miércoles, 16 de agosto de 2017

Nueve rasgos comunes de los papás de niños exitosos

Estas son algunas de las cosas que hacen las familias con hijos a los que les va bien no solo en el colegio, sino en la cotidianidad de la vida.
 

Todos los padres de familia esperan que sus hijos logren, sin mayores traumatismos, las metas de su edad. No solamente son las buenas notas en el colegio, sino también las habilidades para vivir felices en la vida: amigos, juegos, salud, entre muchas otras cosas. Sin embargo, cada vez es más común que los más pequeños sufran de angustias que antes eran más propias de los adultos.

La verdad es que todos los niños son distintos y tienen formas propias de adaptarse a lo que sucede en la vida. Pero también es cierto que mucho depende del ejemplo que les dan sus padres y de la forma cómo ellos les exigen que cumplan sus deberes

El diario Business Insider recopiló, con un nutrido grupo de expertos, los rasgos que tienen las familias que logran que sus hijos sean más exitosos. Estos son algunos de estos.

1. No les evitan las tareas del hogar:

Muchos padres consideran que para que los niños puedan gozar más, es necesario que otras personas les solucionen esas pequeñas tareas de la vida diaria: les tiendan la cama, les arreglen el uniforme del colegio, les organicen los juguetes. Según el portal, esto es un grave error. “Si los niños no lavan los platos, significa que alguien los está lavando por ellos.. y así ellos lo que están aprendiendo es que otros siempre trabajaran por ellos”, señala a ese medio Julie Lythcott-Haims, antigua decana de Stanford University y autora del libro "Cómo criar a un adulto”. Según los expertos esto se traducirán luego en habilidades muy apreciadas en el mercado laboral, pues las tareas del hogar no solo enseñan el concepto de equidad, sino el hecho de ser parte de un equipo.

2. Les enseñan la importancia de ser buenos con otros

Los padres de personas exitosas les exigieron a sus hijos no solamente rendir en el ámbito académico, sino también a respetar y llevárselas bien con los demás. Un estudio de la Universidad de Duke que siguió a 700 niños desde preescolar hasta los 25 años, demostró que el éxito académico y laboral no necesariamente estuvo en quienes de pequeños tenían mejores notas, sino en quienes construyeron mejores relaciones con sus pares. De adultos lograron conseguir y conservar un trabajo más rápidamente. El estudio también concluyó que aquellos que tenían comportamientos más egoístas tenían más posibilidades de meterse en líos en el futuro.

3. Esperan mucho de ellos

Parte del éxito de la vida adulta también tiene relación con la fe que los padres les expresan a sus hijos. "Lo que una persona espera de otra se convierte en una profecía cumplida”, asegura el Business Insider. El hecho de que los padres confíen en que sus hijos pueden llegar a ser exitosos es clave para que efectivamente lo hagan. La psicóloga infantil Gloria Isaza agrega que “cualquiera que sea la ruta que los niños escojan, lo importante es que ellos sean quienes determinen cuáles son sus metas. Hay que enseñarles que esos caminos tienen unas reglas y que a veces lo importante no es llegar primero sino llegar mejor”.

4. Los papás también fueron buenos estudiantes

Según Business Insider, los estudios han demostrado que los hijos de padres que lograron altos niveles educativos suelen tener mayor éxito académico. Un estudio de la universidad de Michigan demostró que los hijos de quienes terminaron el bachillerato tenían más posibilidades de terminarlo también. Se sabe que este es uno de los problemas del embarazo adolescente, que ha sido catalogado por instituciones como el Banco Mundial como una de las principales trampas de la pobreza.

5. Les exigen aprender matemáticas

Diferentes estudios han demostrado que aprender matemáticas es importante para lograr algunas habilidades necesarias para la vida. Por eso, esta materia es central en la mayoría de programas escolares alrededor del mundo. Este aprendizaje no está solamente centrado en lo que se aprende en el colegio sino que tiene que ver con la forma en que se maneja la cotidianidad. “Los otros profesores, los padres, los hermanos y hermanas mayores, todos tienen un papel que desempeñar. En este sentido, cada profesor deberá ser un profesor de matemáticas. En lo esencial, las matemáticas de la vida corriente, lo mismo que la mayor parte de los demás conocimientos necesarios para subsistir, tales como atravesar la calle, leer un mapa o ver la hora, se adquieren con la práctica”, señala en un libro el experto Douglas A. Qualding. Aprender conceptos básicos en los primeros años de vida resulta determinante en la adolescencia y la adultez para casi todas las áreas del conocimiento.

