En 2021, 643.000 alumnos no pasaron el año y eso le costó a cada familia $3 millones.
Los fenómenos de la reprobación o pérdida del año, así como la deserción en el sistema educativo son una muestra de “las falencias del sistema educativo de garantizar el logro de los aprendizajes esperados por parte de los estudiantes”, según un estudio publicado por el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana.
Según el informe del Laboratorio de Economía, 643.030 estudiantes perdieron el año escolar en el 2021. Entre gastos del Estado y de las familias, “el país perdió $2,8 billones y cada familia de un estudiante que reprobó el año perdió $3 millones en promedio”.
Llama la atención que en el 2021 la cifra de reprobación fue mayor en hombres y en los grados de la secundaria, es decir, de sexto a noveno. “En 2021, 239.000 mujeres reprobaron el año escolar en básica primaria y secundaria, en contraste con 319.000 hombres”, describe el informe.
Por otra parte, los departamentos con tasas más altas de reprobación son Vichada, Guanía y Chocó, mientras que Arauca, Magdalena y Cundinamarca tiene las tasas más bajas.
También hay que decir que la reprobación disminuyó 37% entre 2020, cuando la cifra se ubicó en 1 millón de estudiantes, y 2021.
Según los investigadores, esa disminución puede estar asociada a que en el 2020 se enfrentaba la pandemia y muchos estudiantes no tenían acceso a las tecnologías necesarias para recibir las clases, mientras que en el 2021 se volvió a la normalidad.
Otro elemento llamativo que encontraron es que “la reprobación tiene efectos negativos en los estudiantes, no solo en lo académico sino en lo psicológico, motivando a la deserción, además de la ineficiencia de los procesos de aprendizaje, especialmente cuando no se identifican y corrigen las causas de la reprobación escolar y el repitente recibe más de lo mismo”.
Deserción
Ahí es cuando entra este fenómeno que también obedece a distintos motivos.
“En 2021, 333.680 personas desertaron del sistema educativo, cerca de 28.000 menos que en 2020”, explican los investigadores.
La deserción también es mayor en hombres, cuya cifra está en 172.000, es decir, 28.000 más que las mujeres que desertan.
Los académicos consideran que “los hombres presentan tasas promedio más altas de deserción que las mujeres, debido a que los hombres enfrentan más posibilidades de trabajo infantil o riesgos como el consumo de sustancias psicoactivas, delincuencia juvenil o reclutamiento forzado”.
Por departamentos, en este renglón encontraron que Casanare y Guaviare, seguidos de Antioquia, Huila y Amazonas son las regiones con mayor tasa de deserción en los estudiantes de sexo femenino.
En cuanto a los estudiantes de sexo masculino, la mayor tasa de deserción se presenta en Vichada, Guainía, Amazonas, Guaviare y Huila.
Recomendaciones
Desde el Lee mencionan que se debe trabajar primero en “mejorar la calidad educativa de forma integral”, pero que se haga seguimiento a los estudiantes rezagados e intentar "recuperar a los desertores", ya que estos suelen dejar los estudios por problemas económicos y por el conflicto armado.