Un estudio demostró que 89% de los centennials, en edades entre 17 y 25 años, sienten mayor seguridad al decidir sobre sus finanzas
Cada generación tiene una perspectiva diferente de la economía y el ahorro según el contexto en el que crezca, de acuerdo con un estudio de Rave Reviews, ¨How Gen Z Is Confronting Their Financial Fears¨ (Cómo enfrenta la Generación Z sus miedos financieros). La premisa del estudio es que los centennials administran mejor sus finanzas personales, pese a ser los más jóvenes ¿Por qué?
Varios factores influyen en que ellos tengan mayores hábitos de ahorro frente a los millennials, principalmente, se debe a que están en constantes aprendizaje gracias a la tecnología y la inmediatez del internet, por lo cual, están más educados en cuanto a los temas financieros.
Los centennials también han aprendido de los errores de sus mayores, por lo que tienen una mayor consciencia en cuanto a la importancia del ahorro para el futuro. Además, muestran mayores conocimientos y destrezas para la elaboración de un presupuesto, saben comparar precios hasta encontrar la mejor opción y también cuidan su patrimonio de fraudes y estafas, según el estudio.
Mientras que por lo general, los millennials prefieren confiar en los negocios de “cercanía”, sin importar el costo. De acuerdo con el informe, esto lo habrían aprendido de las generaciones que los anteceden.
En el estudio se mostró 89% de los centennials, en edades entre 17 y 25 años, sienten mayor seguridad al decidir sobre sus finanzas personales, y 64% de ellos busca constantemente información y herramientas que le ayuden a planificar su ahorro. Además, el informe destaca que esta generación tiene un poder adquisitivo de entre US$29.000 y US$142.000 millones, que suelen provenir de sus empleos, emprendimientos o trabajos como freelance.
En cambio, 25% de los millennials gastan más de lo que ganan, y 40% de ellos se han endeudado con entidades financieras o prestamistas solo para mantenerse.
En el informe también se reflejó que 60% de los centennials tiene cuenta de ahorros; 54%, cuenta corriente; y 32%, tarjeta de crédito