lunes, 15 de noviembre de 2021

El diseño de espacios educativos influye en la formación y aprendizaje de estudiantes


La iluminación, la acústica y el nivel térmico inciden en la concentración

Diversos estudios en psicología, educación y arquitectura han encontrado que el diseño de los espacios educativos influye en los procesos de aprendizaje de los estudiantes. De hecho, tienen 25% de influencia positiva o negativa en el proceso de los alumnos en un año escolar.

Jesús Miguel Muñoz-Cantero, Ricardo García-Mira y Vicente López-Chao, de la Universidade da Coruña, realizaron una revisión sobre el tema, llamada ‘Influencia del diseño del espacio en los procesos de enseñanza-aprendizaje’, en la que encontraron que entre los factores del diseño del espacio que inciden en el proceso de enseñanza-aprendizaje se encuentran la iluminación, la acústica y el nivel térmico, entre otros.

De la iluminación destacan que su objetivo en un espacio de aprendizaje es facilitar el rendimiento visual, por lo que debe haber un equilibrio entre la luz natural y la artificial, ya que si la iluminación es muy brillante puede distraer a quien intenta leer.

El diseño acústico es muy importante en un aula de clase para evitar distracciones, por lo que se recomienda que se minimice el ruido de los sistemas de ventilación, equipos y salones vecinos.

La temperatura del espacio y la ventilación son fundamentales para que los estudiantes se mantengan concentrados. Los académicos señalan que espacios educativos deben estar construidos de tal manera que se mantenga la temperatura, la humedad y el movimiento del aire.

Por último, considerando que los estudiantes están tanto tiempo sentados, el mobiliario es esencial en el proceso educativo. Este debe aportar a que el estudiante tenga una buena postura.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Especies amenazadas: 665 están en peligro crítico en Suramérica


Por esa situación se declaró el tercer viernes de mayo el Día de las Especies Amenazadas.

América Latina y el Caribe albergan la mayor biodiversidad del planeta. Regiones donde además están seis de los países con mayor biodiversidad en el mundo: Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela. Pero también enfrenta serias amenazas que ponen en riesgo a esta biodiversidad.

Según la Lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), solo en América del Sur se han evaluado 14 060 especies bajo los criterios de riesgo y de ellas 4445 se encuentran como amenazadas de extinción, y la cifra de las que corren mayor riesgo llega a 665 especies, es decir, aquellas que están en Peligro Crítico.

La Lista roja de la UICN actualizada en agosto de 2019 menciona entre las especies más amenazadas en América Latina a la vaquita marina (Phocoena sinus), el mono nocturno andino (Aotus miconax), la iguana española de rinoceronte o igual cornuda (Cyclura cornuta), y la Rana Patagonia (Atelognathus patagonicus).

Especies emblemáticas en la región como el jaguar, el oso de anteojos, el cóndor o las tortugas también enfrentan el riesgo de extinción, principalmente por la desaparición de sus hábitats, pero, además, por la caza y el creciente negocio del tráfico de especies.

De acuerdo con la investigación Vida silvestre en el aire: tendencias de tráfico a tener en cuenta en América Latina y el Caribe de las organizaciones Traffic y C4ADS, que acaba de ser publicada, México, Brasil y Colombia registran el mayor número de casos de tráfico de vida silvestre vía aérea.

Esta situación que enfrenta el planeta, llevó a un grupo de activistas a declarar como el Día de las Especies Amenazadas el tercer viernes de mayo de todos los años.


La vaquita marina (Phocoena sinus), es el cetáceo más pequeño del mundo (hasta 1,4 metros de largo). Se estima que de 600 individuos que había en 1997 ahora solo quedan menos de 10.
Foto:

Cortesía: Sea of shadowsEl tráfico de especies: un problema que mueve millones de dólares

Se calcula que el tráfico de especies silvestres mueve 10 000 millones de dólares anuales», dice Jessica Pacheco, del Programa Bosques y Agua Dulce de World Wildlife Fund (WWF) de Ecuador. Por lo tanto, agrega Pacheco, los gobiernos latinoamericanos deben identificar cuáles son las rutas que se utilizan para el tráfico.

En octubre de 2019 se realizó la primera Conferencia de Alto Nivel de las Américas sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre en la que se declaró a esta actividad ilegal como crimen organizado.

En esa cita, 20 países de Latinoamérica firmaron la Declaración de Lima y se comprometieron a adoptar las 21 acciones definidas en la cumbre para luchar contra esta actividad ilegal.