5. Saben siempre donde están sus hijos

Hace algunos años en Colombia se hizo famosa una propaganda que siempre hacia esta pregunta. Aunque últimamente se ha hecho evidente los problemas de sobreproteger a los niños, lo cierto es que vigilarlos y estar pendiente de que no se metan en problemas sigue siendo una de las claves de la crianza. Como dice el columnista de Semana.com y Phd en sicología, Efrén Martínez, “los niños, niñas y adolescentes que cuentan con la presencia y el seguimiento de sus padres son menos victimas de Bullying, sufren de menos depresión e ideación suicida, desarrollan menos trastornos alimenticios, tienen menos conductas antisociales y se enredan menos con el manejo del juego y el internet”.

6. Son muy cercanos a sus hijos cuando están pequeños

La relación de confianza entre los niños y sus papás también es determinante para que les vaya bien en la vida. Estos lazos se construyen en especial en la primera infancia. Como señala un informe de Unicef “los efectos de lo que ocurre durante el período prenatal y durante los primeros meses y años pueden durar toda la vida. Todos los componentes fundamentales de la inteligencia emocional –confianza, curiosidad, intencionalidad, autocontrol y capacidad para relacionarse, comunicarse y cooperar con los demás– que determinan de qué manera el niño aprende y establece relaciones en la escuela y en la vida en general, dependen del tipo de atención inicial que reciben de padres, madres”. La atención y la buena nutrición que se les brinda en esos momentos permiten que el cerebro se fortalezca para enfrentar luego mejor la adultez.

7. No se estresan tanto

El amor de los padres por sus hijos a veces se traduce también en grandes preocupaciones. Pero diferentes estudios han demostrado que angustiarse en la crianza no se traduce en cosas positivas para los niños. Un artículo del Washington Post recogió un estudio en el que se asegura que las mamás que pasan todo el tiempo con los hijos no necesariamente tienen con ellos los mejores momentos, por cuenta del estrés y las preocupaciones del hogar. Sin embargo, que quienes pasan menos horas pero con actividades de más calidad logran que los niños tengan actitudes más positivas. En el libro “Atención: Niños estresados!” el pedagogo Germain Duclos asegura que el desencadenante principal de este mal en los niños es el propio estrés de los padres.

8. Les preocupa la buena alimentación

Comer bien siempre es importante, pero en los primeros años de vida es definitivo. Estar bien nutrido es esencial para que los niños tengan buen rendimiento escolar y puedan responder a las actividades diarias sin cansarse en exceso. Según la FAO, los niños que no están bien alimentados crecen más lentamente o menos de lo debido, tienen poca energía para jugar, estudiar o hacer cualquier tipo de actividad física y fácilmente pueden tener enfermedades como anemia o deficiencia de vitaminas. En la adolescencia es necesario que coman más pues es un momento de la vida en el que el cuerpo gasta más energías. En el caso de las mujeres, las necesidades de hierro aumentan una vez se desarrollan. Los padres que tienen claro que la alimentación es fundamental les hacen un gran aporte a sus hijos.

9. Los animan a tener otras actividades

Las actividades extracurriculares a veces suelen verse como sobreprotección. Sin embargo, uno de los mejores regalos que pueden darle los padres a sus hijos es una actividad que les guste hacer en la vida. Diferentes estudios han demostrado los beneficios de aprender a tocar un instrumento: mejora la memoria, la agilidad mental y la concentración. Los deportes, por otro lado, enseñan disciplina y a trabajar en equipo, como casi ninguna otra actividad. Bailar ejercita la coordinación, ayuda a evitar las malas posturas y permite lograr equilibrio.

martes, 15 de agosto de 2017

Qué hacen los japoneses para que sus hijos no sean perezosos?

Los pequeños que desde temprana edad se acostumbran a evadir sus responsabilidades, en el futuro tendrán problemas para cumplir sus metas. Estos son los ocho consejos de los japoneses.

Son varios los padres a los que les cuesta mucho trabajo que sus hijos obedezcan y hagan sus deberes. A veces, es imposible que se levanten temprano para ir al colegio, que recojan sus juguetes, que hagan sus tareas o que ayuden con algún oficio en la casa. Es tal el desespero que muchos padres terminan por hacer el trabajo ellos mismos o por pedir ayuda a los hermanos mayores. Pero es necesario que los padres perseveren y estimulen a sus hijos para asumir responsabilidades que irán aumentando a medida que crecen. 

Varios expertos explican que cuando el niño se acostumbra a no cumplir con sus tareas desde una temprana edad, cuando crezca es probable que sea irresponsable. Su educación y comportamiento marcará su forma de ser en el futuro. Por eso, la disciplina de los japoneses es muy cuidadosa cuando se trata de la educación de sus hijos. Para ellos la forma como deben comportarse es más importante que la educación académica, y la disciplina que los caracteriza es a lo que ellos atribuyen su éxito en el mundo. Estos son sus consejos. 

