miércoles, 2 de enero de 2019

Niños desconectados, tendencia que crece en un mundo hiperdigital

Padres crían a sus hijos con uso restringido de redes sociales. ¿Un niño desenchufado se aísla? 


A diferencia de sus amigos del colegio, Lucas Wirzt, de 11 años, no utiliza ninguna red social. 

Verónica Pérez Arango, docente en un colegio de secundaria y mamá de Ulises, de 8 años, ha visto esta escena muchas veces: en casas de hijos de amigos que pasan horas hipnotizados delante de una tableta o un teléfono, Uli –como llama cariñosamente a su hijo– tiende a escabullirse con su hermanita menor a alguna otra habitación y descubrir juguetes nuevos que quizá su dueño no toca hace siglos.

“La verdad es que me llama poderosamente la atención que niños y niñas de 6 o 10 años no se diviertan con otra cosa que no sean las redes y la tecnología”, dice Verónica. Esa es una de las razones por las cuales Ulises forma parte de una tendencia que crece: niños criados con acceso nulo o muy restringido a teléfonos celulares y, especialmente, redes sociales.

En un mundo hiperconectado, en el que las empresas de tecnología apuntan a públicos cada vez más jóvenes, muchos padres en Argentina y en el mundo eligen educar a sus hijos en ambientes ‘tech-free’. 

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de una niñez sin apps? ¿Es muy difícil sostener la apuesta por una infancia analógica? ¿Un chico desenchufado es un chico aislado, excluido? ¿Cuáles son las recomendaciones de los especialistas?

En el caso de Ulises, por ejemplo, él no tiene redes sociales ni celular: a veces le pide prestado el teléfono a su mamá para poner algo de música. “No tiene redes, pero la verdad es que tampoco las pidió”, explica Verónica, que regula también las horas de pantalla en su casa, incluyendo Netflix y YouTube. “Lo que sí me pregunta es por qué no puede ver todo el día Netflix, a lo cual le respondo que está genial ver pelis, pero que está bueno aburrirse porque cada vez que se aburren descubren un juego nuevo o inventan algo o salen al aire libre –dice Verónica–. A mí, como madre, me da más trabajo esto, pero amo tanto que juegue cuando conozco niños y niñas de esa edad que si no tienen tecnología adelante, no saben qué hacer”.

En el grado de Ulises, que va a una escuela pública, la mayoría de los papás están en la misma sintonía; y para Verónica eso es un factor clave: “Me parece que cuando el entorno de padres prioriza más el juego, el cuerpo, la conversación y el compartir, es más fácil que los niños no se sientan sapos de otro pozo –explica–. Si justo tu hijo o hija son los únicos que no usan tanta tecnología, es más difícil”. 



En el caso de Ulises, por ejemplo, él no tiene redes sociales ni celular: a veces le pide prestado el teléfono a su mamá para poner algo de música 

Único de su curso sin celu

Ese es un poco el caso de Sebastián, de 11 años, hijo de Laura Castillo, actriz, que asegura a todo aquel que quiera escucharlo ser el único de su grado que no tiene celular ni redes.

Sebastián también estudia en una escuela pública (en las que, muchos papás aseguran, la iniciación de los niños en la vida digital es más tardía e irregular que en las privadas), pero los años que lo separan de Ulises pueden explicar la diferencia: es común que a los 11 o 12 años muchos niños tengan su primer celular o una cuenta de Instagram. Sin embargo, los papás de Sebastián se mantienen firmes: “Creemos que no lo necesita y no está aún preparado. No se mueve solo en la calle más allá de algún mandado o compra cercana a nuestra casa. Además privilegiamos el contacto real con sus amigos y compañeros”, explica Laura, y agrega: “Ya va a tener, cuando vaya a la secundaria y se mueva más solo, pero por ahora aunque se queje y lo discutamos mucho nos mantenemos firmes. No creemos que sea decisión de él”.

La historia de Sebastián es la que a los adultos nos aparece como más típica: sin embargo, no todos los niños que no tienen acceso a celulares o a redes lo viven como un problema. En parte, como comentaba Verónica, el entorno juega un papel importantísimo: una red social solo tiene gracia si tus amigos están en ella, pero también depende de la personalidad de cada niño. Muchos niños huyen de las redes sociales clásicas y eligen otro tipo de ‘apps’, más relacionadas con el juego y la creatividad que con la exposición de sus vidas personales.

A pesar de que sus padres no le prohíben el acceso a ninguna red (“sí leo todo lo que puedo y hablo mucho con ella, además de proponer mil cosas para que no esté todo el día en el teléfono”, dice Tomás Linch, editor y papá), Catalina, de 12, usa solamente WhatsApp y una red social llamada Amino, que no usa ninguno de sus compañeros de colegio: “Arranqué en sexto grado. Pero mis amigos solían usar mucho antes Instagram, que yo nunca usé”, cuenta. Amino es una ‘app’ que conecta comunidades de fans de distintos temas, desde animé hasta series de TV, videojuegos o superhéroes: Catalina dibuja y la usa para trabajar en proyectos colaborativos. “Es extraordinario lo que los niños generan solos”, se maravilla Tomás, que nunca había escuchado hablar de Amino antes. “No creo que alguien de mi edad se pierda de nada por no tener redes, celular o WhatsApp –dice Catalina–. A veces usamos WhatsApp para hacer la tarea, pero el que no tiene usa el WhatsApp del padre y se arregla”.

