martes, 3 de octubre de 2017

Malas decisiones financieras, la segunda causa de estrés entre colombianos menores de 30 años

Así lo señala una encuesta realizada por la forma de comercio electrónico Groupon, en la que participaron 4.800 personas.

 
Malas decisiones financieras, la segunda causa de estrés entre colombianos menores de 30 años 

Juan* sale a su trabajo normalmente y en el camino, dentro del bus de transporte pùblico está pensando que este mes no podrá ahorrar lo suficiente como para comprar el carro que tenía pensado. En su cabeza retumban las cifras de las deudas que tiene en la tarjeta de crédito, los avances que ha hecho, sigue pagando aquel fin de semana que se fue con su novia a la playa para darle una sorpresa y además sabe que tendrá que ‘pedir cacao’ unos días a su arrendatario porque la quincena no le alcanza, o de lo contrario no tendrá para el transporte o la alimentación. Por supuesto, cuando llega a su trabajo ya está estresado y las cosas las hace sin amor, por solo salir del paso.

Como ocurre con Juan, un soltero de 27 años que vive en Bogotá* pasa con muchos profesionales jóvenes donde las malas decisiones financieras son la segunda causa por la cual se estresan. Sobre este tema, Groupon hizo un sondeo en Colombia, México, Chile, Argentina y Brasil. De acuerdo con los resultados, entre los 25 y 30 años es la edad en que más se estresan los colombianos. Entre los factores que más estrés producen en esta etapa de la vida, está el trabajo, con 54%, tomar malas decisiones financieras, con 39%, las discusiones frecuentes con la pareja y el divorcio o separación de la pareja, con 19%.

No tienen tiempo de relax

La encuesta quiso determinar los propósitos del año nuevo y el equilibrio que los entrevistados quieren para su vida, como también averiguar los niveles de estrés que manejan.Los resultados mostraron que el 70% de los colombianos siente que no tienen suficiente tiempo en el día para relajarse, lo que hace que estén atrapados en un desequilibrio trabajo-vida. Esta cifra nos pone en un tercer lugar comparado con otros países de la región: Argentina (80%), Chile (77%) y México (66%).

Al medir los factores de estrés y de manejo del tiempo, las respuestas mostraron que con todas las presiones y responsabilidades del trabajo y la vida en el hogar, 86% de los encuestados afirmó que trabajan más horas de las que deberían. Los resultados también mostraron que los colombianos suelen tomar la mayoría, pero no todos, sus días de vacaciones en un año.

Asimismo, 66% de los encuestados cree que un día típico no tiene suficientes horas para hacer todas las actividades que deberían realizar y 25% cree que necesitan 4 horas extras al día para hacer todas sus tareas. 33% afirmó que les es muy difícil mantener un buen balance entre el trabajo y la vida personal. Al preguntarles qué es lo que más dificulta mantener este equilibrio: 47% dice que la carga de trabajo, 49% las preocupaciones financieras, 37% el crecimiento profesional, 55% el cansancio físico y emocional y 27% la estabilidad laboral. 

31% de los colombianos cree que trabaja muchas horas. Los días más estresantes son el lunes con un 56% y el viernes con 15%. 

Sobre el relax y descanso

41% de los encuestados dice que han pasado seis meses o más desde que se sintieron completamente relajados y libres de estrés. Si tuvieran un día completo para estar solos y relajarse, 51% escogería irse a un día de playa y 26% visitaría un spa.

Cuando se trata de relajarse, recibir un masaje, manicura o pedicura, irse de viaje, ir al gimnasio, así como jugar videojuegos son algunas de las cosas que los encuestados harían si tuvieran un día completo de descanso. "Muchos colombianos ven en nosotros una opción para encontrar los mejores planes de relajación y diversión que les permiten lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, sobre todo en esta temporada de fin de año y así combatir el estrés", dijo Juan Carranza, Director Comercial de Groupon Hispanoamérica.

lunes, 2 de octubre de 2017

La importancia de entender los traumas de los estudiantes

Semana Educación entrevistó a Darshan Campos, especialista Fulbright en educación, que habló de la necesidad de un nuevo enfoque en la educación que priorice las necesidades de los niños.
 

Después de la firma de la paz, el principal reto que tendrá el país será llevar la reconciliación a los territorios golpeados por la guerra. Será entonces cuando la educación jugará un papel fundamental. 

La instituciones educativas tendrán la labor vital de curar las heridas del conflicto y sanar la deuda histórica del país con los jóvenes que no han encontrado en la enseñanza y la formación una alternativa a la violencia. O, como lo define Darshan Campos, especialista Fulbright en educación, potenciar papel del Trauma Informed Teaching (Educación informada en los traumas). “La paz no es algo que se firma en un papel, sino que se practica y se construye diariamente”, explica. 

