viernes, 1 de febrero de 2019

Así sobreviví al matoneo en mi colegio por ser gay

Daniel relata la burla y las dificultades que pasó por señalamientos a su sexualidad. 


Entré al colegio cristiano desde sexto grado. A mi madre le gustó esa institución porque según ella iba a tener buenos amigos, pero lo que realmente ocurrió fue que esas personas me destruyeron. 

Mi nombre es Daniel, soy abogado, tengo 23 años y estudie 6 años en un colegio cristiano del norte de Bogotá siendo gay. ¿Cómo lo hice? Antes de responder es necesario que cuente mi historia y lo que he tenido que pasar por tomar la decisión de demostrar lo que realmente soy.

Cuando pienso en mi infancia son cortos y breves los recuerdos que llegan. Recuerdo que cuando tenía tres años mis padres se separaron. Allí comencé a vivir solo con mi mamá, pues mi hermano y hermana ya tenían su vida organizada.

A esa edad mi vida era como la de cualquier niño; jugaba, pero nunca con carros o muñecos, veía televisión, iba al jardín entre semana, e incluso iba a la iglesia el domingo con mi mamá.

Comencé a ser cristiano no por elección, sino por obligación. Mis padres y mi familia llevaban varios años perteneciendo a esta religión y yo debía seguir con la tradición.

Mis 5, 9 y 12 años son fechas que también recuerdo. No porque hayan ocurrido cosas como las que le pasan usualmente a un niño; tener el juguete soñado o aprender a montar bicicleta, sino porque cuando tenía esas edades me violaron.

En estas tres ocasiones tres primos abusaron de mi cuando mi mamá me dejaba solo con ellos por diferentes razones, sobre todo por ir a trabajar y regalarme lo que siempre había querido para navidad.

Pero esa no es precisamente la historia que quiero contar. Lo que quiero plasmar es el bullying, el matoneo, la burla, los deseos de no vivir más, la confrontación con la realidad, las fuerzas que saqué desde el fondo de mi ser y la felicidad que siento al estar con un hombre. Noveno grado

Entré al colegio cristiano desde sexto grado. A mi madre le gustó esa institución porque según ella me iba a consagrar más a Dios e iba a tener buenos amigos, pero lo que realmente ocurrió fue que esas personas me destruyeron y terminé alejándome más del cristianismo.

Sexto, séptimo y octavo grado fueron normales para mí, salvo una cosa: siempre me la pasaba con mujeres que con hombres sin saber por qué. Simplemente me sentía mejor teniendo amigas.

En noveno grado, cuando tenía 14 años, fue cuando comenzó todo. Mis compañeros empezaron a criticarme y a juzgarme porque tenía comportamientos femeninos y porque nunca compartía con hombres.

En los corredores, en los salones, en el parque, en las canchas y hasta en el restaurante escuchaba comentarios de que era gay. “Daniel es marica”, “Daniel es una mujer”, “A Daniel le gusta besar hombres”, “Daniel es un pecador”, era lo que decían cuando me veían.

No pronunciaban los comentarios duro porque los profesores estaban constantemente pendientes de nosotros, pero sí se aseguraban de que yo los escuchara. 

Ellos creían que si era gay estaba cometiendo un pecado muy grave y que por ello me iba a ir al infierno. A veces se me acercaban y me decían que no era cristiano porque no me gustaban las mujeres. Me decían que estaba desobedeciendo lo que decía la biblia porque no estaba cumpliendo el diseño de Dios, (el hombre de estar con una mujer) y que por eso no iba a estar en gracia delante de él y no iba a poder tener una buena relación con él.

No solo decían cosas sino que también se reían de mí, me hacían mala cara y cuando teníamos que hacer trabajos en grupo nadie se quería hacer conmigo.

Respecto a todo ello yo no decía nada, actuaba frío y sin darle importancia, pero por dentro sentía que cada palabra, gesto y mirada me destruía. Ellos estaban describiendo en mí una identidad que yo no sabía que tenía o que a lo mejor no tenía la valentía para explorar.

