sábado, 5 de mayo de 2018

Consejos efectivos para corregir adecuadamente a un gato

 
El marcaje urinario, la destrucción de objetos y la agresividad, son las reacciones más comunes que presentan los gatos ante situaciones de estrés. 

Lidiar con las malas conductas cada vez que aparecen solo las oculta por un tiempo. Por eso, educar a tu mascota resulta más efectivo y evita que estos comportamientos se conviertan en un hábito.

Sin embargo, es importante comprender que los gatos nunca se van a comportar como un perro, ya que tienen instintos diferentes. Esto no significa que sean indiferentes al adiestramiento. Por el contrario, son animales receptivos que pueden entrenarse para realizar tareas específicas como recoger pelotas (to fetch) o caminar con arnés y correa.

Pero, antes de actuar, deben identificarse los motivos que están causando el descontento en tu mascota —puede ser estrés, ansiedad por separación y conductas compulsivas, entre otros— y entender que son animales independientes que construyen su propio mundo y, por ende, sus propias reglas. Michel Cardona, médico veterinario especialista en homeopatía, comparte algunas de sus recomendaciones para tratar estos problemas:

Marcando el territorio con orina 

Es normal que un gato marque con orina algunos muebles o las esquinas de la casa. Es una reacción al estrés o una práctica para tomar el control sobre el espacio; sin embargo, el olor resulta desagradable. Por ello, se recomienda acudir a la castración, pero, si persiste, se debe visitar al veterinario para que detecte una posible enfermedad urinaria. 

Excesiva curiosidad 


¿Cuántas veces tu mascota ha asaltado la basura o te ha sorprendido con un salto sobre los muebles de la cocina para adueñarse de un alimento? Aunque resulta cómico ver cómo trepan para conseguir lo que quieren, es también molesto. Utiliza atomizadores con agua para rociarlo cuando esté paseando por estos espacios, y con el tiempo el gato lo irá asimilando y entenderá que dicho lugar no es para él. 

Garritas y dientes destructores 


Para evitar que dañe objetos como muebles y cortinas, es importante acondicionar el espacio con un gimnasio que tenga diferentes niveles para trepar, así como rascadores para afilar sus garras. También debe proveerse al animal de juguetes con materiales idóneos que pueda morder, sin generar problemas en su organismo. 

Más mimos, menos mordidas 

Si estas acariciando a tu gato y de repente te muerde, debes saber que esta es una muestra de incomodidad frente al contacto. Acarícialo suavemente con la palma de la mano por las mejillas, barbilla y laterales del cuello, que son las partes que más les gustan. Y si quieres ganar un poco de confianza, ofrécele comida o un premio mientras lo mimas y luego puedes irla retirando, ello aumentará su tolerancia. 

Con la pila puesta 

Para evitar que tu gato te ataque eufóricamente en busca de juego o en las horas de la noche — como acostumbran—, debes crear zonas de actividad con juguetes colgantes, túneles o luz láser para que ellos puedan hacerle persecución: ¡les encanta! Esto hará que gaste energía y no te incomode mientras duermes. 


Puntos clave 

Al momento de educar a tu gato evita: 
Acudir a los sistemas clásicos de entrenamiento para caninos.
Castigar físicamente: esto solo desarrolla conductas agresivas, miedo y fobias.
Estimular el juego rudo, ya que esto derivará en futuros ataques no provocados.
Alterar su ambiente cambiando bruscamente espacios, rutinas y comidas.
Obtener resultados al instante. Corregir comportamientos es un proceso. 

El arte de comprenderlos 

“Hace unos cinco mil años, alguien observó que unos animales se comían los roedores que destruían las cosechas y decidieron domesticarlos. Con el tiempo, empezaron a ser vistos como dioses y luego como demonios, pero solo hasta hace 150 años comenzaron a ser valorados como animales de compañía. A medida que cambiamos nuestros hábitos y empezamos a vivir en lugares más pequeños, los gatos se han ido adaptando para ser mascotas. Ello justifica las alteraciones en sus comportamientos, ya que exteriorizan su instinto natural que es más libre, independiente y explorador”, explica el veterinario Michael Cardona.

viernes, 4 de mayo de 2018

Aprende a identificar las emociones de tu gato

 
El secreto está en su lenguaje corporal, por eso debes tener presentes estas señales para que puedas sortear las diversas situaciones. 

