lunes, 14 de agosto de 2017

A los niños no les gustan los límites, pero los necesitan

La psicóloga Gloria Isaza Posse señala siete razones por las cuales es bueno para los hijos tener restricciones. Estos son algunos de sus consejos. 
 
Todos los días se oye decir que es necesario poner límites a los hijos. Para los padres muchas veces no resulta fácil saber cuando decir “no”, “basta”, “eso no se puede hacer”, “ese no es tu lugar”… Se preguntan: ¿por qué son tan importantes y en qué les van a beneficiar en la vida? Si queremos que sean felices, ¿por qué no darles gusto en todo y permitirles tomar las decisiones?

El deseo de los papás es educar hijos autónomos, es decir, capaces de hacerse cargo de sí mismos y de su vida cuando sean adultos. Para lograrlo es indispensable ponerles límites para que aprendan a cuidarse, valorarse, quererse y respetarse a sí mismos, a los demás y al mundo que los rodea. Límites y autonomía son inseparables en la vida.

El límite (limitis, que significa restricción, separación física o simbólica) es una especie de barrera protectora que toda persona debe tener para estar seguro, no hacerse daño ni permitir que otros se lo hagan. Los límites pueden ser externos o internos. Los externos son impuestos por otros: padres, amigos, el colegio, la ley. Los internos son los que se desarrollan dentro se sí mismo y ayudan a tomar decisiones: lo que hago o dejo de hacer, lo que permito y lo que no acepto, lo que es correcto y lo que no.

Los límites le sirven a los niños para:

Indicarles el camino a seguir. Les permiten desarrollar la guía para llevar una vida ordenada y saber los pasos a seguir para lograr lo que se proponen. Les enseñan a respetar sus cosas, sus proyectos, sus sentimientos, sus ideas y las de otras personas.

Construir un criterio propio. Los límites permiten a los niños desarrollar los valores, necesarios para tomar decisiones, hacer lo correcto para no hacerse daño ni hacerles daño a otros. Sin límites internos se sienten perdidos y sin saber qué hacer.

Darles seguridad. Desarrollar la capacidad de poner límites construye en el niño la confianza en sí mismo, la certeza de que puede cuidarse cuando está solo, enfrentar situaciones imprevistas y tener buenas relaciones con los demás. Aunque los niños protesten por los límites, con su comportamiento rebelde, arriesgado o desafiante buscan que los pongamos. Cuando los padres no ponen límites, los niños sienten que no les importa lo que ellos hagan o lo que les pueda pasar.

Protegerlos. Los límites preservan al niño de los miedos reales; les ayudan a cuidar y proteger su cuerpo, sus sentimientos, sus afectos, sus ideas, sus valores, sus proyectos, sus sueños y su entorno. Como los niños no están en capacidad de prever todos los riesgos, los padres son los encargados de poner los límites que necesitan para estar protegidos. A medida que crecen, irán aprendiendo a hacerlo solos.

Les muestran qué pueden hacer y qué no. Los límites permiten a los niños saber cómo comportarse en cada situación, que hay un momento y lugar para cada cosa; se dan cuenta de lo que están preparados para hacer y lo que no, descubren sus habilidades y sus debilidades.

Autocontrolarse y aceptar que no se puede. Los límites enseñan al niño a manejar y expresar sus emociones sin lastimarse o lastimar a otros. Le ayudan a comprender que no puede hacer todo lo que quiere y le gusta, que hay cosas que aunque quiera no puede hacer y otras que debe hacer aunque no le gusten. Esto le permite respetar a los demás, aceptar el NO como respuesta y cumplir con las tareas que le corresponden de acuerdo a su edad.

Aprender a ser responsable. Los límites muestran a los niños que todo comportamiento tiene un efecto, positivo o negativo, que debe aceptar y asumir. Le enseñan a hacerse cargo de lo que hace, dice, piensa y decide y con el tiempo, a prever las consecuencias de sus decisiones antes de tomarlas.

Para que los límites permitan a los niños desarrollar la capacidad de cuidarse y decidir solos, es necesario que los hayan grabado en su interior, que ellos se conviertan en sus propios guías y no necesiten tener de alguien que los cuide y corrija todo el tiempo. Actuar por convicción y no por temor.