Desde su labor como docente en Estados Unidos, Campos ha hecho un esfuerzo por curar las secuelas de la violencia intrafamiliar y socioeconómica en sus estudiantes, valiéndose de todo tipo de estrategias, desde sentarse a hablar de los traumas, hasta la meditación, el juego y el baile.

Su metodología busca que los profesores se enfoquen en las perspectivas y los problemas de los niños y se vuelan sanadores dentro de la comunidad. 

Semana Educación habló con Campos, quien párticipará en la Cumbre Líderes por la Educación 2017 que se celebrará en el Cubo de Colsubsidio, Bogotá, el 20 y 21 de septiembre. El evento más importante del sector educativo en el país está organizado por Semana Educación. 

Semana Educación: ¿Cómo funciona el Trauma Informed Teaching? 

Darshan Campos: Antes que nada es una mentalidad. Es decir, es una forma de pensar sobre la educación y sobre la violencia. La violencia viene en muchas formas: violaciones, incestos, adicciones, guerras, detenciones. Y estas no están por allá afuera, sino que son experiencias que viven en nosotros, en nuestro cuerpo y nuestras familias. Si un niño es abusado en su casa, esa experiencia no se queda allá, sino que la lleva consigo al colegio. Entonces obviamente deben ser parte de la escuela, debemos pensar cómo lo apoyamos, cómo entendemos mejor su experiencia.

Déjeme darle un ejemplo: En una comunidad que lucha con el hambre, los niños no pueden aprender ni los adultos enseñar. Entonces por qué no miramos al colegio como un huerto, donde todo lo que hacemos gira alrededor de crear alimentos. Así que todo el currículo que creemos, todos los proyectos de matemática y lectura sean para construir un sistema de irrigación o un plan de cultivo.

S.E.: Es como un cambio de perspectiva...

D.C.: Exactamente. Es un enfoque totalmente diferente. La mayoría de las escuelas fueron construidas para estudiantes en el siglo XVIII, pero ya no somos esas personas. ¡Ahora tenemos el internet! Hay muchas cosas que ya no necesitamos en las clases. Los exámenes, por ejemplo. Sabemos que todos somos individuos diferentes, con diferentes hábitos, diferentes maneras de ser. Algunos somos más tímidos, otros más abiertos. Entonces hagamos del salón de clases un espacio para que se cultiven todas esas posibilidades. 

S.E.: ¿Por qué dice que no necesitamos los exámenes?

D.C.: En muchos colegios es examen tras examen tras examen. Según muchos estudios, hacer pruebas no funciona. Sirve solo para un tipo de estudiantes, los que les va muy bien en las pruebas. Pero de pronto otros estudiantes no son buenos para demostrar su inteligencia de esa manera o no aprenden tan bien así. 

Algo que yo hago con mis estudiantes cuando tengo que hacer una prueba es que les doy a todos mis estudiantes un esfero rojo para que corrijan el examen. No tienen que responder nada, solo rayar la hoja. ¿qué les parece que está mal con la prueba?, ¿qué opinan de las preguntas?, ¿qué les molestó? Y luego, ellos rompen la prueba (están usando sus manos, están liberando tensión) y la tiran a la basura. Es un ejercicio de meditación sobre cómo hacemos las pruebas, qué podemos hacer diferente. Es algo tonto, es divertido y, sí, desperdiciamos algo de papel. Pero el punto es que no solo les entregamos una prueba, también discutimos sobre ella.

S.E.: ¿Cómo deberíamos calificar a los estudiantes entonces?

D.C.: Honestamente, no creo que debamos tener notas. Los estudiantes deberían autoevaluarse y evaluarse entre ellos. Me parece mejor preguntarnos cómo acceder al conocimiento desde perspectivas diferentes, usar esa información para ver si estamos consiguiendo los resultados educativos que necesitamos y crear un currículo que de hecho funcione para la comunidad. 

Es un modelo muy diferente y es más difícil para los administradores. Los exámenes facilitan la tarea de los políticos, los administradores y las editoriales de libros de texto. Pero no la de los estudiantes y los profesores. Para mí, la educación debería ser para los estudiantes; cubrir sus necesidades. Ese es el alma del Trauma Informed Teaching. No se trata de la nación, ni del sistema escolar, sino de qué necesita la comunidad. Si eres de una población indígena, tus necesidades van a ser muy diferente a si estás en Medellín o en Oakland, ¿por qué debemos hacer el mismo examen para todos? Es una pregunta difícil, pero estamos en tiempos difíciles: tenemos que innovar.