Todos los dueños de gatos están expuestos a sufrir un rasguño o mordeduras en algún momento del día, así como explosiones de amor y peticiones de comida en determinadas horas, que deja una incógnita abierta acerca de qué es lo que quiere el animal realmente.

Esto ha hecho que el mundo felino se convierta en toda una paradoja que parece no tener una solución obvia, pues sumado a esos comportamientos, se encuentran otros aún más extraños que suelen ser recurrentes y no hay forma de preguntarles por qué lo hacen.

Tal vez no puedas entablar una conversación, pero sí puedes aprender a reconocer algunas de las posturas con las que suelen demostrar sus emociones, en donde la cola juega un papel muy importante.


“Hay que tratar de hacer una lectura de la posición del gato, porque a veces como humanos somos imprudentes. Ellos nos dan como unas alertas y nosotros no los entendemos e insistimos en provocar situaciones en las que ellos están demostrando que tienen miedo, irritación o que tienen incertidumbre”, dijo Ana Gallo, etóloga especialista en gatos.

La especialista también recomendó el libro ‘Todo sobre la psicología del gato’, del que nos basamos para completar la información que encontrarás a continuación.

Señales que debes tener en cuenta

Amistosas

Para identificar que tu gato se encuentra con toda la disposición de interactuar contigo, con otra persona o animal, basta con mirar la posición y forma de su cuerpo y cola. Generalmente te recibirá en casa o te pedirá comida con su cola en alto, pero sin ningún tipo de tensión exagerada y con el pelo completamente liso. Esto significa que está feliz. 

Su cuerpo dirá lo mismo, pues tendrá una posición natural, con sus bigotes en la posición habitual, la pupila de sus ojos sin dilatar y siempre en la búsqueda de una interacción, por lo que querrá frotarse con tus piernas o tener algún contacto.


Gif: Giphy

Su expresión facial te parecerá amistosa, puesto que sus orejas están elevadas, tal vez atentas a lo que acontezca, pero completamente naturales y dirigidas hacia ti. No desaproveches estos momentos, pues es en ellos donde estás expuesto a la mayor explosión de amor y caricias acompañados de ronroneos.

El que la cola no esté completamente erguida y lisa no significa que el gato esté agresivo o asustado, pues en momentos de juego y excitación también es común verla levantada, pero con una curvatura hacia adentro o hacia afuera.

Agresividad o enfado

Notar que el felino no está en un estado equilibrado es bastante fácil. Simplemente su cuerpo te dirá que deberías guardar un poco de distancia, si no quieres resultar herido y confundido. Recuerda que hay muchas cosas en el entorno que pueden llegar a estresarlo, como sonidos fuertes, comportamientos violentos o incluso movimientos tuyos que no le agraden.

La primera señal de alerta te la dará su cola, que presentará movimientos suaves de lado a lado en un inicio, como tratando de decir que no está de humor y que vuelvas en otro momento. Si tienes gatos, vivirás esto a diario.


Las cosas cambian cuando los movimientos se vuelven más frenéticos y evidentes. En ese punto ya el enfado se ha hecho fuerte y seguramente vendrá acompañado de una acción agresiva. De ahí tantas mordidas y rasguños.

Pero hay una situación en la que jamás deberías intervenir, que es en la que el gato ya se encuentra en cólera, con una agresividad que emana por cada extremidad de su cuerpo, iniciando por sus bigotes y terminando en la punta de su cola.

Lo más visible será la postura rígida y esponjada de su cuerpo y cola, que usa como un mecanismo para hacerse ver más grande, imponente y seguro de sí mismo. las garras estarán expuestas, así como sus dientes y bigotes, siempre esperando el momento más adecuado para iniciar el ataque.