Para que los niños entiendan y acepten los límites estos deben ser:
Claros. Decirle al niño en forma clara, concreta y sencilla lo que se espera que haga. Es importante explicarle la razón de seguridad o protección y la consecuencia si no se cumple. “Puedes tener diferencias con tu hermano, pero no se pueden gritar ni pegar pues podrían hacerse daño. Si lo hacen, tendrán que separarse mientras se calman y pueden hablar para solucionar la dificultad”. En algunas oportunidades se pueden dar opciones, “…puedes ir a tu cuarto para calmarte o controlarte y hablar ahora”.

Consistentes. No se pueden poner unas veces sí y otras no. Los padres entran en contradicciones y los niños aprovechan esta situación para lograr lo que quieren y evitar las consecuencias de lo que hicieron. “Pero si ayer me dejaste jugar videojuegos, ¿por qué hoy no?”

Ir cambiando con la edad. A medida que los niños crecen y muestran que están en capacidad de asumir un paso más en su autonomía, los límites se deben ir modificando. Es importante que los padres estén seguros de que el niño está preparado para asumir más responsabilidades. Cuando ellos muestran que pueden cuidarse, protegerse y tomar algunas decisiones, se les podrá ir dando más libertad. Los límites se pueden negociar con los hijos siempre y cuando su seguridad y su salud no se pongan en riesgo.

Los padres son los encargados de definir los límites, acompañar a los niños a que los cumplan y no permitir que ellos manden y decidan lo que se hace. Aprender y respetar los límites los prepara para asumir su vida, tomar decisiones positivas, vivir en comunidad, lograr sus proyectos, realizar sus sueños y ser felices.

domingo, 13 de agosto de 2017

Dejé el colegio por la adicción a las redes sociales

Andrea Barrios estuvo interna durante un mes. Así es un tratamiento para adictos al celular. 


"Dejé el colegio por la adicción a las redes sociales"

“Duraba hasta las 3:30 de la mañana en el celular. Se convirtió en una enfermedad y al pasar los días me iba aferrando más al teléfono. Dejé mi colegio por esta adicción”, así resume Andrea Barrios, de 17 años, la forma como ha transcurrido su vida desde el 2015, cuando se adentró de lleno en el mundo de las redes sociales y el internet. Su adicción transformó su vida completamente.Se retiró de sus estudios y tuvo que internarse en un centro de rehabilitación durante un mes para tratar esta dependencia. Hoy recibe terapias ambulatorias.

La pesadilla comenzó tras disfrutar el regalo que recibió para celebrar sus 15 años: una entrada al concierto de la cantante estadounidense Katy Perry en octubre del 2015 en Bogotá. Dos semanas después de dicha presentación se unió a grupos en redes sociales y WhatsApp, bautizados con el nombre de la artista. “Interactué con muchas personas. Me la pasaba pegada al celular sin importar la hora ni el momento, lo mismo en la casa. Luego ingresé a otro grupo de Adele y allí también conocí gente”, cuenta Barrios. 

“Fue crítico para nosotros como familia porque además de esta adicción, tuvo cambios en su forma de ser y en el tema del trato. Se volvió más intolerante”, cuenta su mamá, Ruth Elcy Gutiérrez. “Le quité los teléfonos que tenía pero no sirvió de nada porque las amistades le dieron otros celulares”, agrega.
Así es un tratamiento para dependientes de internetAndrea Barrios estuvo interna durante un mes para tratar su dependencia a las redes sociales. 

El proceso comienza con una prueba psicotécnica en la que se evalúa el nivel de adicción

Barrios estableció relaciones amorosas por internet y asegura que descubrió en estos grupos una persona diferente a lo que pensó ser. “Encontré una Andrea bisexual que estaba insegura de sí misma”, cuenta la menor. 

En un punto de confusión y sin un rumbo claro sus padres tomaron medidas. La llevaron a la Fundación Criar, una institución ubicada en Tenjo, Cundinamarca, que además de enfocarse en tratamientos de drogadicción y alcoholismo, ofrece ayuda a adictos a la tecnología. 

