Ahora todos los estudiantes tienen a un sólo clic todo tipo de información, y los motores de búsqueda se volvieron fuente de toda investigación, sin embargo esto a encrudecido la situación de plagio en el país.
Según un estudio del Índice Global del plagio conocido por RCN Radio, en la educación secundaria y superior el 59% de estudiantes admiten hacer trampa en un examen y 1 de cada 3 admitieron usar internet para plagiar de forma idéntica un trabajo.
“Se evidencia un claro incremento en este comportamiento por la misma facilidad con la información que se maneja y la facilidad con la que se puede manipular al punto que ahora hay un problema serio por noticias falsas”, aseguró Raquel Villareal, gerente de Turnitin, entidad para la mitigación de riesgo institucional y del plagio académico.
Con un análisis a 196.691 trabajos de estudiantes en Colombia, México, Brasil, Perú se puede comprobar que el 12% fueron copias idénticas bajadas de la web.
Se estima que los docentes pueden recibir más de 100 millones de trabajos no originales al año en los países que fueron objeto de este estudio.
Villareal explicó que América latina maneja un 12% en general de plagio pero el estrecho margen de contenido no original que existe en los distintos países muestra que el plagio no es un problema regional o nacional, sino global.
“Parece que los estudiantes muestran el mismo tipo de comportamiento tanto si se encuentran en un aula de Vancouver, como si estudian en Nairobi o Shanghái”.
La problemática más allá de las cifras tiene que ver con que la incidencia en el plagio repercute en la falta de conocimiento que en realidad adquieren las personas cuando estudian.
Augusto Rodríguez, de Clarivate analytics, experto en propiedad intelectual explicó que “el mayor riesgo de esto es que no se fomenta el aprendizaje, ahora simplemente se están repitiendo cosas que alguien ya creó y eso significa también que no aportas nada al conocimiento que es tan importante para la evolución”.
Las consecuencias de estos hallazgos en un país como Colombia son altamente transcendentales por ser una de las principales causas que impiden a los ciudadanos enfrentarse con retos académicos internacionales, lo que también influye en la permanencia de Colombia como país del tercer mundo.