S.E.: Es decir, ¿para usted los maestros deben ser una especie de psicólogos o amigos de los estudiantes y tener con ellos una conexión fuerte a nivel personal?

D.C.: No somos doctores, y eso lo tenemos que recordar. Hay otras personas que tienen esos roles. Aunque nosotros también tenemos un papel muy especial. Para mí, es uno de los trabajos más hermosos que hay. Pero tiene que ser un trabajo del corazón. A veces nos olvidamos de eso, porque tenemos un mal día o estamos de mal humor -igual que les pasa a los niños- y nos cansamos también.

S.E.: ¿El Trauma Informed Teaching se dirige únicamente a los niños que han sufrido de violencia o también puede beneficiar al resto de estudiantes?

D.C.: Es algo de lo que todos nos podemos beneficiar, aunque no seamos sobrevivientes de trauma (que casi todos los somos). Cualquier persona aprende más entre mayor cantidad de métodos educativos uses. Música, danza, meditación, cocinar, salir a la naturaleza, entre más formas tengas para acercarte al cuerpo, más probable es que se te quede grabado. Si estudias un libro para una prueba, puede que lo recuerdes solo por un tiempo y que luego se te olvide. Pero cuando usamos la enseñanza socioemocional lo que hacemos es que ponemos a trabajar nuestras mentes y nuestros corazones y nuestros cuerpos de la mayor cantidad de maneras posibles. 

S.E.: En sus años de profesora, ¿qué experiencia la ha marcado más?

D.C.: Hace un tiempo trabajaba en un centro comunitario donde la mayoría de personas eran refugiados de guerra de Yemen. Yo estaba jugando en el suelo con los chicos y estaba haciendo un rompecabezas del mundo con una niña yemení de 7 años. Ella señaló el mapa, me dijo "ese es Yemen", y empezó a contarme sobre la guerra. Me contó que su tía estaba ahí todavía y que no podía salir. Estábamos aprendiendo geografía,pero era ella la que me estaba enseñando a mí la historia de su gente. Eso me dolió mucho y le dije que podíamos escribirle una carta a su tía. No se la podíamos mandar, porque ella estaba en un lugar inaccesible, pero podíamos poner la carta en un globo y ver a dónde se la llevaba el viento. Fue algo pequeño y simple, pero fue una manera de escuchar lo que ella quería decir, y a la vez una oportunidad para practicar su inglés. Usted me preguntaba, ¿los maestros son como terapeutas? Sí, en cierto sentido. O más bien somos como amigos, como guías. Pero también somos los adultos en esas situaciones, y tenemos que pensar siempre en cómo educarlos.

S.E.: ¿Son los profesores indolentes con las preocupaciones de sus estudiantes?

D.C.: Hay algo de eso. Y hay que preguntarnos por qué. Muchos profesores están agotados. Nuestro trabajo es muy difícil, en serio. Después de que mi estudiante me hablara sobre la guerra en Yemen yo fui a casa y lloré. Pero no puedo llorar todos los días. A veces tenemos que tomarnos un descanso o cambiar lugar de trabajo. Y es una cosa muy difícil. Pero si no eres feliz enseñando, no vas a ser un educador efectivo. La educación es tanto del corazón como de la mente. 

S.E.: Usted dice que viene de un contexto familiar algo traumático, ¿cómo influyó en su comprensión actual de la educación? 

D.C.: Yo fui criada por una madre soltera y éramos muy pobres. Mi padre la mayor parte del tiempo estaba perdido o sin hogar o en prisión. Para mí eso fue muy duro. En esa época, yo odiaba la escuela, la sentía como una prisión. Pero entonces leí un libro en la escuela llamado "Mamá, estás despedida" y la escuela se volvió un refugio para mí, un lugar donde podía soñar. En ese sentido fui muy afortunada. Yo tengo la piel clara, más que el resto de mi familia o la mayoría de mis amigos, así que el trato que recibí fue muy diferente. Me apoyaban mucho porque era más parecida a las profesoras que los demás. Eso me marcó: por qué a mí me fue bien en el colegio y a ella no. Especialmente para alguien como yo, que vino de una familia sin mucha educación y sin mucho dinero. Eso me hizo estudiar cómo sucede el aprendizaje, de dónde viene, cuáles son sus barreras. También por eso yo me emociono mucho con la educación, porque sé lo que hizo conmigo; hizo al mundo más grande y menos tenebroso. Si puedo hacer algo así en la vida de mis estudiantes, pienso que habrá valido la pena.

domingo, 1 de octubre de 2017

El niño que corrigió un error del Museo de Historia Natural de Londres

A sus 10 años, Charlie visitó una exposición en la capital inglesa para aprender sobre dinosaurios y acabó enseñando una lección importante sobre estas criaturas a los responsables del museo. 
 

