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Los gatos nos ayudarán a relajarnos y a recuperar fuerzas mientras dormimos con ellos, aquí las otras ventajas de compartir la cama con ellos.
No importa si es en la noche o temprano en la mañana, a ellos les gusta llegar a tu cama, moverte un poco con su garrita para luego “arruncharse” en lo que probablemente es su lugar favorito, cerca de tu cara.
Pero para ser honestos, a los verdaderos amantes de los gatos, esto no es molestia alguna. De hecho para muchos es un placer llegar en las noches y que cuando es hora de ir a la cama sea el gato el que le da la mejor compañía; aunque debes ser consciente de los hábitos de sueño de tu gato, pues hay algunos que les gusta la vida nocturna.
Todo depende de qué tan bien conoces a tu gato y de saber si no eres alérgico a estos felinos, porque de lo contrario, por más que lo ames, las noches no serán nada agradables para ninguno de los dos. Nuestro primer consejo es que a cualquier cambio repentino de salud consultes con un buen médico si puedes tener este animal a tu lado.
Las buenas noticias para quienes aman a los gatos, no son alérgicos y además duermen con ellos, son que la ciencia ha confirmado que existen una serie de beneficios para la persona que realice esta actividad. Estas son algunas:
Fortalece el vínculo con tu gato
A pesar de su fama de solitarios e independientes, los gatos necesitan de mucho cariño y que mejor que hacerlo en nuestros ratos de descanso en la que demostramos que pueden confiar plenamente en nosotros. Cuando duermen encima nuestro es una señal de que realmente somos importantes para ellos.
Tu calidad de sueño mejora
Para que este ítem aplique en tu caso, deberás conocer sus hábitos de sueño. Cuando lo haces sabrás si es de los que duerme plácidamente o si se levanta con frecuencia. Pero en general, varios estudios y encuestas en el Reino Unido, realizados por la Clínica de Mayo, encontraron que las mujeres se sienten más tranquilas y pueden dormir más cuando están con sus gatos
La ternura de sus masajes
El movimiento que estos animales realizan con las patas, semejante a un masaje, proviene desde su tierna infancia, ya que era la forma de presión ejercida sobre el vientre de la madre para obtener leche. No obstante, esta práctica la continúan realizando de adultos, cuando quieren demostrar cariño a sus dueños o simplemente hacer notar que se encuentran contentos.
Sentirse más cálidos
Hay noches que son demasiado frías y que por más cobijas que tengas lo seguirás haciendo. El pelaje del gato es la mejor alternativa y lo mejor es que el calor corporal de ambos es placentero para los dos.