Algo parecido dice Lucas, de 11, hijo de Laura González, maquilladora y esteticista, que no tiene redes sociales, pero sí un celular muy básico y sin chip para jugar algún juego: “Yo diría que sin Skype, sin WhatsApp, sin Facebook, sin Instagram. ¡Estoy muy bien! No me interesa mucho hablar en redes sociales. A mí lo que me gustaría es tener un celu para jugar jueguitos, pero tranqui, no tengo ningún problema. Mis amigos siguen a famosos en Instagram, pero yo no, yo solo quiero un celu para jugar y que no se me quede varado como el que tengo ahora”, dice Lucas, sin rastros de mal humor. Eso no significa que su vida sea 100 % libre de tecnología: es un fanático de la PlayStation y juega en red con sus amigos del colegio. 

Al igual que la mamá de Sebastián, Laura hace hincapié en que la vida social de Lucas sea rica y también que entienda que hay decisiones que les corresponden a sus padres: “En el grado de Lucas, hay niños que tienen celular, algunos hasta tienen iPhone, usan Instagram, pero nosotros le explicamos que celular tuvimos recién a los veintipico de años. No es una decisión terminante, es algo que se va dando... Nos damos cuenta de que le da más importancia a la Play, aunque también ponemos límites ahí, para que no juegue juegos demasiado violentos. En la semana hace natación, tenis y toca la batería... entonces decidimos que durante la semana haga vida sana y el fin de semana tiene permiso para matarse con la Play”. 

Yo diría que sin Skype, sin WhatsApp, sin Facebook, sin Instagram. ¡Estoy muy bien! No me interesa mucho hablar en redes sociales. A mí lo que me gustaría es tener un celu para jugar jueguitos 

Decisión a conciencia

¿Tiene fundamentos la decisión de los papás ‘tech-free’? Todo indica que sí: hace unos meses fue furor la noticia de que muchos empleados de las empresas de Silicon Valley crían a sus hijos de la forma más analógica posible. Vijay Koduri (exempleado de Google y cofundador de la ‘startup’ HashCut) y su mujer, Minni Shahi (empleada de Apple), le contaron al medio ‘Business Insider’ que la tecnología en la que ellos trabajan está prohibida en su casa: ninguno de sus hijos de 10 y 12 años tiene su propio celular, y solo tienen permiso para jugar con los de sus padres durante diez minutos semanales. Junto con otros padres de Silicon Valley, explicaron que la carrera hoy en las empresas de tecnología es crear aplicaciones cada vez más adictivas para consumidores cada vez más jóvenes: “Las empresas de tecnología saben que cuanto más temprano logres que los niños usen tu plataforma, más fácil es que incorporen el hábito para toda la vida”, explicó Koduri. Incluso, escribe el periodista de innovación Chris Weller, parece que esta generación de padres no inventó nada: el ‘low-tech parenting’ ya era cultivado por figuras como Bill Gates y Steve Jobs. 

La doctora Julieta Olivieri, psiquiatra infantil y juvenil del Departamento de Urgencia del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, opina en la misma línea: “En general, los niños arrancan a usar el celular en los últimos años de la primaria, preparándose para la mayor autonomía de la secundaria. Los que empiezan antes pueden tener trastornos del sueño, cuestiones de compulsión, ansiedad... en mi experiencia no es para nada positivo empezar muy temprano”. 

Según ella, los papás tienen muy presente el miedo a los ataques de pedófilos, pero no necesariamente otro peligro real, que es la propia exposición de los niños: “Ellos no siempre entienden que eso que ponen en un celular se puede volver público: los papás no lo piensan mucho hasta que el niño no aparece exhibido en una foto complicada. Los pedófilos son reales, pero este también es un peligro muy común si un niño tiene acceso ilimitado a redes”. Olivieri sugiere un acceso a redes no demasiado temprano, paulatino y supervisado por un adulto. 

Algunos padres optan por estos caminos intermedios, con graduación y control: es el caso de Lucrecia Fernández Grenno, politóloga y mamá de Magdalena, de 7 años, que tiene un celular con WhatsApp, pero solo un pequeño grupo de contactos. “Su papá es de la República Checa, como ella, así que se comunica con él por WhatsApp. Me tiene a mí, a sus abuelos y a su mejor amiga. No tiene permitido tener a otros”. A veces mira el Facebook de su mamá o pone “me gusta” a sus primos desde la cuenta de ella; según Lucrecia, este tipo de acceso controlado es común en el entorno de ella: “Pide tener Instagram, pero yo aún no la dejo, le explico que es demasiado pequeña y que puede sacarse fotos que no correspondan. No le gusta, pero lo acepta como límite, también porque ninguno de sus compañeros tiene”.