Charlie Edwards visitó el importante Museo de Historia Natural de Londres para aprender y acabó enseñando una lección. El museo admitió que uno de sus dinosaurios llevaba la etiqueta incorrecta luego de que el niño de 10 años identificara el error. Charlie, un fanático de los dinosaurios de la región de Essex, región al este de Londres, tiene síndrome de Asperger, que se clasifica con frecuencia como una enfermedad del espectro autista.

El niño notó durante un paseo al museo con su familia que una de las leyendas sobre el dinosaurio oviraptor estaba equivocada. Aunque sus padres dudaron que la institución hubiese cometido un error, Charlie insistió en que la ilustración de referencia mostraba a una especie diferente.


El museo puso una ilustración equivocada para identificar al oviraptor. Cortesía: BBC Mundo/ familia

"La forma estaba mal"

Los padres de Charlie lo habían llevado a él y a su hermano a pasar la noche en el museo londinense el 21 de julio. Mientras que otros niños estaban en la búsqueda de dinosaurios, Charlie prefirió "leer las etiquetas sobre ellos".

En una leyenda sobre el oviraptor, una especie con pico que caminaba sobre sus patas traseras, había en su lugar una ilustración de un protoceratops de cuatro patas. "Charlie conoce muy bien sobre dinosaurios. Le ha encantado la paleontología desde que era muy chico y empezó a leer enciclopedias cuando tenía unos tres años.
Charlie tiene síndrome de Asperger y como parte de eso, cuando se interesa por un tema va a intentar conocer todo sobre él", dijo su madre, Jade. 

El niño insistió a sus padres en que el aviso estaba equivocado y les pidió que buscaran en sus celulares el dinosaurio al que él se refería. Su madre le respondió que, aunque sabían que era un conocedor de estos reptiles extintos, se trataba del Museo de Historia Natural de Londres.


Charlie (derecha) y su hermano Ronnie durante su visita al Museo de Historia Natural de Londres. Cortesía: BBC Mundo/ familia

Sin embargo, Charlie les demostró que estaba en lo correcto y le hizo saber del error a un empleado del museo. Un portavoz de la institución señaló que la galería había sido "remodelada varias veces" y que "se había cometido un error". El museo dijo estar "muy impresionado con el conocimiento de Charlie" y prometió corregir el aviso. ‘Las tres noticias curiosas de educación de la semana‘.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Conozca siete opciones de ahorro que ofrecen los bancos para los niños


El sector financiero ha ampliado su portafolio de servicios hacia los más pequeños incluyendo beneficios como cuota de manejo sin costo y montos de apertura de máximo $50.000

La preocupación del sector financiero por incentivar el hábito del ahorro en los más pequeños ha traído consigo que los bancos lancen al mercado productos con beneficios especiales para ellos, que tienen como objetivo no solo enseñarles a ahorrar sino también formalizar ese ahorro.

De acuerdo con las cifras más recientes de Asobancaria, en el país hay cerca de 1,2 millones de niños y jóvenes menores de 18 años que tienen una cuenta de ahorros. Y según los cálculos esta cifra representa cerca de 8% de la población del país.


Es por eso que bancos como Bbva, Davivienda, Bancolombia, Caja Social, Coomeva y Banco de Bogotá han agregado a su portafolio de servicios, productos como cuentas de ahorro, con beneficios especiales para esta población que incluyen no tener cuota de manejo, permitir que el usuario escoja el monto de apertura de la cuenta en algunos casos y algunos hasta entregan regalos para incentivar a los más pequeños a convertir esto en un hábito.

De acuerdo con Giovanni Hernández, docente de finanzas de la Universidad de la Sabana, “desde el punto de vista económico siempre va a ser importante incentivar el ahorro en toda la población porque son los mecanismos que a futuro se van a convertir en inversión no solo en largo plazo, ni de forma individual sino en general para país”.

De acuerdo con Hernández, los países que más ahorran son los que después pueden tener mayor inversión, lo que se traduce en tasas de mayor crecimiento a través de tener crédito más barato, con interés menores.

Con el auge de la necesidad de la educación financiera, los bancos se han puesto las pilas para tener cada vez más usuarios en lo que algunos llaman “segmentos especiales”.

LOS CONTRASTES

Esperanza Pérez MoraVpdte. de Banca Masiva del Banco Caja Social

“Buscamos acompañarlos desde temprana edad a ser gestores de su progreso con herramientas que les permitan desarrollar hábitos”. 


Giovanni HernándezDocente de Finanzas de la U. de la Sabana

“Es muy importante la educación financiera, que las personas entiendan que no pueden gastar más de lo que ahorran”.