Después de un día lleno de críticas llegaba a mi casa, me encerraba en mi cuarto y me ponía llorar. Me preguntaba quién era yo, pensaba por qué tenía que ser la burla de mis compañeros y me cuestionaba porque si Dios es amor y todos éramos cristianos tenían que ser así conmigo. 

Ellos creían que si era gay estaba cometiendo un pecado muy grave y que por ello me iba a ir al infierno 

Sufrí de ansiedad todo ese tiempo. Bajé seis kilos y dejé de hacer lo que más me gustaba que era cantar. En sexto, séptimo y octavo grado estaba en coro pero en noveno me retiré porque comenzaron a burlarse de mi delgada voz. 

Encontré refugio en el alcohol y el cigarrillo, lo único que quería era escapar de mi realidad. No volví a la iglesia los domingos, y mi biblia, que siempre estaba en mi mesa de noche, la escondí. 

Hasta ese momento no le había contado nada a mi mamá porque no quería cargarla con mis problemas, intentaba ocultarlos lo mejor que podía. Pero todo ese dolor y rabia terminaron saliendo de mí un día. 

Recuerdo que una tarde había un evento en el colegio y estábamos todos reunidos en la cancha de fútbol. El rector estaba hablando por un megáfono y pidió que se pararan solo las mujeres, en ese instante escuché a un compañero decirme delante todo el mundo que me parara porque era mujer.

Cuando llegué a la casa hice lo que ya se había convertido en mi rutina: llorar. Al día siguiente decidí no tomar el bus del colegio y escaparme, irme lejos y perderme.

Mi mamá me encontró en la tarde y me regañó. Luego de escucharla le conté lo que estaba pasando, le dije que en ese colegio estaban diciendo que yo era gay. Al principio ella se puso brava, pero después se sentó en mi cama, me abrazó y me dijo que sin importar lo que fuera ella no iba a permitir que me hicieran daño.

Ella fue a hablar con el rector sobre el tema y contempló cambiarme de colegio, pero sentía que ya no tenía gracia hacerlo, el daño ya estaba hecho. Supongo que conté sobre el matoneo muy tarde. 

Ellos estaban describiendo en mí una identidad que yo no sabía que tenía o que a lo mejor no tenía la valentía para explorar. 

Décimo grado

Para décimo grado, el colegio decidió no renovarle la matricula a esa persona que me dijo públicamente gay.

Comenzando también ese año, el rector entró a mi salón y les pidió a mis compañeros que me ofrecieran disculpas por cualquier comentario dicho. Ellos lo hicieron.

Esperé que luego de eso el psicólogo o el pastor me llamaran, que hablaran conmigo, que me preguntaran como me sentía, que me dieran indicaciones o que al menos me reprendieran porque si era gay estaba cometiendo un pecado, pero ninguno lo hizo.

Se supone que es un colegio integral cristiano, que se preocupa por tus problemas, que te ayuda a sentirte mejor, que te rodea del amor de Dios, pero a mí nunca me ayudó. 

Nunca me hablaron sobre identidad de género, las cosas que aprendí y que estaba resolviendo las estaba haciendo solo, con ayuda de mis amigos del conjunto y del internet.

A partir de ese día, en el que me pidieron perdón, todos comenzaron a comportarse de manera distinta. Los trabajos en grupo ya no era un martirio porque de manera extraña todos querían hacerse conmigo, no volví a escuchar ningún comentario sobre mí y los hombres empezaron a ofrecerme su amistad.

Puedo decir que ese año fue un tiempo de tranquilidad. Gracias a la ausencia de las críticas pude concentrarme en mí y en encontrar mi identidad. La respuesta la tuve cuando dejaron de hacerme bullying. 

Mis amigos del conjunto fueron los que me ayudaron a resolverlo. Ellos, muy diferentes a los del colegio, me explicaron muchas cosas que después iba y comprobaba en internet.