Emma, de 11, tiene un acceso un poco mayor, acorde con su edad, pero también monitoreado de cerca por su mamá, Clara Sirvén, periodista y productora: “Emma tiene una cuenta de Instagram privada, y los seguidores los acepto yo”, explica Clara. Sus amigas suelen tener Instagram y otra red llamada Musical.ly, muy popular entre los niños (entre otras cosas, porque no tiene ningún límite en la edad de acceso). Emma llega a usar tres o cuatro horas diarias de redes, pero no le parecería grave no tener: “Mis amigas que no tienen se quedan afuera de alguna cosa, alguna foto graciosa, pero nada muy importante”. 

Por su parte, Jimena Riveros tiene en su casa a todo el espectro de la niñez, con Ema de 7, Mía de 10 y Juana de 12. “La chiquita tiene Musical.ly, pero no tiene abierta la red, sube videítos que solo pueden ver sus hermanas y amigas, igual ya está en tema, cosa que con la mayor arrancó apenas en cuarto grado. Yo tengo en mi celular las cuentas de Instagram de las dos más grandes, así que veo todo: y, obviamente, son perfiles cerrados”. Los fines de semana se van a una casa en la que no hay conexión: “Ellas piden que la ponga, pero lo estoy retrasando, porque me encanta que se entretengan haciendo vida sin internet”. 

Con o sin grises, una cosa parece cierta: la infancia ‘unplugged’ es posible, y –para muchos– no está nada mal.

martes, 1 de enero de 2019

El gato no es como lo pintan

Investigadores concluyen que su presencia ahuyenta a las ratas, y por eso rara vez las atrapan. 


Los investigadores grabaron con cámaras todos los movimientos de los gatos y de una colonia de más de 100 ratas. 

La creencia popular dice que los gatos son el enemigo natural de ratas y ratones. Pero al parecer, ser buenos cazadores de roedores no es una de las cualidades del felino.

Un nuevo estudio realizado en Nueva York (Estados Unidos), que puso microchips en un grupo de estos animales, analizó las interacciones entre ambos y concluyó más de una sorpresa.

Aprovechando que un grupo de gatos callejeros invadieron un centro de reciclaje de desechos de la ciudad, los investigadores grabaron con cámaras todos los movimientos de los felinos, así como de una colonia de más de 100 ratas que vivían en el lugar.

Así determinaron que las ratas lograban evitar a los gatos y solo se registraron dos muertes en el periodo de estudio, que se extendió por 79 días.

“Al igual que cualquier presa, las ratas sobreestiman los riesgos de la depredación. En presencia de los gatos, ajustan su comportamiento para hacerse menos visibles y pasan más tiempo en sus madrigueras”, explica el doctor Michael Parsons, investigador de la U. de Fordham y autor principal del trabajo, publicado en la revista científica 'Frontiers in Ecology and Evolution'.

A su juicio, esto genera interrogantes sobre la conveniencia de tener gatos para controlar ratas, considerando los riesgos que ello supone para la vida silvestre, como aves y otros animales salvajes de menor tamaño.

Junto a investigadores de la Universidad de Sídney (Australia), Parsons sugiere que los gatos prefieren presas más pequeñas e indefensas, lo que los transforma en una amenaza para los ecosistemas urbanos.

El objetivo del estudio fue “saber si el número de gatos presentes en un lugar influiría en la cantidad de ratas observadas, y viceversa. También nos interesaba si la presencia de gatos tenía algún efecto sobre ciertos comportamientos comunes de las ratas o su dirección de movimiento”, dice Parsons. 

Al analizar los videos (en total 306), los investigadores observaron que, en presencia de gatos, las ratas pasaban menos tiempo al aire libre y más tiempo escondidas.

“La presencia de gatos resultó en menos avistamientos de ratas el mismo día o el día siguiente, mientras que la presencia de humanos no afectó a los avistamientos de ratas. Ya sabíamos que el peso promedio de las ratas era de 330 gramos, mucho más que un pájaro típico de 15 gramos. Como tal, esperábamos una baja tasa de depredación en las ratas, y nuestro estudio lo confirmó”.

Por el contrario, la cantidad de ratas observadas en un día determinado no predecía la cantidad de gatos presentes al día siguiente. “No estamos diciendo que los gatos no perseguirán a las ratas de la ciudad, solo que las condiciones deben ser adecuadas para que ocurra. El gato debe tener hambre, no tener otra fuente de alimentos menos arriesgada y, por lo general, necesita el elemento sorpresa”, plantean los autores.

Parsons aclara que al ver menos ratas, la gente asume que es porque los gatos las han matado, pero en realidad se debe a que las ratas cambian su comportamiento.

lunes, 31 de diciembre de 2018

Qué tan cobarde es? Esta es la explicación del miedo

La fórmula tiene un poco de todo: genética, experiencias e instinto. Vea cómo funciona en #ElRetoET. 

¿Cuál es la explicación científica del miedo?La genética, las experiencias personales y el instinto de supervivencia determinan nuestros niveles de miedo y la respuesta que damos a él. Aquí le explicamos cómo funciona esta reacción en #ElReto. 


¿Ha notado que algunas personas son más miedosas que otras?, ¿sabe por qué la mayoría de personas no pueden controlar el miedo a las arañas? o ¿tiene alguna explicación para que la tripofobia sea el terror de muchos?

