Una nueva investigación afirma que en realidad no hay un vínculo tan fuerte entre las razas de perros y su comportamiento.
Razas de perros no determina su comportamiento.
Normalmente podemos escuchar que algunas razas de perros actúan en una manera diferente, ya que algunos pueden conseguir algunas cosas por su inteligencia, entre muchas otras características que vinculamos a ciertas razas, pero no es así. Una nueva investigación afirma que en realidad no hay un vínculo tan fuerte entre las razas de perros y su comportamiento.
Elinor Karlsson, una de las autoras del estudio, directora del Vertebrate Genomics Group en el Broad Institute del MIT y Harvard, manifestó que todas las personas asumían que la raza pronosticaba sobre el comportamiento en los perros, “y eso nunca se ha analizado particularmente bien. Y nosotros podíamos hacerlo".
Esta investigación fue publicada en el diario Science y se realizó en conjunto con otras expertas del MIT, Harvard y la Universidad de Minnesota. Para determinar si la genética se alineaba con las características de las razas, las expertas secuenciaron el ADN de más de 2000 perros de raza pura y mestizos.
Estos datos, junto con encuestas realizadas con los dueños, se usaron para crear mapas de genes asociados con características físicas y del comportamiento. Y, mientras que varios rasgos físicos sí estaban asociados con las razas, el comportamiento variaba mucho más entre los perros. Lo que significa, que a pesar de eran de cierta raza, no todos tenían la misma “personalidad” ni realizaban acciones que se esperarían de ellos según los estereotipos.
Por otra parte, el estudio señala que, entre los rasgos de comportamiento, la acción de responder a las direcciones humanas, fue la que más se heredaba según la raza, pero variaba de forma considerable entre cada perro.
“Por lo tanto, la raza de un perro generalmente no predice el comportamiento individual y no debería usarse para informar decisiones que se vinculan a la selección de una mascota”.
Según la experta, la raza de un perro no debe ser un factor para elegirlo. Algunas personas suelen escoger ciertos perros porque se dice que son “más inteligentes” o por los estereotipos que se les han impuesto. Es más, es común pensar que ciertos perros son más fáciles de entrenar.
Mientras tanto, algunos evitan a razas como los Pitbull ya que se dice que son violentos y agresivos, pero (según el estudio) eso dependería de otros factores, no de la raza en particular. La investigación encontró que solo el 9 % de la variación en el comportamiento de un perro puede explicarse por su raza.
“Proponemos que los comportamientos percibidos como característicos de razas modernas derivan desde hace miles de años de adaptación poligénica que precede a la formación de razas, con las razas modernas siendo distinguidas principalmente por rasgos estéticos. Al aceptar la amplia diversidad de perros, incluyendo de raza pura, mestizos, de propósito, trabajadores y de villas, nos podemos dar el potencial reconocido de los perros como un modelo natural para descubrimiento genético”, explicó el estudio.
En conclusión, no deberíamos preocuparnos demasiado por las razas de los perros ya que finalmente parece ser determinado por los dueños y el entorno en el que se desarrolla, incluyendo los entrenamientos a los que pueda someterse.