Si convives con un gato o gata, te habrás dado cuenta.
Y lo habrás hecho porque en muchas ocasiones te habrá dado mucha envidia.
Envidia de la buena.
Porque a pesar de que tú tienes mil cosas por hacer en el día a día, ellos están ahí.
Durmiendo.
¿O tal vez no?
Mira.
Durante el tiempo que están despierto, los gatos son animales muy activos y curiosos.
Pero de los más activos, ¿eh?
Exploran su entorno.
Cazan. Juegan.
Se acicalan y hasta socializan con el resto de su familia multiespecie.
¿Que descansan mucho?
Cierto.
Pero es que su actividad cada día necesita muchísima energía para ponerse en movimiento.
Vamos, que tienen un ciclo del sueño único.
Se compone de varias fases de sueño ligero y profundo, y también pueden dormir con un ojo abierto, lo que les permite estar alerta ante cualquier peligro en su entorno.
De hecho, si los gatos que conviven contigo lo hacen con los dos ojos cerrados es que confían en ti de verdad.
Con todo ello, se preparan para sus horas favoritas.
Las crepusculares.
Que no tiene nada que ver con esa saga de películas de hace unas décadas, sino con el amanecer y el atardecer.
Cuando tú necesitas tu café, ellos están al 100%.
Y tú... ¿cómo lo haces?
Porque claro.
Los gatos descansan 16 horas al día para dar el 100% durante 8.
Pero, ¿y tú?
¿Cómo lo haces tú?
¿Te mantienes somnoliento el 90% del día y aprovechas las oportunidades el otro 10?
¿O te pasas el 100% del tiempo sin mirar a otro lado?