Pacheco menciona que en Latinoamérica se está buscando identificar las rutas que se utilizan para el tráfico de vida silvestre con un enfoque a nivel de especies sombrillas o emblemáticas como el jaguar, el delfín, los monos y las tortugas.

La investigadora de WWF menciona también que especies de guacamayas, tortugas y monos figuran entre los más perseguidos por los traficantes. Solo en Ecuador, señala Pacheco, existen 532 especies incluidas en la lista de Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) que restringe su comercialización, entre ellas bagres y el paiche, sin embargo, agrega, el país no cuenta con ninguna ley sobre pesquerías amazónicas.

"Cada vez más se entiende que el tráfico no es local, sino transnacional", señala Rosa Vento, especialista del programa Tráfico de Vida Silvestre de Wildlife Conservation Society (WCS) Perú, quien cita como ejemplo de este negocio internacional los decomisos que se han hecho de la tortuga matamata, de la que existen dos especies: chelus fimbriata y chelus orinocensis.


Es endémica del Caribe colombiano y está en peligro de extinción, según la UICN.

Ambas especies tienen las mismas característica por lo que se pensaba, hasta hace unos años, que se trataba de la misma especie, sin embargo, análisis genéticos determinaron que la chelus fimbriata habita en la Amazonía; mientras que la chelus orinocensis corresponde a la Orinoquía.

Sobre esta especie se han presentado casos de decomisos de chelus orinocensis en la frontera entre Colombia y Perú –cuenta Vento–, y se presume que entrarían al Perú debido a que en este país existe el comercio legal de la especie amazónica.

"Las tortugas que se exportan de Perú tienen documentación legal, pero en realidad se está comercializando otra especie. La chelus orinocensis es una de las especies con mucha preocupación para Colombia y en general a nivel regional", dice Vento y precisa que solo en Perú, de las 389 especies amenazadas, más de 60 están en Peligro Crítico.

Jorge Luis Martínez, especialista en Gestión para la Conservación de WCS Perú, explica que en los últimos años hubo un incremento significativo en la exportación de tortugas matamata. «De entre 100 y 200 que se exportaban en el 2012 pasamos a 7000 en el 2019». El experto considera que esto se debe a lo que ha explicado Vento, que se está usando la ruta de Perú para comercializar la especie de la Orinoquía.

Martínez cuenta que como parte de las estrategias contra el tráfico de especies, WCS ha organizado un diplomado especializado en fauna silvestre dirigido a fiscales en Perú, una propuesta que se extenderá a otros países de la región como Colombia, Ecuador, Bolivia y Brasil. "El tráfico no es local, sino transnacional, tenemos que trabajar juntos a nivel regional".

Stephanie Arellano, Oficial de Programa Gestión de Biodiversidad para América del Sur de la UICN, considera que es importante ver al territorio de forma integral para entender que cuando se conserva un área protegida no solo se protege a las especies amenazadas sino a aquellas que puedan llegar a estar en peligro.

"El jaguar es una de las especies más traficadas, pero también hay tráfico de aves, monos, tortugas y aletas de tiburón en toda la costa del pacifico", puntualiza Arellano.

Según el informe de Traffic, Routes y C4ADS, 53 países en todo el mundo están vinculados al tráfico de vida silvestre a través del transporte aéreo dentro, hacia y desde los países de América Latina y el Caribe entre el 2010 y 2020, con envíos frecuentes de especies endémicas hacia Europa, América del Norte y Asia.

"Los animales más comúnmente traficados fueron aves, principalmente pinzones, que representaron el 33% de todos los países de América Latina y el Caribe", señala el reporte.¿Qué pasa con el jaguar y el oso de anteojos?


Es un cazador por naturaleza: espera sigiloso a que aparezca su presa para atraparla y descargar toda su potencia en el cráneo. ¡Tiene la mordida más fuerte de todos los grandes felinos!
Foto:

Y.J. Rey-Millet - WWF

La especie más emblemática de América, el jaguar (Panthera onca), enfrenta la reducción de sus poblaciones. La pérdida de los bosques y el conflicto con las personas y el ganado que se instalan cerca de su territorio siguen poniendo en riesgo a este felino.

Pero además hay otras amenazas contra el jaguar. Esteban Payán, director regional para América del Sur de la ONG Panthera, habla de las nuevas amenazas como los incendios forestales "creados por el hombre, contra los que tratamos de prepararnos, pero cuya velocidad es imparable". Además menciona que "se desconoce la velocidad de aumento del incipiente tráfico ilegal que por ahora es muy localizado”.

