Conozca cómo tratar esta condición y mejorar la calidad de vida de su animal de compañía.
Al igual que sucede con los seres humanos, tanto perros como gatos pueden llegar a desarrollar una enfermedad conocida como diabetes. Si bien esta no es una enfermedad grave, sí necesita un diagnóstico, tratamiento y cambios de hábitos oportunos, ya que de ello dependerá la calidad de vida de las mascotas que la experimentan.
Se trata de una alteración metabólica, principalmente endocrina (del sistema hormonal), en la cual el organismo de los animales no es capaz de producir insulina, no la origina en las cantidades suficientes o, definitivamente, no la puede usar de manera apropiada.
Del tratamiento oportuno dependerá la calidad de vida de las mascotas.
La insulina, que se produce en el páncreas, es una de las principales hormonas del organismo. Esta se encarga de que las células del cuerpo puedan aprovechar la glucosa presente en la sangre y, a partir de ella, puedan generar la energía para todos los procesos vitales como respiración, digestión, locomoción, etc. Podría decirse, entonces, que la glucosa es la gasolina que necesita el organismo de perros y gatos para poder funcionar adecuadamente.
Cuando una mascota desarrolla esta enfermedad, se producirá un desequilibrio en el metabolismo de la glucosa, generando como resultado una elevación de los niveles de azúcar en la sangre, entre otros signos a los que es importante prestarles atención.
Aunque la diabetes se puede presentar en animales de cualquier edad, se sabe que son aquellos de edad mediana o adultos mayores (después de los siete años de edad) los más propensos a desarrollarla.
Adicionalmente, existen otros factores como la raza en ciertos perros (siendo los Beagle, pinscher, West Highland white terrier, french poodle, dachshund, schnauzer, entre otras; las razas más afectadas), el género (ya que son las hembras las más susceptibles de desarrollar diabetes), la genética, la obesidad y el sobrepeso, las enfermedades del páncreas, infecciones severas, el sedentarismo, además de tratamientos prolongados con corticoides (como prednisona, prednisolona, dexametasona, etc.).
Tipos de diabetes
Actualmente se han descrito tres tipos de diabetes, de los cuales los dos primeros son los más importantes:
Tipo 1: en la que el organismo del animal no produce la cantidad de insulina suficiente, debido a un daño en las células del páncreas, por lo que necesitará la aplicación de insulina durante toda la vida. Este es el tipo más frecuente en las mascotas.
Tipo 2: aquí el páncreas produce insulina, pero esta no es suficiente o el cuerpo no es capaz de utilizarla adecuadamente. Este tipo de diabetes se encuentra más relacionado con obesidad y sobrepeso.
Diabetes por la gestación: durante el embarazo se genera una resistencia a la insulina por parte de otra hormona, la progesterona.
Síntomas
Es importante mencionar la importancia de prestar mucha atención a los hábitos y comportamientos de sus animales de compañía, para detectar cualquier indicio de enfermedad. Hay que estar atento a...
- Aumento en la frecuencia y volumen de las micciones.
- Aumento en el consumo de agua.
- Aumento en el consumo de alimento, pero sin incremento en el peso; el perro tiende a adelgazar.
- Inapetencia, falta de actividad y cansancio frecuentes.
- Deshidratación.
- Pérdida de la agudeza visual y aparición de cataratas.
- Vómito, diarrea, inflamación del abdomen y episodios convulsivos.
- Baja calidad y mal aspecto del pelo.
- Mala cicatrización de las heridas
Es importante prestar mucha atención a los hábitos y comportamientos de sus animales de compañía.
Tratamiento
Este dependerá de un correcto diagnóstico del médico veterinario, el cual incluirá un examen físico completo, análisis de orina y cuadro hemático completo.
Posterior a ello, se instaurará el más adecuado. Usualmente se hace mediante inyección de insulina (cuya dosis dependerá del tamaño, peso y necesidades de cada individuo), control de la dieta, actividad física frecuente y esterilización (ya que en el caso de las hembras se necesita hacer un control hormonal estricto).
A pesar de que en muchas ocasiones se requiere que el tratamiento comprenda todos los pasos antes mencionados, la alimentación desempeña un papel fundamental en el manejo adecuado de la diabetes. A través de una dieta correcta se busca evitar o corregir el sobrepeso, la obesidad o el bajo peso producto de la enfermedad; y también evitar cualquier variación en los niveles de glucosa en la sangre.
La alimentación sugerida para los animales diabéticos debe ser baja en carbohidratos y grasas, y alta en nutrientes que favorezcan la pérdida de peso y la regulación de la glucosa, como las proteínas y la fibra. También se sugiere alimentar a las mascotas varias veces al día (más de las tres que se suelen recomendar) con pequeñas porciones para permitir que la insulina haga efecto dentro del organismo.
Algo que el propietario debe tener muy en cuenta es que, si el animal necesita inyecciones de insulina, el alimento debe brindarse posterior a este.
Finalmente, es importante que los tutores hagan seguimiento periódico de sus mascotas para prevenir y controlar la diabetes en ellas.