Este problema de comportamiento es relativamente frecuente en nuestras mascotas, especialmente en perros, ya que son animales sociales que no evolucionaron como seres solitarios.
Según un estudio de la facultad de veterinaria de la Universidad de Bristol, la mayoría de los propietarios de mascotas tienden a ignorar o subestimar el problema, pero la realidad es que es mucho más frecuente de lo que se piensa. En dicho estudio, aproximadamente 30% de las mascotas estudiadas mostraron fuertes señales de ansiedad por separación, mientras que 50% mostró señales moderadas; solo el 20% de los animales estudiados se quedaban tranquilos en casa cuando estaban solos.
Perros y gatos que cuando se dejan solos destruyen muebles, hacen sus necesidades donde no deben, aúllan o ladran o maúllan y lloran desconsolados, están claramente afectados por el estrés que les produce estar solos; los animales no tienen la misma percepción del mundo y del tiempo que tenemos nosotros, ellos no tienen idea si volveremos cuando salimos de casa.
En el caso de los perros, si definitivamente tienen que quedarse solos, lo ideal sería contratar un paseador de confianza que lo saque al menos una vez durante el día.
Hay que tener en cuenta que, contrario a la recomendación de muchos, cuando se tiene un perro o gato quejado de ansiedad de separación, conseguir una segunda mascota no necesariamente solucionará el problema, al contrario, pueden agravarse los problemas de conducta. Es útil tener dos o más mascotas que se hagan compañía cuando se crían desde pequeñas.
Aves y roedores que comúnmente sirven como mascotas también suelen sufrir de ansiedad por separación. De hecho, en Suiza, por ejemplo, es ilegal tener animales como hámsters, cobayos, ratones y otros roedores, o aves como loros o periquitos, solos, y se exige que vivan con al menos otro de su especie.
Si tienes problemas de comportamiento con tu mascota no dudes en buscar un buen etólogo que ayude a mejorar o prevenir conductas específicas.