Esta semana EL TIEMPO y el Politécnico Gran Colombiano hicieron un experimento con los miedos más comunes.

El abecé del miedo

Lo primero que debe entender es que el miedo es natural y necesario para la supervivencia. Lo que es de cuidado es el nivel de intensidad de su reacción, que puede ir desde la huida y el ataque hasta la parálisis y colapso parcial o total. 

¿Se le mide a aprender a enfrentar sus miedos? La fórmula es simple: haga conocido lo desconocido. Y esto comienza por comprender de qué se trata esta sensación. ¿Dónde está el miedo?

No se esconde debajo de su cama ni en una telaraña; está en su cerebro. 

Este órgano tiene tres partes: el cerebro reptiliano, el sistema límbico y la neocorteza. El miedo está en la segunda. 

“Allí tenemos una estructura llamada ‘amígdala’, una bolita que tiene un primer problema: de su tamaño y sensibilidad depende nuestra sensibilidad al miedo. Y estas características se heredan genéticamente”, explica Yira Castro, neuropsicóloga y docente del Politécnico Gran Colombiano. 

Ahora, el miedo y sus neurotransmisiones viajan por el cerebro. El problema, según Castro, se produce cuando “no llega a conectar con la neocorteza, o cerebro racional, y no comprendemos lo que está sucediendo”.

Es entonces cuando el miedo se convierte en fobia y nos impide reaccionar favorablemente: quedamos paralizados o entramos en 'shock'. ¿Por qué ciertas cosas nos dan miedo?

De acuerdo con Castro, cosas como los insectos, las alturas o amenazas ‘reales’ activan nuestro instinto de supervivencia. Tememos porque debemos proteger nuestra vida.

La alerta de peligro se traduce en miedo. Por eso, colores y formas de algunos animales nos generan, inmediatamente, una reacción negativa. Y, un dato curioso, la tripofobia sigue la misma lógica. El ver patrones o vacíos es una señal de riesgo en algunos entornos de la naturaleza. 

Pero, cuando se trata de detonantes que no son ‘racionales’ como los fantasmas, el pavor de hablar en público u otras cosas inofensivas, las experiencias pasadas, la genética y las hormonas nos juegan una mala pasada.

"El miedo a los payasos o a lo paranormal viene de un hecho que genera una asociación entre algún tipo de estímulo o una huella en la memoria de alerta", advierte Castro, quien además asegura que todos los miedos tienen una explicación y, por tanto, pueden ser tratados con terapia. ¿Quién la pasa peor: hombres o mujeres? 

Es bastante complicado luchar contra sus hormonas, nada que hacer. Yira Castro explica que el género si determina, en parte, la reacción frente al miedo. "La testosterona en los hombres crea reacciones de lucha, ataque y defensa. Mientras que los estrógenos y la progesterona de las mujeres generan necesidad de protección y huida", afirma. 

Además, la crianza y los entornos culturales pueden hacer más profundos los miedos. Padres sobreprotectores y ansiosos pueden transmitir la sensación de inseguridad a sus hijos, por ejemplo. ¿Hay personas ‘inmunes’ al miedo?

Existen casos en los que una persona puede ser menos sensible al miedo. Un ejemplo son los psicópatas y los sociópatas. "En ellos, la amígdala es mucho más pequeña y, al no sentir temor, son capaces de incurrir en conductas de riesgo sin frenarse", asegura Castro.

Otro ejemplo, aún más común, se manifiesta en las personas con TDH o Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. 

Pero, los jóvenes en perfecto estado de salud mental también 'le encuentran el quiebre' al miedo. "Si demuestran a los demás que son valientes y arriesgados, se activan unos neurotransmisores que generan recompensa social y eso es importante psicológicamente a esa edad", ilustra Castro. 

Es por eso, quizá, que son quienes toman más riesgos que van desde ver cintas de terror o exponerse a situaciones peligrosas. ¿Cómo puede enfrentar sus peores temores?

La regla es simple: el miedo está en su cabeza y si logra trasladarlo a la neocorteza o cerebro racional podría aprender a controlarlo exitosamente. En primera instancia, esta neuropsicóloga le recomienda seguir estos pasos: 

1. Reconozca y acepte que ese miedo está afectando su vida cotidiana.

2. Identifique cómo se manifiesta y qué reacciones le produce: taquicardia, parálisis, necesidad de huida.

3. Trate de racionalizarlo. Por ejemplo, si es un insecto, busque información sobre él, aprenda cómo funciona, si es peligroso o no. O, si se trata de algo más 'irreal', por pasos, permítase entender que no le hará daño.

4. Expóngase a él. Hay terapias implosivas, que lo meten de lleno en el miedo, y terapias de sensibilización sistemática: primero trate verlo en fotos, luego directamente y, finalmente, arriésguese a interactuar.

5. Si todo lo anterior falla, acuda a un profesional. Hay servicios de psicología especializados en ayudarle a manejar el miedo y la ansiedad.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Piensa en irse de la casa? Haga este test para ver si está preparado

Un psicólogo clínico le recomienda qué hacer si quiere irse de la casa de sus padres. 