El proceso comienza con una prueba psicotécnica en la que se evalúa el nivel de adicción. “Quienes se internan inician con un síndrome de abstinencia que, para un adicto a redes sociales, significa quitarle toda la tecnología”, explica Camila Quiñónez, psicóloga clínica de la fundación.

Se realiza terapia psicológica y psiquiátrica, encuentros con especialistas en adicciones y actividades especiales. “Nos levantamos a las 6 de la mañana. Hacemos actividades lúdicas, el aseo de la casa y luego un encuentro en el salón terapéutico”, cuenta Barrios. 

Los pacientes trabajan un proceso de autoesquema que consiste en fortalecer aspectos como la autonomía, autoevaluación, autoeficiencia y autocontrol. “Por lo general los chicos que llegan con ese tipo de adicción tienen baja autoestima y buscan aprobación en las redes sociales”, señala Quiñónez. 

Paulatinamente se realiza un proceso de psicoeducación con la familia. “No es quitarle la conducta sino que usen las redes con responsabilidad. Empezamos gradualmente y colocamos unas rutinas para que cuando salga, si eran 10 horas las que permanecía en internet las reducimos a cinco para luego quedar en dos”, añade la especialista. 

De acuerdo con Quiñónez, una persona es considerada adicta a internet cuando deja de hacer sus rutinas diarias por mantenerse conectada. “No vuelven a estudiar, no salen del cuarto y no cumplen con sus responsabilidades. Además pierden la comunicación con los papás”, dice.

Una persona es considerada adicta a internet cuando deja de hacer sus rutinas diarias por mantenerse conectada. 

Actualmente aunque todavía se siente ‘en peligro’, Barrios se encuentra estable. Está validando décimo y once, usa un celular básico solo para llamadas y accede a internet bajo la supervisión de su mamá. “Decidí dejar el celular por 6 meses, hasta ahora llevo un mes y medio. Me di cuenta que estar metido en una red social es muy dañino. Uno no se controla y se deja influenciar”, señala. 

Hoy se quiere enfocar en dos de sus pasiones: los idiomas y el fútbol. Su propósito es dejar a un lado aquella vida digital que casi acaba con su mundo real.

sábado, 12 de agosto de 2017

10 Cursos de ingles online gratis para estudiar según tu nivel

Si pensabas que estudiar inglés era imposible por un tema de costos, tiempo o disponibilidad, estos cursos de inglés online gratis serán tu solución.

No importa que estés en un nivel básico, intermedio o avanzado, tampoco que aprendas mejor con videos que con lecciones escritas; ya que dentro de esta oferta de de cursos para aprender inglés tienes diferentes modalidades, niveles y temáticos.
Cursos de inglés online gratis para estudiar desde la comodidad de tu casa

1. Curso básico de inglés para los que están empezando:

Este es uno de esos cursos de inglés online gratis que está diseñado para los que están empezando. Al finalizarlo tendrás una comprensión de los conceptos básicos de inglés y será capaz de formar construcciones y oraciones simples.

Acceder al curso
2. Aprende inglés básico para viajar de forma divertida

Con este curso 100% práctico aprenderás a manejarte con soltura hablando inglés. Incluso resolviendo situaciones cotidianas.

Está organizado para que puedas defenderte en diferentes escenarios como el aeropuerto, en la playa, en bus, taxi o metro, alquilando un carro, en el hotel y hasta en cine.

3. Aprende inglés en 5 minutos diarios con Duolingo

Una alternativa práctica, gratuita y efectiva para los cursos online de inglés es la App de Duolingo. Entre los beneficios encontrarás que el aprendizaje es personalizado y puedes revisar tu respuesta inmediatamente.

Incluso, un estudio comprobó que 34 horas usando Duolingo es equivalente a 1 semestre universitario de aprendizaje de idiomas.

4. Curso intermedio de inglés para los que dominan los conceptos básicos del lenguaje

Este curso es para los que dominan los conceptos básicos del lenguaje, aprenderás a formar oraciones más complejas y comunicarse en inglés con mayor confianza.

5. Curso de inglés online gratis para los que quieren perfeccionar el idioma

Con este curso serás capaz de comunicarte efectivamente en inglés. En total son 14 unidades donde aprenderás de condicionales, pronunciación, adjetivos, verbos, entre otros.

