por los hábitos alimenticios de los pobladores, basados en el consumo de cidra y chachafruto. La otra hipótesis argumenta que la conservación de los cadáveres se debe al gran fervor de los sanbernardinos.

sábado, 15 de octubre de 2022

Colombia debe encaminarse hacia un buen manejo de residuos sólidos



Actualmente, se manejan los rellenos sanitarios, pero se deben implementar nuevas tecnologías.

Un 33, 45 % aún se clasifican como sitios no autorizados y persisten 84 botaderos a cielo abierto.

En los próximos 5 años cerca de 15 millones de colombianos se verán enfrentados a una problemática sanitaria y de salud pública si no se comienzan a implementar unas estrategias para el buen manejo y aprovechamiento de los residuos sólidos entre los diferentes actores involucrados.

Por ello, Asocapitales organizó el foro ‘Los residuos sólidos no son basura: retos y oportunidades para su gestión integral en las ciudades’,

En el encuentro participaron el Gobierno Nacional, el sistema judicial y legislativo, las autoridades ambientales, alcaldes, gobernadores y prestadores de servicio público.

Juan Carlos Cárdenas, alcalde de Bucaramanga y presidente de Asocapitales, aseguró que se debe buscar una solución definitiva y construida colectivamente para evitar que las basuras invadan las calles. “Hace 20 años se manejaban botaderos a cielo abierto. Actualmente, se manejan los rellenos sanitarios, pero todavía hay una ciudad, Mitú, que tiene un botadero a cielo abierto y necesitamos resolver esta situación”, precisó Cárdenas.

Durante 2020 el 66, 55 por ciento de los sitios de disposición final en el país correspondían a sitios autorizados: rellenos sanitarios y celdas de contingencia; sin embargo, el 23, 28 por ciento de los sitios autorizados tienen una vida útil menor a tres años. Adicionalmente, un 33, 45 por ciento de los sitios aún se clasifican como no autorizados y persisten 84 botaderos a cielo abierto.

Según explicó Cárdenas, para hacer un relleno sanitario se necesitan cerca de 50.000 millones de pesos y una inversión de 150 millones de pesos para implementar nueva tecnología, por lo que se requiere de un gran esfuerzo financiero para generar un cambio en la forma en que se aprovechan los residuos sólidos en el país.

Ninguna de las tecnologías de hoy en el mundo funciona bien si no se hace una buena separación en la fuente o si no sacamos los residuos en los horarios previamente establecidos

“Además se necesita de una línea base ambiental para las nuevas tecnologías, garantizada por el Gobierno; un marco tarifario, planes de gestión, así como estímulos e incentivos para que las buenas prácticas motiven a avanzar en cultura ciudadana, y fomentar la educación desde los colegios”, añadió Cárdenas.

A su turno, Helbert Panqueva, gerente de la empresa de Aseo de Bucaramanga, enfatizó en que “ninguna de las tecnologías de hoy en el mundo funciona bien si no se hace una buena separación en la fuente o si no sacamos los residuos en los horarios previamente establecidos”, por lo que el papel de la ciudadanía es vital en este proceso.

Panqueva agregó que para lograr la transformación de los rellenos todas las soluciones que se implementen deben ser graduales, porque “no hay soluciones mágicas en temas de residuos, y las alternativas tecnológicas son necesarias para crear ciudades innovadoras”, dijo Panqueva.

El panorama del manejo de residuos en Colombia es muy similar al que se da en América Latina. Según explicó Marcelo Rosso, gerente regional para América Latina de Iswa (International Solid Waste Association), Lationamérica contribuye con el 11 por ciento de la generación de residuos sólidos a nivel mundial, y el 44 por ciento de estos corresponde al tipo de bioresiduos.

“En Latinoamérica el 27 por ciento de las basuras se maneja a cielo abierto y solo el 4,5 por ciento de los residuos generados son reciclados, por lo que aún queda un largo camino por recorrer”, aseguró Rosso y añadió “lo primero que debemos hacer es erradicar los basureros a cielo abierto y que el 52 por ciento de los bioresiduos que no se están aprovechando correctamente porque se van a disposición final se puedan aprovechar con la implementación de nuevas tecnologías”.

Entre las alternativas tecnológicas está el tratamiento de residuos áridos, el de poda, el mecánico biológico, el tratamiento de NFU, la valorización térmica y energética, y el tratamiento de RAEE.

Por su parte, Laura Pabón, subdirectora general de prospectiva y desarrollo nacional del Departamento Nacional de Planeación (DNP), reveló unas cifras sobre el panorama en Colombia.

“Ciudades capitales como Cartagena, Ibagué, Riohacha y Yopal tienen rellenos sanitarios a los cuales se les acaba la vida útil entre 2022 y 2024. En Bogotá, la licencia de operación del relleno sanitario doña Juana expira en 2025”, aclaró Pabón. Por lo que considera necesario hacer una estandarización de un proyecto para mejorar la logística del aprovechamiento a través de estaciones de clasificación y aprovechamiento (ECA).

