Hay razas de animales que son más propensas a sufrir por el clima.
Los dueños son los responsables de evitar las enfermedades ocasionadas por las bajas temperaturas.
¿Alguna vez se ha preocupado por las repercusiones que tiene el frío en sus mascotas? Debe saber que los resfriados, neumonías, influenzas y otros problemas respiratorios son las enfermedades más recurrentes por las bajas temperaturas.
Incluso, hay mascotas que son más propensas a sufrir por las condiciones climáticas. Lina Salazar, médica veterinaria, explica que hay perros y gatos que sufren de artritis, o pacientes con cirugías ortopédicas que tienen implantados artefactos metálicos que les ocasionan más signos de dolor en los momentos de frío.
También están las mascotas de menos de tres kilos y menos de tres meses, que están expuestas a sufrir hipotermia porque su organismo no está adaptado a generar termorregulaciones.
De igual forma, según Andrés Felipe Úsuga, médico veterinario y magíster en epidemiología de la Universidad de Antioquia, cada raza está adaptada y seleccionada para soportar cierta temperatura. “Tenemos gatos de pelo largo, de pelo corto; incluso, hay una raza que tiene una capa de pelo muy delgadita, la cual no estaría condicionada para adaptarse a temperaturas bajas”, afirma.
Lo mismo sucede en el caso de los caninos, si el animal no está en el lugar adecuado para sus condiciones corporales y genéticas, puede verse afectada su calidad de vida.
Se recomienda que al momento de adquirir una mascota se identifique una raza que esté acorde a la zona en la que permanecerá la mayor parte del tiempo. En caso de que ya la tenga y la vaya a exponer a bajas temperaturas, es fundamental informarse sobre las condiciones específicas que podría requerir el canino o felino.
Gatos de pelo corto; incluso, con una capa de pelo muy delgadita, no estarían acondicionados para adaptarse a temperaturas bajas.
Los dueños y sus acciones
Daniela Florián, dueña de dos felinos, afirma: “jamás he contemplado la idea de que mis gatos puedan verse afectados por el frío”. Esta idea se basa, según ella, en que el pelaje los cubre del mismo.
Jamás he contemplado la idea de que mis gatos puedan verse afectados por el frío
Luis Alberto Cardozo, médico veterinario y zootecnista, indica que esto no es determinante ni suficiente, es decir, el pelo ayuda, pero no es la prevención completa para algún tipo de patología respiratoria.
Juan David Mazo tiene seis gatos y cuenta que pese al pelaje, ellos sí son muy sensibles a las temperaturas bajas. Por ende, él les diseña entornos donde puedan estar cómodos y cálidos; les compra cobijas, cojines y colchones. En épocas frías juega con ellos para que por sí solos suban la temperatura corporal a partir del ejercicio.
Como sucede con los humanos, los gatos pueden ser atacados por virus respiratorios asociados a los cambios de clima. Para ello, según el veterinario Úsuga, es fundamental estar al día con las vacunas, así se evitan enfermedades infecciosas.
Funciona de la misma manera para los perros. Karen Silva cuenta que tiene un french poodle al cual abriga en las noches y no saca a pasear cuando está haciendo mucho frío en la ciudad. Otras acciones, por ejemplo, se basan en sacar al perro abrigado y con zapatos para evitar un resfriado.
¿Cómo cuidarlos de las bajas temperaturas?
De acuerdo con los expertos consultados, estas son algunas recomendaciones que puede seguir para evitar que el frío afecte la salud de los perros y gatos:
En caso de que no se pueda controlar la temperatura externa, se puede considerar el uso de calentadores con el debido cuidado.
No los exponga a corrientes de aire directas: si va en carro con su mascota procure, tener las ventanas cerradas; y si va en moto, haga uso del guacal.
Evite que duerman a la intemperie: si ve que están en busca de calor, acurrucados o temblando, aíslelos del piso y póngales una cobija o tapete grueso.
Haga uso de los abrigos sin llegar al punto de humanizarlos y solo en casos puntuales: no está de más ayudar a regular la temperatura de las razas alopécicas como por ejemplo los pinscher o gatos esfinges.
En caso de que no se pueda controlar la temperatura externa y haya pacientes muy pequeños o ancianos, se puede considerar el uso de calentadores con el debido cuidado.
Si su mascota tiene artritis localizada en las patas, considere el uso de zapatos ortopédicos en días de lluvia y frío intenso. Finalmente, si ya no se puede hacer nada para prevenir alguna enfermedad debido a las bajas temperaturas, lo más recomendable es llevarlos al médico veterinario de cabecera.