¿Debería preocuparte el mal olor del aliento de nuestros gatos?
Pues depende.
Como todo en esta vida, depende.
Si el mal aliento viene después de comer, es lo normal.
O dicho de otro modo...
Solo puedes aguantarte.
Pero, ¿y si viene de otro lugar? ¿Y si no ha comido antes?
Entonces sí que hay que plantearse varios escenarios.
Sobre todo porque no es solo un problema lo que puede generar esta situación.
Son varias.
Los gatos comen varias veces al día y no es raro que se les queden trozos de comida entre los dientes.
No obstante, debes prestar atención a la higiene dental de tu gato.
Mantener una buena limpieza bucal evitará la aparición de sarro y de infecciones bacterianas.
Si el olor es más intenso de lo habitual, es aconsejable que hagas una visita al veterinario, ya que son varias las posibilidades:
- Infecciones buscales.
- Faringitis.
- Diabetes.
- Problemas en los riñones.
- Halitosis.
Seguramente no sea nada.
Pero no está de más encontrar el origen del problema que lo causa.
Y aunque ir al veterinario es lo suyo...
¿Qué te parece si seguimos estos consejos de limpieza tres veces a la semana?
- Vigilia si tu gato está bien hidratado. El agua provoca una mayor producción de saliva, manteniendo la boca de tu compañero limpia y sin bacterias.
- El pienso seco ayuda a reducir el impacto de la halitosis. Combina la comida húmeda con este tipo de pienso.
- Regálale más hierba gatera. Su aroma parecido a la mente combatirá su mal aliento.
Teniendo en cuenta todo esto, recuerda que es un factor que te puede dar información importante sobre el estado de salud de tu gato.
Y, por cierto, estos son temas que tratamos habitualmente en el Club Tu Gato y Tú.
Si convives con un gato y todavía no estás dentro, te animamos a que vengas.
Puede que te evite más de un susto, como este caso, o que te permita ir un paso más allá...