Frente a los retos, encaminados a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), Pabón resaltó que el sector de residuos debe contribuir a la meta de reducción del 51 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero. “Se habla de 166 megatoneladas de dióxido de carbono menos”, aclaró Pabón y resaltó que el país cuenta con instrumentos de política para avanzar en una gestión de residuos que contribuya en la transición hacia un modelo de economía circular.

Mientras tanto, José Luis Acero, Viceministro de Agua Potable y Saneamiento, destacó entre los cambios necesarios que hay una “gran oportunidad de aprovechamiento de residuos para generar energía, en lugar de un relleno tener un parque tecnológico de aprovechamiento, de generación de biogás, de plástico, de metales, de arena, de energía, como una forma de garantía para aprovechar los residuos que se generan en las ciudades”, enfatizó Acero.

viernes, 14 de octubre de 2022

Colombia ‘se raja’ en políticas y objetivos climáticos, según Climate Action Tracker

«Altamente insuficiente». Así calificó Climate Action Tracker (CAT) las metas y políticas climáticas de Colombia, lo cual indica que sus compromisos no son consistentes con el límite en el aumento de temperatura de 1,5°C establecido en el Acuerdo de París y provocan un aumento de las emisiones. Por lo tanto, el país requiere políticas y metas claras que hagan viable la reducción de emisiones y sus responsabilidades globales.

De acuerdo con el informe publicado por el CAT, la razón de esta calificación es que las políticas y metas climáticas del país no están alineadas con los objetivos de cambio climático.

«Las políticas actuales y las que están siendo planeadas no son suficientes para alcanzar sus objetivos. Esto es delicado, y quiere decir que el país tiene que diseñar políticas o medidas mucho más estrictas y ambiciosas para alinearse con sus propias metas de mitigación de cambio climático y con el Acuerdo de París», indica Gustavo Adán De Vivero Serrano, analista de políticas climáticas en NewClimate Institute, organización que hace parte del Climate Action Tracker.

Climate Action Tracker. Puede encontrar toda la información correspondiente a Colombia en este enlace.

Al analizar las metas de Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) que actualizó Colombia en diciembre de 2020, se evidencian contradicciones entre los objetivos planteados, las acciones que se van a implementar y la realidad del manejo ambiental del país. Estos aspectos son los que dejan al país en una posición inestable. Al respecto, De Vivero Serrano –uno de los gestores del informe– explica las implicaciones de estas medidas.

«Los objetivos climáticos que proponen indican que la mayor cantidad de las emisiones a reducir, hasta un 70 %, vienen del manejo de suelos, mediante la reducción de la deforestación y la restauración forestal. Esto tendría sentido porque es el sector que más contribuye con las emisiones totales del país, pero contrasta con la situación actual, que año con año aumenta la deforestación, como se evidenció en 2020, cuando se llegó a 170.000 hectáreas deforestadas. Adicionalmente, el gobierno propone en su Plan de Desarrollo Nacional 2018-2022 subir esa deforestación a 220.000 hectáreas, cuando la meta debe ser 0. Esto no se alinea con sus propios objetivos, y si Colombia sigue aumentando la deforestación no va a lograr las metas que se propone».

Excluyendo el uso de la tierra, la energía es el segundo sector emisor más grande de Colombia, a pesar del énfasis en el crecimiento ‘verde’ planteado en la Política para la Reactivación y el Crecimiento Sostenible e Incluyente (PRCSI). CAT precisa que Colombia incluye pocos proyectos que se centren en reducir en gran medida el consumo de combustibles fósiles; de hecho, según un informe reciente sobre la transición energética en curso en Colombia, se consideran fuentes viables «bajas en emisiones» para todo, desde la electricidad –sin importar su fuente y el transporte hasta la calefacción y cogeneración con geotermia– y otras fuentes de energía en la industria.

«La economía colombiana, que en gran medida depende del carbón, les sigue apostando a combustibles fósiles con fracking. De continuar así va a afectar su propia economía porque va a tener altos costos ambientales y financieros, pues los países están apostando a la descarbonización y, próximamente, compañías y bancos multilaterales dejarán de invertir en combustibles fósiles, dejando a Colombia con activos varados y con pérdidas económicas», puntualiza De Vivero Serrano.

El reporte enfatiza que los sectores energético y agrícola seguirán siendo los de mayor emisión de la economía colombiana hasta 2030. Sin embargo, hasta el momento, no se han publicado planes de mitigación actualizados para estos sectores, ni para la industria o el transporte. Colombia necesitará implementar políticas adicionales utilizando sus propios recursos, pero también necesitará apoyo internacional para implementar políticas adicionales en línea con la descarbonización total.