No me compartían de la biblia ni me discriminaban porque estaba desobedeciendo lo que se decía allí, ellos nunca se interesaron por saber que me gustaba ni mucho menos me juzgaron por ello.

Con ellos comprendí que sentía una atracción emocional hacia los hombres, entendí que quería escuchar un te amo de una voz masculina, que quería apoyarme en el hombro de un hombre y coger su mano.

Sentía que siendo gay estaba haciendo lo que desde pequeño siempre había querido ser. Pero ahora, el decirle a mi mamá la verdad era lo que me trasnochaba. 

La respuesta la tuve cuando dejaron de hacerme bullying 

Once grado

Fue un 31 de diciembre, listo para entrar a once grado, cuando confronté la realidad.

Estaba realizando mi cartelera de los sueños para el siguiente año, una con cuatro espacios: académico, laboral, económico y emocional.

Para ese último espacio había recortado una pareja heterosexual con hijos y la estaba pegando allí cuando mi mamá se acercó y me dijo en el odio: “Dios te va a dar los que tu deseas y no lo que estas poniendo allí”.

Quedé sorprendido, pensé que ella no se había dado cuenta de tantas cosas por las que había pasado y de lo que pedía con urgencia salir de mí.

No dije nada aquel día, pero el 1 de enero de 2011 decidí a hablar con ella del tema y empezar a mostrar lo que era.

Invité a mi mamá a un helado y en el camino se lo dije. Antes de pronunciar la palabra ‘gay’, ella me dijo: ‘Espera, ya se lo que vas a decir, y solo quiero decirte que para mí siempre será un hombre, así te gusten las mujeres o los hombres, para mí siempre serás hombre y apoyo tus gustos’

Al escuchar sus palabras se me aguaron los ojos y a ella igual, nos abrazamos en plena calle y nos pusimos a llorar. 

Desde ese día soy abiertamente gay. Luego de 7 años siéndolo, puedo decir que sobreviví gracias al valor, la fuerza y las ganas de demostrarle al mundo que no existe una etiqueta en cuanto al amor, que los paradigmas están diseñados para ser a los diferentes infelices.

También me ha ayudado la meditación. Me ha servido porque con ella me he tomado el tiempo de pensar lo que quiero.

Mis amigos del conjunto marcaron un punto importante en el proceso. Sobreviví gracias a que sabían escuchar, aconsejar, respetar y tolerar. A que entendieron que uno nunca puede lastimar a alguien por sus gustos.
Agradezco a la burla de mis compañeros del colegio cristiano porque me hicieron más fuerte, porque sin querer me ayudaron a explorar lo que sentía desde que nací. 

Hoy en día, soy cristiano por elección y pienso que gracias a Dios he podido salir y avanzar en este proceso. Mi relación con él no se ve afectada porque soy gay, como siempre me lo dijeron en el colegio. Al contrario, siento que se ha fortalecido más.

Logré separar a las personas y a Dios. Por mucho tiempo tuve rabia con él por lo que me estaba pasando pero entendí que no era su culpa.

Por último, he sobrevivido escuchando y siguiendo mi interior. No fue fácil ni lo ha sido, siempre estamos expuestos a las críticas y a las burlas, pero cuando se es feliz nada más importa, todo desaparece.

Todos los días me digo lo siento sociedad si no te gusta, pero este soy yo. Lo siento, pero estoy siguiendo lo que arde en mi corazón: ser gay.

DANIEL (Es un nombre ficticio que se incluyó por petición del personaje)

jueves, 31 de enero de 2019

El primer hotel submarino del mundo está en Maldivas


Disfrutar de los encantos de este hotel tiene un precio por noche de 50 mil dólares. 

El resort Conrad Maldives Rangali Island, uno de los más lujosos de Maldivas y del mundo, inauguró una hermosa suite sumergida 5 metros bajo el mar.

Los huéspedes tendrán a su servicio 4 mayordomos, un chef, un entrenador físico, motos acuáticas y servicio de spa 90 minutos por día. Tiene capacidad para nueve personas.