En el mundo cada día crece entre los jóvenes de independizarse. 

Muchos jóvenes se plantean la idea de ‘dejar el hotel mamá’ con prontitud, una decisión que implica una serie de cambios para enfrentarse a una vida para la que se deben asumir roles diferentes a los que se acostumbran.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), en 2015 el 11.1 por ciento de los hogares es unipersonal, una tendencia que el estudio realizado por el Ministerio de Salud señala que está en aumento.

Pero antes de tomar la decisión de salir de su casa para emprender una vida fuera de su hogar familiar tenga en cuenta que debe conocer algunos criterios para no fracasar en el intento.

Por ejemplo, Asobancaria indica que es necesario tener la claridad de su presupuesto mensual, si va a vivir con desconocidos o qué dinero le quedará para otros gastos. 

Para el gremio, es importante que la persona analice cuánto gastará viviendo solo y si realmente el dinero con el que cuenta mensualmente podrá soportar los nuevos gastos.

Compruebe con este test si está preparado. Recuerde que esta es una adaptación general y no pretende hacerlo tomar una decisión definitiva sobre su futuro. 

Tres consejos si va a dejar su casa

José Luis Escobar, especialista en psicología clínica, manifiesta que en la última década está en alza la tendencia de salir de la casa familiar por parte de los jóvenes entre 18 y 26 años. El experto señala tres aspectos que debe tener en cuenta cuando emprenda un camino distinto: 

Evalúa tu suficiencia económica, partiendo de los recursos y fuentes de financiamiento con los que dispones para suplir tus necesidades de primera necesidad: vivienda, alimento, trabajo, salud, educación. Puede que tengas que limitarte al principio, pero ganarás mayor independencia y seguridad en ti mismo. 

Revisa cuáles son tus prioridades vitales y que es lo que necesitas lograr a corto, mediano y largo plazo para crecer como individuo; notarás que tus prioridades han venido cambiando conforme tu ciclo vital, y tu rol a la hora de alcanzarlas también. No puedes hacerlo todo al mismo tiempo, pero si puedes dividir ese todo e ir construyendo. 

Identifica los posibles obstáculos en tanto no pierdas de vista las posibles ganancias; la autonomía e independencia son dos cualidades fundamentales para ejercer la adultez, las cuales se ganan en la medida que nos exponemos, haciendo de los deseos realidades.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Cómo está el mercado laboral para los jóvenes?

Si tiene entre 14 y 28 años, este reciente estudio del Saber para decidir del Dane puede ayudarle a vislumbrar cómo se está comportando la oferta de empleo para los colombianos más jóvenes.

 
Graduarse del colegio o de la universidad suelen ser algunos de los hitos más memorables de nuestras vidas. Una época maravillosa que suele estar rodeada de un interesante enigma. Los estudiantes de colegio anhelan estar ya en la universidad y los universitarios anhelan sus épocas colegiales. 

Sin embargo, todos sufren por igual cuando reciben su cartón de graduado y se dan cuenta que hay un toro que deben tomar por los cachos y se llama el mundo real y la vida laboral. Y la ansiedad no es gratuita. 

Conseguir un trabajo no es sencillo. Pueden pasar incluso meses hasta que pueda llegar a tener una oferta que cumpla sus expectativas. Así que es importante que tenga en cuenta cómo se encuentra el mercado actualmente. 

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia publicó la encuesta Saber para decidir, en la que presenta a los jóvenes colombianos de los grados 10 y 11, de los resultados provenientes del trabajo conjunto entre el DANE, Ministerio del Trabajo, Ministerio de Educación Nacional, Unidad Administrativa Especial del Servicio Público de Empleo, el Departamento Nacional de Planeación y el Departamento Administrativo de la Función Pública, para brindarles un panorama claro de la demanda laboral. 

Empecemos por partes. Del total nacional de jóvenes ocupados de 14 a 28 años, se encontró que las mayores tasas de ocupación se presentaron en Bogotá, con un 80,6% y en la región Centro Oriente con un 77,0%. 

La capital fue la ciudad con más mujeres jóvenes ocupadas y Sur Oriente fue la región con más hombres jóvenes ocupados. Aunque a nivel nacional las mujeres siguen teniendo menos porcentaje de participación laboral ya que del total de jóvenes ocupados, 59,5% correspondió a hombres y 40,5% a mujeres. 

En lo que va de este año 2018, la tasa de ocupación (TO) para el total de personas fue de 48,1%. Para los hombres la tasa de ocupación fue 57,3% y para las mujeres 38,7%. Durante el trimestre móvil junio - agosto 2017 estas tasas fueron 49,1%, 57,8% y 40,4%, respectivamente, demostrando un desmejoramiento en las condiciones laborales de los ‘millennials‘.

La población joven presentó una tasa de desempleo (TD) de 16,4%. Para los hombres la tasa de desempleo fue 12,7% y para las mujeres fue 21,4%. Comparado con el trimestre móvil junio - agosto 2017, estas tasas fueron 15,8%, 12,2% y 20,5%, respectivamente. 

