Introducir bruscamente a un gato en un ambiente desconocido, puede causarle un cuadro de agresividad. Foto: iStock
La agresividad en los gatos es uno de los problemas más comunes en los hogares. Te mostramos por qué sucede y cómo manejarla.
Los felinos, por lo general, son sinónimo de ternura, ingenuidad y travesuras. Pero con ellos no todo es color de rosa: a veces pueden mostrar un comportamiento agreste y de rechazo hacia sus dueños o hacia otras personas, que se cataloga como un caso de agresividad felina.
Adriana Patricia López, médica veterinaria de la Universidad de la Salle y experta en gatos, explica algunos de los parámetros que se deben tener en cuenta para enfrentar esta situación.
Tipos de agresividad
Este comportamiento puede tener múltiples orígenes y, a su vez, varias clasificaciones. Primero está la agresividad que se genera durante el juego, en la que el minino puede atacar las piernas y manos de su dueño; está también la provocada por caricias, cuando el humano no mide la intensidad y el umbral de tolerancia del gato, o la predadora, en la que el felino ataca como si fueran su presa a personas o a otras mascotas. Finalmente existe la agresividad por miedo, cuando el gato se siente amenazado y actúa para protegerse.
Causas
Los gatos necesitan ser comprendidos bajo sus propios términos. Suena obvio, pero a veces las personas olvidan que no son perros y tienden a tratarlos de igual forma. El exceso de caricias y los juegos bruscos no son recomendables. Por otro lado, ignorarlos porque son seres más independientes tampoco ayuda. Nuestros ángeles de cuatro patas necesitan de un equilibrio a la hora de ser tratados.
Enfermedades relacionadas
Afecciones del sistema nervioso como tumores, meningitis, intoxicaciones, alteraciones hepáticas, desequilibrios endocrinos o virus pueden ser causantes de cuadros de agresividad. Por eso, en casos extremos, la doctora López recomienda acudir al veterinario y realizar exámenes exhaustivos al gato para descartar una causa de este tipo.
Soluciones
Según López, ante todo hay que identificar el origen del comportamiento para poderlo combatir. Por ejemplo, la castración resulta eficaz para los machos porque reduce las riñas con otros animales y sus ganas de salir a dar un paseo. Conocer el nivel de tolerancia de los felinos respecto al contacto físico, proveerles zonas de refugio y generarles un buen ambiente para que se sientan tranquilos, son aspectos fundamentales.
Factores clave
En ocasiones, la agresividad en los gatos se produce porque sus amos desconocen aspectos sobre el cuidado básico; por ejemplo, los acostumbran a jugar con sus manos o los introducen bruscamente en nuevos ambientes con otros felinos o mascotas, lo que puede resultar contraproducente.
Separarlos de su madre y hermanos antes de las cinco semanas de vida no es recomendable, pues evita que desarrollen habilidades básicas de socialización. Además, no saber emplear el castigo los puede terminar poniendo siempre a la defensiva.
Tips para evitar la agresividad
Controla el juego de tu gato con objetos como pelotas, cintas y otros juguetes.
Estudia a tu animal antes de consentirlo. No todos soportan las caricias. Descubre su umbral de tolerancia.
Identifica las señales que te envía cuando está molesto: orejas aplanadas hacia atrás, movimientos bruscos de cola, siseo o postura encorvada son algunas de las más dicientes.
Si llevas un nuevo minino a casa, introdúcelo lentamente. Los gatos son muy territoriales.
No incites juegos bruscos con tu peludo.