miércoles, 11 de noviembre de 2015

Preadolescencia, esa etapa difícil ¿Qué debo hacer?

Preadolescencia, esa etapa difícil ¿Qué debo hacer?

La etapa anterior a la adolescencia puede ser de lo más complicada en algunos casos y los padres de los niños adolescentes no saben cómo tratar con ellos. Sin embargo, hay ciertos consejos que nos ayudarán a mejorar la comunicación con nuestro hijo en esta etapa.

¿Qué es la preadolescencia?

La preadolescencia es un periodo de muchos cambios en la vida de nuestros hijos. Estos no son simplemente físicos y psicológicos, sino que se pueden ver algunos otros como:
- Falta a la autoridad: en esta etapa será de lo más preguntón y siempre intentará cuestionar las normas que tenemos establecidas en casa y la autoridad que los padres ejercemos sobre él.
- Los amigos, antes: en este momento va a cambiar sus prioridades y la familia pasará a ser algo secundario, estando sus amistades en el primer lugar de la lista de sus preferencias.
Pese a que pueda parecer que pierde la personalidad, esta etapa es fundamental para que se forje su identidad. Por ello, es preciso que los padres asumamos un papel destacado en esta fase.

¿Qué hacer en esta etapa?

Para nuestro hijo es una de las más complicadas que vamos a experimentar y no será fácil lidiar con este en la gran mayoría de los casos, pero podemos seguir unos consejos básicos que nos ayudarán a llevar mejor las situaciones que vamos a experimentar con él en este momento:
- Ambiente en el hogar: es necesario que el ambiente en el hogar sea cordial y que se sienta seguro en él.
- Confianza: es importante que creemos confianza entre nosotros y él. Si no se da este aspecto, será difícil que nos cuenten lo que les sucede y no podremos controlarlo tanto.
- Responsabilidad: debemos enseñarle a ser responsable tanto con sus cosas como con las normas de casa, las rutinas y sus obligaciones, como con la escuela.
- Autonomía: debemos dejarle espacio pero no dejar que se aísle. Esta es la única manera en la que conseguiremos que nos cuente más cosas.
Ser firmes pero dialogar: es importante que dejemos que dialogue con nosotros, pues es como se refuerza su autonomía.

Si conseguimos crear un ambiente de confianza con él, empezando desde pequeño, conseguiremos tener menos problemas en este complicado periodo por el que todos hemos pasado.

martes, 10 de noviembre de 2015

Redes sociales impactan en trastornos alimenticios

Expertos dicen que generan sentimientos negativos que incentivan enfermedades como la anorexia.

'Thigh Gap' es una tendencia en las redes sociales que muestra la perdida de peso en las jóvenes.
'Thigh Gap' es una tendencia en las redes sociales que muestra la perdida de peso en las jóvenes.

"Las redes sociales no son causales directas de desordenes alimenticios como la bulimia y la anorexia, pero sí contribuyen a profundizar la severidad de estos padecimientos", expertó La doctora Constance Quinn durante un foro llevado a cabo en el instituto Renfrew Center de Nueva York esta semana. Sus palabras fueron citadas por el medio estadounidense The Daily Beast.
De acuerdo con Quinn, las redes sociales se inundan de contenidos poco realistas, que generan en otras personas, en especial, en mujeres, sentimientos de comparación, vergüenza e inferioridad.