Esta radiografía de las políticas y objetivos climáticos que ‘raja’ a Colombia en su calificación evidencia que el país debe alinear sus políticas, acciones y economía hacia un futuro sostenible. Esta es una problemática que se debe bordar como nación, como humanidad. Los gobiernos son coyunturales, pero los impactos climáticos son permanentes, así que se deben tomar acciones inmediatas de fondo y claras, para ser parte de la solución y no del problema.

jueves, 13 de octubre de 2022

Los científicos que quieren 'resucitar' mamuts para salvar el planeta


Los mamuts lanudos se extinguieron hace milenios, pero la ingeniería genética podría traerlos de vuelta a la Tierra.

El proyecto de ingeniería genética cree que esto podría ayudar a requilibrar el medio ambiente.

¿Pueden los mamuts lanudos volver a vivir en la Tierra? Es lo que se ha propuesto un grupo de científicos y empresarios, que ya ha recibido US$ 15 millones para lograr el cometido.

La empresa Colossal busca desarrollar con ese presupuesto tecnologías de ingeniería genética para crear un híbrido entre el mamut y el elefante asiático, acercándose lo más posible a los mamuts que alguna vez habitaron nuestro planeta.

Una vez logrado este objetivo, el siguiente paso sería poblar partes de Siberia con estos animales, buscando el requilibrio ambiental.

"Eso marcará la diferencia en el mundo", dijo el biólogo George Church, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, en una entrevista con el diario estadounidense The New York Times.

Durante los últimos ocho años, Church ha pasado gran parte de su tiempo gestionando el proyecto con otros entusiastas de la idea.

El punto de partida de su trabajo es el material genético de restos congelados de mamuts que murieron hace muchos milenios.

Pero también hay quienes se oponen a la idea, citando problemas éticos en el rescate de animales gigantes de la extinción.

También preocupa la imprevisibilidad de saber cómo se comportarían estos mamuts en la Tierra hoy día.

"Hay muchísimos problemas con los que se encontrarán en el camino", manifestó Beth Shapiro, paleogenetista de la Universidad de California, también al diario The New York Times.Origen de la idea

La idea de traer de vuelta a los mamuts lanudos fue expresada por primera vez por Church en 2013.

En ese momento, los investigadores estaban estudiando fragmentos de ADN encontrados en fósiles, en un intento de reconstruir genomas de especies extintas.

Church, quien estudia nuevas formas de leer y editar el ADN, se preguntó: ¿es posible revivir una especie extinta adaptando el genoma de un pariente que existe en la actualidad?

Consideró los mamuts los mejores candidatos porque son antepasados ​​cercanos a los elefantes asiáticos: comparten un antepasado común que vivió hace unos 6 millones de años.

Además, el ADN de mamut se puede encontrar fácilmente en Siberia.

El biólogo explica que los mamuts también pueden ayudar a restablecer el equilibrio ecológico: el calentamiento global ha provocado un aumento de las temperaturas en la tundra de Siberia y América del Norte, lo cual ha generado una liberación acelerada de grandes volúmenes de dióxido de carbono.

En la tundra siberiana actual, la mayor parte es musgo, pero en la época de los mamuts, había pastos.

Los biólogos creen que el mamut sirvió como guardián de este ecosistema, manteniendo los pastos, despejando el musgo, rompiendo árboles y dejando abundantes excrementos que fertilizaron el suelo.

Si regresaran estos animales, todo esto podría recuperarse y contener las emisiones de dióxido de carbono, argumentan.

Las ideas iniciales del científico llamaron la atención de los periodistas, pero no de los inversores; al principio, logró recaudar solo US$100.000 para su investigación.

"Honestamente, tenía la intención de trabajar a un ritmo lento", dijo Church.

Pero en 2019 conoció a Ben Lamm, fundador de la empresa Texas AI Hypergiant. Al leer noticias sobre el proyecto, se interesó en ayudar con el rescate del animal gigante.

"Después de pasar un día en el laboratorio y mucho tiempo con George, nos sentimos muy emocionados", recuerda Lamm, quien a partir de entonces comenzó a crear la empresa Colossal.Dos tecnologías de "resurrección"

Los animales extintos pueden volver a la vida de dos formas: clonación e ingeniería genética.

El primer método es bien conocido por el ejemplo de la oveja Dolly, clonada en 1997. En este proceso, el ADN de un animal se inyecta en el óvulo fertilizado de otro animal donante y luego el óvulo se implanta en una "madre de alquiler".

Este método ya se ha probado con el bucardo, o cabra montés de los Pirineos, declarado oficialmente extinto en 2000.

Tres años después de su desaparición de la faz de la Tierra, de la piel congelada del animal se extrajo y clonó su ADN. Una cabra como madre de alquiler dio a luz a un íbice, la primera vez que resucitó una especie extinta.