6. Aprende fonética y pronunciación en inglés

Este curso de inglés online gratuito consiste en 16 vídeos prácticos, dirigido a estudiantes con un nivel medio, que busquen aprender las claves del idioma, mejorar fonética y su pronunciación mediante ejercicios como práctica del vocabulario.

7. Aprender inglés para trabajar en el extranjero

Este curso online de inglés en video aprenderás a desenvolverte en el extranjero y conocerás las expresiones a la hora de trabajar en otro país comunicándote en inglés.

Este es un curso práctico donde conocerás el vocabulario, frases y consejos para encontrar un trabajo que se ajuste a tu perfil.

Cursos online de Inglés empresarial

A continuación tienes 3 cursos de inglés online gratis enfocados en el mundo empresarial. Dependiendo de tu área de trabajo podrás escoger uno de estos cursos enfocados en tu especialidad.
8. Curso online de Inglés enfocado en la gestión y liderazgo

Si eres un ejecutivo de negocios o gerente y utilizas el inglés para tu trabajo, este curso está diseñado para ti. Aprenderás que una buena comunicación empresarial en inglés exige los enfoques, el vocabulario y las estructuras lingüísticas específicas.

9. Curso online de inglés enfocado en finanzas y economía

Si en tu trabajo debes interactuar con profesionales de las finanzas, o este es tu campo de acción puedes seguir a los personajes auténticos de este curso de ingles online, a medida que trabajan a través de situaciones de negocios comunes en las finanzas y economía.

10. Curso online de inglés enfocado en marketing y ventas

Si trabajas en el área de marketing, ventas, o publicidad sabes que la comunicación efectiva es un requisito para tener éxito en tu trabajo. Esto se hace aún más difícil cuando se trata de expresar sus ideas de manera persuasiva en inglés.


Estos cursos de inglés online gratis te ayudarán a dominar el idioma, sin importar si tienes un nivel básico o avanzado, si eres constante, recursivo y practicas todos los días en pocos meses estarás hablando fluidamente.

viernes, 11 de agosto de 2017

Habitación funcional para niños y adultos

Reemplazar el edredón, las fundas y los cojines puede ayudar a ajustar el cuarto del infante para un adolescente, sin necesidad de más gastos. 


Es necesario hacer una elección pensando en lo que querrá el niño cuando sea grande e integrar el diseño del cuarto del bebé puede ser muy práctico.

Muebles que se puedan adaptar y transformar con facilidad; ornamentos en colores planos y sin estampados; una decoración sencilla sin muchos elementos y diseño de espacios que guarden relación con el resto de la casa hacen parte de la lista de aspectos que una familia debe tener en cuenta si quiere que la habitación de su hijo perdure más allá de la adolescencia.

Y es que con la llegada de un hijo muchas familias optan por destinar espacios que se adecúen a ellos, sin tener en cuenta que, mientras ellos van quemando etapas de su vida a un ritmo acelerado, los colores, la funcionalidad del mobiliario y la decoración del cuarto se van quedando en la época de cuando eran unos bebés.

Pero ¿qué hacer para que la habitación de los hijos no se quede atrapada en el tiempo y pueda transformase en la media que ellos crecen sin que esto se convierta en un dolor de cabeza para las finanzas del hogar? 

EL TIEMPO consultó la opinión de varios expertos, quienes hicieron algunas recomendaciones claves para ese propósito. 

Por ejemplo, si del mobiliario se trata, hacer una elección pensando en lo que querrá el niño cuando sea grande e integrar el diseño del cuarto del bebé puede ser muy práctico. 

Manuela Vélez, diseñadora de Tres52, señala que hay varias opciones. “Camas a las que más adelante se les retiran los corrales son excelentes, ya que así perduran hasta la adolescencia. También, los muebles con cajonería y bibliotecas pueden permanecer siempre en la habitación”.

Además, la diseñadora indica que es importante pensar en comprar muebles con formas simples que funcionan con acabados laminados, de madera y de poliuretano, pues estos no se tornan infantiles. 

Otro dato para tener en cuenta es usar estantería tipo cubo, que funciona como organizador y tiende a adaptarse para guardar otros elementos, según la necesidad que va surgiendo. Así como usar ornamentación con tonalidades planas y sin estampados, los cuales pueden ser combinados y ubicados más adelante en otro lugar de la casa.