El exclusivo alojamiento consta de dos pisos. En el segundo, se encuentran dos habitaciones con baño privado, gimnasio, salón, cocina, bar y un comedor con excelentes vistas para poder observar el atardecer, también hay una piscina infinita. 

Al primer nivel se accede por una escalera de caracol, y allí encontrarás una suite con baño y salón, todo bajo el mar, con hermosas vistas de 180° hacia el océano índico y así mismo a la magnífica vida submarina a su alrededor.

Los huéspedes tendrán acceso a un embarcadero privado, ofreciendo así absoluta privacidad. 

“Tratamos de evitar un diseño que te aleje de las vistas del exterior; es por eso que el interiorismo del hotel es mínimo”, explica en la presentación del proyecto Yuji Yamakazi, el arquitecto japonés que se encarga del diseño de interiores. La inversión del proyecto fue de 15 millones de dólares.

No obstante, este fabulosa obra submarina no es la primera en el mundo, pues en 2014 sus mismos creadores inauguraron el primer restaurante bajo el agua llamado Ithaa Undersea Restaurant, y en Dubái ya se venden casas bajo el mar.

miércoles, 30 de enero de 2019

Por qué se ha perdido el prestigio de los docentes?

Puntualmente hay dos factores clave que han influido en ese hecho. 

Diana Hincapié, especialista en educación para el BID. Foto: Icfes 

El papel del maestro en la sociedad ha perdido relevancia. El protagonismo y reconocimiento histórico por su rol de liderazgo ha caído por muchísimos factores que tienen que ver con cambios sociales, económicos y políticos. 

Guía Académica entrevistó a Diana Hincapié, especialista en educación de la división de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien junto con otros académicos ha venido estudiando por qué esta reputación se ha venido perdiendo. 

- Exactamente, ¿por qué se ha perdido el prestigio docente? 

Analizamos dos factores que creemos que han influido. Por un lado, la expansión en la cobertura escolar, que requirió que los sistemas educativos reclutaran a muchos docentes muy rápidamente y eso creó la necesidad de que muchos países relajaran los requisitos de la formación inicial de docentes. Por ejemplo, hubo expansión de escuelas normales, se acortó la duración de los cursos de formación de docentes. Asimismo, hubo una pérdida en la competitividad de los salarios. 

El otro factor examinado tiene que ver con los cambios socioeconómicos que ha vivido el mercado laboral de las mujeres. Creemos que ha tenido un efecto indirecto en el prestigio de la profesión, porque antes muchas mujeres talentosas accedían a la profesión ya que era una opción atractiva para ellas; pero con el mayor acceso a educación superior y la variedad de programas, muchas de ellas empezaron a seleccionar otras carreras. Esto ha creado un desplazamiento. 

- Los jóvenes no quieren estudiar docencia, ¿por qué? 

Porque dejó de ser una opción atractiva, porque no tiene salarios competitivos, pero también porque en muchos países de la región no hay una carrera docente meritocrática, que tenga incentivos para el desarrollo profesional. También se ha perdido prestigio social, con ello, muy pocos jóvenes se sienten atraídos para hacerse maestros. 

- ¿La duración del estudio garantiza buenos docentes? 

Para que sean buenos profesionales, creo que se debe dar una combinación de todos los factores que menciono. Hacer la profesión llamativa, mejorar la calidad de la formación inicial, tener concursos de ingreso que permitan seleccionar a los docentes y los candidatos mejor preparados y motivados a estudiar. Eso toma mucho tiempo. 

- ¿Cómo está Colombia en cuanto a otros países de la región en política docente? 

Nuestro país es uno de los pocos de la región que ha tenido avances importantes para modificar dicha carrera, para hacerla más meritocrática, para tener una evaluación docente y muchas más cosas se han puesto en marcha; por supuesto, queda un universo de temas por resolver, pero ha habido avances importantes. 