Payán destaca la importancia de las áreas protegidas para conservar a la especie pero lamenta que los gobiernos no destinen suficientes fondos para el mantenimiento de estos espacios de conservación. "Hay una necesidad de conectividad de las áreas protegidas y zonas no protegidas. Se requiere de una serie de estrategias de conservación y nos preocupa lo poco que hay frente a la escala de las amenazas".
Rosa Vento de WCS Perú señala que falta aún investigar el problema del tráfico de partes de jaguar, además de la creciente amenaza de la caza de esta especie por el conflicto con las personas en lugares de crianza de ganado.

Países como Bolivia, Guyana y Surinam presentan los niveles más altos de tráfico de partes de jaguar, principalmente sus colmillos, para satisfacer al mercado asiático que ve en este objeto una símbolo de poder.

"El problema de los jaguares es complejo debido a la reducción de tigres en Asia se perfila como un problema creciente. No hay reporte de consumo de carne de jaguar, pero sí de piel, colmillos y garras", dice Jessica Pacheco de WWF Ecuador.

El oso de anteojos (Tremarctos ornatus) es otra de las especies emblemáticas de Latinoamérica que enfrentan problemas para su supervivencia. Según explica Pacheco, esta especie también enfrenta el tráfico debido al interés por sus garras, pues se cree que estas tienen propiedades medicinales. Sin embargo, su mayor problema es "el conflicto de coexistencia con el ganado que ha llegado cerca de las áreas protegidas debido a la expansión agrícola".

Payán también se refiere al oso andino, "el gran carnívoro de Sudamérica", cuyo hábitat es más restringido que el del jaguar y que, además, esta en riesgo por la agricultura andina. "Requiere grandes extensiones de áreas para sobrevivir y los paramos, donde habita, se están calentando por el cambio climático, por eso, han empezado a cambiar las líneas donde empieza este ecosistema".

sábado, 13 de noviembre de 2021

Desconsolado llanto de estrella de Fortnite tras expulsión de por vida


El jugador profesional fue vetado por usar software en demostraciones que hizo del juego en YouTube.

Más de cuatro millones de personas han visto un video en el que un jugador profesional de Fortnite hace una emotiva exhortación para que le levanten una expulsión vitalicia de la plataforma.

Jarvis Khattri fue vetado de por vida por usar un software para hacer trampa en el popular videojuego.

La empresa creadora de Fortnite, Epic, impusieron el veto a pesar de que Khattri hubiese utilizado el software en una cuenta de la plataforma separada a la que usa en competencia y en transmisión de tiempo real.

Los seguidores de Khattri lanzaron peticiones, vía las redes sociales, para que Epic levante la prohibición.

Fortnite es un videojuego al estilo "batalla campal" que permite hasta 100 jugadores combatir individualmente o como parte de un equipo, hasta que quede solo un sobreviviente en el campo de batalla virtual.

Los jugadores recopilan materiales para construir estructuras que pueden resultar cruciales en los enfrentamientos armados en los espacios reducidos del juego."Tolerancia cero"

Se cree que el tipo de veto que se le impuso a Khattri incluye detalles de identificación clave del aparato que utiliza para jugar y de la cuenta internet que usa para conectarse.

Eso significa que le será difícil crear una nueva cuenta para poder jugar otra vez.

En un comunicado, Epic declaró que tiene "una política de tolerancia cero" contra todo aquel que use software para hacer trampa.

El software que Khattri usó se conoce como un "aimbot", que ayuda al jugador a dar en el blanco de los personajes rivales.

"Cuando las personas usan los aimbots u otras tecnologías tramposas para lograr una ventaja injusta, arruinan el juego para aquellos que participan limpiamente", dijo Epic.

"Enorme error"

En un tuit, Khattri manifestó que asumía "responsabilidad" por sus acciones.

Y añadió: "Hubiera deseado en su momento saber lo severas que eran las consecuencias y jamás hubiera pensado en hacerlo".

El jugador, que vive en Reino Unido, se mostró igualmente arrepentido en un video que cargó en su canal de YouTube, en el que actualmente cuenta con dos millones de suscriptores.

"Obviamente, este es un enorme error y es completamente equivocado de mi parte", reconoció.

Algunos seguidores de Khattri empezaron a usar la etiqueta #FreeJarvis (Liberen a Jarvis) para lograr apoyo en su pedido para levantar el veto. Unos señalan que Epic solo impuso suspensiones de dos semanas a otros jugadores profesionales que fueron sorprendidos confabulando durante un torneo reciente.

La suspensión generó una disputa entre los populares jugadores en internet Ninja y DrLupo, durante un chat online.