Debes estar muy pendiente de la posición de sus orejas, que en estas situaciones estarán agachadas hacia los lados o hacia atrás. Sus pupilas se verán dilatadas en algunos de los casos. 

Miedoso

Esta es otra de las emociones que puede desencadenar una reacción agresiva de tu gato en contra de una persona o animal. Si lo ves agazapado, con la cola entre las patas o erizada, pero a una altura baja, es porque algo ha provocado que tu mascota sienta miedo o un peligro inminente para su vida.


Sus desplazamientos van a ser con su vientre y pecho muy pegados al piso, así como en los momentos en que se detenga. Sus orejas y bigotes estarán pegados a su cabeza y buscará un escondite. 

La cola entre las patas o muy baja también puede ser sinónimo de frustración, por no haber encontrado su juguete o porque no pudo cazar su presa.

Neutro

Las otras situaciones cotidianas de tu gato no le causarán mayor emoción, como es habitual, por lo que corresponde una corporalidad bastante relajada, con su cola caída, unos ojos perezosos y literalmente ignorará todos tus intentos por llamar su atención.


Usualmente está buscando esa interacción que podrías llegar a estresar a tu gato, por lo que debes entender que ellos son amantes de su espacio y libertad. Lo ideal es que se mantengan emocionalmente neutros la mayor parte del día, como suele ser habitual. 

Recuerda que tú debes ser el que controla las situaciones complicadas que pueden desequilibrar a tu gato, por medio de movimientos suaves que le regresen la calma y seguridad. También es necesario tener precaución si la situación se torna violenta, con el fin de prevenir un ataque que te pueda causar heridas serias.


jueves, 3 de mayo de 2018

Por qué los gatos aman el sol?

 
Si te has preguntado por qué tu gato parece estar haciendo fotosíntesis en el jardín o junto a la ventana, en 4 Patas te explicamos el por qué y cómo ayudarle a pasar un mejor rato. 

Los gatos son reconocidos por ser seres completamente misteriosos y extraordinarios, que necesitan todo tipo de cuidados por parte de ellos mismo y de sus dueños para poder tener una mejor calidad de vida y seguir su rutina diaria de dormir y acicalarse sin ningún tipo de dolencia. 

Estos pequeños felinos gozan de ser uno de los animales que, a pesar de haber convivido con el ser humano desde hace varios siglos, aún conservan gran parte de sus comportamientos de su estado salvaje, que son en últimas los que suelen ser un dolor de cabeza para quienes conviven con ellos. 

Tomar el sol está lejos de ser un acto molesto para ti. Al contrario, se puede decir que es uno de los momentos más tiernos y pacíficos que puedes apreciar cada día, del que él disfruta y ansía repetir cada vez que se le presente la ocasión.


¿Por qué les gusta tomar el sol?

Básicamente por la misma razón por la que lo hacemos la mayoría de mamíferos: para mantener la temperatura corporal ideal.

A pesar de su bello pelaje, los gatos también llegan a sentir que la temperatura está algo baja, por lo que buscarán a como dé lugar la forma de calentarse, ya sea cerca en el motor de un carro, en un electrodoméstico, en tus piernas o, la forma más fácil, bajo los rayos del sol.

Un felino en estado salvaje pasa gran parte del día durmiendo y aprovecha todas sus energías en la noche para salir a cazar. En tu casa, lejos de tener que conseguir su propio alimento, tiende a permanecer estático en algún rincón, por lo que pierde gran parte de su calor corporal como consecuencia de la falta de movimiento. Esto lo motiva aún más a buscar diversas fuentes de calor.


Vitamina D

También tiene que ver su necesidad física por recibir diferentes nutrientes y vitaminas de su entorno. Los gatos son seres delicados, los cuales pueden sufrir de todo tipo de enfermedades si no les son proporcionadas todas las vitaminas que necesitan para llevar a cabo sus procesos fisiológicos.


Si su comida no es la adecuada, no solo presentarán problemas de comportamiento, de piel o gástricos, sino que también pueden llegar a morir y desarrollar enfermedades que les impedirá tener una buena calidad de vida.