- ¿Hay incredulidad de los profesores hacia las políticas públicas en docencia? 

La gente de estos países es muy crítica y demandante con lo que se está haciendo, la idea es darnos cuenta que sí hemos hecho cosas interesantes y que están en línea con lo que se aplica en naciones más desarrolladas. Creo que si bien es cierto que falta mucho por hacer, se ha avanzado. 

- Entonces, ¿por qué hay múltiples protestas de los gremios de maestros? 

En la mayoría de países de América Latina hay siempre demandas por mejorar el sistema educativo, creo que es importante que la sociedad siempre esté exigiendo avances en la calidad de la educación y que los docentes exijan mejoras en la carrera docente. También hay que saber que los gobiernos de la región han tomado medidas necesarias para encaminar al sistema educativo al éxito. 

- ¿Cómo atraer, formar y seleccionar? 

Hay que pensar en cómo hacemos para que los docentes que están accediendo a la educación sean más efectivos cuando estén en el aula. Es una parte de la ecuación, no es toda, porque hay que mirar la actualización de los profesores, hay que trabajar en políticas que desarrollen las habilidades que necesitan ellos. Creemos que esa es la forma de modificar el cuerpo docente para hacerlo más efectivo en el aula. 

* Esta entrevista se realizó en el 9 seminario internacional de investigación sobre la calidad de la educación, evento que se realizó el 1 y 2 de noviembre, en Bogotá, con el respaldo del Gobierno nacional, el Ministerio de Educación y el Icfes.

martes, 29 de enero de 2019

Incansable hazaña: hombre nadó durante 157 días hasta curzar toda Gran Bretaña

El atleta rompió el récord de 157 días nadando.

Los Récords Guinness han permitido inmortalizar muchas hazañas de personas que logran hacer cosas sorprendentes que para la mayoría resultan imposibles de realizar. Muchas de las personas que logran pasar a la historia y aparecer en el honorífico libro se les puede considerar como súper humanos. 

¿Hasta dónde puede llegar la capacidad del cuerpo humano? El pasado 1 junio el aventurero británico Ross Edgley demostró que la capacidad del cuerpo humano para resistir es impresionante. El exjugador de Water Polo se convirtió en el primer atleta en atravesar toda Gran Bretaña nadando. 

El desafío empezó luego de romper algunos récords diferentes como correr una maratón halando un carro, escalar una cuerda equivalente a la altura del Everest y finalmente cuando intentó nadar más de 40 kilómetros cargando un tronco de 45 kg, aunque fracasó en esta última. Estos acontecimientos lo inspiraron a aventurarse en el mar y detenerse sólo hasta cumplir con su cometido. 

Durante 157 días estuvo nadando sin pisar tierra firme, hacía pausa para alimentarse y en las noches dormía. Sin embargo, cuando se desplazaba duraba más de 12 horas sin parar. Su alimentación se basaba en altos déficits calóricos que obtenía luego de comer bananas, durante la expedición consumió más de 500.

También bebía demasiada agua para mantenerse hidratado y no sufrir algún tipo de calambre o, en casos peores, perder el conocimiento. 

El proceso fue bastante duro, incluso, sufrió varias heridas que pretendían debilitarlo y dejar de lado su objetivo. Durante 3.000 kilómetros soportó varias ampollas causadas por la sal y el fuerte sol. Además de varios encuentros dolorosos con algunas medusas.

“Imagina tener una herida abierta y frotarla con papel de lija durante 12 horas al día. Así es como se siente", relató Ross Edgley para el medio británico The Guardian. 

El también entrenador personal, relató uno de los actos más impresionantes por los que tuvo que pasar. Una mañana observó que en su almohada había varios trozos de su lengua, producto de la deshidratación. 

A los 33 años ya es una persona con éxito en sus objetivos, con tres Récords Guinness en diferentes modalidades se ha convertido en el británico más distinguido en este tipo de desafíos. 