Tyler Blevins, alias Ninja, que alcanzó la fama a través de Fortnite, opinó que Epic debería ser más tolerante con los creadores de contenido que ayudan a la prosperidad del juego.

Por su parte, Benjamin Lupo, alias DrLupo, manifestó que el veto fue justificado.

viernes, 12 de noviembre de 2021

10 comportamientos que alimentan o destruyen una relación de pareja

La relación de pareja cambia, pero eso no es necesariamente negativo, sino inevitable y absolutamente salvable. Si sabes reconocer las actitudes que alimentan, y las que no, tu relación de pareja conseguirás que el amor dure durante años.

ser feliz en pareja

Cuando la pasión romántica se vive con toda su intensidad, tenemos la absoluta certeza de que este sentimiento amoroso durará para siempre y que nada cambiará. Pero debemos ser conscientes de que inevitablemente deberemos afrontar y superar una serie de retos a medida que la relación avanza, es lo sano, lo normal y saludable.

La psicóloga y coach Montserrat Ribot, autora de 'Amor de verdad' (Zenith), nos ayuda a diferenciar las actitudes que debemos promover para enriquecer la relación y, cuáles, deberemos evitar si no queremos terminar por destruirla.
Comportamientos que alimentan el sentimiento amoroso en pareja
Escuchar a nuestra pareja y mostrar interés por lo que dice.
Tratar con amabilidad.
Darle muestras de afecto y de cariño como besos, caricias y abrazos.
Expresarle gratitud.
Apoyarla y ayudarla cuando lo necesita.
Comportamientos que destruyen el sentimiento amoroso en pareja
Criticar, regañar, culpabilizar y sermonear a nuestra pareja.
Intentar cambiarla y controlarla.
Castigarla, despreciarla, insultarla, humillarla o ridiculizarla.
Estar a la defensiva y mostrarse ingrata.
Ser insensible a sus necesidades.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que la comunicación es clave en una pareja y que poner en común inquietudes y problemas ayudarán a solventarlas. Muchas veces tendemos a pensar que algo hacia lo que no miramos, algo a lo que no se le presta atención, acabará por desaparecer pero esa es una actitud infantil y de escasa madurez emocional. Tenemos probadas muestras en nuestra vida que nos han enseñado que los problemas no se solucionan solos, en el mejor de los casos no empeoran en el peor, se hacen cada vez más graves. Sin embargo, aceptar la situación, hablar de las posibles soluciones, barajar las opciones que tenemos y poner en marcha lo que en pareja hemos decidido, eso sí soluciona problemas y, sobre todo, tener una cosa clara: a veces cuando hablamos y ponemos las cosas en común, problemas que parecían enormes en nuestra cabeza resultan ser mucho menores cuando se exponen abiertamente, y cosas que nos agobiaban hasta el extremo, acaban pasando como nimiedades.

Por último, recuerda que el responsable último y primero de tu felicidad eres tú mismo. Ninguna pareja es capaz de sobrevivir a la responsabilidad de hacer feliz al otro, esa meta solo te corresponde a ti cumplirla. Aquellas relaciones en las que ambos miembros son felices por separado son las que mejor funcionan, ya que suelen aportarse mayor felicidad y en las épocas malas se mantienen optimistas. Animar a tu pareja, quererla, comprender sus necesidades y priorizar vuestra vida común frente a determinadas situaciones es común y normal pero intentar por todos los medios hacer feliz a la otra persona, asumiendo responsabilidades, pensamientos y vivencias que no nos corresponden solo ahogan a la otra persona. Así que antes de plantearte si tu relación está mal debemos pensar "¿Yo estoy bien? ¿Me siento feliz? ¿Estoy contenta?" de esta manera podremos identificar si es nuestra relación el foco principal de infelicidad o tristeza o si, por el contrario, lo que nos preocupa son problemas en el trabajo, inseguridades propias, falta de autoestima... y podremos ponernos a ello e igual que trabajamos para que nuestra relación funcione, hacerlo para que nosotras mismas (de manera individual y luego en pareja, familia, amigos, etc.) funcionemos.

jueves, 11 de noviembre de 2021

El Cura, perro de Salamina que luce camisetas


El Cura, con su camiseta de rayas negras, blancas y grises.

La administradora de un negocio ubicado en la calle 4 con carrera 5 de Salamina, en el sector El Alto, le puso el Cura a un perro con camiseta que merodea la zona. Esta semana tiene una de rayas con cuello negro, la semana pasada lució una negra, de allí el apodo.

Temprano en las mañanas, se sienta al frente de una carnicería del lugar. El canino observa y pasa tiempo allí. Fernando Monsalve, dueño de la rapitienda El Ahorro, menciona que en ocasiones el animal entra al negocio y se echa por horas.