DECORACIÓN
Los adornos también juegan un papel importante a la hora de habituar el espacio y todavía “se abre paso al uso de lo simple y lo suave, como las tonalidades pastel y ligeras con texturas muy marcadas, que fomenten el descanso y permitan ser mezcladas con mayor facilidad más adelante. Tonos blush, gris claro, champaña, trasparentes, cristales, cuadros, rayas, unicolores y semibrillos, según el contexto, son la tendencia hoy en los cuartos de los niños”, afirma Natalia Jiménez Ortiz, directora de proyectos para Home Reface Colombia y México.

Para Ortiz, los cojines, los tapetes, el tono de la caperuza de las lámparas y los accesorios móviles son piezas que, sise le añade un personalizado sutil, le da un sello inigualable a sus espacios.

Sin embargo, la experta sugiere hacerlo con elementos que se puedan cambiar fácilmente, así como aprovechar las paredes con wall papers texturizados y el uso de pintura mate en tonalidades neutras, como el gris ratón y el gris plata. 

TENDENCIA 

Además de los muebles, los accesorios y las texturas recomendadas, lo fuerte en tendencias es integrar el diseño del cuarto del bebé con el resto de la casa.
“Por eso, el estilo que más está en auge es el nórdico o escandinavo, que se caracteriza por tener como color estelar el blanco, el cual aporta una sensación de amplitud, limpieza y luz al espacio; acompañado del negro, en pequeñas cantidades, como contraste en algunos objetos y también los tonos pastel”, anota Nayive Rodríguez, diseñadora y decoradora de Naromi Design.

A pesar de que los estilos varían muy rápido y así mismo caducan, las formas de diseño más imparciales transforman los espacios sin necesidad de llevar a cabo grandes inversiones.

Por otro lado, se usa mucho en las habitaciones motivaciones de juegos para los niños, alejándose un poco del mobiliario como tal. Sin embargo, la invitación de los expertos se dirige hacia los padres para que inviertan en elementos más funcionales y neutrales, tanto para el niño como para el adolescente.

jueves, 10 de agosto de 2017

Al menos medio millón de jóvenes ni estudia ni busca trabajo

Los llamados ninis tienen entre 15 y 24 años y no se dedican a nada. Fenómeno está en 13 capitales. 

En las 13 principales ciudades hay 370.000 mujeres y 212.000 hombres.

Conocida como una población de jóvenes que ni estudian ni trabajan ni están buscando empleo, los ninis se están identificando en el país como una problemática que atañe más a las ciudades intermedias y con mayor incidencia en las mujeres.

En las trece principales ciudades del país hay 582.000 jóvenes entre 15 y 24 años en esa situación. Son 370.000 mujeres y 212.000 hombres, y son más de uno de cada diez personas en esa edad. Si bien el fenómeno es mayor entre mujeres, estas ayudan más en el hogar. En cambio, al menos 85.000 hombres jóvenes ni siquiera ayudan con el oficio.

Así se desprende del estudio realizado por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario ‘Perfil juvenil urbano de la inactividad y el desempleo en el país’.

Para los investigadores del Observatorio, más que la proporción de población joven que tiene una ciudad, es de más cuidado ver qué porcentaje de esa población joven es inactiva.

Juan Carlos Guataquí, uno de los autores del estudio, señala que la gente tiende a pensar en los jóvenes entre 15 y 24 años como una población homogénea y eso no es así. Además, agrega que hay un patrón de género que es muy importante frente a la pregunta a qué se dedican o en qué utilizan el tiempo.

En la encuesta tenida en cuenta en la investigación hay varias opciones de respuesta para ese interrogante, como ayudar a criar animales, realizar oficios en otros hogares, capacitación y trabajos comunitarios, entre otros, pero aquí el patrón es en extremo diferente en términos de género.Actividades similares

Por ejemplo, las mujeres jóvenes se dedican más a actividades semejantes a las que realizan las mayores de 25 años. Pero las actividades de los hombres no se asemejan tanto a las de los mayores. En los hombres, está más presente la inactividad económica total, es decir, no ayudan en el hogar, no cuidan niños, no se están capacitando, ni hacen alguna actividad educativa, mientras que las mujeres ninis sí tienen un papel de aporte al hogar.

