El color del animal se debe a una variación genética que le da un exceso de pigmentación oscura.
Will Burrard-Lucas (fotógrafo profesional de origen británico) publicó un libro titulado ‘The Black Leopard’ en el cual presenta las primeras imágenes tomadas en alta resolución (a través de la técnica ‘camera trap’) de un leopardo negro y de su hábitat natural en África.
Para lograrlo, este fotógrafo de vida silvestre se desplazó hasta el ‘Laikipia Wilderness Camp’, un safari ubicado en Kenya.
Aunque en el pasado se tomaron fotos de uno de esto ejemplares en la India, esta es la primera vez que se retrata a un leopardo negro (con la condiciones técnicas previamente mencionadas) en el continente africano.
En busca del mito
En su blog, Burrard comentó que, desde pequeño, soñaba con retratar a un leopardo negro, pero solo hasta hace dos años se le presentó la oportunidad para hacerlo.
En un viaje de trabajo a India se cruzó con unos amigos que le hablaron sobre el posible avistamiento de uno de estos animales en el ‘Laikipia Wilderness Camp’.
Esto llamó la atención del fotógrafo, quien se contactó con los dueños del lugar para corroborar la información.
Tras su conversación, uno de los dueños le confirmó que la historia era cierta y Burrard, decidido ahora sí, viajó a Kenya para encontrar al leopardo negro.
A su llegada, el fotógrafo habló con varias personas que habían visto al animal y conocían sus hábitos.
Luego, según comenta en su blog, desplegó un arsenal de cámaras equipadas con sensores inalámbricos de alta tecnología. Estas herramientas le permitieron capturar las fotos.
“Puse cámaras en dos lugares en los que podría aparecer este animal, confiando en el conocimiento que me compartieron varias personas de la región que lo vieron antes”, mencionó Burrard en su blog.
Sin embargo, el tan esperado encuentro solamente se dio varios días después, cuando el fotógrafo, pasando revista por cada uno de las cámaras, identificó un par de ojos brillantes y una silueta que le eran familiares. Logró, después de desearlo por años, fotografiar al legendario leopardo negro.
Este fue el primero de varios encuentros que tuvo el fotógrafo con el leopardo de color negro mientras estuvo en Kenya.
Cumplió su misión a cabalidad.
En su blog, Burrard comentó que, desde pequeño, soñaba con retratar a un leopardo negro, pero solo hasta hace dos años se le presentó la oportunidad para hacerlo.
En un viaje de trabajo a India se cruzó con unos amigos que le hablaron sobre el posible avistamiento de uno de estos animales en el ‘Laikipia Wilderness Camp’.
Esto llamó la atención del fotógrafo, quien se contactó con los dueños del lugar para corroborar la información.
Tras su conversación, uno de los dueños le confirmó que la historia era cierta y Burrard, decidido ahora sí, viajó a Kenya para encontrar al leopardo negro.
A su llegada, el fotógrafo habló con varias personas que habían visto al animal y conocían sus hábitos.
Luego, según comenta en su blog, desplegó un arsenal de cámaras equipadas con sensores inalámbricos de alta tecnología. Estas herramientas le permitieron capturar las fotos.
“Puse cámaras en dos lugares en los que podría aparecer este animal, confiando en el conocimiento que me compartieron varias personas de la región que lo vieron antes”, mencionó Burrard en su blog.
Sin embargo, el tan esperado encuentro solamente se dio varios días después, cuando el fotógrafo, pasando revista por cada uno de las cámaras, identificó un par de ojos brillantes y una silueta que le eran familiares. Logró, después de desearlo por años, fotografiar al legendario leopardo negro.
Este fue el primero de varios encuentros que tuvo el fotógrafo con el leopardo de color negro mientras estuvo en Kenya.
Cumplió su misión a cabalidad.
