La firma Floating Motors lleva la tendencia de los 'restomod' al agua y ofrece lanchas personalizadas con la carrocería de su carro antiguo favorito.
Hay una nueva tendencia en el mundo llamada “restomod”. Básicamente aplica en automóviles de edad, a los cuales injertan todas las mecánicas modernas y hasta los electrifican. De esta manera, sus dueños gozan de la pinta del vehículo antiguo, pero la maquinaria lo pone en el tope de la tecnología. Por ejemplo, en Colombia, la firma FJ Company se especializa en implantar en los viejos Toyota toda la modernidad mecánica y electrónica de una última SUV de la marca, importadas para tal efecto.
En otra escala, la nostalgia o la emulación de carros icónicos tiene ahora otra expresión gracias a los “autobotes” que está ofreciendo la firma Floating Motors, que depende de la famosa casa Lazzarini Design, cuyos yates son protagonistas en la máxima categoría del lujo.
FLOATING MOTORS
Este emprendimiento, como ahora se llaman las nuevas ideas empresariales, diseñó unas plataformas con tres tipos de cascos de diferentes tamaños sobre los cuales se pueden montar “carrocerías” de autos famosos, reproducidas a escala perfecta en fibras de vidrio y carbono, con diversas funcionalidades recreativas y operativas, porque también sirven como botes auxiliares de los grandes yates, en turismo, hoteles, etc.
La firma ofrece una amplia variedad de opciones de impulsión con motores eléctricos que van desde 40 hasta 270 kilovatios, en diversas propuestas como fuera de borda, ‘jet’, con una o dos unidades, dependiendo de la necesidad y uso. También se pueden instalar motores fuera de borda de combustión de entre 40 y 350 caballos.
Igualmente, es plural la posibilidad de armar “su carro” —le hacen el que quiera—, ya que hay bases de diferentes medidas, que van desde XS para montajes entre 3 y 3,5 metros de largo, hasta los XL sobre las cuales cabe una cabina de hasta 7 metros.
Como todo juguete exclusivo de alto impacto y tecnología, estos “resto boats” no son baratos. El más barato, llamado La Dolce, ya arranca en 35.000 dólares, pero una cápsula futurista que ya funciona le puede costar 250.000 dólares. El tema tiene un anzuelo financiero: por los 50.000 dólares del básico obtiene un pequeño porcentaje de acciones de la compañía para tener uno de los modelos iniciales numerados. Si quiere entrar por una vía más accesible, puede invertir 1.000 dólares y tendrá un descuento de 5.000 en criptomonedas de la marca en cualquiera de los modelos genéricos que salgan en un par de años cuando logren financiar todos los moldes.
FLOATING MOTORS
Al traer estas nuevas naves a flote, la firma promotora (www.floatingmotors.com) crea una nueva categoría en la tendencia que bien se puede llamar “Resto floating”, aunque claramente es un híbrido que solo cuenta en lo estético, porque en el caso de los autos y las motos, se trabaja sobre vehículos reales que, una vez convertidos, si se hace correctamente la operación, es decir, sin modificar su apariencia, quedan funcionando de manera impecable porque evaden todas las complicaciones de sus mecánicas antiguas, muchas de las cuales pueden ser irrecuperables, no hay componentes para habilitarlas o, aunque vuelvan a un estado cero horas, siguen padeciendo los retrasos de sus diseños en el ritmo del mundo actual y no son funcionales.
Dato
Si quiere entrar por una vía más accesible a los autobotes puede invertir 1.000 dólares y tendrá un descuento de 5.000 en criptomonedas de la marca, en cualquiera de los modelos genéricos que salgan en un par de años, cuando logren financiar todos los moldes.