El 92 por ciento de las mujeres ninis hacen esa clase de labores, mientras que en los hombres esto se da en apenas un 60 por ciento. En horas dedicadas a esas tareas durante la semana, las mujeres tienen 18,7 en promedio, y en los hombres son apenas 9 horas.

Así mismo, el 52 por ciento de las mujeres ninis dedica tiempo a cuidar o atender niños, frente a un 10 por ciento de los hombres. A esta actividad las mujeres les dedican a la semana en promedio 32,7 horas, y los hombres 12,2.

“Un muchacho entre 15 y 24 años es simplemente un joven inactivo, pero una muchacha en ese mismo rango se parece más a una mujer de más de 25 años y ese es un problema complicado, porque ellas pueden quedar en una trampa de pobreza, por el riesgo del embarazo adolescente, porque no están educándose y porque la familia ya básicamente la tiene en labores del hogar”, explicó Guataquí.

Por su parte, la exministra Cecilia López Montaño afirma que en muchos sitios la curva de la educación es una U invertida, donde los papás se esfuerzan por meter a sus hijos a cursar hasta la primaria, pero después hay una gran deserción en la adolescencia, y en lugares como los pueblos los jóvenes salen a hacer otras actividades como mototaxismo.

“Yo creo que este problema es una mezcla de dos cosas, una muy mala educación y una desvinculación de esa educación formal con el mercado laboral, lo que lleva a esa deserción masiva, porque ninguno sirve de estímulo”, dijo López, al tiempo que señaló que eso amerita una buena revisión sobre lo que está pasando con la educación intermedia.

Las jóvenes pueden quedar en una trampa de pobreza, por el riesgo del embarazo adolescente, porque no están educándose y porque la familia ya básicamente la tiene en labores del hogar 

Y al mismo tiempo, añadió, el mercado laboral requiere de un análisis que en el país se está postergando, puesto que le parece imposible que la juventud se esté perdiendo de esta manera.Ciudades con extremos

De acuerdo con la investigación de la Universidad del Rosario, cuando se analiza la población por edad y actividad económica se encuentran cosas interesantes, como el hecho de que en Colombia hay dos extremos, las ciudades más jóvenes y las que cuentan con una población con mayor vejez.

Según Guataquí, si se habla de un índice de envejecimiento, o sea población mayor a los 55 años, las que predominan son Medellín y Pereira, con uno de cada cuatro habitantes en ese rango.

Mientras que en el otro extremo, como las ciudades más jóvenes, están Cartagena y Cúcuta, donde uno de cada cinco habitantes está entre los 15 y los 24 años.

“De hecho Cúcuta es una de esas ciudades que en términos laborales tiene todos los indicadores en amarillo o en rojo, es decir, cuenta con la tasa de informalidad más alta, así como una de las más altas de desempleo, muchos jóvenes, mucha migración, luego debería ser objeto de políticas expresas del Ministerio del Trabajo”, comentó Guataquí.¿Quiénes son los ninis?

Por definición, se conoce como ninis a los jóvenes que están entre los 15 y 24 años de edad y que por algunas condiciones determinadas ni estudian ni trabajan ni están buscando empleo.

Según el Banco Mundial, con cifras del 2016, se estima en más de 20’000.000 de personas (uno de cada cinco en el grupo de jóvenes entre los 15 y 24 años) la dimensión cuantitativa del fenómeno de los ninis en Latinoamérica. 

“Esta cifra es particularmente preocupante dada su persistencia, creciente y el hecho de que estos dos aspectos se hayan presentado en un contexto regional de reducción
de la desigualdad y la pobreza”, indica el estudio del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Sobre esta condición, señala el estudio, también preocupa el hecho de que los afectados dejan de avanzar en sus logros educativos, no acceden a experiencia laboral y se marginan en general de los espacios económicos y sociales.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Apoyo en vez de frustración si su hijo no pasa a la U


Se recomienda al alumno tener clara su vocación, pues así tendrá más chance de pasar a la universidad. Es importante que los padres no impongan carreras a sus hijos. Ojo. 