Así mismo pasa con la Vitamina D, que en ellos actúa de la misma forma como lo hace en cualquier mamífero, pero cuyo pelaje, el cual repele los rayos ultra violeta, impide que ingrese a su organismo en las proporciones necesarias. Con relación a los humanos, el ingreso de esta vitamina por vía directa es mínima.


Es por esto que debes tratar de entregarle todos los nutrientes que necesita por medio de una alimentación balanceada, que usualmente se encuentra en los productos que son ofrecidos en el mercado que están diseñados exclusivamente para ellos. 

No obstante, tampoco se descarta que tu gato pase horas bajo el sol simplemente por el placer que le genera esa fuente potente de calor. Es ahí cuando puedes aprovechar y entregarle todos los mimos que no te permite darle el resto del día. 

El exceso de sol tampoco es bueno

A pesar de ser animales que tienen la capacidad de sobrevivir en casi cualquier entorno, ya sea frío o caliente, jamás debes obligarlo a permanecer mucho tiempo bajo los rayos solares, en una terraza o patio, pues su piel es bastante sensible y se puede ver afectada.



Esto, mucho menos cuando tu gato es de piel clara, sin importar la cantidad de pelo que tenga, pues en los espacios menos poblados,como ojos y nariz, pueden desarrollar alergias, enrojecimientos y hasta manchas que son una inminente alerta de que tu gato no está recibiendo una cantidad adecuada de radiación.

miércoles, 2 de mayo de 2018

Los perros y gatos también sufren ansiedad por separación

Este problema de comportamiento es relativamente frecuente en nuestras mascotas, especialmente en perros, ya que son animales sociales que no evolucionaron como seres solitarios. 

Según un estudio de la facultad de veterinaria de la Universidad de Bristol, la mayoría de los propietarios de mascotas tienden a ignorar o subestimar el problema, pero la realidad es que es mucho más frecuente de lo que se piensa. En dicho estudio, aproximadamente 30% de las mascotas estudiadas mostraron fuertes señales de ansiedad por separación, mientras que 50% mostró señales moderadas; solo el 20% de los animales estudiados se quedaban tranquilos en casa cuando estaban solos. 

Perros y gatos que cuando se dejan solos destruyen muebles, hacen sus necesidades donde no deben, aúllan o ladran o maúllan y lloran desconsolados, están claramente afectados por el estrés que les produce estar solos; los animales no tienen la misma percepción del mundo y del tiempo que tenemos nosotros, ellos no tienen idea si volveremos cuando salimos de casa.

En el caso de los perros, si definitivamente tienen que quedarse solos, lo ideal sería contratar un paseador de confianza que lo saque al menos una vez durante el día. 

Hay que tener en cuenta que, contrario a la recomendación de muchos, cuando se tiene un perro o gato quejado de ansiedad de separación, conseguir una segunda mascota no necesariamente solucionará el problema, al contrario, pueden agravarse los problemas de conducta. Es útil tener dos o más mascotas que se hagan compañía cuando se crían desde pequeñas. 

Aves y roedores que comúnmente sirven como mascotas también suelen sufrir de ansiedad por separación. De hecho, en Suiza, por ejemplo, es ilegal tener animales como hámsters, cobayos, ratones y otros roedores, o aves como loros o periquitos, solos, y se exige que vivan con al menos otro de su especie.

Si tienes problemas de comportamiento con tu mascota no dudes en buscar un buen etólogo que ayude a mejorar o prevenir conductas específicas.

martes, 1 de mayo de 2018

Los perros y los gatos son realmente rivales?

 
Los perros y los gatos pueden llegar a ser los mejores amigos. 

Si te gustan los perros y los gatos por igual pero te da miedo tener uno de cada especie al tiempo por su supuesta rivalidad, te contamos que no es imposible que se lleven como verdaderos amigos. 