“Tiene una herida grande y profunda en el costado, cerca de una pata trasera. Tuvo otra en una pata que ya le sanó. Sus dueños le están haciendo curaciones. Lo visten para que no se lastime”, mencionó Monsalve.

A El Cura no parece molestarle su indumentaria, y siempre posa muy serio cuando le toman fotos.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

El continente perdido que tardaron 375 años en encontrar


Los científicos tardaron casi 400 años años en descubrir el octavo continente del mundo.

El experimentado marinero holandés, que lucía un extravagante bigote, una tupida perilla y una inclinación por la justicia dura (trató de ahorcar a algunos de sus tripulantes por un arrebato ebrio) confiaba en la existencia de un vasto continente en el hemisferio sur... y estaba decidido a encontrarlo.En aquel momento, esa parte del mundo todavía era en gran medida misteriosa para los europeos, pero tenían la creencia inquebrantable de que debía haber una gran masa de tierra allí, denominada de forma preventiva Terra Australis, para equilibrar su propio continente en el norte.

La fijación se remonta a la época de la Antigua Roma, pero hasta el siglo XVII no iba a ponerse a prueba.Y así, el 14 de agosto de 1642, Tasman zarpó de la base de su compañía en Yakarta, Indonesia, con dos barcos pequeños y se dirigió al oeste, luego al sur, luego al este, y finalmente terminó en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Su primer encuentro con los maoríes locales no fue bien: el segundo día, varios remaron en una canoa y embistieron un pequeño bote que pasaba mensajes entre los barcos holandeses. Murieron cuatro europeos.

Más tarde, los europeos dispararon un cañón contra 11 canoas más; no se sabe qué pasó con sus objetivos.Y ese fue el final de su misión: Tasman nombró al fatídico lugar Moordenaers Baij (Bahía de los Asesinos), con poco sentido de la ironía, y navegó de vuelta a casa varias semanas después sin siquiera haber puesto un pie en esta nueva tierra.

Si bien creía haber descubierto el gran continente del sur, evidentemente, no era la utopía comercial que había imaginado. No regresó.(Para entonces, ya se conocía sobre Australia, pero los europeos pensaban que no era el continente legendario que estaban buscando. Más tarde, recibió el nombre de Terra Australis cuando cambiaron de opinión).Tasman no sabía que todo el tiempo había tenido razón. Faltaba un continente.

En 2017, un grupo de geólogos protagonizó titulares cuando anunciaron el descubrimiento de Zelandia (o Zealandia) —Te Riu-a-Māui en el idioma maorí—, vasto continente de 4,9 millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente seis veces el tamaño de Madagascar.

Aunque las enciclopedias, los mapas y los motores de búsqueda del mundo habían insistido durante mucho tiempo en que solo hay siete continentes, el equipo informó con confianza al mundo de que eso estaba mal.

Al final resulta que hay ocho. Y la última incorporación rompe todos los récords, al ser el continente más pequeño, más fino y más joven del mundo.

El problema es que el 94% está bajo el agua, con solo un puñado de islas, como Nueva Zelanda, saliendo de sus profundidades oceánicas. Se había estado escondiendo todo este tiempo."Este es un ejemplo de cómo algo muy obvio puede tardar un tiempo en descubrirse", dice Andy Tulloch, geólogo del Instituto de Investigación Crown de Nueva Zelanda GNS Science, que formó parte del equipo que descubrió Zelandia.Pero esto es solo el principio.

Cuatro años después, el continente es tan enigmático como siempre, con secretos celosamente guardados bajo 2 km de agua. ¿Cómo se formó? ¿Qué vivía allí? ¿Y cuánto tiempo ha estado bajo el agua?Un descubrimiento laborioso

De hecho, Zelandia siempre fue difícil de estudiar.Más de un siglo después de que Tasman descubriera Nueva Zelanda en 1642, el cartógrafo británico James Cook fue enviado en un viaje científico al hemisferio sur.

Sus instrucciones oficiales eran observar el paso de Venus entre la Tierra y el Sol, con el fin de calcular qué tan lejos está el Sol.

Pero también llevaba consigo un sobre sellado, que se le indicó que abriera cuando hubiera completado la primera tarea. Este contenía una misión ultrasecreta para descubrir el continente sur, por donde posiblemente navegó directamente antes de llegar a Nueva Zelanda.Las primeras pistas reales de la existencia de Zelandia fueron recopiladas por el naturalista escocés Sir James Hector, quien asistió a un viaje para inspeccionar una serie de islas frente a la costa sur de Nueva Zelanda en 1895.