Este tipo de sentimientos derivan en una apreciación personal negativa que afecta a personas con padecimientos como la anorexia y la bulimina.
El Dr. Kai-Ping Wang, director médico de la región noroeste del Renfrew Center, concordó con lo expuesto por Quinn y explicó que ver imágenes de personas allegadas, como vecinos y amigos, exhibiendo excepcionales atributos (como un adbomen plano tres semanas después de dar a luz), facilita el desarrollo de síntomas peligrosos de los desordenes alimenticios, como hablar de sí mismo en términos negativos.
"Muchas de estas mujeres llevan años luchando contra su padecimiento y luchan para concluir sus estudios. Además, tiene problemas para construir relacionas íntimas. Después abren las redes sociales, ven su muro, y se llenan de vergüenza. Lo que contemplan alimenta su mentalidad de que no son suficientemente buenas. Se cuestionan: 'Mira donde estan estas personas con las que iba al colegio mientras yo estoy aquí, sentada en un sofa", narró Quinn.
Con relación a este fenómeno, The Daily Beast citó un estudio, realizado por la Universidad de Michigan, que reveló que las publicaciones en Facebook, de usuarios que muestran tener una vida plena, generan insatisfacción y negativismo en las personas que padecen de enfermedades alimenticias, ya que tienden a comparar su tipo de vida con el de los demás. El estudio demostró que cuanto más tiempo las personas permanecían en Facebook, peor se sentían con respecto a su vida en general.
Quinn dijo que no solo las redes sociales fomentaban el desarrollo de enfermedades como la anorexia, también mencionó que los dispositivos tecnológicos que supervisar la actividad física, como los Fitbit (una manilla inteligente), son perjudiciales para las personas que sufren de trastornos alimenticios, ya que pueden generar problemas en torno al manejo excesivo del control de peso y el consumo de calorías.
Los expertos advitieron que el problema no se reduce solo a que las personas con trastornos alimenticios quieran emular la figura delgada de otros usuarios que interactúan en redes sociales. "Los problemas alimenticios tienen raíces mucho más profundas, no se trata solo de la presentación visual", le dijo Quinn a The Daily Beast en una entrevista concedida después del foro.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Jóvenes de EE.UU. prefieren Instagram, Twitter y Snapchat

Según el estudio que se realizó en 46 estados de ese país, Facebook ocupa el cuarto lugar.

El 20% de los jóvenes encuestados cree que Twitter es la red social más importante.

El 20% de los jóvenes encuestados cree que Twitter es la red social más importante.

Una tercera parte de los jóvenes estadounidenses (el 33%) cree que la aplicación para compartir fotografías Instagram es la red social más importante, seguida de Twitter (20%) y Snapchat (19%), según un nuevo informe publicado hoy por la firma financiera Piper Jaffray.
El informe sitúa a la red social Facebook en cuarto lugar, pues sólo un 15% de los 9.400 adolescentes que participaron en el estudio calificaron Facebook como la red más importante.

El estudio de Jaffray, que la compañía hace dos veces al año, analiza la actitud de los jóvenes hacia las distintas marcas.
El informe señala, en ese sentido, que Nike es la marca de ropa preferida por los jóvenes participantes, cuyas edades oscilan entre los 13 y los 19 años, seguida de Forever 21, American Eagle, Ralph Lauren y Urban Outfitters.
El estudio también revela que Amazon es el principal sitio que usan los jóvenes para comprar en línea, seguido de Nike, eBay, Forever 21 y Urban Outfitters.
Así mismo, los investigadores descubrieron que un 38 % de los adolescentes ve películas en Netflix, un 29 % lo hace a través de los canales de cable tradicionales y un 21% ve videos en YouTube.
La cadena de cafeterías Starbucks es el sitio que más frecuentan, seguido del restaurante Chipotle, la cadena de comida rápida Chick-fil-A, McDonald's y Panera Bread.
Un 56% de los participantes en el estudio son hombres y el 44% mujeres y viven en hogares con un salario medio de 68.000 dólares.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Dejar o no tareas? El nuevo debate en la formación infantil

Crece la corriente de expertos y padres que se quejan por el exceso de deberes para los niños.

Hay estudios y expertos en educación que sugieren eliminar las tareas tradicionales.
Foto: Archivo particular
Hay estudios y expertos en educación que sugieren eliminar las tareas tradicionales.

En la película Cadena de favores (2000), el maestro de séptimo grado de una escuela en Las Vegas, encarnado por Kevin Spacey, deja el primer día de clases a sus estudiantes la siguiente tarea: traer una idea que ayude a cambiar el mundo y ponerla en práctica.
Uno de los alumnos formula un sistema que consiste en ayudarse unos a otros, pero de una forma desinteresada, lo que desencaden cambios positivos e inesperados.