Además, entre sus características aclara que para los hijos de clientes Bbva, la cuota de manejo de este producto no tiene ningún costo, mientras que cuyos padres no sean clientes, tendrán que pagar un monto por esto.

Cuenta niños es el producto que lanzó el banco Davivienda para este segmento. Se trata de una cuenta de ahorros que puede abrirse con el monto que el usuario desee y está disponible para niños y jóvenes de hasta 17 años.

Según el portal de la entidad, este producto no tiene cuota de manejo, el monto máximo de retiro es de $1 millón y cuenta con otras limitaciones en opciones como cantidad de retiros y el valor de las compras.

Por su parte, Bancolombia ya cuenta con 150.000 niños usuarios de su programa Banconautas. Según Natali López Osorio, gerente de segmentos estratégicos del banco, “el programa Banconautas y sus posibilidades ofrecen una cuenta de ahorros con tarjeta débito con imagen exclusiva y/o manilla de pago sin contacto, sitio web exclusivo con juegos y tips de ahorro, experiencias y eventos para niños ahorradores”.

En cuanto a Coomeva, el banco ofrece la cuenta Coomevita, un producto pensado para niños entre siete y 18 años que tampoco tiene cuenta de manejo, se puede matricular como exenta de 4X1.000 y entrega extractos mensuales sin ningún costo. Además para utilizar el producto, los usuarios solo tendrán que disponer de un monto de $50.000 para su apertura.

En este segmento también participa el Banco Caja Social, una entidad que cuenta con más de 295.000 clientes, entre niños y jóvenes, menores de 18 años, según señaló Esperanza Pérez Mora, vicepresidenta de Banca Masiva del Banco Amigo.

En esta medida, Pérez explicó que el objetivo del banco es acercarlos al mundo financiero, familiarizarlos con los medios de manejo, canales y sobre todo, lograr que vean el ahorro como un beneficio en sí mismo. Por eso tiene a disposición dos productos: Cuenta amiga para Jóvenes y Tuticuenta para niños.

La primera tiene como propósito hacer que tengan una meta específica por la que desean ahorrar. Con esto tendrán un plan de ahorro con cuota fija mensual a un plazo establecido. Mientras que para los niños, la cuenta tiene como propósito que aprendan sobre el buen uso de los medios de manejo y se familiaricen con los canales transaccionales virtuales.

Por último, el Banco de Bogotá ofrece una tarjeta para cada etapa: ABC, para niños de hasta cinco años; Aventura, para niños entre seis y 12 años y; Energía, para jóvenes entre 13 y 17 años. Juliana Valderrama, gerente mercadeo personas banco, señaló que la entidad cuenta con aproximadamente 930.000 niños que hacen parte del segmento infantil.

Entre los beneficios de las dos primeras cuentas se encuentra que el monto de apertura es de $50.000 y la cuota de manejo no tiene costo, mientras que para la cuenta Energía, el monto de apertura es el mismo pero la cuota corresponde a 50% de la tarifa plena vigente.

ABC de la ley de costos financieros

De acuerdo con Asobancaria, la llamada ley de costos financieros incluye tres beneficios destacables para los consumidores: elimina el “saldo mínimo”; el banco debe pagar un rendimiento (interés) sin importar la cantidad de dinero que tenga en la cuenta; y que después de 60 días de inactividad, no se podrán cobrar adicionales hasta que el producto regrese a su estado de activo. Con estas medidas los usuarios podrán disponer de todo el dinero que tengan ahorrado en sus cuentas y en los productos de ahorro solo se podrán cobrar costos financieros por los primeros 60 días de inactividad.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Colombianos continúan ‘corchados’ en el inglés

De acuerdo con el último estudio de EF, el país ocupa el puesto 49 de los 72 analizados, por lo que es el mejor dentro del nivel ‘muy bajo’.


50,66 la nota que obtuvo Bogotá, la ciudad que cuenta con el mayor nivel de inglés en Colombia.

Cada vez más, un buen nivel de inglés es fundamental para tener un mejor desarrollo tanto personal como, por supuesto, profesional. Sin embargo, este sigue siendo un área en el que los colombianos todavía no logran despegar en su manejo. 

Tal como muestra un reciente estudio realizado por la academia global EF, Colombia se ubica en el puesto 49 de un total de 72 mercados analizados. En este sentido, con una calificación de 48,41, los nacionales entran en la clasificación de ‘muy bajo’, el menor de los cinco niveles que considera el informe. 

Eso sí, el país ha presentado cierta mejora frente al rendimiento registrado en ediciones anteriores, pues, por ejemplo, en la medición de 2015, los colombianos obtuvieron una nota de 46,54 sobre un total de 100. 