“Se siente surrealista” fue la expresión que utilizó una vez pisó la arena de la playa, entre fatiga y con complicaciones para caminar

lunes, 28 de enero de 2019

Colombia se enfrenta a la posibilidad de padecer un "tsunami" ambiental

Se cree que habrá 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en entornos naturales.

Desde las nueve de la mañana de este domingo, cientos de personas se reunieron en Bogotá para alertar sobre la contaminación plástica que vive Colombia, una iniciativa liderada por Greenpeace.

Una nueva batalla contra el plástico lideró Colombia este domingo en medio de una iniciativa de la organización internacional Greenpeace. Según la ONG, el país se enfrenta a la posibilidad de padecer un "tsunami" ambiental por cuenta de la contaminación de mares y ríos con este material. 

"El panorama es aterrador porque los lugares más preciados en el país, como manglares, mares y ríos, sufren una contaminación por plástico inmensa", indicó la directora de la ONG ambientalista Greenpeace Colombia, Silvia Gómez. 

Del consumo per cápita que hacen los colombianos, precisó Gómez, "el 56 % es plástico de uso único" como pitillos, cubiertos, tapas de refresco o envases de jugo. De hecho, se ha establecido que el país genera unas doce millones de toneladas de residuos sólidos al año y solo recicla el 17 %.

En el caso de Bogotá, la cifra alcanza las 7.500 toneladas al día, de las que se recicla un 15 %. Estos datos, señaló la vocera, "permiten establecer que se necesita lanzar una voz de alarma con respecto al verdadero tsunami de plástico que hoy enfrentan sitios como las costas colombianas".

La preocupación de Greenpeace aumentó hace tres meses cuando varios de sus expertos realizaron un viaje por las costas Atlántica y Pacífica para establecer si Colombia está ad portas de una crisis por polución de plástico. "Ha sido impactante lo que hemos visto porque el plástico está borrando la belleza de las costas", indicó la ONG. 

Para crear conciencia sobre la situación, Greenpeace Colombia llevó a cabo este domingo una jornada en Bogotá en la que los asistentes recrearon "un mar humano que lucha contra los plásticos que azotan al país". 

Según la bióloga marina Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo, "es aterrador que en algunas áreas del Pacífico colombiano sea tanta la basura que hay que los niños no diferencian entre una planta natural y un plástico". 

En el mundo las estimaciones para 2050 son alarmantes ya que se cree que habrá 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en entornos naturales.

De hecho, el 10 % de todo plástico desechado en el planeta ingresa al mar y de ese porcentaje la mayor parte termina en el lecho marino.

Al analizar dicha realidad, se ha podido determinar que las especies marinas son unas de las más afectadas por el consumo de plástico, especialmente las aves, tortugas, ballenas y delfines.

También, las personas de bajos ingresos económicos que viven cerca a mares y ríos se enfrentan a un mayor impacto en su salud al ingerir animales contaminados con este material.

domingo, 27 de enero de 2019

Colombia recicla el 17% de las 12 millones de toneladas de residuos

El 56 % es plástico de uso único como pitillos, cubiertos, tapas de refresco o envases de jugo. 


Colombia, en donde se consumen 24 kilos de plástico por persona al año, se enfrenta a la posibilidad de padecer un "tsunami" ambiental por cuenta de la contaminación de mares y ríos con este material, dijeron expertos a Efe.

"El panorama es aterrador porque los lugares más preciados en el país, como manglares, mares y ríos, sufren una contaminación por plástico inmensa", indicó la directora de la ONG ambientalista Greenpeace Colombia, Silvia Gómez. 

Del consumo per cápita que hacen los colombianos, precisó Gómez, "el 56 % es plástico de uso único" como pitillos, cubiertos, tapas de refresco o envases de jugo. De hecho, se ha establecido que el país genera unas 12 millones de toneladas de residuos sólidos al año y solo recicla el 17 %.

En el caso de Bogotá, la cifra alcanza las 7.500 toneladas al día, de las que se recicla un 15 %. Estos datos, señaló la vocera, "permiten establecer que se necesita lanzar una voz de alarma con respecto al verdadero tsunami de plástico que hoy enfrentan sitios como las costas colombianas". 