Esta iniciativa, plasmada en la ficción, es un ejemplo al que recurre Julián de Zubiría, experto en pedagogía y rector del colegio Alberto Merani, de Bogotá, para mostrar cómo las tareas o deberes escolares, que para el criterio de algunos son inútiles y excesivos, pueden plantearse con propósitos verdaderamente formadores.
De Zubiría considera que si, por ejemplo, a los alumnos se les pidiera pensar en soluciones para la infinidad de problemas que ellos y la sociedad tienen, “ayudaríamos a formar individuos más creativos, que es una de las metas en las que la educación sale hasta el momento peor evaluada”, explica. Sería, a su juicio, una forma de reemplazar las tareas tradicionales (planas, maquetas, elaboración de disfraces y ejercicios repetitivos o excesivamente complicados) en torno a las cuales hay debate permanente, por las dudas sobre su real aporte al proceso educativo.
Los padres de familia se quejan por la cantidad de asignaciones con que los colegios cargan a sus hijos, y en cuyo desarrollo –no en pocas ocasiones– tienen que intervenir ellos.
Tanto se ha discutido al respecto que en Colombia, en el 2012, un senador presentó un proyecto de ley para que los planteles no les dejaran tareas a los niños, con el fin de que estos destinaran este tiempo a actividades lúdicas. Sin embargo, la iniciativa no fue aceptada por el Congreso.
La propuesta no es nueva. De hecho, hay estudios y expertos en educación que sugieren eliminar las tareas tradicionales, porque consideran que carecen de propósito y de retroalimentación por parte de los profesores. Una reciente investigación de la Universidad de Sídney (Australia) concluyó que las tareas escolares que los profesores dejan a sus alumnos para hacer en casa son demasiadas y tienen escaso valor académico, por lo que proponen que los maestros desarrollen un plan de deberes antes y durante el curso escolar. Otros análisis van más allá e incluso las vinculan con el clima familiar. Así lo señala un estudio publicado en el American Journal of Family Therapy, que encontró que “el estrés familiar se incrementa a medida que aumenta el peso de los deberes y disminuye la percepción de los padres sobre su capacidad de ayudar”.
Sus autores afirman, además, que un niño que esté en los primeros cursos no debería pasar más de 10 minutos diarios haciendo tareas, que los alumnos de grados medios no deberían superar los 70 minutos, y los de últimos años, 120 minutos.
No pocos padres critican, además de la carga excesiva de tareas, que en ocasiones estas sobrepasan las capacidades de sus hijos, por lo que ellos mismos deben sacrificar tiempo de descanso y familiar para hacerlas con ellos. Ese es el caso de Andrea Forero, quien se queja de que hace poco a su hijo Santiago, de 3 años, le dejaron de tarea la elaboración de un sistema solar en icopor.
Andrea Linares, mamá de dos niños que cursan primaria, también cuenta que debe sentarse a hacer tareas con ellos cada día, al final de largas jornadas laborales, que empiezan en la madrugada. “Con mucha frecuencia estas tareas son tan complejas para Laura y Nicolás que tengo que asumirlas también; no es raro que me dé la media noche haciendo deberes que, así lo siento, el colegio me asigna a mí, no a ellos”, señala.
Las tareas pesadas y aburridoras pueden, asimismo, acarrear un efecto perverso, a juicio de Alfie Konh, reconocido crítico del sistema educativo de Estados Unidos, en su libro El mito de los deberes. En él, asegura que “la falta de interés de los niños por las tareas los lleva a adoptar una actitud negativa hacia el colegio y el aprendizaje en general; diría que las tareas son el principal y mayor extintor de la curiosidad infantil. Queremos niños completos, que se desarrollen social, física y artísticamente, y que tengan también tiempo para relajarse y ser niños”.