Cabe destacar que en la primera edición del estudio que realizó EF, en 2011, Colombia estaba en la posición 41 de 44 países; logró distanciarse en el 2012 con el puesto 48 sobre 52 y mejoró en 2013 ubicándose en el 46 sobre 60 naciones. 

Hacia el interior, Cundinamarca y Bogotá fueron los que presentaron el mejor indicador en el país, ya que alcanzaron una nota de 50,39 y 50,66 respectivamente (bajo), ambas por encima del promedio nacional. Igualmente, al revisar la situación por departamentos se encuentra que Santander y Atlántico son las otras dos regiones que están en un nivel ‘bajo’. Mientras tanto, otros como Antioquia o Valle del Cauca, con 47,57 y 47,1, son ejemplos en los que el nivel es más bajo que el promedio nacional. Así mismo, Bucaramanga y Barranquilla son dos ciudades que se ubican por encima del nivel medio del país, mientras que Cali, Medellín o Cartagena presentan peores indicadores. 

Por otro lado, EF también analiza la destreza en el idioma de acuerdo con el género. Así, las mujeres colombianas presentan un nivel ligeramente superior al de los hombres (48,44 frente a 48,38), un comportamiento compartido con el resto de regiones: 50,7 frente a 50,36 en Latinoamérica y 53,97 contra 52,38, que se registra de forma global. 

El informe de EF también pone de relieve algunas de las características del país para explicar esta situación, como son el 16,9% del total del gasto que el Gobierno destina a la educación, el cual está por encima del promedio mundial de 14%, o los 7,35 años que por lo general los colombianos le dedican al estudio, por debajo de los 9,2 en el mundo.

DE LOS ÚLTIMOS PUESTOS EN LATINOAMÉRICA

Colombia ocupa la posición número 49 al compararlo con todos los países que incluye el estudio, pero solo al tomar los pares latinos, la cifra nacional tampoco es positiva. EF ubica al país en el puesto 10 de un total de 14, solo por encima de Panamá, Guatemala, Venezuela y El Salvador. 

Por su parte, Argentina es el que presenta el mejor rendimiento de toda Latinoamérica, y es el único de la región que ha logrado estar en la clasificación de un nivel ‘bueno’, con una nota de 58,6. 

En este sentido, República Dominicana sería el único con un nivel ‘medio’, al tiempo que Uruguay, Costa Rica, Brasil, Chile, México y Perú estarían en el rango de ‘malo’. Otro país de habla hispana, España, se ubica en la posición 25 con un nivel ‘medio’.

En el mundo, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Singapur y Luxemburgo son los únicos con una calificación ‘muy alta. 

Otros como Austria, Alemania, Bélgica, Malasia, Filipinas, Suiza, Portugal o República Checa completan el nivel ‘bueno’.

EL IDIOMA ES UN INDICADOR ECONÓMICO

En un mundo globalizado como el de hoy, el dominio del inglés se ha convertido en un factor más para incrementar la competitividad económica. 

Tal como afirma EF en su estudio, “un mejor conocimiento del idioma hace subir los salarios, que a su vez alienta a los gobiernos e individuos a invertir más en la formación. En muchos países, el aumento de la competencia en el idioma corresponde con una menor tasa de desempleo entre los jóvenes. Es por ello que el inglés es clave para el desarrollo económico de un país”. 

En este sentido, EF muestra cómo la relación entre los ingresos per cápita de los ciudadanos y la destreza con el inglés es totalmente directa: aquellos que cuentan con un mayor ingreso, tienen un mejor nivel. 

Es más, el informe cuantifica el ingreso promedio por cada nivel de inglés: los que cuentan con una aptitud muy alta, tienen una entrada de dinero promedio de US$41.259; para el nivel alto, la cifra sería de US$17.271, un dato que bajaría hasta US$11.430 para la clasificación media, US$7.616 en el caso de la baja y, por último, US$5.280 en el rango de ‘muy bajo’. 

Y lo mismo ocurre con el Índice de Desarrollo Humano, el cual mide el logro educativo, la esperanza de vida, la alfabetización y los estándares de vida. Este también presenta mejores datos cuanto mejor son las capacidades con el idioma. “Existen pocos países con dominio del inglés bajo y moderado que muestran altos niveles de desarrollo”. 

Asimismo, el inglés se ha convertido, hoy en día, en un claro facilitador de negocios. 
“Tanto países como empresas que quieren atraer la inversión extranjera y estimular el crecimiento empresarial han reconocido la importancia del inglés. Un número creciente de compañías con sede en países de habla no inglesa han adoptado el inglés como lengua corporativa.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Maluma y el mensaje en Instagram que preocupa a su fanaticada

En su cuenta oficial, el cantante aseguró: ‘Nadie sabe lo que hay detrás de la vida de un artista’. 