De 1.638.903 empleos ofrecidos en 2017 a nivel nacional, 538.483 requerían personas con título de bachiller y 351.146 requerían personas con título universitario. Además se destaca que el 13,6% ofrecían un salario de $1.500.001 o más, de acuerdo con el Observatorio del Servicio Público de Empleo. De ese total de empleos, el 37,6% requería experiencia laboral entre 1 y 12 meses. 



Fuente: Dane 

Por lo que si se pregunta si vale la pena o no recibir educación superior, las personas empleadas luego de volverse bachilleres y estudiar un técnico o un profesional recibieron salarios desde $1.108.894 hasta $4.138.799 y además presentaron el porcentaje más alto de ocupación en todas las regiones. 


Fuente: Dane 

El Servicio Público de Empleo cumplió una gran labor ya que en 2017 ofreció 1.638.903 empleos, especialmente en Bogotá (837.426) y Centro Occidente (283.901). 

El Estado ofreció 35.265 empleos distribuidos principalmente en Hacienda y Crédito Público con 22%, Inclusión social y reconciliación con 14%, Trabajo con 10,4% Justicia y del Derecho con 9,4% , Salud y Protección social con 8,8%, Transporte con 6,8%, Defensa con 6,5%, Estadísticas con 3,5%, Agropecuario, Pesquero y de Desarrollo Rural con 3,1% y finalmente Comercio, Industria y Turismo con 3%. 

Por otro lado, 69 de cada 100 mujeres en formación superior se matricularon en Ciencias de la salud y 68 de cada 100 hombres en formación superior, se matricularon en Ingeniería, Arquitectura, Urbanismo y afines, demostrando que estas áreas son las preferentes por los colombianos. 


viernes, 28 de diciembre de 2018

Recomendaciones para correr y entrenar con perros

Antes de sacarlos, tenga en cuenta cuáles son las razas ideales, cómo entrenarlas y cómo cuidarlas. 


Una de la razas o perfiles de perros ideales para correr en forma es el golden retriever, como el de la foto, porque aguanta periodos largos de trote. 

Si el perro es el mejor amigo del hombre, el perro al que le gusta correr es el superamigo de todo corredor. Correr con un perro es energizante, una gran compañía, una manera de mantenernos enfocados, divertirnos y mirar el entorno con otros ojos. 

Las historias de ‘runners’ que salen con su perro a correr son infinitas. Paseos por los parques, trotes por la montaña, entrenamiento preciso y planeado, con paso muy bien acoplado y esa alegría de compartir tiempo y silencios con su mascota; “verlo sonreír” y luego descansar juntos. Imposible tener un mejor socio para correr, además de que siempre está listo, sin importar el clima y sin problemas en su agenda.

Pero, así como hay toda clase de corredores también hay todo tipo de temperamentos en los perros. “No a todos los perros les gusta correr”, comenta Mark Lee, especialista en adiestramiento canino y reconocido colombiano adorador de los perros, y esa es una primera condición que hay que identificar. Parece obvia, pero hay quienes, en contra del temperamento del animal, tratan de obligarlo a entrenar a su lado. Eso no significa que nuestras mascotas no requieran salir a hacer ejercicio y les guste, por salud física y mental propia y la de todos los miembros de la familia. Pero otra cosa es que les guste el entrenamiento de alto rendimiento. 

A los perros que sí les gusta correr, hay que adiestrarlos, específicamente, para este trabajo más exigente. Lee advierte que “es un proceso de entrenamiento que se debe hacer poco a poco, como se hace con los humanos, y teniendo en cuenta las características del perro, como edad, tamaño y condición física”, independientemente de si es criollo o de pedigrí. Todo perro requiere trabajo de adaptación, al paso de carrera de su dueño y a la cantidad de tiempo y distancia, que se incrementa poco a poco. Es decir: no arranque a correr 10 kilómetros con su perro si no lo ha entrenado previamente. 

Por su parte, César Millán, famoso entrenador de perros y conocido por correr con ellos, recomienda correr por tiempo y no por distancia. La meta, para los perros inquietos, es que aprendan a controlarse y acompasar la marcha a su lado, de modo que usted como líder marca el paso y evita el pulso entre perro y amo. Para los más lentos, la idea es que se esfuercen un poco, pero con un paso que no sea forzado y los funda al poco tiempo. 

Paso a paso

¿Cuál sería el perro ideal para que me acompañe 10 o más kilómetros? ¿Qué raza es la recomendada y cómo entrenarlo para intervalos o fondos? La pregunta cada día es más frecuente en el mundo de los ‘runners’ y está bastante estudiada, incluyendo tanto a gozques o criollos de todo nuestro corazón como a los canes de pedigrí. 

Hay ciertas razas o perfiles de perros que son las ideales para correr en forma. “En materia de razas, border collie, pastor de Shetland, labrador, golden retriever, pastor alemán (siempre y cuando no esté pesado, al igual que los pastores australianos y belgas) y braco húngaro. Definitivamente, perros de constitución delgada, de no más de 20-25 kilogramos, que les permita aguantar periodos largos de trote; ojalá de pelo corto y que sean de hocico largo y no chato, para que puedan respirar mejor”, recomienda Lee. Para el ‘trail’, un perro todo terreno, capaz de afrontar otras exigencias, como los weimaraner, rhodesian ridgeback y pointer alemán. 