No hay que satanizar
Los expertos coinciden en que no hay que satanizar las tareas. Un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, en el que participaron 5.603 alumnos de 98 escuelas de Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Panamá, Perú y Venezuela, demostró que los deberes sí mejoran el rendimiento escolar, “pero si son revisados y corregidos en el aula, y si hay una asignación diferenciada para los alumnos con menores desempeños”.
Para Julián de Zubiría, las tareas son esenciales para consolidar lo aprehendido, para favorecer el desarrollo de los procesos y para reorganizar y diferenciar los conceptos, las actitudes y las competencias adquiridas. Por ello, para él son irremplazables, y advierte que el problema no son las tareas, sino el tipo de cosas que se les asigna a los estudiantes. E insiste en que los deberes que no tienen sentido, porque no aportan nada o desbordan la zona de desarrollo de los niños y que, por consiguiente, tienen que ser asumidos por los papás, “deberían eliminarse”.
Estimular el aprendizaje
A finales del siglo XIX surgió en el mundo una corriente progresista de la educación denominada escuela nueva, cuya premisa principal es que el aprendizaje se dé por el contacto con el mundo y con base en la práctica.
Por eso, impulsa las actividades libres para desarrollar la imaginación de los estudiantes, pero su mayor aporte es que estas se deben realizar con base en los intereses de cada niño.
Así, critica la educación tradicional, afirmando que usa métodos mecánicos, que crea robots y no seres pensantes.
Pues bien, pese a que son pocos, en Colombia, hay colegios que siguen la línea pedagógica de la escuela nueva, que no solo van en contra de dejar tareas por dejarlas, sino que su espacio de aprendizaje trasciende las cuatro paredes de los salones o incluso de la misma institución.
En el colegio Montessori, por ejemplo, a veces se envían a la casa una cantidad de desafíos para el hogar, prediseñados para cada grupo de edad en la clase. Los niños tienen una semana entera para completarlos. Cuando concluye la semana, los maestros generalmente se sientan con los estudiantes para analizar lo que funcionó, lo que les gustó y lo que les resultó difícil o muy cansador.
“Dependiendo del nivel en el que está el niño, los deberes incluyen generalmente algo de lectura, búsqueda de información, escritura y algo tangible para concretar”, explica el manual de convivencia de la institución.
Entre tanto, en el colegio Unidad Pedagógica la metodología de enseñanza de los más pequeños se desarrolla con el Proyecto Integrado en Aula de Clase, que se aborda desde los intereses de los alumnos.
En el Jardín Párvulos, según su coordinadora académica, Margarita Giraldo, nunca dejan tareas para la casa, pues son conscientes de que los papás las hacen, pero además enfatiza en que el tiempo en casa es para la unión familiar. “Los niños están acá todo el día, y el tiempo que están en sus casas lo pueden aprovechar para compartir con sus padres, quienes, a su vez, están todo el día trabajando”, indica. La pedagoga agrega que con la metodología del jardín se busca estimular a los niños mediante juego, arte y ciencia. “Acá no hacen planas ni palitos ni bolitas; a cambio reciben yoga y estimulación extrasensorial, entre otras actividades”, dice.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Grupos de padres en WhatsApp pasaron a ser un dolor de cabeza

