Puntualmente hay dos factores clave que han influido en ese hecho.
Diana Hincapié, especialista en educación para el BID.
El papel del maestro en la sociedad ha perdido relevancia. El protagonismo y reconocimiento histórico por su rol de liderazgo ha caído por muchísimos factores que tienen que ver con cambios sociales, económicos y políticos.
Guía Académica entrevistó a Diana Hincapié, especialista en educación de la división de educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien junto con otros académicos ha venido estudiando por qué esta reputación se ha venido perdiendo.
- Exactamente, ¿por qué se ha perdido el prestigio docente?
Analizamos dos factores que creemos que han influido. Por un lado, la expansión en la cobertura escolar, que requirió que los sistemas educativos reclutaran a muchos docentes muy rápidamente y eso creó la necesidad de que muchos países relajaran los requisitos de la formación inicial de docentes. Por ejemplo, hubo expansión de escuelas normales, se acortó la duración de los cursos de formación de docentes. Asimismo, hubo una pérdida en la competitividad de los salarios.
El otro factor examinado tiene que ver con los cambios socioeconómicos que ha vivido el mercado laboral de las mujeres. Creemos que ha tenido un efecto indirecto en el prestigio de la profesión, porque antes muchas mujeres talentosas accedían a la profesión ya que era una opción atractiva para ellas; pero con el mayor acceso a educación superior y la variedad de programas, muchas de ellas empezaron a seleccionar otras carreras. Esto ha creado un desplazamiento.
- Los jóvenes no quieren estudiar docencia, ¿por qué?
Porque dejó de ser una opción atractiva, porque no tiene salarios competitivos, pero también porque en muchos países de la región no hay una carrera docente meritocrática, que tenga incentivos para el desarrollo profesional. También se ha perdido prestigio social, con ello, muy pocos jóvenes se sienten atraídos para hacerse maestros.
- ¿La duración del estudio garantiza buenos docentes?
Para que sean buenos profesionales, creo que se debe dar una combinación de todos los factores que menciono. Hacer la profesión llamativa, mejorar la calidad de la formación inicial, tener concursos de ingreso que permitan seleccionar a los docentes y los candidatos mejor preparados y motivados a estudiar. Eso toma mucho tiempo.
- ¿Cómo está Colombia en cuanto a otros países de la región en política docente?
Nuestro país es uno de los pocos de la región que ha tenido avances importantes para modificar dicha carrera, para hacerla más meritocrática, para tener una evaluación docente y muchas más cosas se han puesto en marcha; por supuesto, queda un universo de temas por resolver, pero ha habido avances importantes.
- ¿Hay incredulidad de los profesores hacia las políticas públicas en docencia?
La gente de estos países es muy crítica y demandante con lo que se está haciendo, la idea es darnos cuenta que sí hemos hecho cosas interesantes y que están en línea con lo que se aplica en naciones más desarrolladas. Creo que si bien es cierto que falta mucho por hacer, se ha avanzado.
- Entonces, ¿por qué hay múltiples protestas de los gremios de maestros?
En la mayoría de países de América Latina hay siempre demandas por mejorar el sistema educativo, creo que es importante que la sociedad siempre esté exigiendo avances en la calidad de la educación y que los docentes exijan mejoras en la carrera docente. También hay que saber que los gobiernos de la región han tomado medidas necesarias para encaminar al sistema educativo al éxito.
- ¿Cómo atraer, formar y seleccionar?
Hay que pensar en cómo hacemos para que los docentes que están accediendo a la educación sean más efectivos cuando estén en el aula. Es una parte de la ecuación, no es toda, porque hay que mirar la actualización de los profesores, hay que trabajar en políticas que desarrollen las habilidades que necesitan ellos. Creemos que esa es la forma de modificar el cuerpo docente para hacerlo más efectivo en el aula.
* Esta entrevista se realizó en el 9 seminario internacional de investigación sobre la calidad de la educación, evento que se realizó el 1 y 2 de noviembre, en Bogotá, con el respaldo del Gobierno nacional, el Ministerio de Educación y el Icfes.