Después de estudiar su geología, concluyó que Nueva Zelanda es "el remanente de una cadena montañosa que formaba la cresta de una gran área continental que se extendía hacia el sur y el este, y que ahora está sumergida".A pesar de este avance inicial, el conocimiento de una posible Zelandia permaneció oculto, y sucedió muy poco hasta la década de 1960.

"Las cosas suceden bastante lentamente en este campo", explica a la BBC Nick Mortimer, geólogo de GNS Science que dirigió el estudio de 2017.En los años 60, los geólogos finalmente acordaron una definición de lo que es un continente: en términos generales, es un área geológica con una gran elevación, una amplia variedad de rocas y una corteza gruesa.

También tiene que ser grande. "No puede ser una pieza pequeña", dice Mortimer. Esto les dio a los geólogos algo con lo que trabajar: si podían recopilar la evidencia, podrían probar que el octavo continente era real.

Aún así, la misión se estancó: descubrir un continente es complicado y costoso, y Mortimer señala que no había urgencia.

Luego, en 1995, el geofísico estadounidense Bruce Luyendyk volvió a describir la región como un continente y sugirió llamarla Zelandia.

A partir de ahí, Tulloch describe su descubrimiento como una curva exponencial.

Casi al mismo tiempo, entró en vigor la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que finalmente proporcionó una motivación de peso.

Establece que los países pueden extender sus territorios legales más allá de su Zona Económica Exclusiva, que alcanza los 370 km desde sus costas, para reclamar su "plataforma continental extendida", con todas las riquezas minerales y petroleras que esto abarca.Si Nueva Zelanda pudiera demostrar que es parte de un continente más grande, podría aumentar su territorio seis veces.

De repente, hubo una gran cantidad de fondos para viajes para inspeccionar el área y la evidencia se acumuló gradualmente. Con cada muestra de roca que se recogió, el caso de Zelandia mejoró.El florecimiento final provino de datos satelitales, que se pueden usar para rastrear pequeñas variaciones en la gravedad de la Tierra en diferentes partes de la corteza para mapear el fondo marino.

Con esta tecnología, Zelandia es claramente visible como una masa deformada casi tan grande como Australia.

Cuando el continente finalmente se dio a conocer al mundo, abrió uno de los territorios marítimos más importantes del mundo.

"Es genial", dice Mortimer, "si lo piensas bien, cada continente del planeta tiene diferentes países, [pero] solo hay tres territorios en Zelandia".Además de Nueva Zelanda, el continente abarca la isla de Nueva Caledonia, una colonia francesa famosa por sus deslumbrantes lagunas, y los diminutos territorios australianos de la isla de Lord Howe y la pirámide de Ball.

Este último fue descrito por un explorador del siglo XVIII como "no más grande que un barco".

Un misterioZelandia fue originalmente parte del antiguo supercontinente de Gondwana, que se formó hace unos 550 millones de años y esencialmente agrupó toda la tierra en el hemisferio sur.

Ocupaba una esquina en el lado este, donde limitaba con otros, incluida la mitad de la Antártida occidental y todo el este de Australia.Luego, hace unos 105 millones de años, "debido a un proceso que aún no comprendemos completamente, Zelandia comenzó a alejarse", dice Tulloch.La corteza continental suele tener unos 40 km de profundidad, significativamente más gruesa que la corteza oceánica, que suele tener unos 10 km.

A medida que se tensó, Zealandia terminó estirándose tanto que su corteza ahora solo se extiende 20 km hacia abajo.

Con el tiempo, el continente, tan delgado como una ola, se hundió, aunque no al nivel de la corteza oceánica normal, y desapareció bajo el mar.A pesar de ser fine y estar sumergido, los geólogos saben que Zelandia es un continente debido al tipo de rocas que se encuentran allí.

La corteza continental tiende a estar formada por rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias, como el granito, el esquisto y la piedra caliza, mientras que el fondo del océano suele estar compuesto por rocas ígneas como el basalto.

Pero aún quedan muchas incógnitas.

Los orígenes inusuales del octavo continente lo hacen particularmente intrigante y bastante desconcertante para los geólogos .

Por ejemplo, todavía no está claro cómo se las arregló Zelandia para mantenerse unida cuando es tan delgada; cómo no se desintegra en pequeños microcontinentes.Otro misterio es exactamente cuándo terminó Zelandia bajo el agua, y si alguna vez, de hecho, consistió en tierra firme.