Asignar tareas

Para estimular la responsabilidad de los niños es necesario asignar tareas diarias de autocuidado, según su edad. Por ejemplo, deben aprender a lavarse los dientes, tender la cama, poner la ropa sucia en su lugar, levantar los juguetes, lavar su plato después de cenar, preparar la ropa del día siguiente y hacer las tareas del colegio.

Un tiempo determinado 

Es importante crear rutinas. No basta con que el niño sepa tender la cama si lo hace en la noche o cada fin de semana. El método de educación de los japoneses consiste en realizar la misma tarea siempre a la misma hora. De esta forma el pequeño puede crear rutinas y con el tiempo realizará las actividades por sí solo ya que lo ha interiorizado como un hábito y dejará de costarle tanto trabajo. Para empezar, los japoneses hacen que los niños hagan esa tarea durante un minuto, todos los días a la misma hora. Pasada una o dos semanas, aumentan la actividad a cinco minutos y al mes el niño ya puede dedicarle diez minutos o más a la tarea. Con el tiempo al niño ya no le importarán los minutos que requiera terminar un oficio.

Constancia

Es necesario que los padres exijan a sus hijos que la tarea no sólo se haga a la misma hora sino que además sea algo constante. Todos los días deben lavarse los dientes, todos los días deben tender la cama, todos los días deben levantar su plato de la mesa, para afianzar la rutina.

Reconocimiento

Es importante que los pequeños se den cuenta de que están haciendo las cosas bien y que han agradado a sus padres cuando cumplen con una tarea. No es necesario que siempre se les dé un premio porque entonces siempre buscarán hacer las cosas por una recompensa. Pero los papás pueden hablar y decir frases como “gracias”, “lo hiciste muy bien”, “Esta vez te quedó mejor que la vez pasada”, así también lo recomienda el psicólogo Andrés Lasso Báez.

Evite las frases negativas

Martha Cuadros, maestra de cursos profilácticos, asegura que las frases negativas pueden afectar el comportamiento de los niños y desmotivarlos. Evite al máximo frases como “no sirves para nada”, “no haces nada bien”, “eres tonto”. Con estas palabras muchos niños pueden quedar marcados y pensar que realmente no pueden realizar algo, cosa que afecta el desarrollo de su personalidad y el concepto que ellos tienen de sí mismos. Son muchos los casos de jóvenes y adolescentes que piensan que no son capaces de algo ya que desde pequeños sus padres, las personas que se supone que le brindan confianza, les han dicho que no pueden hacer algo.

Los japoneses no gritan o levantan la voz cuando se dirigen a sus hijos ni a otras personas. No suelen dar sermones o castigar físicamente. Muestran su inconformidad con la mirada y las entonaciones de la voz. Los hijos saben percibir cuando los padres no aprueban su conducta, e intentan corregir su comportamiento. 

Explique por qué es importante que realicen esa tarea

Los expertos recomiendan que los padres hablen con los niños acerca de las razones por las que es importante que realicen sus tareas. Los menores pueden comprender por qué es importante el autocuidado y la ayuda al otro. De esta forma tendrán argumentos para hacer sus tareas, no solo por obediencia, sino porque existe una razón por la cual tienen que hacer una tarea, que a veces les aburre.

Dé ejemplo

Nada mejor para los niños que enseñarles a través del ejemplo. Hay padres que se quejan todo el tiempo de las tareas que se deben hacer y esto causa una enorme fatiga a los niños; ellos pensarán que los deberes son agobiantes. Por otro lado, hay padres que le piden a sus hijos que sean ordenados, pero ellos mismos no lo son. Para empezar, los padres pueden ayudar a sus hijos a hacer sus tareas y mostrarles también la importancia de trabajar en equipo.

Pasar tiempo con los hijos

Las madres japonesas acostumbran a estar con sus hijos hasta los tres años, los involucran en cada tarea que hacen y además les hablan de lo que hicieron en el día. Los padres también acompañan mucho a sus hijos y suelen conversar acerca con ellos de sus labores para que se sientan parte de una familia.

lunes, 14 de agosto de 2017

A los niños no les gustan los límites, pero los necesitan

La psicóloga Gloria Isaza Posse señala siete razones por las cuales es bueno para los hijos tener restricciones. Estos son algunos de sus consejos. 
 
Todos los días se oye decir que es necesario poner límites a los hijos. Para los padres muchas veces no resulta fácil saber cuando decir “no”, “basta”, “eso no se puede hacer”, “ese no es tu lugar”… Se preguntan: ¿por qué son tan importantes y en qué les van a beneficiar en la vida? Si queremos que sean felices, ¿por qué no darles gusto en todo y permitirles tomar las decisiones?

