La necesidad de sanar el dolor es común a todas las pérdidas, incluida la de una mascota.
Entender que la muerte de una mascota es importante, ayuda a gestionar dolores emocionales.
“Me parece que con el proyecto de ley que propone dos días de incapacidad remunerada para las personas por la muerte de su mascota estamos avanzando en educación emocional como sociedad, porque reconocemos este tipo de pérdidas, que también son importantes para las personas”.
Estas palabras de Silvia Trujillo, experta en duelo, resumen la importancia que para ella tiene este proyecto de ley, y agrega que, “si se aprueba un proyecto de ley como este, se le devuelve un lugar importante al doliente, además, se reconocen los múltiples vínculos que puede tener una persona y que debemos honrar”.
De acuerdo con Trujillo, empezar a darle lugar al dolor emocional de las personas es un avance en educación emocional ya que reconoce, en primer lugar, los diferentes vínculos afectivos que tiene un ser humano (no solo con los semejantes, sino con sus mascotas) y, en segundo lugar, porque reconoce el impacto del dolor emocional en el bienestar. En ese sentido, la iniciativa legislativa es un avance al permitirles a las personas aceptar y reconocer sus dolores, y dedicar tiempo a su proceso de transformación.
La experta explica que “ningún dolor tiene más valor que otro, lo que sí es común a todas las pérdidas es la necesidad de sanarlas”.
Como lo escribe en su libro Renaciendo al dolor, “el dolor es dolor y punto y solo quien lo siente tiene derecho a calificarlo. Todos los dolores son válidos, vengan de donde vengan, porque lo que nos debe importar es el doliente, no el origen del dolor”.
De acuerdo con Trujillo, la sociedad no enseña a gestionar ese dolor. “Somos ‘analfabetos emocionales’, y cuando estos dolores no se sanan pueden repercutir en una depresión extendida, ansiedad, falta de propósito y desconexión consigo mismo y con los demás.
“Los índices de depresión, suicidios, adicciones y enfermedades mentales incrementan año tras año y muchos de ellos pueden estar ocasionados, o se agravan, por no saber cómo gestionar nuestros dolores emocionales. Creemos que los dolores se sanan solos, o con el tiempo o que son cuestión de fortaleza o valentía, cuando el dolor es simplemente parte de nuestra humanidad”.El vínculo que se genera con las mascotas es muy fuerte
Trujillo explica que la muerte de una mascota es un momento muy importante, porque los animales suelen generar con el ser humano un vínculo muy fuerte y el amor incondicional que brindan es inigualable.
Esto es difícil de entender para quienes no han tenido animales de compañía en su vida, y tal vez por eso pueden llegar a minimizar su muerte, pero para quienes las tienen puede convertirse en un dolor muy grande.
El dolor es dolor y punto y solo quien lo siente tiene derecho a calificarlo. Todos los dolores son válidos, vengan de donde vengan; lo que nos debe importar es el doliente, no el origen del dolor
Además, durante los últimos años cada vez más personas tienen como única compañía permanente a sus mascotas y son recomendadas como apoyo emocional por psiquiatras para personas con diferentes enfermedades mentales. Sin embargo, muchas veces estas pérdidas se minimizan y eso es un error.
De hecho, cuando Silvia Trujillo perdió a su hija de siete días de nacida, Elisa, asistió a grupos de apoyo para personas en duelo y una de las asistentes había perdido a su mascota y tenía un dolor muy grande.
En ese momento, Silvia consideraba que no tenía sentido que esta mujer llorara de esa forma por una mascota, cuando ella había perdido una hija.
Con el tiempo, después de estudiar sobre el duelo y dedicarse a ayudar a las personas a atravesar estos dolores, entendió que ningún dolor es superior a otro “y lo que a cada uno le genera dolor es incomparable”, afirma.
León Michaán, psiquiatra, psicooncólogo y quien desde hace 20 años trabaja con terapia asistida con animales, explica que las mascotas generan bienestar, incluso a través del proceso de neurobioquímicos.
Cuando una persona consiente a una mascota su cuerpo genera hormonas que producen bienestar, como dopamina y oxitocina.
El dolor por la muerte de las mascotas es proporcional al fuerte vínculo que se genera con ellas.
Además, explica el psiquiatra, las personas tienen a sus mascotas como una compañía que no juzga, no critica y no abandona. “Eso hace que sea una relación mucho más tranquilizadora que la que a veces se tiene con otros seres humanos, y que puede tener más ambivalencias. Esta relación es la que permite ayudar a las personas a que se sientan mejor y se estabilicen con su mascota”.
Michaán explica que las mascotas de apoyo emocional son diferentes a los animales que se usan en terapia, porque en el primer caso la persona es dueña de su animal y puede ser un perro, un gato, un conejo, un hámster.
Estos animales son un gran apoyo para personas con trastornos como ansiedad, depresión y también se recomiendan en aquellos casos en los que la soledad está generando problemas emocionales.
De allí que la pérdida de una mascota sea un dolor muy grande para sus dueños y requiera de un tiempo que los ayude a atravesar el duelo.
Según Trujillo, el duelo es el periodo que se inicia a partir de un sentimiento de pérdida; una pérdida emocional es cualquier tipo de sensación de dolor que se genera en nosotros porque alguien o algo que teníamos a nuestro lado ya no esta.
“Gracias a mi experiencia personal –afirma la experta– puedo decir que un duelo nos puede transformar si le cambiamos la connotación negativa que por lo general le damos”.