Antes de que termine octubre, le damos cinco consejos básicos para prepararse ante esta situación.
Como salir del clóset es una actitud que suele relacionarse con una confesión, es ideal que uno considere si lo que busca es admitir su sexualidad o identidad de género frente a otros y por qué.
Miedo al rechazo. A quedarse solo. A ser violentado, perder apoyo, ser abandonado. Estos son algunos de los terrores que asedian a una persona que no se considera heterosexual y que busca expresarlo a un amigo o familiar; que busca decirlo libremente en el entorno en que se mueve sin vivir una consecuencia negativa por ello.
Pero no, no es fácil salir del clóset; no es fácil declarar públicamente que tiene una orientación sexual diferente a la normal (que es homosexual o bisexual, por ejemplo) o que tiene una identidad de género que no lo describe como se ve a simple vista (un hombre que se considera mujer, o viceversa, por nombrar dos casos), “porque el estigma social de la sexualidad diversa sigue siendo, lamentablemente, un tabú que preferimos ocultar”, explica Carolina Herrera, psicóloga y cofundadora del consultorio Liberarte, que lleva nueve años ofreciendo terapias psicológicas para personas de sexualidad diversa (no heterosexuales).
El debate en torno a la diversidad sexual no pierde vigencia. Cada 11 de octubre, Estados Unidos conmemora el Día Internacional de Salir del Clóset (desde 1988), aprovechando que se trata del mes en que se conmemora la historia LGBT en ese país. La etiqueta correspondiente en redes sociales, #ComingOutDay, suma una cifra de casi 1’800.000 reacciones en Twitter y Facebook a nivel mundial, según la consultora Keyhole.
Es una campaña que busca alentar una actitud que, según el American Journal of Community Psychology, para cualquier persona LGBT (especialmente para los jóvenes) “puede ser un pilar fundamental en su buen desarrollo psicológico”, ya que provoca, en la mayoría de los casos, “mayor autoestima y menor incidencia de la depresión”. Por eso, dos expertas le dan cinco consejos para salir del clóset de la manera más segura posible en su entorno.
1. Salir del clóset es una decisión, no una obligación
Esto es lo primero que le dice Lina Bravo, directora del área psicosocial de la organización internacional It Gets Better, a sus pacientes. Considere que como salir del clóset es una actitud que suele relacionarse con una confesión, es ideal pensar por qué quiere hacerlo. “Existen casos en los que puede considerar mantener su sexualidad o identidad como exclusivo de su privacidad si es lo que mantiene su bienestar”, explica la psicóloga Carolina Herrera, y añade que “también puede introducir el tema naturalmente en su entorno, sin tener que hacer un anuncio al respecto”. En cualquier caso, ambas profesionales concuerdan en que no debería ser un acto impulsivo.
2. Evalúe la pertinencia de sus miedos
En el proceso de salir del clóset, nadie quiere consecuencias negativas. Carolina Herrera explica que uno de los miedos de personas no independientes es que “los echen de la casa, le dejen de pagar la universidad o los mantengan encerrados de alguna forma”. Dependiendo de su situación personal, hay que tratar de darse cuenta de si estas situaciones están ancladas a hechos reales o no. En este sentido, tener buen ojo y ser experimentador con el entorno son puntos claves. “Puede ir tanteando con ellos sobre lo que publican los medios, lo que dicen los debates nacionales respecto a qué piensan sus seres queridos sobre el tema”, añade Bravo.
3. Asegure una red de apoyo por si las cosas salen mal
Puede tener miedos fundamentados o ficticios, pero si tiene el objetivo de hablarle sobre su sexualidad o identidad de género a su núcleo familiar y tiene duda del resultado de esa charla, “procure primero encontrar otras personas a quienes pueda contárselo y que sepa que pueden apoyarlo en caso de que su conversación con su familia no salga como espera”, explica Lina Bravo. Puede empezar a sentirse más tranquilo si comienza a contarles, sobre todo, a sus amigos cercanos. Si no es independiente económicamente, considere aproximarse a una persona que usted sepa que puede apoyarlo emocional y económicamente y que cree un puente entre usted y el núcleo al que quiere hablarle de su sexualidad.
4. No tema buscar ayuda profesional
En momentos en los cuales la perspectiva de contarles a las personas que lo rodean que no se siente heterosexual sino de otra orientación o identidad de género “pareciera resumirse en desesperación, desesperanza o no ver la luz en el camino”, como dice Bravo, “es beneficioso que se contacte con un psicólogo o terapeuta que pueda orientarlo en el tema”, explica. Es muy útil, además, asistir con aquellos que no comprenden su situación (los padres, núcleo familiar, amigos) para que juntos enfrenten progresivamente el tema y derrumben estigmas al respecto.
5.Siempre busque el diálogo
La sexualidad es un tema tan personal que muchas veces los amigos o la familia no saben cómo pueden contribuir al desarrollo de la sexualidad e identidad de quien quiere salir del clóset. Por eso, es importante que trate de escuchar y entender cuáles son las preocupaciones de sus allegados al respecto. “¿Se trata de estigmas irreales, como creer que toda persona homosexual es promiscua, o de preocupaciones respecto a la seguridad e integridad sobre otros entornos en los que pueda moverse?”, se pregunta Lina Bravo al respecto. “Es importante que tanto el que habla como el que se preocupa por él tengan claro de qué están hablando y en qué términos: que se entiendan”, concluye, por su parte, la psicóloga Herrera.