Estos chats han cedido terreno a memes, chismes, quejas, matoneo, clasificados y hasta peleas.

Uno de los principales líos detectados en un grupo de WhatsApp mal utilizado es el conflicto que puede generarse entre padres y maestros.
Uno de los principales líos detectados en un grupo de WhatsApp mal utilizado es el conflicto que puede generarse entre padres y maestros.

“¿Alguien sabe si a los niños les dejaron alguna tarea de matemáticas para mañana?”, “¿A qué hora es la reunión para la entrega de notas?”, “¿Alguien ha visto el pantalón de gimnasia de mi hijo?”, “Este profesor no tiene idea de nada, ¿no les parece?”.
Frases como estas se han vuelto recurrentes en los grupos de WhatsApp en los que participan los padres de estudiantes de colegios, que convierten esta herramienta digital cada vez más común, y que puede ser muy útil, en una verdadera pesadilla.


No en pocos casos el chat termina invadido de anuncios de compra y venta de artículos, chismes, matoneo, mensajes salidos de tono, chistes o comunicaciones que no tienen nada que ver con el objetivo inicial del chat, como ocurre con muchos otros destinados a fines específicos (amigos, familia, trabajo).
Estos encuentros grupales en particular nacen como una iniciativa de comunicación sana y relevante, que les permite a los padres de familia estar atentos a los temas escolares que afectan a sus hijos. Pero según entidades que han analizado este fenómeno, progresivamente se les ha ido dando un mal uso y se ha presentado un descontrol total, que en principio puede explicarse por el solo hecho de juntar en un solo escenario (virtual) a personas en su mayoría desconocidas.
De la reunión a la red
Antiguamente, los espacios de comunicación entre padres de familia se daban en las escasas reuniones presenciales que el colegio convocaba al año, como la jornada de entrega de notas. Luego, con el auge de internet, vinieron las plataformas digitales al estilo intranet empresarial, no del todo comunes ni adoptadas por todos los colegios. Y tiempo después, el correo electrónico pasó a ser un mecanismo novedoso para mantener en contacto a los padres, pero la asincronía de los mensajes supuso su marchitamiento, sobre todo teniendo en cuenta la efectividad de los chats.
En consecuencia, un sistema de mensajería instantánea como WhatsApp, que ofrece la ventaja de compartir fotos, documentos, videos y audios, terminó siendo un espacio ideal para establecer contactos directos. Además, es una aplicación manejada por la gran mayoría de personas que tienen teléfonos inteligentes.
Llegan los problemas
Uno de los principales líos detectados en un grupo de WhatsApp mal utilizado es el conflicto que puede generarse entre padres y maestros. “Muchas madres de familia aprovechan la falla individual de su hijo para crear un ambiente generalizado de malestar contra un profesor, a través del grupo de chat”, dice el médico Carlos Francisco Fernández.
Es tan compleja esta situación que incluso el poderoso sindicato de docentes de educación pública de España (Anpe) se ha quejado por el aumento de falsas acusaciones contra el trabajo de los profesores.
Frente a este tema, Toñi Quiñones, de la Asociación Espiral, Educación y Tecnología de España, comentó en una nota del diario 'El Mundo' que hay padres que han encontrado en los grupos de WhatsApp “una forma de resolver sus diferencias personales con un tutor, iniciando una conversación en WhatsApp para buscar consenso”.
Otro problema común de estos encuentros de chat es el síndrome de la ‘mamá secretaria’. Se trata de esas madres que usan el WhatsApp para resolverles los descuidos y la falta de responsabilidad a sus hijos con las obligaciones diarias del colegio. En ese punto se dan los mensajes, generalmente en las noches, de mamás o papás desesperados que preguntan cómo se hace cierta tarea o dónde pueden comprar, a esa hora, algún material solicitado por un profesor.
“Este chat no debe ser el paralelo de la agenda de los hijos, debe usarse para cosas urgentes del colegio. Los menores no deben confiarse en que el celular de sus mamás responda siempre a sus olvidos”, dice en su blog Noelia López-Cheda, consultora española en recursos humanos y talento. Según la experta, un mal manejo del chat no solo puede redundar en serias disputas y rencillas, sino en la exclusión y cierre de una herramienta que puede ser muy útil para todos, sobre todo si los hijos participan en actividades extracurriculares que generan la necesidad de crear nuevos grupos.
Sacar el mejor partido
“Los padres también necesitan formación tecnológica, pautas claras para usar los grupos de WhatsApp y sacarles buen partido”, sostiene Miquel Ángel Prats, investigador en TIC y educación, en un artículo publicado por 'La Vanguardia', de Barcelona.
Prats, que asesora a múltiples colegios de España en el buen uso de la tecnología, enfatiza en que este tipo de chat “no es un grupo de amigos, por lo que debería ceñirse a asuntos de gestión escolar”, y aconseja renunciar a prácticas como difundir videos virales, imágenes graciosas, opiniones políticas, creencias personales o juicios de valor.
Claves para tener un grupo sano
Expertos ofrecen algunas recomendaciones para que los grupos de chat de padres aprovechen al máximo esta herramienta digital.
No es un grupo de amigos. Este chat no es para que los participantes se traten con familiaridad o confianza. El encuentro debe ser cordial, respetuoso, serio, concreto, y los mensajes deben escribirse en horas prudentes, a menos que se trate de una emergencia.
No es para resolver tareas. Si bien el WhatsApp puede ser útil, de manera eventual, para consultar o aportar alguna guía básica para el desarrollo de ciertas tareas, este no debe destinarse para hacerles los trabajos a los niños o para preguntar cuáles les dejaron. Lo anterior es responsabilidad de los niños y de los padres.
Problemas personales. Si existe una situación personal que afecte a un alumno, lo ideal es solucionarla de manera directa en el colegio.
Críticas a profesores. Difundir malos entendidos o percepciones individuales sobre un maestro, con el ánimo de buscar apoyo en los demás padres, puede generar un ambiente de predisposición innecesario. Lo mejor en estos casos es hablar personalmente el tema con el docente o con las directivas del centro educativo.
Limitar el uso. Compartir oraciones, posiciones políticas, chistes, memes, anuncios clasificados o pedir favores son prácticas que deben evitarse en estos grupos de chat.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Pony Malta, ‘Pony Muerto’ y el poder de las Redes Sociales

El rumor del muerto en un tanque de Pony Malta llevó a la creación de memes, teorías conspirativas para Halloween e inclusive a la preocupación de algunos clientes por el sabor de la bebida. Si hay una lección clara, es que el poder de las redes sociales no se puede menospreciar, ni siquiera porque un rumor sea antiguo y falso.