Pero si los perros saben correr, ¿hay que enseñarles a correr? “Sí, como a cualquier persona, para que tengan un proceso de adaptación al ritmo y se pueda ir prolongando el tiempo”, dice Mark Lee. Esto supone trazar un plan de entrenamiento que puede iniciar con intervalos de prueba y, a partir de la respuesta, hacer un entrenamiento juicioso que puede tomarle al menos tres semanas antes de que el perro se adapte a este tipo de salida. Se recomienda empezar a entrenar dos veces a la semana, 20 minutos en cada sesión, e ir aumentado la frecuencia y sumando cinco minutos por semana. Recuerde que este es un entrenamiento enfocado a correr de manera sostenida, que no es lo mismo que sacarlo a pasear o a jugar.

Hay que tener ciertas precauciones, además de llevarle agua y definir puntos de hidratación, crucial para los dos, amo y perro. Preferiblemente que el inicio de esta nueva rutina sea sobre pasto, arena u otra superficie no tan agresiva para sus patas, y permitirle acostumbrarse al impacto continuo. 

Es importante que las actividades tengan un inicio y un final para que el perro, cuando llegue a la casa, sepa que se acabó y no quiera seguir 

Y en cuanto a recompensas como estímulo, Lee dice que “el perro debe ser recompensado dependiendo de cuál sea el objetivo, pero de pronto la mejor recompensa para el perro es la salida a correr ‘per se’. Lo que sí es muy importante es que las actividades tengan un inicio y un final para que el perro, cuando llegue a la casa, sepa que se acabó y no quiera seguir”.

Los perros que entrenan con sus amos aprenden no solo a mantener el paso, sino a esperar con entusiasmo la hora de salir. Saben que es el momento cuando ven que su dueño toma los tenis y saca la pinta de corredor. Además, por este camino de amistad al trote aprenden a interpretar cada movimiento, gesto o estado anímico y físico de su compañero humano. Pasados el alboroto y entusiasmo del primer par de kilómetros, ya ambos entran en materia, se enfocan y pueden correr acompasados. 

Vida de un perro corredor

Antes de arrancar: llévelo al veterinario y cuéntele sus planes, para él que revise al perro y verifique que todo está bien.

Correa: “Se debe usar collar y correa, lo suficientemente larga para no generar traumatismos en el cuello del perro”, anota Lee. En eso coinciden los expertos: una correa de metro o metro y medio de largo, aunque al entrenar, el perro debe ir a su lado. El ideal es correr con una correa que no esté atada a su muñeca. Mejor las manos libres, aunque les exige a los dos unas cuantas sesiones de aprendizaje, especialmente para que el perro vaya siempre a su lado y ritmo. 

Hidratación: debe llevar suficiente agua para los dos e hidratarse al mismo tiempo, al menos cada 20 minutos. El entrenamiento debe incluir esas paradas técnicas. 

Perro caliente: si hace sol, es necesario que el perro pueda refrescarse a la sombra, pues la hidratación no es suficiente para ellos. 

Comida: debe esperar al menos una hora después de que haya comido para sacarlo a correr. Y de paso no olvide llevar una bolsita para recoger lo que el perro haga por el camino.

Patas: cuanto más jóvenes, más fácil es que se les puedan herir las patas, pues sus almohadillas no se han endurecido lo suficiente. Revíselas con frecuencia. Si vive en zonas calientes, corra al amanecer o al final del día para que el piso no lo queme. 

‘Trail’: los perros también deben aprender a entrenar en terreno montañoso o por caminos agrestes. La recomendación es que el perro, además de ser muy obediente, corra detrás de usted o al lado, nunca adelante y como loco. Debe llevarle agua y comida propia.

Ciudad: Mark Lee afirma que “no se debe sacar a los perritos a correr sobre el pavimento; hay que tener en cuenta que corran sobre el pasto y nunca sobre superficies calientes o ásperas, como rocas, para no lastimar sus huellitas”.

jueves, 27 de diciembre de 2018

5 'apps' para ayudarnos con las mascotas

Estas herramientas para móviles le ayudarán a hacer más llevadero el cuidado de su mascota. 


La aplicación Game for Cats una buena alternativa para entretener a los gatos. Un juego sencillo pero cautivador en el que el felino persigue un simulador de rayo láser, un ratón o una mariposa. 

Desde collares con GPS para saber en qué lugar del mundo está nuestra querida mascota paseando hasta buscarles un buen hogar a los animales abandonados, o juegos para que los gatos se entretengan son algunas de las aplicaciones para hacer la vida más divertida, organizada y sencilla. Hoy son múltiples las opciones que la tecnología ofrece para ayudar en la convivencia con nuestros amigos de cuatro patas. 
Incluso, algunas han sido desarrolladas por colombianos que buscan apoyar la buena labor de los cuidadores de animales. Herramientas que se ajustan a todos los bolsillos y necesidades. 