‘Antes de existir Maluma siempre ha estado Juan Luis’, comentó el antioqueño.

A pesar de ser uno de los artistas latinos más populares del momento, Maluma no disfruta del todo la fama. En su cuenta de Instagram, el colombiano publicó un mensaje en el que reflexionó sobre lo que hay "detrás de la vida de los artistas".

"Nadie sabe qué hay detrás de la vida de los artistas. No me estoy quejando, solo digo que nadie se imagina por las cosas que uno tiene que pasar para ser exitoso", escribió el intérprete de ‘Felices los 4’.

"Yo solo pido salud para seguir acá de pie hasta el día que ustedes quieran", continuó el cantante, comentario que ha despertado una serie de preocupaciones por parte de todos sus seguidores. Hasta el momento no se conoce el motivo de su publicación; sin embargo, deja claro que la vida que se esconde detrás de los artistas no es tan placentera como se supondría.

Juan Luis Londoño Arias, nombre real de Maluma, comenzó en el mundo de la música en el 2011 con el tema ‘Farandulera’ y ese mismo año participó en el programa de competencias peruano ‘Combate’ en donde adquiriría mayor reconocimiento. Sin embargo, no fue sino hasta el 2013 cuando se lanzó al estrellato gracias a su producción ‘Temperatura’, con la cual se ubicó entre las listas de los artistas más escuchados en Colombia. 

En la actualidad, el cantante se encuentra de gira con el 'Maluma World Tour'. Una de sus más recientes presentaciones la tuvo en México donde deslumbró a sus seguidores con sus grandes éxitos.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Proyección: a las aulas desde los tres años



Así lo acordaron Ministerio de Educación y Fecode tras el reciente paro de maestros. Expertos de distintas áreas opinan, mientras que la educación finlandesa discrepa de la estrategia. 

“El niño llega atrasado”, indica María Gemma Moreno, directora del Jardín Infantil Burbujitas, de Manizales, al preguntársele por aquellos niños que comienzan a estudiar en primero de primaria, es decir, sin pasar antes por la educación preescolar.

“El jardín les desarrolla habilidades y bases para que pasen bien a la básica primaria”, agrega. Esa labor, actualmente en manos de jardines infantiles privados y del Bienestar Familiar, quiere asumirla ahora la educación pública.

El Ministerio de Educación y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) firmaron un pliego de peticiones para poner fin al reciente paro nacional de maestros. El punto cinco del acuerdo establece la creación de dos grados de preescolar en los colegios públicos del país: prejardín y jardín.

Deuda de 20 años

No obstante, esta medida ya estaba contemplada en la Ley 115 de 1994, que supeditaba la apertura de estos dos nuevos grados al aumento de la cobertura del nivel de transición al 80% en el país. Este último es actualmente el único grado con el que cuenta el nivel de preescolar.

La razón de que todavía no se implementen es que, precisamente, la cobertura del 80% no se ha alcanzado, de allí que el compromiso del Gobierno Nacional y Fecode sea lograrla en el 2021, de tal manera que los grados jardín y prejardín puedan ofertarse desde 2021 y 2024, respectivamente.

Para Alexánder Gómez, secretario general del sindicato Educadores Unidos de Caldas (Educal), la apuesta por la educación inicial es clave, pues los frutos se recogen en los grados superiores. “Una buena formación desde los primeros años permite que tengamos jóvenes diferentes cuando se gradúen en undécimo, cuando afronten la educación universitaria y el mundo laboral. Estas bases deben inculcarse en los primeros grados”.

El Ministerio de Educación le indicó a LA PATRIA que el compromiso pactado con Fecode estará articulado a la política de primera infancia y al principio de atención integral. “Es una deuda de más de 20 años. Esto permitirá que los niños más pequeños también disfruten de la gratuidad de la educación en el país”, señaló.

Más temprano

La creación del prejardín en la educación pública implica que los niños inicien sus estudios a los tres años. Actualmente, lo hacen a los cinco en el grado transición. Para averiguar sobre qué implicaciones tiene el cambio, LA PATRIA consultó a Liliana González, directora de la Maestría en Desarrollo Infantil, de la U. de Manizales, quien dice: “No es bueno ni malo. Esto depende de cuáles son las competencias y logros que se diseñen para estos cursos”.

González también añadió que la medida podría ser beneficiosa para madres y padres cabeza de hogar, quienes en muchos casos dejan sus hijos al cuidado de personas no idóneas y que no responden por su cuidado y alimentación.