Una marca moderna, sea cual sea, no está exenta de amenazas creadas por rumores. En el 2008, las acciones de Apple cayeron 10% durante varios minutos gracias a un rumor sobre un infarto y la probable muerte de Steve Jobs. En China, el gobierno dejó claro que es enemigo de cualquier rumor, luego de cerrar 18 portales y 360 cuentas individuales acusándolos de generar pánico en internet por las explosiones de Tianjin. El reciente rumor sobre Pony Malta no es nuevo ni fue inventado en Colombia, pero fue tal su difusión que Bavaria se vio obligada a emitir un comunicado asegurando que era mentira


El macabro rumor de un ‘muerto en un tanque’ no es nuevo. Se dice que esta idea se devuelve hasta la Edad Media, cuando George Plantagenet, hermano del rey Eduardo IV, pidió ser ahogado en su bebida favorita, el vino de malvasía en el famoso Tower of London. Al parecer, su cuerpo fue transportado y sepultado dentro del barril.  En el siglo XX, los rumores de personas ahogadas dentro de los tanques apuntaban sobre todo a cervecerías y el ‘corpse in a vat’ parecía estar en boga. Curiosamente, en el 2012, esta situación se hizo realidad. Brian Ettles, trabajador de la destilería Glenfiddich de Banffshire en Escocia, se suicidó en la planta de producción. Su cuerpo fue encontrado en un tanque de 50.000 litros, dejando a la empresa en una complicada situación.

En Colombia, el rumor del muerto en un tanque ya había circulado años atrás. En el 2006 se rumoraba que habían encontrado un muerto en un tanque de Coca Cola en Fontibón. Por esa época, las redes sociales más poderosas de hoy apenas estaban apareciendo. En el 2009, apareció otro rumor por un ratón dentro de una botella de 7up. El caso de Pony Malta ahora llevó a especular que se trata de una campaña de Halloween, mientras que los usuarios empezaron a enviar audios parecidos por whatsapp sobre Bon Ice y Choco-Krispis.

Para Pony Malta, esta situación representa un desafío evidente, pues la transmisión de rumores tiene un fundamente psicológico prácticamente incontrolable. Las investigaciones de Nicholas DiFonzo apuntan a tres motivos que nos llevan a transmitir rumores. Primero, queremos encontrar hechos (‘fact finding’). Segundo, queremos fomentar el relacionamiento hacia los demás. Tercero, queremos auto-promocionarnos. Sean o no estos los motivos, la realidad apunta a que las redes sociales multiplican exponencialmente la exposición de la marca al público. Esto se puede documentar con estudios de métrica web.

La siguiente gráfica compara el promedio de posts que hicieron usuarios a las páginas de Cerveza Águila y Pony Malta en Facebook durante la semana más intensa del escándalo:
Gráfico: Experticia Consultores

Otras métricas revelan que hubo más de 12.000 interacciones (‘engagement’) entre usuarios y la página oficial el 30 de septiembre, mientras que este número no sobrepasa las 300 interacciones al día. Si tomamos uno de los posts más populares hechos a la página de Facebook de Pony Malta, vemos que recibió 342 comentarios, 174 likes y fue compartido 125 veces. Estas cifras nos dicen que un rumor puede expandir exponencialmente la visibilidad de una marca. El reto para cada una es no permitir que su imagen se deteriore.