Aquí algunas soluciones novedosas.
Appsolution, una ‘app’ para reducir el abandono animal

Reducir el abandono animal es el objetivo que se trazó el equipo de AppSolution, con sede en Tunja, Boyacá. Quienes dirigen esta empresa se propusieron idear un método que contribuyera a aumentar la cantidad de hogares para los animales abandonados que recorren las calles de Bogotá. La iniciativa consistió en crear la aplicación Distrito Appnimal, que enfrenta el problema desde dos ángulos. Uno es el de los animales que permanecen en la calle o en refugios y otro es el de las personas que tienen animales pero deciden abandonarlos. 

La pantalla de bienvenida está titulada ‘Comunidad Zoolidaria’ y en ella se ven los perfiles de distintos animales.

De Lorna, por ejemplo, se dice que es de tamaño mediano, tiene 6 años y está en Engativá. Al hacer clic sobre su fotografía el usuario se entera de que esta perrita no ha sido apadrinada y en el texto que sigue abajo hay una pequeña biografía de ella. Se incluyen las opciones que tiene el usuario: donar dinero, donar en especie, ser voluntario, adoptar, apadrinar y contactar. 

Game for cats, juegos para mininos

Los amigos de los gatos encuentran en la app Game for Cats una buena alternativa para entretener a sus pequeños felinos. La compañía desarrolladora de esta aplicación, Little Hiccup, creó un juego sencillo pero cautivador en el que el gato persigue un simulador de rayo láser, un ratón o una mariposa que se proyectan en la pantalla.

Aunque la versión para iPad está disponible desde hace tiempo, la app ha sido lanzada recientemente para dispositivos Android, lo que les permite a los usuarios disfrutar de esta herramienta de diversión sin importar con cuál sistema operativo cuenten. 

Game for Cats ofrece gratuitamente el juego en el que se emplea el rayo láser, mientras que para que el gato se entretenga con el ratón o con la mariposa es necesario efectuar una compra en la aplicación. Una preocupación que pueden tener los usuarios es si el gato rayará la pantalla con sus uñas. A esto, la empresa desarrolladora de la app responde que probablemente no debido a que la keratina de la que están hechas las uñas de los gatos no es más dura que el vidrio. Barkcam, ¡miren el pajarito!

La aplicación BarkCam está diseñada para aquellos dueños de mascotas para quienes es imposible no tomar fotografías de sus amigos peludos, ya sea que se trate de selfis o de fotos en las que estén ellos solos. El truco, que no siempre es fácil de lograr, consiste en conseguir que los animales miren a la cámara en el momento adecuado.

¿Cómo es posible hacer esto? La aplicación está equipada con un sistema que produce alrededor de 25 sonidos llamativos que hacen que las mascotas dirijan la mirada hacia el teléfono celular. Además de esta función, la aplicación cuenta con etiquetas que se les pueden agregar a las imágenes y también con filtros que embellecen las fotos.

Entre los sonidos que la app produce están ladridos, gemidos, silbidos y sonidos de juguetes. BarkCam facilita tomar fotografías de cualquier perro, no exclusivamente del que pertenece a la persona que descarga la app. Perros que viven en la calle y cualquiera otro sentirán la curiosidad necesaria para que posen para las cámaras. Relax my cat, contra la ansiedad gatuna

Está comprobado que la música influye en el estado de ánimo de los humanos. ¿Por qué no también en el de los gatos? Esta es la pregunta que se hicieron los desarrolladores de la app Relax my Cat, que está equipada con distintas melodías. Cada una de ellas fue compuesta especialmente para los gatos.

Todas las melodías cumplen una función. Hay algunas que fueron creadas con el fin de hacer que los animales se duerman; otras fueron hechas para animarlos a que jueguen e incluso existen melodías para ayudarles a lidiar con las ansias que producen separarse de sus dueños. La app para dispositivos Android es gratuita, pero hay que pagar por la que se usa en aparatos iOS.

La aplicación ofrece varias listas de reproducción de melodías para hacer más fácil que los gatos se dejen acicalar. La aplicación también cuenta con televisión para gatos: en la pantalla se muestran videos con imágenes relajantes musicalizadas que están diseñadas para atraer la atención de los animales y para “ayudar a reducir el estrés o la ansiedad”. Dog walk, un paseo con su perro

La app Dog Walk, de Tractiv Dog, les permite a los usuarios registrar las caminatas que hagan con sus amigos de cuatro patas. Se trata de una aplicación gratuita que usa el sensor de GPS del teléfono celular para grabar la ruta que el perro y su dueño cubran. El recorrido se muestra en un mapa en la pantalla, junto con el tiempo y la distancia que se emplearon.

Los dueños de las mascotas también pueden tomar fotografías y guardarlas dentro de la aplicación (que se puede descargar en Android y en iOS) e igualmente tienen la opción de anotar los sitios en los que el perro hizo sus necesidades durante el camino. Al registrarse, el dueño del perro debe llenar un formato en el que se piden, entre otros datos, el nombre del animal, su raza y su fecha de cumpleaños.

Quienes descargan esta app pueden ver un registro de las caminatas que hacen con sus animales, compartirlas con amigos y familiares e incluso usarlas para registrar actividades. Esta última característica es particularmente atractiva para las personas que se dedican a sacar a pasear a los perros.