La frustración es compartida cuando hablamos de estudiantes que se presentan reiteradamente a la universidad y no consiguen pasar. No solo el alumno lidia con el fracaso, sino también su familia. Muchas veces, los allegados al joven no saben cómo proceder en estos casos, especialmente aquellos en los que este hecho se ha repetido en varias ocasiones.

Es usual perder los estribos y caldear más el ambiente en estos casos de desesperación, pero expertos recomiendan que se deben tener en cuenta dos cuestiones: apoyo y búsqueda de alternativas. Tenga en cuenta estas recomendaciones si está atravesando por una situación similar.

Consejos

Jorge Hernán López, psicólogo:

- Hay estudiantes que se empeñan en pasar a una carrera, porque aseguran que es su sueño. Ahí la familia tiene que colaborarles, acompañándolos, dándoles tranquilidad y orientándolos.

- Aquí hay un inconveniente. Los estudiantes suelen meter todos los huevos en una misma canasta. Ellos necesitan varias opciones, porque no siempre resulta lo que uno desea.

- Al fracasar pueden esperar. Hacer un preicfes es una opción o cursar mientras tanto otra carrera para luego organizarse.

- Esto ocurre especialmente con muchas carreras tradicionales como medicina e ingenierías, pues tienen cierto nivel de dificultad y sus procesos de selección son muy competitivos.

- Hay que trabajar duro si sienten que es un sueño cursar la carrera. Busquen las razones por las cuales dicho sueño no se está realizando, corrijan puntos débiles.

- Los padres, además de apoyar, deben brindar una orientación sin imposiciones. Hacerlo es contrapoducente, pues luego el muchacho puede reclamar a sus padres con rencor el haberse equivocado de carrera, ya que muchos padres obligan a sus hijos a estudiar X o Y profesión.

- Esta obligación de los padres se sustenta en un argumento: carreras que dan plata. Sin embargo, muchas veces no están actualizados y resulta que tienen en mente unas profesiones que eran rentables hace unos años, pero ya no lo son.

Conocer mi vocación

Diana Perea, coordinadora de Bienestar Universitario de la U. Autónoma:

- Si los alumnos conocen su perfil hay más probabilidades de que pasen a la universidad.

- Aquí en la U. Autónoma llegan muchos alumnos interesados en estudiar ingeniería industrial, porque les parece chévere. Cuando se les explica la esencia de la carrera uno se percata de no saber nada de ella.

- Tenemos una oficina de orientación vocacional. Les aplicamos pruebas de personalidad y orientación profesional para que conozcan sus gustos y percepciones.

- A muchos alumnos les gusta el ejercicio y cuidarse. De repente, se sienten atraidos a estudiar fisioterapia o licenciatura en educación física. Sin embargo, muchas veces ocurre que se trata simplemente de un pasatiempo y no de una vocación disciplinar.

- Hay familias en las que el papá es médico y desea que su hijo estudie lo mismo. Los padres deben entender que esta elección deben tomarla los jóvenes, pues el muchacho termina estudiando una carrera rentable, pero que no le gusta.

- Aquí les hacemos exámenes de vocación disciplinar a los estudiantes que se hayan inscrito a la Universidad y tengan dudas sobre lo que quieren estudiar. Igualmente para esos alumnos que iniciada una carrera continúan con interrogantes y desean saber para qué son buenos.

martes, 8 de agosto de 2017

10 Datos curiosos de la educación que hicieron de Japón uno de los países más educados

En Genial.guru entendimos por qué todos los japoneses son tan geniales y únicos. Todo se debe a su sistema de educación, es fabuloso. Míralo tú mismo.

Primero modales, luego conocimiento

 

Los estudiantes japoneses no tienen exámenes hasta el cuarto grado de primaria (cuando cumplen 10 años), solo tienen unos test pequeños de vez en cuando. Se cree que en los primeros tres años de escuela, los conocimientos académicos no son lo más importante. Lo que sí importa es la crianza, a los niños se les inculca respetar a los demás y a los animales, ser generosos y compasivos, buscar la verdad, saber autocontrolarse y cuidar la naturaleza.