No sabemos desde cuándo empezamos a oír eso de “se llevan como perros y gatos” o “parecen perros y gatos” para hablar de dos personas que no tienen una buena relación. Esa frase, por supuesto, la toman de la rivalidad que siempre se le ha atribuido a dos de nuestros animales favoritos en el mundo. Pero ¿será cierta?

Depende.

En algunos casos simpatizan casi que desde el primero momento. Se ven, se gruñen, se olfatean y luego todo es juegos, paz y amor. En otros, puede tardar un poco más y esta labor requerirá de paciencia por parte del jefe humano de la manada. Forzar las cosas nunca será una buena idea.

Lo cierto es que no se puede generalizar. No son enemigos porque sí.


¿Por qué se consideran rivales?

Los perros y los gatos tienen personalidades diferentes, hablan idiomas diferentes y eso se nota en su rutina y en su interacción con humanos. Mientras los perros son efusivos y les encanta que los mimen, que les jueguen, los gatos son más independientes y prefieren decidir si estar solos o no.

A esto hay que sumarle que mientras los gatos se parecen entre sí, independiente de la raza, los perros tienen comportamientos distintos y como podemos encontrarnos un Pastor Alemán tierno y tranquilo, podemos conocer a un Pincher furioso y gruñón.

Además, algunas actitudes de los perros como saltar o mover la cola son interpretadas por los gatos como una amenaza y eso hace que tomen distancia.

Pero con paciencia pueden llegar a ser los mejores amigos, así que no te preocupes. Si quieres tener en casa perros y gatos al mismo tiempo, hazlo, solo debes tener ciertas cosas en cuenta para que la relación sea la mejor.

Celos, malditos celos


Sí, ellos también se ponen celosos cuando ven que su humano está más cariñoso con otro animal, por eso es muy importante que ambos reciban el mismo cariño, que ambos tengan la misma atención. Lo ideal sería que convivan desde cachorros y que sean de sexos opuestos, para reducir los posibles roces.

Para bajar la tensión, puedes usar el juego como un pretexto para acercarlos. Eso sí, nunca los obligues.

lunes, 30 de abril de 2018

Plantas mágicas para calmar a tu gato

 
Es importante asesorarse bien para encontrar las más apropiadas de acuerdo al animal. 

Además del catnip, más de un tipo de planta es útil para calmar a un gato. Aquí, los pro y los contra de este tipo de suministros naturales. 

La nepeta cataria, comúnmente conocida como catnip, es una planta que atrae mucho a los gatos pero que les produce efectos bastante alocados. Tiene su magia en su intenso olor mentolado y en la nepetalactona, su principio activo, una sustancia que actúa sobre las células activando las neuronas sensitivas en estas mascotas. Aunque no tiene efectos secundarios, debe administrarse con moderación. Se recomienda su uso para acercar a nuestro felino a un nuevo juguete o para motivarlo a realizar una actividad física.

Una de las desventajas de esta planta es que no a todos los gatos les gusta (suele surtir efecto en uno de cada tres). Por otro lado, si lo que queremos es calmar de inmediato a nuestra mascota o ayudarla a relajarse mientras se adapta a un proceso de cambio o a un ambiente estresante, el catnip no es la mejor opción puesto que los gatos expuestos a estos factores generalmente no reaccionan a su efecto.

El aceite esencial de lavanda es otro maravilloso relajante y su efecto es inmediato. La aromaterapia es una de las alternativas de mayor acogida para animales, pero es importante asegurarnos de que realmente se trate de aceites de grado terapéutico y de que la marca que los distribuye está respaldada por estudios veterinarios. No debemos usar cualquier esencia, mucho menos en pebeteros.

La lavanda es excelente para acompañar procesos de estrés como hospitalizaciones, traslados, mudanzas, duelos, etc. También la podemos usar cuando nuestro gato es de temperamento nervioso, poco sociable, miedoso o, incluso, cuando es demasiado activo en las noches. Su mayor desventaja es que suele ser costosa, así como todos los aceites de grado terapéutico y los difusores de aromaterapia.