La preocupación de Greenpeace se acrecentó hace tres meses cuando varios de sus expertos realizaron un viaje por las costas Atlántica y Pacífica para establecer si Colombia está ad portas de una crisis por polución de plástico. 

"Ha sido impactante lo que hemos visto porque el plástico está borrando la belleza de las costas", indicó. Para crear conciencia sobre la situación, Greenpeace Colombia lleva a cabo una jornada en Bogotá en la que los asistentes recrean "un mar humano que lucha contra los plásticos que azotan al país" y realizan una marcha por la ciclovía.

Según la bióloga marina Sandra Bessudo, directora de la Fundación Malpelo, "es aterrador que en algunas áreas del Pacífico colombiano sea tanta la basura que hay que los niños no diferencian entre una planta natural y un plástico". 

Para tratar de contrarrestar esta problemática Bessudo presentó en septiembre de este año la campaña #EsTiempodeActuar junto a representantes de la marca de relojería suiza TAG Heuer.

La iniciativa busca apoyar a los habitantes de Jurubirá, corregimiento del municipio de Nuquí, que hace parte del empobrecido departamento de Chocó, en el noroeste de Colombia, para que el plástico que les llega a través de ríos y el mar Pacífico sea aprovechado como fuente de ingresos mediante la recolección, compactación y posterior venta. 

En el mundo, las estimaciones para 2050 son alarmantes ya que se cree que habrá 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en entornos naturales. De hecho, el 10 % de todo plástico desechado en el planeta ingresa al mar y de ese porcentaje la mayor parte termina en el lecho marino. 

Al analizar dicha realidad se ha podido determinar que las especies marinas son unas de las más afectadas por el consumo de plástico, especialmente las aves, tortugas, ballenas y delfines. También, las personas de bajos ingresos económicos que viven cerca a mares y ríos se enfrentan a un mayor impacto en su salud al ingerir animales contaminados con este material. En el caso colombiano, precisó Silvia Gómez, "el 90 % de las playas de la costa Atlántica están contaminadas con microplástico", entendido como partículas de cinco milímetros de diámetro. 

Además, entre los 20 ríos más contaminados del planeta con plástico figuran el Amazonas, en el puesto siete, y el Magdalena, la principal arteria fluvial del país, en el 15. Precisamente, el gastroenterólogo Philipp Schwabl, de la Universidad Médica de Viena, reveló en octubre pasado los resultados de un estudio mediante el cual halló microplástico en el excremento de ocho personas provenientes de Finlandia, Italia, Japón, los Países Bajos, Polonia, Rusia, Reino Unido y Austria. 

"La mayoría de los participantes bebieron líquidos de botellas de plástico, pero también fue común la ingesta de pescados y mariscos. Es altamente probable que la comida es contaminada con plásticos durante varias etapas del proceso de alimentos o como resultado del empaquetado", comentó Schwabl a periodistas. 

Debido a todos los hallazgos anteriores Greenpeace lanzó la campaña " Colombia mejor sin plásticos", encaminada a recoger 80.000 firmas para que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible cumpla con la implementación del Plan Nacional de Gestión Integral de Residuos Sólidos e incluya en él la prohibición del plástico de uso único. 

"La solución no solo está en reciclar sino en entender el origen del problema e invitar al ciudadano a dejar de consumir productos que no necesita y que sí contaminan", puntualizó Gómez.

sábado, 26 de enero de 2019

El hombre que creó un mundo de fantasía para ayudar con los problemas de aprendizaje de su hija

Imogen, hija de Craig de 8 años, padece un raro síndrome que le ocasiona algunos problemas de aprendizaje. Para ayudarla, su padre creó un mundo virtual. Así se lo contó a la BBC. 

 
Craig se siente orgulloso de ser el papá de Imogen. 