El inicio del año escolar es el 1 de abril

 
Cuando en la mayoría de los países los niños casi terminan el año escolar, para los niños japoneses todo apenas empieza. El inicio del año coincide con uno de los eventos más espectaculares: la floración de sakura. Así sintonizan en el modo serio. El año escolar consiste de tres trimestres: del 1 de abril al 20 de julio, del 1 de septiembre al 26 de diciembre, del 7 de enero al 25 de marzo. De esta forma los japoneses descansan 6 semanas en verano y 2 semanas en invierno y primavera.



En las escuelas japonesas no hay personal de limpieza, los mismos niños limpian todo

 

Los estudiantes limpian los salones, pasillos e incluso baños en turnos. Así desde la pequeña edad aprenden a trabajar en equipo y ayudarse mutuamente. Además, después de que los niños gastan tanto tiempo y esfuerzo en la limpieza, es muy poco probable que quieran ensuciar. Esto les enseña a respetar el trabajo, tanto el suyo como de los demás, así como también a ser respetuosos con el medio ambiente.

Los almuerzos son estandarizados y se comen justo en el salón con los demás compañeros de clase

 
En la escuela primaria y secundaria a los estudiantes se les preparan almuerzos especiales desarrollados no solo por cocineros escolares sino también por personal médico para que la comida sea saludable y útil al máximo. Todos los alumnos comen junto con su maestro en el salón. En ese ambiente informal se comunican más y crean relaciones amistosas.

La educación adicional es muy popular

 

Ya en la escuela primaria los niños empiezan a tomar clases privadas para poder ingresar a una buena escuela secundaria y luego, preparatoria. Las clases en esos lugares se imparten en las tardes, y en Japón es algo muy típico ver el transporte público a las 21:00 lleno de niños que se apresuran a casa después de sus clases adicionales. Los niños estudian también los domingos y en vacaciones, tomando en cuenta que un día escolar dura en promedio de 6 a 8 horas. No es de sorprender que, según las estadísticas, en Japón casi nadie repruebe el año.

Además de las clases comunes, a los niños se les enseña el arte de la caligrafía y poesía japonesa

 

El principio de la caligrafía japonesa, o shodo, es muy sencillo: una broncha de bambú se humedece en tinta y con trazos suaves se dibujan jeroglíficos sobre el papel de arroz. En Japón shodo se valora no menos que el arte de la pintura. Y haiku es una forma de poesía nacional que, en forma lacónica, refleja la naturaleza y al ser humano como uno solo. Ambas materias representan uno de los principios de la estética oriental: la combinación de lo sencillo y lo sofisticado. Las clases les enseñan a los niños a valorar y respetar su cultura con tradiciones centenarias.

Todos los alumnos deben usar uniforme

 

A partir de la escuela secundaria, cada alumno está obligado a usar uniforme. Muchas escuelas tienen sus propios modelos, pero tradicionalmente para los niños es ropa estilo militar, y para las niñas, blusas al estilo marinero. Esta regla existe para disciplinar a los estudiantes porque el simple hecho de llevar uniforme crea un ambiente más serio. También el uniforme ayuda a unir a los niños.

El porcentaje de asistencia escolar es del 99,99%

 

Es difícil imaginar a una persona que jamás haya faltado a clase. Pero existe una nación que básicamente nunca falta. Tampoco llegan tarde a las clases. Y el 91% de los alumnos ponen atención a lo que dicen sus maestros. ¿Qué otro país puede presumir estadísticas similares?

Los resultados del examen final lo deciden todo
 

Al terminar la preparatoria, los estudiantes tienen un examen final que determina si logran ingresar a alguna escuela o no. Los alumnos pueden elegir solo una universidad, la cual determinará su futuro sueldo y su nivel de vida en común. Al mismo tiempo, la competencia es muy alta: el 76% de los estudiantes siguen con sus estudios después de la escuela. Precisamente por eso en Japón existe la expresión "el infierno de exámenes".

Los años universitarios son las mejores vacaciones de la vida

 

 

No es de sorprender que después de muchos años de preparación y el "infierno de exámenes" los japoneses quieran tomar una pausa. Y resulta que la pausa cae en los años universitarios que se consideran más despreocupados y ligeros en la vida de cada japonés. El descanso es excelente antes del trabajo, y los japoneses no solo lo toman con toda la seriedad del mundo sino también con un gran amor por su vocación.