La medida se tomó ya en España e Italia. Expertos aseguran que se debe considerar en Colombia.
En esta polémica, para los padres de familia lo más importante es que les garanticen que se va a completar el proceso de aprendizaje de sus hijos.
Italia y España tomaron recientemente la decisión de decretar el aprobado general para sus estudiantes a fin de que no pierdan el año por culpa de la emergencia sanitaria del coronavirus. El debate sobre esta medida recién empieza en Colombia y, para algunos, es una alternativa a tener en cuenta.
El aprobado general consiste en permitir que todos los estudiantes de los colegios pasen de manera automática el grado actual, sin que se tengan en cuenta sus resultados académicos. Esto se hace con el fin de que los problemas de acceso a la educación generados por la pandemia no afecten el proceso de los estudiantes.
La decisión fue polémica en los países en los que ya se tomó. Si bien con esto se busca garantizar el año escolar, muchos sectores se opusieron al considerar que se estaría dejando de lado la calidad del sistema.
Otros se mostraron a favor al señalar que las malas notas, en esta ocasión, no son cuestión de mal desempeño, sino de poco acceso a las plataformas.
De acuerdo con Francisco Cajiao, quien ha sido asesor del Ministerio de Educación, no solo es importante tener en cuenta esta medida en el país, sino que también el Gobierno debe discutir sobre el tema desde ya.
"Este es uno de los puntos prioritarios que debe empezar a asumir desde ya el ministerio en sus análisis. Así como es tan importante atender lo más eficazmente el momento de la emergencia, es muy importante estar preparados para el momento de regresar", aseguró.
De acuerdo con el experto, el verdadero problema con la actual emergencia es que se cambió por completo el modelo educativo, y el sistema virtual trajo problemas en el avance de los estudiantes, ya sea porque no están acostumbrados o por falta de acceso a internet o a herramientas tecnológicas.
"Esta emergencia deja muchas secuelas y una de ellas es que se genera una desigualdad muy grande. Pensar en reprobaciones significa prácticamente un castigo a quienes tienen menos posibilidades económicas, como un castigo a la vulnerabilidad", comentó Cajiao.
Así las cosas, sería necesario tomar el ejemplo europeo que asumió esta medida pese a que la brecha digital es mucho menor que la que presenta un país de Latinoamérica.
Así como es tan importante atender lo más eficazmente el momento de la emergencia, es muy importante estar preparados para el momento de regresar
Sin embargo, de acuerdo a Mariano Orjuela, maestro español que actualmente dicta clases en Colombia, la situación es diferente: “En Italia y España estaban ya en el final del período académico, pudieron adelantar gran parte del curso de manera presencial".
En cambio, en Colombia "el calendario se cortó un poco más de un mes después de iniciar. No se debe descartar el aprobado general, pero debe tenerse en cuenta para aplicarlo en caso de que la restricción se amplíe, incluso para después de mitad de año”, explicó Orjuela.
Para Cajiao, en contraste, no debe aplazarse la discusión, dado que no solo no se puede garantizar por completo el seguimiento del currículo actual, sino que se genera una sensación de inestabilidad y preocupación en las familias. Eso sí, señala que antes de cualquier decisión es necesario pensar en cómo ponerse al día al regreso a clases presenciales.
"Lo que debe pensarse cuidadosamente antes de dar cualquier instrucción son las condiciones en que van a regresar. Debe haber cambios curriculares, incluso si no hubiera estado esta emergencia. Habrá que buscar fórmulas de compensación que centren la atención en puntos básicos como lenguaje o matemáticas", dijo Cajiao.
¿Qué piensan los padres de familia?
Andrés Mosquera tiene un hijo en cuarto de primaria y es miembro de una asociación de padres de familia de su institución. Asegura que las clases hasta el momento han sido complicadas: “Le cuesta poner atención en clase, a veces no podemos enviar los trabajos a tiempo porque me toca ayudarle, pero al tiempo debo trabajar. La verdad, no sé si le están enseñando todo lo que enseñaban antes o si están aprendiendo igual que antes”.
Al preguntarle sobre la posibilidad de un aprobado general mencionó que lo que más le preocupa es que su hijo aprenda: “Son muchas cosas. Claramente no queremos perder dinero, y si pierde el año, no será solo porque no sepa o no sea aplicado, sino porque en estas condiciones es difícil. Pero si pasa el año por decreto o por una ley que apruebe el Gobierno, quiero que me garanticen que se va a completar su proceso de aprendizaje”.
Por su parte, Rosalía Chonto, una madre desplazada que vive en Ciudad Bolívar, sur de Bogotá, cree que esta medida sería la correcta, en especial para casos como el de su hija, de doce años y estudiante de grado sexto en un colegio distrital.
“No tenemos computador. No ha podido estudiar casi y sería muy injusto una mala nota para ella, porque no es que no queramos ayudarla ni que ella no quiera estudiar, sino que no se ha podido”.