Se necesita que la raza cuente con una genética con características sociables para establecer la función como canino de protección
Un viejo refrán dice que el perro es el mejor amigo del hombre, no solo porque ha sido usado milenariamente para cumplir con diferentes tareas, sino porque en la sociedad contemporánea es considerado como un miembro más de la familia. Desempeña funciones como guía, brinda apoyo emocional, asistencia médica, seguridad, entre otros y, últimamente, se ha vuelto muy popular la protección personal con caninos como modalidad de servicio, tanto para niños como adultos.
En algunos casos se considera que las razas ideales para este tipo de trabajos serían perros agresivos y con buena mordida, pero según Junior Garzón León, propietario de Adiestramiento Canino Insignia, se necesita una genética con características sociables para establecer esta función en un canino.
“Un perro con características agresivas y con falta de socialismo con humanos, solo se puede o se tiende a usar para protección perimetral, es decir, la vigilancia de establecimientos como parqueaderos, patios, entre otros. Si se espera de un canino que proteja a un humano, se debe relacionar desde cachorro con adultos y niños, y desarrollar empatía con estos”, explicó.
Las mejores razas para el cumplimiento óptimo de este objetivo es el pastor alemán, doberman y pastor belga malinois, que son genéticas adiestrables, rápidas, con buena mordida e inteligentes, ya que adquieren conocimiento de manera ágil, según el experto. Además, tienen un fácil desarrollo de habilidades sociales.
“Estas razas cuentan con una buena línea de protección personal para niños o adultos, hablando de zonas comunes; si es una persona que cuenta con mayor contacto con perros y con un profesionalismo para manejarlos, puede tener un rottweiler como escolta personal”, agregó.
Independientemente de la raza, si el dueño decide adquirir un perro de protección, es necesario que realice un test de temperamento, que tiene un costo entre $250.000 a $300.000, con el fin de averiguar si este es apto para entrenamiento, ya que no todos los temperamentos son estables. No se puede tener un perro escolta con cualidades de agresividad o nerviosismo.
El entrenamiento para perro guardia tiene un precio aproximadamente de $770.000 mensual, y el curso básico, que es de protección disuasiva, es decir, que el canino reaccione a la orden, tiene una duración de tres a cuatro meses. Si se requiere un entrenamiento especial puede durar el curso un año.
Para poder calificar un canino en esta línea de servicio e iniciar el curso se debe contar con adiestramiento básico, es decir, saber sentarse y dar la pata. Debe registrarse las líneas de trabajo, temperamento y línea genética o de sangre.
Estos animales se deben adiestrar y destinar desde cachorros para este trabajo, ya que se necesita educarlos desde temprana edad, empezando por la conexión con los humanos y seguido del reforzamiento positivo. Solo la agresión se puede trabajar a partir del primer año de vida del cachorro.
“A estos perros no se les debe tratar, en cuanto a educación, como mascotas, no se les debe regañar agresivamente por comportamientos normales de un animal, se les debe dar mucha confianza, sentirse seguros desde pequeños, eso es un refuerzo positivo”, explicó.
Si se pueden utilizar perros con una edad avanzada para protección personal. De hecho, entre más maduros, los perros son más fáciles de entrenar, pero se deben realizar todas las pruebas para averiguar si este es apto o no. Además, si el animal fue regañado múltiples veces desde temprana edad en su casa, es probable que no se pueda usar como perro guardia.
“La protección canina no es mala, hay que aprender a conocer todas las facetas del perro, hay que saber manejarlo y administrarlo”, concluyó el experto.
Es necesario tener en cuenta que algunas de estas razas recomendadas hacen parte de la normativa colombiana, la Ley 746 de 2002, en la cual se establece los perros que son ‘potencialmente peligrosos’, como el dóberman y Rottweiler, entre otros ejemplares. También son calificados como “peligrosos” caninos que hayan tenido episodios de agresiones hacia personas u otros perros, y perros que han sido adiestrados para el ataque y la defensa.
Si se deciden tener perros en esta línea de razas para protección personal, se deben tener medidas de cuidado para sus propietarios y para proteger la integralidad de las personas, según la normativa.
