Antioquia, Atlántico y otras de las regiones más afectadas por la pandemia, ya anunciaron cierres.
Con la llegada del tercer pico de contagios por covid-19 en el país, el Gobierno ya anunció una serie de medidas y restricciones para frenar el avance del virus, que tiene al borde del colapso a las unidades de cuidados intensivos de varias regiones. Lo anterior tiene implicaciones en el proceso de reapertura de colegios mediante el modelo de alternancia, lo que pondría en riesgo el aprendizaje de los niños del país.
Precisamente ante la posibilidad de nuevos cierres o de retrasos en el inicio de la alternancia, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, le explicó a EL TIEMPO qué sucederá en los colegios del país en medio de la actual situación sanitaria: “Junto con el Ministerio de Salud emitimos una circular con el fin de continuar con la alternancia, dar la prioridad a los niños y las niñas en los espacios educativos y también ser responsables y respetuosos de la evolución de la pandemia”.
Y añadió: “Cuando una entidad territorial tenga unos indicadores que denotan que hay que hacer trabajo en casa, se tomará la decisión. Pero en las ciudades donde las condiciones están dadas, se debe continuar con la alternancia”.
En este orden de ideas, las secretarías no podrán cerrar los colegios por decisión propia, sino que es necesario que envíen su solicitud a los ministerios de Salud y Educación, con datos que respalden su petición.
Será el Ministerio de Salud la entidad que apruebe (de acuerdo con los indicadores epidemiológicos de contagio, ocupación de camas UCI) en qué regiones se podrá suspender de manera momentánea los procesos de presencialidad.
En principio, no se conocen todas las condiciones que justifican el cierre de las instituciones educativas, pero de acuerdo con la ministra, una sería que la ocupación de camas UCI supere el 85 por ciento, aunque esto aún está en discusión.
“Pero somos claros en que no se pueden generalizar las variables e indicadores de una región a otras o a nivel nacional”, agregó la funcionaria. De esta manera, ya hay varias regiones y ciudades con suspensión de clases presenciales al menos durante las próximas dos semanas, es decir, hasta el 19 de abril. Entre ellas se encuentran Atlántico, Barranquilla, Antioquia, Bucaramanga y Medellín.
Otras ciudades en condiciones similares ya pasaron la solicitud al Gobierno Nacional y están a la espera de que se les dé el visto bueno para cerrar plantas físicas.
Esto quiere decir que en estas regiones se volverá a una educación estrictamente virtual o a distancia, mientras que en colegios que aún no abren, el proceso se vería retrasado nuevamente.
Cabe recordar que esta situación no solo ha ocurrido en Colombia sino que se ha repetido en otros países en los que nuevos picos del virus han obligado al cierre de escuelas, como es el caso de Francia e Italia.Efecto de los cierres
Ante este panorama, el experto en educación Francisco Cajiao le explicó a este diario las implicaciones que lo anterior podría traer al sistema: “Con el pretexto del tercer pico, muchas zonas del país estarían retrasando el regreso a las aulas, que de por sí va a paso lento. Los que ya abrieron y van avanzados al menos tienen la experiencia y en un par de semanas podrán volver nuevamente, pero ¿qué va a pasar con los niños que se ven enfrentados a cierres cada vez más prolongados?”.
“Conocemos los efectos de estos cierres en materia socioemocional y en el aprendizaje. Y estos problemas se acentúan cada día sin ir a clases”, agregó.
De acuerdo con Mineducación, 93 de las 96 secretarías han iniciado con la alternancia. Pero, según cifras recopiladas por la fundación Empresarios por la Educación, apenas 1’066.765 estudiantes de los casi 10 millones en el sistema educativo han podido retornar a las aulas, lo que equivale a solo el 11,6 por ciento.
Ante esto, Andrea Escobar, directora de la organización, le dijo a EL TIEMPO que “hay que seguir haciendo todos los esfuerzos por regresar a las aulas. Las cifras oficiales muestran un panorama muy lento. Además hay 19 secretarías donde solo han abierto instituciones privadas, eso en un país donde cerca del 80 por ciento de la matrícula es en colegios públicos es motivo de preocupación”.
Y añadió: “Encima tenemos indicios de que la deserción escolar va creciendo y las brechas van a seguir aumentando”.