El deseo de los papás es educar hijos autónomos, es decir, capaces de hacerse cargo de sí mismos y de su vida cuando sean adultos. Para lograrlo es indispensable ponerles límites para que aprendan a cuidarse, valorarse, quererse y respetarse a sí mismos, a los demás y al mundo que los rodea. Límites y autonomía son inseparables en la vida.

El límite (limitis, que significa restricción, separación física o simbólica) es una especie de barrera protectora que toda persona debe tener para estar seguro, no hacerse daño ni permitir que otros se lo hagan. Los límites pueden ser externos o internos. Los externos son impuestos por otros: padres, amigos, el colegio, la ley. Los internos son los que se desarrollan dentro se sí mismo y ayudan a tomar decisiones: lo que hago o dejo de hacer, lo que permito y lo que no acepto, lo que es correcto y lo que no.

Los límites le sirven a los niños para:

Indicarles el camino a seguir. Les permiten desarrollar la guía para llevar una vida ordenada y saber los pasos a seguir para lograr lo que se proponen. Les enseñan a respetar sus cosas, sus proyectos, sus sentimientos, sus ideas y las de otras personas.

Construir un criterio propio. Los límites permiten a los niños desarrollar los valores, necesarios para tomar decisiones, hacer lo correcto para no hacerse daño ni hacerles daño a otros. Sin límites internos se sienten perdidos y sin saber qué hacer.

Darles seguridad. Desarrollar la capacidad de poner límites construye en el niño la confianza en sí mismo, la certeza de que puede cuidarse cuando está solo, enfrentar situaciones imprevistas y tener buenas relaciones con los demás. Aunque los niños protesten por los límites, con su comportamiento rebelde, arriesgado o desafiante buscan que los pongamos. Cuando los padres no ponen límites, los niños sienten que no les importa lo que ellos hagan o lo que les pueda pasar.

Protegerlos. Los límites preservan al niño de los miedos reales; les ayudan a cuidar y proteger su cuerpo, sus sentimientos, sus afectos, sus ideas, sus valores, sus proyectos, sus sueños y su entorno. Como los niños no están en capacidad de prever todos los riesgos, los padres son los encargados de poner los límites que necesitan para estar protegidos. A medida que crecen, irán aprendiendo a hacerlo solos.

Les muestran qué pueden hacer y qué no. Los límites permiten a los niños saber cómo comportarse en cada situación, que hay un momento y lugar para cada cosa; se dan cuenta de lo que están preparados para hacer y lo que no, descubren sus habilidades y sus debilidades.

Autocontrolarse y aceptar que no se puede. Los límites enseñan al niño a manejar y expresar sus emociones sin lastimarse o lastimar a otros. Le ayudan a comprender que no puede hacer todo lo que quiere y le gusta, que hay cosas que aunque quiera no puede hacer y otras que debe hacer aunque no le gusten. Esto le permite respetar a los demás, aceptar el NO como respuesta y cumplir con las tareas que le corresponden de acuerdo a su edad.

Aprender a ser responsable. Los límites muestran a los niños que todo comportamiento tiene un efecto, positivo o negativo, que debe aceptar y asumir. Le enseñan a hacerse cargo de lo que hace, dice, piensa y decide y con el tiempo, a prever las consecuencias de sus decisiones antes de tomarlas.

Para que los límites permitan a los niños desarrollar la capacidad de cuidarse y decidir solos, es necesario que los hayan grabado en su interior, que ellos se conviertan en sus propios guías y no necesiten tener de alguien que los cuide y corrija todo el tiempo. Actuar por convicción y no por temor.

Para que los niños entiendan y acepten los límites estos deben ser:
Claros. Decirle al niño en forma clara, concreta y sencilla lo que se espera que haga. Es importante explicarle la razón de seguridad o protección y la consecuencia si no se cumple. “Puedes tener diferencias con tu hermano, pero no se pueden gritar ni pegar pues podrían hacerse daño. Si lo hacen, tendrán que separarse mientras se calman y pueden hablar para solucionar la dificultad”. En algunas oportunidades se pueden dar opciones, “…puedes ir a tu cuarto para calmarte o controlarte y hablar ahora”.

Consistentes. No se pueden poner unas veces sí y otras no. Los padres entran en contradicciones y los niños aprovechan esta situación para lograr lo que quieren y evitar las consecuencias de lo que hicieron. “Pero si ayer me dejaste jugar videojuegos, ¿por qué hoy no?”