En esto coincide con el psicólogo Jorge Hernán López, quien explica: “La familia modificó sus roles básicos. Antes, las madres se dedicaban al hogar. Con la inclusión de la mujer al mercado laboral aparecen unas implicaciones: quién cuida a los niños, en qué momento, qué tipo de educación les brindamos. Por ello es que hoy el preescolar se convirtió en una necesidad, con los niños estudiando a temprana edad”.

La clave está en una formación dirigida para las edades tempranas. “Los niños que cursan preescolar no reciben un aprendizaje común y corriente como en primaria. La enseñanza está fundamentada en el juego, se trabaja la motricidad fina, básica, se imparten valores. También se inculcan saberes de prematemáticas, prelenguaje, todo con estimulación. Esto es mucho mejor que tenerlos en la casa frente a un computador o una tableta para 'desencartarse' de ellos”, añade.

Para Diana Carolina Manjarrés, también psicóloga, los pros y los contras de iniciar una educación a los tres años los define cada familia. “En ocasiones los ingresan muy pequeños, porque los padres no tienen una red de apoyo. Puede ocurrir que el niño es agresivo, pues no ha interactuado con otros y entonces lo matriculan. Hay otros que piensan que la edad correcta para comenzar los estudios son los cinco años. En últimas, los padres definen los pros y los contras”.

También añade: “Todo depende de la estrategia de educación del jardín, pues esto impactará en la formación de los niños. En función de esto será bueno que los niños de tres años desarrollen sus habilidades. Si no hay una pedagogía efectiva no sé qué tan acertado sea para ellos permanecer en un ambiente así”.

María Gemma Moreno, directora del Jardín Infantil Burbujitas, amplía sobre las características que debe brindar esta educación: “Hay que enseñarles valores, cómo socializar con los otros. Ellos son esponjitas y lo que aprenden a esta edad les servirá para el resto de la vida. Aprenden contextos, observación, crítica y reflexión del entorno”.

Plata y maestros

Alexánder Gómez sostiene que la apertura de los grados debe acompañarse con recursos y maestros especializados, si se quiere garantizar una enseñanza de calidad: “Hablamos de vincular niños al sistema público, lo que representa unos costos. No solo se requieren infraestructuras, baterías sanitarias, mobiliario acorde con estas edades, sino educadores especializados en la atención de la primera infancia”.

¿De dónde saldrá el dinero?, Gómez responde: “Estará ligado a la discusión de la comisión de alto nivel creada para revisar la financiación de la educación. Se espera una propuesta específica para el primer semestre del 2018, que desde nuestro punto de vista debe contemplar las reformas de los artículos 356 y 357 de la Constitución Política sobre los dineros para la educación pública. Esto no solo para beneficiar al nivel de preescolar, sino también los otros niveles”.

Según Gómez, es asunto de articulación que la educación estatal pretenda asumir la responsabilidad de la formación inicial. “El iniciar el aprendizaje desde los tres años permitirá articular el proceso educativo con los demás grados, conformando un engranaje pedagógico. Esto con el ánimo de generar unas condiciones específicas de conocimiento en los niveles de preescolar, unas bases fundamentales para los siguientes niveles de educación básica y media”, comenta.


Mónica González, madre de Valeria e Isabella


Foto | Cortesía | LA PATRIA

“A Valen la matriculé en un jardín cuando tenía dos años. Me lo recomendó una EPS. Se volvió más independiente y abierta, pues antes era retraída. A Isabella la matriculé cuando tenía un año, también por recomendación de una EPS que me alertó de que podría desarrollar autismo. Además porque estaba a cargo de una persona que no era adecuada. En el jardín interactuó con niños, empezó a hablar. Hoy es una niña sana. Recomiendo la formación inicial”.

Marly Giraldo, madre de Pedro


“No consideré necesario meterlo a una guardería, pues no quería perderme las mejores etapas de ser madre. Yo quería estar ahí y por eso conseguí trabajos pequeños para no dejarlo solo en la casa por mucho tiempo. Cuando comenzó preescolar a los cinco años, él estaba muy entusiasmado. Me dio más duro a mí que a él. Estuvo dispuesto a aprender, era un niño muy aplicado. Se adaptó perfectamente y no tuvo inconvenientes”.

Otra visión

“Un niño de cuatro años necesita jugar, no ir a la escuela”, con esta contundencia se expresó el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Jari Lavonen, durante una entrevista con el diario español La Vanguardia. La institución está en Finlandia, país reconocido en el mundo por la excelencia de su sistema educativo. Ante la pregunta de qué ocurre con los padres que trabajan y no saben qué hacer con sus hijos, Lavonen respondió que tienen jardines infantiles estatales, pero con una formación lúdica.