Las partes que se encuentran actualmente sobre el nivel del mar son crestas que se formaron cuando las placas tectónicas del Pacífico y Australia se arrugaron juntas.

Tulloch dice que la opinión está dividida en cuanto a si siempre estuvo sumergida aparte de unas pocas islas pequeñas, o si una vez fue tierra completamente seca.Esto también plantea la cuestión de quién o qué vivía allí.Con su clima templado y su rango de 101 millones de kilómetros cuadrados, Gondwana fue el hogar de una gran variedad de flora y fauna, incluidos los primeros animales terrestres de cuatro extremidades y, más tarde, una abundancia de los más grandes que jamás habitaron la Tierra: los titanosaurios.

Entonces, ¿podrían las rocas de Zelandia estar repletas de sus restos conservados?Un debate sobre los dinosaurios

Los animales terrestres fosilizados son raros en el hemisferio sur, pero los restos de varios se encontraron en Nueva Zelanda en la década de 1990, incluido el hueso de la costilla de un dinosaurio gigante de cola larga y cuello largo (un saurópodo), un dinosaurio herbívoro con pico ( un hipsilofodonte) y un dinosaurio blindado (un anquilosaurio).

Luego, en 2006, se descubrió el hueso del pie de un gran carnívoro, posiblemente una especie de alosaurio, en las islas Chatham, a unos 800 km al este de la Isla Sur.

Fundamentalmente, todos los fósiles datan de después de que el continente de Zelandia se separara de Gondwana.

Sin embargo, esto no significa necesariamente que hubiera dinosaurios deambulando por la mayor parte de Zelandia; estas islas pueden haber sido santuarios mientras que el resto se ahogó, como está ahora.

"Existe un largo debate sobre esto, sobre si es posible tener animales terrestres sin tierra continua, y si sin ella, se habrían extinguido", dice Sutherland.La trama se complica con uno de los habitantes más extraños y queridos de Nueva Zelanda, el kiwi, un ave regordeta y no voladora con bigotes y plumas que aprecen pelos.

Curiosamente, no se cree que su pariente más cercano sea el Moa —que es parte del mismo grupo, las ratites, y que vivió en la misma isla hasta su extinción hace 500 años— sino el ave elefante gigante, que acechaba los bosques de Madagascar hasta hace tan solo 800 años.El hallazgo ha llevado a los científicos a creer que ambas aves evolucionaron de un antepasado común que vivió en Gondwana.

Tardó 130 millones de años en romperse por completo, pero cuando lo hizo, dejó fragmentos que desde entonces se han esparcido por todo el mundo, formando América del Sur, África, Madagascar, Antártida, Australia, la Península Arábiga, el subcontinente indio y Zelandia.

Esto, a su vez, sugiere que al menos parte de Zelandia ahora sumergida permaneció todo el tiempo sobre el nivel del mar.

Hace unos 25 millones de años, se cree que todo el continente, incluso posiblemente la totalidad de Nueva Zelanda, se hundió bajo el agua.

"Se pensó que todas las plantas y animales debieron haber colonizado después", dice Sutherland. ¿Entonces qué pasó?

Aunque no es posible recolectar fósiles del fondo marino de Zelandia directamente, los científicos han estado sondeando sus profundidades mediante perforaciones.

"En realidad, los fósiles más útiles y distintivos son los que se forman en los mares muy poco profundos porque dejan un registro", dice Sutherland. "Hay trillones y trillones de fósiles diminutos que son muy distintivos".En 2017, un equipo llevó a cabo los estudios más extensos de la región hasta el momento y perforó más de 1.250 metros en el lecho marino en seis sitios diferentes.

Los núcleos que recolectaron contenían polen de plantas terrestres, así como esporas y caparazones de organismos que vivían en mares cálidos y poco profundos."Si tienes agua a10 metros de profundidad o algo así, entonces hay una buena probabilidad de que también haya tierra alrededor", dice Sutherland, quien explica que el polen y las esporas también apuntan a posibilidad de que Zelandia no estuviera tan sumergida como se pensaba.Un giro (literal)

Otro misterio persistente se puede encontrar en la forma de Zelandia."Si miras un mapa geológico de Nueva Zelanda, hay dos cosas que realmente destacan", dice Sutherland.

Una de ellos es Alpine Fault, un límite de placa que corre a lo largo de la Isla Sur y que se puede ver desde el espacio.

La segunda es que la geología de Nueva Zelanda, así como la del continente en general, está extrañamente torcida.

Ambos están divididos en dos por una línea horizontal, que es donde se encuentran las placas tectónicas del Pacífico y Australia.