Ir cambiando con la edad. A medida que los niños crecen y muestran que están en capacidad de asumir un paso más en su autonomía, los límites se deben ir modificando. Es importante que los padres estén seguros de que el niño está preparado para asumir más responsabilidades. Cuando ellos muestran que pueden cuidarse, protegerse y tomar algunas decisiones, se les podrá ir dando más libertad. Los límites se pueden negociar con los hijos siempre y cuando su seguridad y su salud no se pongan en riesgo.

Los padres son los encargados de definir los límites, acompañar a los niños a que los cumplan y no permitir que ellos manden y decidan lo que se hace. Aprender y respetar los límites los prepara para asumir su vida, tomar decisiones positivas, vivir en comunidad, lograr sus proyectos, realizar sus sueños y ser felices.

domingo, 13 de agosto de 2017

Dejé el colegio por la adicción a las redes sociales

Andrea Barrios estuvo interna durante un mes. Así es un tratamiento para adictos al celular. 


"Dejé el colegio por la adicción a las redes sociales"

“Duraba hasta las 3:30 de la mañana en el celular. Se convirtió en una enfermedad y al pasar los días me iba aferrando más al teléfono. Dejé mi colegio por esta adicción”, así resume Andrea Barrios, de 17 años, la forma como ha transcurrido su vida desde el 2015, cuando se adentró de lleno en el mundo de las redes sociales y el internet. Su adicción transformó su vida completamente.Se retiró de sus estudios y tuvo que internarse en un centro de rehabilitación durante un mes para tratar esta dependencia. Hoy recibe terapias ambulatorias.

La pesadilla comenzó tras disfrutar el regalo que recibió para celebrar sus 15 años: una entrada al concierto de la cantante estadounidense Katy Perry en octubre del 2015 en Bogotá. Dos semanas después de dicha presentación se unió a grupos en redes sociales y WhatsApp, bautizados con el nombre de la artista. “Interactué con muchas personas. Me la pasaba pegada al celular sin importar la hora ni el momento, lo mismo en la casa. Luego ingresé a otro grupo de Adele y allí también conocí gente”, cuenta Barrios. 

“Fue crítico para nosotros como familia porque además de esta adicción, tuvo cambios en su forma de ser y en el tema del trato. Se volvió más intolerante”, cuenta su mamá, Ruth Elcy Gutiérrez. “Le quité los teléfonos que tenía pero no sirvió de nada porque las amistades le dieron otros celulares”, agrega.
Así es un tratamiento para dependientes de internetAndrea Barrios estuvo interna durante un mes para tratar su dependencia a las redes sociales. 

El proceso comienza con una prueba psicotécnica en la que se evalúa el nivel de adicción

Barrios estableció relaciones amorosas por internet y asegura que descubrió en estos grupos una persona diferente a lo que pensó ser. “Encontré una Andrea bisexual que estaba insegura de sí misma”, cuenta la menor. 

En un punto de confusión y sin un rumbo claro sus padres tomaron medidas. La llevaron a la Fundación Criar, una institución ubicada en Tenjo, Cundinamarca, que además de enfocarse en tratamientos de drogadicción y alcoholismo, ofrece ayuda a adictos a la tecnología. 

El proceso comienza con una prueba psicotécnica en la que se evalúa el nivel de adicción. “Quienes se internan inician con un síndrome de abstinencia que, para un adicto a redes sociales, significa quitarle toda la tecnología”, explica Camila Quiñónez, psicóloga clínica de la fundación.

Se realiza terapia psicológica y psiquiátrica, encuentros con especialistas en adicciones y actividades especiales. “Nos levantamos a las 6 de la mañana. Hacemos actividades lúdicas, el aseo de la casa y luego un encuentro en el salón terapéutico”, cuenta Barrios. 

Los pacientes trabajan un proceso de autoesquema que consiste en fortalecer aspectos como la autonomía, autoevaluación, autoeficiencia y autocontrol. “Por lo general los chicos que llegan con ese tipo de adicción tienen baja autoestima y buscan aprobación en las redes sociales”, señala Quiñónez. 

Paulatinamente se realiza un proceso de psicoeducación con la familia. “No es quitarle la conducta sino que usen las redes con responsabilidad. Empezamos gradualmente y colocamos unas rutinas para que cuando salga, si eran 10 horas las que permanecía en internet las reducimos a cinco para luego quedar en dos”, añade la especialista. 

De acuerdo con Quiñónez, una persona es considerada adicta a internet cuando deja de hacer sus rutinas diarias por mantenerse conectada. “No vuelven a estudiar, no salen del cuarto y no cumplen con sus responsabilidades. Además pierden la comunicación con los papás”, dice.

Una persona es considerada adicta a internet cuando deja de hacer sus rutinas diarias por mantenerse conectada. 

