jueves, 5 de octubre de 2017

El 66 % de la fauna mundial se perdería para el 2020

Acciones para proteger la fauna y la flora van a paso lento, alerta ONG. 


En el marco de la COP13, se anunció el ingreso de las jirafas a la Lista Roja de especies en peligro de extinción.

La silenciosa extinción de las jirafas, la falta de cumplimiento de las metas de biodiversidad de los países y la petición de las comunidades indígenas para que su conocimiento tradicional sea reconocido fueron algunos de los hechos más destacados durante la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (conocida técnicamente como Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica COP13), que tras 15 días de negociaciones, termina hoy en Cancún (México).

Las expectativas sobre la conferencia estaban enfocadas en lograr una más rápida implementación de las 20 metas de Aichi, que son compromisos internacionales para el aumento de las áreas protegidas y la conservación de la naturaleza.

Sin embargo, en el desarrollo de las dos semanas de negociaciones –en las que participaron más de 7.000 personas de 196 países–, los hallazgos de informes internacionales advirtieron que tales metas están lejos de alcanzarse.

Braulio Ferreira de Souza Dias, secretario ejecutivo saliente de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), señaló que alrededor de dos tercios de las metas mundiales de biodiversidad no serán alcanzadas para el 2020.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), para ese mismo año es posible que el mundo haya sido testigo de una disminución de dos tercios en la población de la fauna mundial en solo medio siglo, lo que implica que cerca del 66 por ciento se perdería a causa de las acciones humanas.

Souza Dias, además, resaltó que solo el 61 por ciento de los países emprendió programas nacionales para alinearlos con el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica (2011-2020).

“Una cuarta parte de ellos pueden considerarse instrumentos políticos gubernamentales y muy pocos contienen estrategias de movilización de recursos, de concientización y de desarrollo de capacidades”, dijo.

A estas noticias se sumó un reporte internacional de Birdlife International, Royal Society for the Protection of Birds (RSPB), Conservación Internacional (CI), The Nature Conservancy y el WWF, que destacó que el 20 por ciento de los países que presentaron informes sobre el estado de su fauna y flora no realizaron absolutamente ningún progreso.

Adicionalmente, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzó una alerta por el ingreso de las jirafas y de cerca de 700 especies de aves a su lista roja de animales y plantas en peligro de extinción.

La población de las emblemáticas jirafas cayó alrededor de un 40 por ciento en los últimos 30 años y se catalogó como especie “vulnerable”, debido a amenazas como la caza ilegal y la pérdida de su hábitat.

Aunque el texto final sobre los avances logrados en la COP13 se conocerá hasta este sábado, durante los últimos días, se celebró la iniciativa de proyectos particulares como el convenio para la protección de la selva maya entre Guatemala, México y Belice.

Además, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente hizo hincapié en las cerca de 15.000 áreas protegidas en el mar. Solo en los últimos ocho meses se han protegido 3,6 millones de kilómetros cuadrados de océano, un área tan grande como toda la extensión de la India.Protección para la Amazonia

Durante la Cumbre de la Biodiversidad (COP13) en Cancún (México), los nueve países que comparten el bioma de la Amazonia, reconocido como el ecosistema terrestre más importante para la mitigación del cambio climático, anunciaron los avances en la iniciativa Visión Amazónica, que busca garantizar la conservación biológica de esta selva a través de sus áreas protegidas.

Actualmente, en esta región hay más de 390 zonas con alguna figura de protección, que cubren cerca del 25 por ciento de este ecosistema.

Los países anunciaron la creación del primer Observatorio de Áreas Protegidas y el Clima en la Amazonia, que permitirá acceder a información sobre cómo los bosques amazónicos contribuyen a la captura de dióxido de carbono, evitando así agravar el calentamiento global.