Imogen tiene 8 años y es una niña "demasiado" extrovertida. Padece síndrome de Williams, un trastorno conocido como "lo opuesto al autismo". 

El síndrome de Williams, considerado una enfermedad rara porque afecta a menos de 5 personas por cada 10.000, se plasma en excesiva sociabilidad pero también en dificultades de aprendizaje. 

Por suerte para ella, su padre, Craig Chaytor, quiso hacerle más fácil creándole un mundo virtual. 

Lo hizo produciendo sus propios videos en 360 grados... sin saber nada sobre esa tecnología. 

"No tenía absolutamente ninguna habilidad en realidad virtual" , le dice Craig a la BBC. 

"Durante los últimos 15 años trabajé como chef", cuenta.


Imogen sufre una enfermedad rara conocida como síndrome de Williams. 

"Ser padre es un orgullo para mí. Me hace sentirme orgulloso haber ayudado a mi hija para que saque lo mejor de sí misma", declara. 

La enfermedad genética que sufre Imogen no le dificulta entablar conversaciones, pero sí enfocar su atención en ciertas cosas. 
Problemas de aprendizaje 

Según le contó recientemente a BBC MUndo la presidenta de la Asociación Síndrome Williams de España (ASWE), Rosa González, quienes sufren el síndrome de Williams son personas que, a nivel cognitivo, muchas veces no terminan de encajar en el sistema educativo ordinario ni en el especial. 

"Hay muchas variantes del síndrome de Williams", explica Craig. "Una de ellas hace que Imogen tenga problemas de aprendizaje y se distraiga fácilmente".


La pequeña tiene algunos problemas de aprendizaje y se distrae fácilmente. 

"Cuando está aprendiendo una tarea simple de la casa, o bien se distrae o se enoja demasiado ". 

Así que Craig decidió buscar una solución: usar la tecnología para crear un mundo que le resultara más fácil de comprender a su hija. 

Fue entonces cuando nació el proyecto IMME , tal y como lo llamó, con el cual espera "ofrecer una nueva manera disenseñar y mostrar aventuras a niños con o sin discapacidad".

Craig creó un mundo virtual con lecciones para ella. 

Un mundo virtual 

Imogen es la segunda de las hijas que Craig tuvo con su esposa Jennifer. El británico cuenta que la idea de crear un mundo virtual para la pequeña se le ocurrió durante una visita a un centro comercial en el que se exponía esa tecnología. 

La niña se mostró muy entusiasmada con probarla, pero cuando se puso las lentes de realidad virtual comenzó a llorar , relata. 

"Entonces fue cuando me di cuenta de que lo que estaba viendo no era realmente apto para una niña como ella", dice en un video publicado en GoFundMe, una página para proyectos de crowfunding (financiación colectiva)." 

"Y decidí encargarme yo mismo de crear videos que ella pudiera ver ".

En los videos creados por Craig aparecen jirafas de colores como estas.  

"El proyecto le lleva a Imogen a un viaje escolar, creando un mundo del que pueda aprender", le cuenta Craig a la BBC. 

"No hay distracción porque está muy enfocada cuando usa la realidad virtual". 

También dice que Imogen ha aprendido mucho a través de ese mundo virtual. 

"¿No es así?", le pregunta a la niña. "Sí", contesta ella con una sonrisa.


Imogen dice que aprende mucho gracias a ese mundo virtual. 

Craig dice que cuando Imogen aprende palabras y colores de libros recuerda lo que ve en los videos de realidad virtual porque está menos distraída cuando usa las lentes virtuales. 

Y es que Craig creó también unos libros que acompañan el material audiovisual. Cada página es una lección diferente: matemáticas, ciencias, lengua... 

"Me encantan los libros de papá", asegura. 

Craig espera ahora que esta experiencia virtual sirva para ayudar a otros niños en otras partes del mundo. 

"Lo que le diría a alguien que esté tratando de inventar algo para hacer un mundo mejor es que nunca se rinda. Cualquier persona puede hacer algo si realmente se lo propone".