Actualmente aunque todavía se siente ‘en peligro’, Barrios se encuentra estable. Está validando décimo y once, usa un celular básico solo para llamadas y accede a internet bajo la supervisión de su mamá. “Decidí dejar el celular por 6 meses, hasta ahora llevo un mes y medio. Me di cuenta que estar metido en una red social es muy dañino. Uno no se controla y se deja influenciar”, señala. 

Hoy se quiere enfocar en dos de sus pasiones: los idiomas y el fútbol. Su propósito es dejar a un lado aquella vida digital que casi acaba con su mundo real.

sábado, 12 de agosto de 2017

10 Cursos de ingles online gratis para estudiar según tu nivel

Si pensabas que estudiar inglés era imposible por un tema de costos, tiempo o disponibilidad, estos cursos de inglés online gratis serán tu solución.

No importa que estés en un nivel básico, intermedio o avanzado, tampoco que aprendas mejor con videos que con lecciones escritas; ya que dentro de esta oferta de de cursos para aprender inglés tienes diferentes modalidades, niveles y temáticos.
Cursos de inglés online gratis para estudiar desde la comodidad de tu casa

1. Curso básico de inglés para los que están empezando:

Este es uno de esos cursos de inglés online gratis que está diseñado para los que están empezando. Al finalizarlo tendrás una comprensión de los conceptos básicos de inglés y será capaz de formar construcciones y oraciones simples.

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2. Aprende inglés básico para viajar de forma divertida

Con este curso 100% práctico aprenderás a manejarte con soltura hablando inglés. Incluso resolviendo situaciones cotidianas.

Está organizado para que puedas defenderte en diferentes escenarios como el aeropuerto, en la playa, en bus, taxi o metro, alquilando un carro, en el hotel y hasta en cine.

3. Aprende inglés en 5 minutos diarios con Duolingo

Una alternativa práctica, gratuita y efectiva para los cursos online de inglés es la App de Duolingo. Entre los beneficios encontrarás que el aprendizaje es personalizado y puedes revisar tu respuesta inmediatamente.

Incluso, un estudio comprobó que 34 horas usando Duolingo es equivalente a 1 semestre universitario de aprendizaje de idiomas.

4. Curso intermedio de inglés para los que dominan los conceptos básicos del lenguaje

Este curso es para los que dominan los conceptos básicos del lenguaje, aprenderás a formar oraciones más complejas y comunicarse en inglés con mayor confianza.

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Con este curso serás capaz de comunicarte efectivamente en inglés. En total son 14 unidades donde aprenderás de condicionales, pronunciación, adjetivos, verbos, entre otros.

6. Aprende fonética y pronunciación en inglés

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7. Aprender inglés para trabajar en el extranjero

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Este es un curso práctico donde conocerás el vocabulario, frases y consejos para encontrar un trabajo que se ajuste a tu perfil.

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8. Curso online de Inglés enfocado en la gestión y liderazgo

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9. Curso online de inglés enfocado en finanzas y economía

Si en tu trabajo debes interactuar con profesionales de las finanzas, o este es tu campo de acción puedes seguir a los personajes auténticos de este curso de ingles online, a medida que trabajan a través de situaciones de negocios comunes en las finanzas y economía.

10. Curso online de inglés enfocado en marketing y ventas

Si trabajas en el área de marketing, ventas, o publicidad sabes que la comunicación efectiva es un requisito para tener éxito en tu trabajo. Esto se hace aún más difícil cuando se trata de expresar sus ideas de manera persuasiva en inglés.


Estos cursos de inglés online gratis te ayudarán a dominar el idioma, sin importar si tienes un nivel básico o avanzado, si eres constante, recursivo y practicas todos los días en pocos meses estarás hablando fluidamente.

viernes, 11 de agosto de 2017

Habitación funcional para niños y adultos

Reemplazar el edredón, las fundas y los cojines puede ayudar a ajustar el cuarto del infante para un adolescente, sin necesidad de más gastos. 


Es necesario hacer una elección pensando en lo que querrá el niño cuando sea grande e integrar el diseño del cuarto del bebé puede ser muy práctico.

Muebles que se puedan adaptar y transformar con facilidad; ornamentos en colores planos y sin estampados; una decoración sencilla sin muchos elementos y diseño de espacios que guarden relación con el resto de la casa hacen parte de la lista de aspectos que una familia debe tener en cuenta si quiere que la habitación de su hijo perdure más allá de la adolescencia.

Y es que con la llegada de un hijo muchas familias optan por destinar espacios que se adecúen a ellos, sin tener en cuenta que, mientras ellos van quemando etapas de su vida a un ritmo acelerado, los colores, la funcionalidad del mobiliario y la decoración del cuarto se van quedando en la época de cuando eran unos bebés.