Desafortunadamente, también fue el primer caso de doble extinción, ya que solo vivió 7 minutos.

Hay muchos restos bien conservados de mamuts en el permafrost siberiano, pero su ADN a menudo se daña debido al largo tiempo de congelación.

Los científicos ya han descifrado el genoma del mamut, pero no han podido obtener la cadena genética completa tal y como era cuando existía el animal.

Aquí es donde el segundo método de resurrección puede resultar útil, la llamada tecnología de edición de genes CRISPR.

En él, los genes específicos que permitieron a los mamuts sobrevivir en latitudes altas se insertan en el genoma de su pariente vivo más cercano, el elefante asiático.

Luego, el genoma modificado se implanta en un óvulo de elefante fertilizado, que se implanta en una madre de alquiler de elefante. A partir de ahí, se espera que nazca un híbrido de elefante y mamut.

Por supuesto, existen grandes dificultades, como el hecho de que los científicos no saben con precisión qué genes se necesitan para sobrevivir en el Ártico.

Saben que el animal debe estar cubierto de piel, tener un cráneo ovalado y una capa gruesa de grasa subcutánea, pero todo lo demás es una incógnita.Salvación genética

Actualmente, casi un millón de especies de plantas y animales están en peligro de extinción.

Según Lamm, si el proyecto Colossal tiene éxito, abrirá el camino para la "salvación genética" de varias especies.

Se refiere al proceso de incrementar la diversidad genética de una especie en peligro de extinción mediante la clonación o la ingeniería genética.

Lamm asegura que el proyecto de los mamuts es una especie de "ensayo clínico".

Incluso si este gigante no "regresa" a la Tierra, a lo largo del camino se desarrollarán tecnologías que podrían evitar que las especies se extingan. Y estas se autorizarán y comercializarán (después de todo, hablamos de una empresa, no de una organización benéfica).

Por ello, el proyecto para resucitar al mamut puede verse como una especie de incubadora para el desarrollo de ingeniería genética y de propiedad intelectual, lo cual es probablemente más fácil que ver nacer a un mamut lanudo vivo.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Lo que revela el nuevo mapa más completo de la Vía Láctea


La imagen muestra la distribución del polvo y gas interestelar en la Vía Láctea.

La misión de la Agencia Espacial Europea presentó nuevos y fascinantes datos de su misión Gaia.

Terremotos en las estrellas similares a los que ocurren en la Tierra, y cómo es el ADN estelar.

Estas son algunas de las revelaciones que se desprenden del nuevo y más detallado mapa de la Vía Láctea creado a partir de las observaciones de la sonda Gaia, de la Agencia Espacial Europea.

Esta es la tercera entrega de información de la misión de la ESA, lanzada en 2013, cuyo objetivo es crear el mapa más completo y multidimensional de nuestra galaxia.

Las observaciones (realizadas entre 2014 y 2017) cubren cerca de 2.000 millones de estrellas, que representan cerca del 1% del total de la Vía Láctea.

Observaciones anteriores de la sonda robótica habían mostrado con lujo de detalles el movimiento de las estrellas.

Ahora, los nuevos datos añaden detalles sobre su composición química, su temperatura, colores, masas y edades, así como la velocidad a la que se acercan y alejan de nosotros.

Estas medidas revelan miles de terremotos estelares (o "estrellamotos") que son como tsunamis cataclísmicos en su superficie.

Estos inesperados eventos brindan valiosa información sobre el funcionamiento interno de estos astros, lo que contribuirá a comprender mejor tanto el origen y la evolución, así como también el pasado y la estructura de nuestra galaxia.

"Los estrellamotos nos enseñan mucho sobre las estrellas, sobre todo sobre su funcionamiento interno", explica Conny Aerts, investigadora del proyecto de la Universidad KU Leuven, en Bélgica.

"Gaia inaugura una mina de oro para la asterosismología de estrellas masivas", añade la científica.ADN estelar

En cuanto a la composición de las estrellas -algo que puede aportar información sobre su lugar de nacimiento y su posterior recorrido, y por ende sobre la historia de la Vía Láctea-, los datos recogidos por Gaia nos permite entender qué contienen.

Algunas, por ejemplo, tienen más metales pesados que otras.

"Algunas estrellas en nuestra galaxia están compuestas de material primordial y otras, como nuestro Sol, contienen materia enriquecida de generaciones anteriores de estrellas", explica el comunicado de la ESA.

Y añade que los astros más cercanos al centro de nuestra galaxia son más ricos en metales que los que están más lejos.

Por otra parte, Gaia también logró identificar estrellas que provenían originalmente de galaxias distintas a la nuestra, gracias al análisis de su composición química.

La misión continuará recogiendo datos de estrellas y otros objetos dentro y fuera del sistema solar y de más allá de nuestra galaxia hasta 2025.