Sabiendo que las redes sociales son un megáfono poderoso para los rumores, los dueños de las marcas deben estar pendientes de responder a las inquietudes del consumidor. Quedarse callado es el peor error que se puede cometer. Es ideal utilizar la visibilidad del rumor para crear nuevas promociones, pautar con humor y creatividad e identificar a los usuarios que más eco tienen. Nadie ha dicho que un rumor tiene que ser malo.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El período sensoriomotor, una experiencia sensorial tras otra

El período sensoriomotor, una experiencia sensorial tras otra

Sentir el mundo, esa es la actividad primordial del niño durante el período sensoriomotor, desde que nace hasta que cumple los 2 años de vida. Durante estos meses, el niño aprende a modificar sus propios reflejos para adaptarlos al ambiente que le rodea, a coordinar acciones, a encontrar objetos escondidos y, en algunos casos, se inicia el proceso de representación mental de la información. En este período es cuando empieza a darse cuenta de que él es una entidad física independiente y también de que los objetos que le rodean tienen una existencia separada y permanente. Poco a poco, a través de diversos estadios, el niño irá realizando su aprendizaje.
Reflejos
En el primer estadio, desde el mismo momento de su nacimiento y durante el primer mes de vida, el bebé posee un automatismo al que llamamos reflejos. Succionará si acercamos un dedo a su boca, o cerrará la mano con fuerza alrededor de él si se lo colocamos en la palma.
Reacciones circulares primarias
A partir del primer mes y hasta el cuarto, se desarrolla un segundo estadio, el de las reacciones circulares primarias, en el que el bebé se concentra en su cuerpo.
Así, si un estímulo exterior le produce una sensación, como por ejemplo que al mover un brazo toque un juguete que cuelga sobre él, moverá una y otra vez el brazo de la misma manera para que esa sensación se repita.
Reacciones circulares secundarias
El tercer estadio, hasta los 8 meses, es el de las reacciones circulares secundarias. En este caso, por ejemplo, el niño descubre que al apretar un objeto se produce un
sonido. La acción es aquí más compleja que en el estadio anterior, puesto que el bebé cogerá y apretará todos los objetos a su alrededor para volver a oír el sonido hasta que, por casualidad, apriete el objeto que lo produjo la primera vez. Tras muchas repeticiones, el niño distinguirá el objeto concreto por el tacto, y no apretará
indiscriminadamente todos
Coordinación de los esquemas secundarios
Al cuarto estadio, hasta los 12 meses, Piaget lo denomina de coordinación de los esquemas secundarios porque, en él, los estadios anteriores se coordinan. El desarrollo neurobiológico es aceleradísimo, y la capacidad de recurrir a medios concretos para obtener un fin es cada vez mayor. El niño empieza a andar ahora, pero si aún no lo hace al cumplir el año, no quiere decir que tenga problemas neurobiológicos o psíquicos; posiblemente sea un gran gateador, por lo que la coordinación entre medios y fin está igualmente desarrollada. En poco tiempo, cuando el estímulo y los fines para lograrlo hagan necesaria la capacidad de estar erguido, empezará a andar y a correr.
Reacciones circulares terciarias
Entre el año y el año y medio se desarrolla el quinto estadio, el de las reacciones circulares terciarias. En la reacción primaria, la acción estaba concentrada en el propio cuerpo, y en la secundaria se iniciaba la exploración del exterior; ahora, ambas acciones se conjugan en una tercera experiencia cognoscitiva. Así, por ejemplo, en este estadio, los objetos no sólo existen, sino que también permanecen. Hasta ahora, el niño sólo concebía la existencia de un objeto por su visión directa, porque lo tenía ante él, y bastaba con taparlo con un paño para que el objeto dejara de existir. Pero en este nuevo estadio, el niño descubre que los objetos permanecen, que tienen una existencia propia, separada de la de él. Por esta razón puede controlar sus juegos mucho más, y distinguir incluso formas diferentes Los objetos y las personas siguen existiendo, aunque él no los vea o no los oiga, y, a la vez, el niño posee ya sus primeras imágenes mentales, por lo que puede incluso buscar lo que ya sabe que existe aunque no reciba de ello ningún estímulo, ni visual ni auditivo.
Transición por perfeccionamiento

El sexto y último estadio del período sensoriomotor, de los 18 a los 24 meses, sería una transición por perfeccionamiento hasta el siguiente período, el período intuitivo. Todos los esquemas anteriores se interiorizan y la maduración sensorial y motora alcanza un alto nivel de desarrollo. Los movimientos son cada vez menos torpes, más efectivos y armoniosos. Comprensión y nuevos esquemas para alcanzar distintos objetivos se superponen con mayor fluidez. El niño alcanza ya el embrión del pensamiento simbólico del siguiente período y puede realizar imitaciones, como hacerse el dormido aunque no tenga sueño, o simular una caída para conseguir que le lleven en brazos.