Pero ¿qué hacer para que la habitación de los hijos no se quede atrapada en el tiempo y pueda transformase en la media que ellos crecen sin que esto se convierta en un dolor de cabeza para las finanzas del hogar? 

EL TIEMPO consultó la opinión de varios expertos, quienes hicieron algunas recomendaciones claves para ese propósito. 

Por ejemplo, si del mobiliario se trata, hacer una elección pensando en lo que querrá el niño cuando sea grande e integrar el diseño del cuarto del bebé puede ser muy práctico. 

Manuela Vélez, diseñadora de Tres52, señala que hay varias opciones. “Camas a las que más adelante se les retiran los corrales son excelentes, ya que así perduran hasta la adolescencia. También, los muebles con cajonería y bibliotecas pueden permanecer siempre en la habitación”.

Además, la diseñadora indica que es importante pensar en comprar muebles con formas simples que funcionan con acabados laminados, de madera y de poliuretano, pues estos no se tornan infantiles. 

Otro dato para tener en cuenta es usar estantería tipo cubo, que funciona como organizador y tiende a adaptarse para guardar otros elementos, según la necesidad que va surgiendo. Así como usar ornamentación con tonalidades planas y sin estampados, los cuales pueden ser combinados y ubicados más adelante en otro lugar de la casa.

DECORACIÓN
Los adornos también juegan un papel importante a la hora de habituar el espacio y todavía “se abre paso al uso de lo simple y lo suave, como las tonalidades pastel y ligeras con texturas muy marcadas, que fomenten el descanso y permitan ser mezcladas con mayor facilidad más adelante. Tonos blush, gris claro, champaña, trasparentes, cristales, cuadros, rayas, unicolores y semibrillos, según el contexto, son la tendencia hoy en los cuartos de los niños”, afirma Natalia Jiménez Ortiz, directora de proyectos para Home Reface Colombia y México.

Para Ortiz, los cojines, los tapetes, el tono de la caperuza de las lámparas y los accesorios móviles son piezas que, sise le añade un personalizado sutil, le da un sello inigualable a sus espacios.

Sin embargo, la experta sugiere hacerlo con elementos que se puedan cambiar fácilmente, así como aprovechar las paredes con wall papers texturizados y el uso de pintura mate en tonalidades neutras, como el gris ratón y el gris plata. 

TENDENCIA 

Además de los muebles, los accesorios y las texturas recomendadas, lo fuerte en tendencias es integrar el diseño del cuarto del bebé con el resto de la casa.
“Por eso, el estilo que más está en auge es el nórdico o escandinavo, que se caracteriza por tener como color estelar el blanco, el cual aporta una sensación de amplitud, limpieza y luz al espacio; acompañado del negro, en pequeñas cantidades, como contraste en algunos objetos y también los tonos pastel”, anota Nayive Rodríguez, diseñadora y decoradora de Naromi Design.

A pesar de que los estilos varían muy rápido y así mismo caducan, las formas de diseño más imparciales transforman los espacios sin necesidad de llevar a cabo grandes inversiones.

Por otro lado, se usa mucho en las habitaciones motivaciones de juegos para los niños, alejándose un poco del mobiliario como tal. Sin embargo, la invitación de los expertos se dirige hacia los padres para que inviertan en elementos más funcionales y neutrales, tanto para el niño como para el adolescente.

jueves, 10 de agosto de 2017

Al menos medio millón de jóvenes ni estudia ni busca trabajo

Los llamados ninis tienen entre 15 y 24 años y no se dedican a nada. Fenómeno está en 13 capitales. 

En las 13 principales ciudades hay 370.000 mujeres y 212.000 hombres.

Conocida como una población de jóvenes que ni estudian ni trabajan ni están buscando empleo, los ninis se están identificando en el país como una problemática que atañe más a las ciudades intermedias y con mayor incidencia en las mujeres.

En las trece principales ciudades del país hay 582.000 jóvenes entre 15 y 24 años en esa situación. Son 370.000 mujeres y 212.000 hombres, y son más de uno de cada diez personas en esa edad. Si bien el fenómeno es mayor entre mujeres, estas ayudan más en el hogar. En cambio, al menos 85.000 hombres jóvenes ni siquiera ayudan con el oficio.

Así se desprende del estudio realizado por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario ‘Perfil juvenil urbano de la inactividad y el desempleo en el país’.

Para los investigadores del Observatorio, más que la proporción de población joven que tiene una ciudad, es de más cuidado ver qué porcentaje de esa población joven es inactiva.