En este punto exacto, parece que alguien hubiera tomado la mitad inferior y la hubiera torcido, de modo que no solo las cintas de roca previamente continuas ya no se alinean, sino que están casi en ángulos rectos.Una explicación fácil para esto es que las placas tectónicas se movieron y de alguna manera las deformaron. Pero exactamente cómo o cuándo sucedió aún está totalmente sin resolver."Hay varias interpretaciones, pero esto es algo bastante desconocido", dice Tulloch.Sutherland explica que es poco probable que el continente revele todos sus secretos en el corto plazo.

"Es bastante difícil hacer descubrimientos, cuando todo está a 2 km bajo el agua y las capas que necesita muestrear están a 500 metros debajo del lecho marino", dice.

"Es realmente un desafío salir y explorar un continente como ese. Por lo tanto, se necesita mucho tiempo, dinero y esfuerzo para ir y estudiar las regiones".Cuando menos, el octavo continente del mundo seguramente muestra que, casi 400 años después de la búsqueda de Tasman, todavía hay mucho por descubrir.

martes, 9 de noviembre de 2021

El mundo debe triplicar las inversiones en naturaleza para 2030


Es necesario invertir en la naturaleza 8,1 billones de dólares desde la actualidad y hasta 2050.

Las inversiones financieras anuales en "soluciones basadas en la naturaleza", como la reforestación o un uso diferente de los subsidios del sector de los combustibles fósiles, deben triplicarse para 2030 y cuadruplicarse para 2050 a fin de poder hacer frente a la crisis climática, afirmó hoy la ONU.

Es necesario invertir en la naturaleza 8,1 billones de dólares desde la actualidad y hasta 2050, según el informe 'Estado de las finanzas para la naturaleza', publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA), el Foro Económico Mundial y la Iniciativa de la Economía de la Degradación de la Tierra.

“La pérdida de biodiversidad ya le está costando a la economía global el 10 % de su producción cada año. Si no financiamos suficientemente las soluciones basadas en la naturaleza, limitaremos la capacidad de los países de progresar en otra áreas vitales, como la educación, la salud y el empleo", subrayó hoy en un comunicado Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, con sede en Nairobi.

El informe pide poner la naturaleza en el centro de las decisiones financieras -tanto en el sector público como en el sector privado- para abordar de manera efectiva la triple crisis del clima, la biodiversidad y la degradación de la tierra.

Según el PNUMA, hay que redirigir los subsidios económicos agrícolas y para combustibles fósiles que resultan "dañinos" para el medioambiente y crear nuevos incentivos económicos para soluciones basadas en la naturaleza, es decir, medidas que aprovechen el potencial de esta para abordar desafíos urgentes como el riesgo de desastres naturales o el cambio climático.

Por ejemplo, las medidas relacionadas con la gestión, conservación y restauración de los bosques por sí solas requerirían ya unos 203.000 millones de dólares de gasto anual a nivel global, una suma que equivale a poco más de 25 dólares al año por habitante en 2021.

El documento propone combinar medidas de restauración y conservación, como aumentar en unos 300 millones de hectáreas para 2050 -respecto a 2020- las áreas donde comparten un mismo espacio la plantación de árboles y el cultivo de alimentos. Ahora, sin embargo, la naturaleza solo representa el 2,5 % del conjunto de estímulos económicos proyectados frente a la crisis sanitaria y económica provocada por la covid-19 y la inversión financiera de 2018 en este tipo de medidas representó solo 133.000 millones de dólares.

“La pérdida de biodiversidad ya le está costando a la economía global el 10 % de su producción cada año.


El PNUMA admite, sin embargo, que "las estimaciones son inciertas porque el flujo de capital hacia soluciones basadas en la naturaleza no se registra o documenta de manera consistente" y ninguna de las bases de datos usadas en el informe etiqueta este tipo de inversiones de manera explícita.

El sector privado es fundamental para lograr los objetivos que plantea el PNUMA, pero en 2018 la financiación privada sólo representó un 14 % de las inversiones en soluciones basadas en la naturaleza, incluyendo diferentes sectores, como las cadenas sostenibles de suministro agrícola y forestal o el capital filantrópico.

Uno de los principales desafíos para los próximos años será aumentar el capital privado para soluciones basadas en la naturaleza, subraya el PNUMA, y así asegurar un crecimiento económico sostenible para este siglo.

"El informe es una llamada de atención para que los gobiernos, las instituciones financieras y los negocios inviertan en la naturaleza, incluyendo la reforestación, la agricultura regenerativa y la restauración de nuestro océano", concluyó Andersen.