Las flores de Bach, por su parte, funcionan muy bien en los gatos y no tienen efectos secundarios. Algunas, como el mímulo o el heliantemo, son útiles para afrontar el miedo, mientras el nogal ayuda a la adaptación, el castaño blanco a la tranquilidad mental, la agrimonia a la ansiedad y la mostaza a la tristeza. Es importante asesorarse bien para encontrar las más apropiadas de acuerdo al animal. Normalmente, las preparan en farmacias homeopáticas o centros holísticos, y siempre hay que precisar que es para animales. Las recomiendo y uso en absolutamente todos mis pacientes.

domingo, 29 de abril de 2018

Ira gatuna


 

Introducir bruscamente a un gato en un ambiente desconocido, puede causarle un cuadro de agresividad. Foto: iStock 

La agresividad en los gatos es uno de los problemas más comunes en los hogares. Te mostramos por qué sucede y cómo manejarla. 

Los felinos, por lo general, son sinónimo de ternura, ingenuidad y travesuras. Pero con ellos no todo es color de rosa: a veces pueden mostrar un comportamiento agreste y de rechazo hacia sus dueños o hacia otras personas, que se cataloga como un caso de agresividad felina.


Adriana Patricia López, médica veterinaria de la Universidad de la Salle y experta en gatos, explica algunos de los parámetros que se deben tener en cuenta para enfrentar esta situación.


Tipos de agresividad 


Este comportamiento puede tener múltiples orígenes y, a su vez, varias clasificaciones. Primero está la agresividad que se genera durante el juego, en la que el minino puede atacar las piernas y manos de su dueño; está también la provocada por caricias, cuando el humano no mide la intensidad y el umbral de tolerancia del gato, o la predadora, en la que el felino ataca como si fueran su presa a personas o a otras mascotas. Finalmente existe la agresividad por miedo, cuando el gato se siente amenazado y actúa para protegerse.

Causas

Los gatos necesitan ser comprendidos bajo sus propios términos. Suena obvio, pero a veces las personas olvidan que no son perros y tienden a tratarlos de igual forma. El exceso de caricias y los juegos bruscos no son recomendables. Por otro lado, ignorarlos porque son seres más independientes tampoco ayuda. Nuestros ángeles de cuatro patas necesitan de un equilibrio a la hora de ser tratados.

Enfermedades relacionadas

Afecciones del sistema nervioso como tumores, meningitis, intoxicaciones, alteraciones hepáticas, desequilibrios endocrinos o virus pueden ser causantes de cuadros de agresividad. Por eso, en casos extremos, la doctora López recomienda acudir al veterinario y realizar exámenes exhaustivos al gato para descartar una causa de este tipo.

Soluciones

Según López, ante todo hay que identificar el origen del comportamiento para poderlo combatir. Por ejemplo, la castración resulta eficaz para los machos porque reduce las riñas con otros animales y sus ganas de salir a dar un paseo. Conocer el nivel de tolerancia de los felinos respecto al contacto físico, proveerles zonas de refugio y generarles un buen ambiente para que se sientan tranquilos, son aspectos fundamentales.

Factores clave 

En ocasiones, la agresividad en los gatos se produce porque sus amos desconocen aspectos sobre el cuidado básico; por ejemplo, los acostumbran a jugar con sus manos o los introducen bruscamente en nuevos ambientes con otros felinos o mascotas, lo que puede resultar contraproducente.

Separarlos de su madre y hermanos antes de las cinco semanas de vida no es recomendable, pues evita que desarrollen habilidades básicas de socialización. Además, no saber emplear el castigo los puede terminar poniendo siempre a la defensiva.

Tips para evitar la agresividad
Controla el juego de tu gato con objetos como pelotas, cintas y otros juguetes.
Estudia a tu animal antes de consentirlo. No todos soportan las caricias. Descubre su umbral de tolerancia.
Identifica las señales que te envía cuando está molesto: orejas aplanadas hacia atrás, movimientos bruscos de cola, siseo o postura encorvada son algunas de las más dicientes.
Si llevas un nuevo minino a casa, introdúcelo lentamente. Los gatos son muy territoriales.
No incites juegos bruscos con tu peludo.