Juan Carlos Guataquí, uno de los autores del estudio, señala que la gente tiende a pensar en los jóvenes entre 15 y 24 años como una población homogénea y eso no es así. Además, agrega que hay un patrón de género que es muy importante frente a la pregunta a qué se dedican o en qué utilizan el tiempo.

En la encuesta tenida en cuenta en la investigación hay varias opciones de respuesta para ese interrogante, como ayudar a criar animales, realizar oficios en otros hogares, capacitación y trabajos comunitarios, entre otros, pero aquí el patrón es en extremo diferente en términos de género.Actividades similares

Por ejemplo, las mujeres jóvenes se dedican más a actividades semejantes a las que realizan las mayores de 25 años. Pero las actividades de los hombres no se asemejan tanto a las de los mayores. En los hombres, está más presente la inactividad económica total, es decir, no ayudan en el hogar, no cuidan niños, no se están capacitando, ni hacen alguna actividad educativa, mientras que las mujeres ninis sí tienen un papel de aporte al hogar.

El 92 por ciento de las mujeres ninis hacen esa clase de labores, mientras que en los hombres esto se da en apenas un 60 por ciento. En horas dedicadas a esas tareas durante la semana, las mujeres tienen 18,7 en promedio, y en los hombres son apenas 9 horas.

Así mismo, el 52 por ciento de las mujeres ninis dedica tiempo a cuidar o atender niños, frente a un 10 por ciento de los hombres. A esta actividad las mujeres les dedican a la semana en promedio 32,7 horas, y los hombres 12,2.

“Un muchacho entre 15 y 24 años es simplemente un joven inactivo, pero una muchacha en ese mismo rango se parece más a una mujer de más de 25 años y ese es un problema complicado, porque ellas pueden quedar en una trampa de pobreza, por el riesgo del embarazo adolescente, porque no están educándose y porque la familia ya básicamente la tiene en labores del hogar”, explicó Guataquí.

Por su parte, la exministra Cecilia López Montaño afirma que en muchos sitios la curva de la educación es una U invertida, donde los papás se esfuerzan por meter a sus hijos a cursar hasta la primaria, pero después hay una gran deserción en la adolescencia, y en lugares como los pueblos los jóvenes salen a hacer otras actividades como mototaxismo.

“Yo creo que este problema es una mezcla de dos cosas, una muy mala educación y una desvinculación de esa educación formal con el mercado laboral, lo que lleva a esa deserción masiva, porque ninguno sirve de estímulo”, dijo López, al tiempo que señaló que eso amerita una buena revisión sobre lo que está pasando con la educación intermedia.

Las jóvenes pueden quedar en una trampa de pobreza, por el riesgo del embarazo adolescente, porque no están educándose y porque la familia ya básicamente la tiene en labores del hogar 

Y al mismo tiempo, añadió, el mercado laboral requiere de un análisis que en el país se está postergando, puesto que le parece imposible que la juventud se esté perdiendo de esta manera.Ciudades con extremos

De acuerdo con la investigación de la Universidad del Rosario, cuando se analiza la población por edad y actividad económica se encuentran cosas interesantes, como el hecho de que en Colombia hay dos extremos, las ciudades más jóvenes y las que cuentan con una población con mayor vejez.

Según Guataquí, si se habla de un índice de envejecimiento, o sea población mayor a los 55 años, las que predominan son Medellín y Pereira, con uno de cada cuatro habitantes en ese rango.

Mientras que en el otro extremo, como las ciudades más jóvenes, están Cartagena y Cúcuta, donde uno de cada cinco habitantes está entre los 15 y los 24 años.

“De hecho Cúcuta es una de esas ciudades que en términos laborales tiene todos los indicadores en amarillo o en rojo, es decir, cuenta con la tasa de informalidad más alta, así como una de las más altas de desempleo, muchos jóvenes, mucha migración, luego debería ser objeto de políticas expresas del Ministerio del Trabajo”, comentó Guataquí.¿Quiénes son los ninis?

Por definición, se conoce como ninis a los jóvenes que están entre los 15 y 24 años de edad y que por algunas condiciones determinadas ni estudian ni trabajan ni están buscando empleo.

Según el Banco Mundial, con cifras del 2016, se estima en más de 20’000.000 de personas (uno de cada cinco en el grupo de jóvenes entre los 15 y 24 años) la dimensión cuantitativa del fenómeno de los ninis en Latinoamérica. 

“Esta cifra es particularmente preocupante dada su persistencia, creciente y el hecho de que estos dos aspectos se hayan presentado en un contexto regional de reducción
de la desigualdad y la pobreza”, indica el estudio del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Sobre esta condición, señala el estudio, también preocupa el hecho de que los afectados dejan de avanzar en sus logros educativos, no acceden a experiencia laboral y se marginan en general de los espacios económicos y sociales.