Médico veterinario habla de la importancia de la actividad física en las mascotas. Conozca las horas mínimas diarias. Saludables.
María Elena Quintero tiene una rutina sagrada. Su perro, Tobby, también. Entre semana, ella sale a las 7:00 a.m. hacia una fábrica en donde secan café para ayudar a su esposo, Frey Arbén, quien trabaja en este sitio ubicado por el Parque Liborio de Manizales. A las 8:45 a.m., regresa a su casa, que está a media cuadra de allí.
Lo hace para sacar a Tobby, que la espera asomado por la ventana. "Entro y comienza a mirar hacia la puerta. Observa la correa, me da la mano y me persigue", cuenta Quintero sobre este pastor alemán, que es consciente de que el regreso de su dueña significa ir al parque Liborio, una cita de todos los días.
Tobby es un perro de raza grande, así que necesita un largo paseo (ver infografía). "Damos una vuelta por dos horas. Lo saco en la tarde si llueve en la mañana". El médico veterinario zootecnista Daniel Montoya explica que estas horas de paseo son ideales para el animal: "Los perros de talla grande deben hacer más ejercicio para evitar enfermedades. Un canino sedentario se expone a factores de riesgo".
Ejercicio, sin falta
El profesional indica que una mascota que no haga ejercicio puede sufrir diabetes, obesidad, problemas en las articulaciones, en la columna y de socialización con otras personas y animales. "Esto no está relacionado con el espacio del hogar del dueño. Se dice que una finca es ideal para un perro grande y que un apartamento para uno pequeño. Alguien puede tener uno grande en una casa pequeña, siempre y cuando se comprometa con las horas diarias de actividad física que necesita el animal", señala Montoya.
Si el perro grande vive en un espacio reducido, debe salir por obligación. En cambio, el ejercicio puede ser en el hogar con las razas pequeñas. "La persona puede llegar del trabajo, coger una pelota y jugar con su mascota. Así se desestresa y afianza el vínculo con el propietario. Aunque lo recomendable es que salga para que se adapte al ruido de los carros, a la presencia de personas y de otros animales".
Montoya menciona que lo mínimo es un paseo tranquilo por el barrio todos los días y que el fin de semana puede realizarse una actividad física más exigente. Un perro que no tiene ese contacto con el exterior puede volverse ansioso, agresivo y sufrir de estrés, afirma Montoya.
Los perros de razas pequeñas y medianas tienen una ventaja: el propietario puede ejercitarlos en casa.
Los gatos
Se aconseja no dejar que los gatos salgan solos, pues podrían contraer dos enfermedades contagiosas y peligrosas para estos animales: la leucemia y el sida felinos. Por ende, el ejercicio debe realizarse en casa. "Se les puede comprar un gimnasio para que el gato se desestrese. Otra opción es realizar adecuaciones en la vivienda para que tenga espacios de recreación", dice el médico veterinario zootecnista Daniel Montoya. El precio de un gimnasio felino oscila entre $48.000 a $370.000, según cuántas partes tenga.
Contratar un paseador
El paseador de perros Alejandro Betancur cuenta las ventajas de que este servicio. "El animal tiene un tiempo ideal de ejercicio y adquiere comportamientos de manada. Tenemos un perro líder que sale con ellos y les enseña buenas conductas". Agrega que es ideal para aquellos propietarios que no disponen del tiempo para la actividad física del animal y prefieran que alguien se encargue de esto. Cada paseo vale entre $8.000 y $12.000.
Lo que necesita
Los elementos que requiere para sacar al perro:
- Bozal y correa para razas potencialmente peligrosas.
- Agua para que el animal se hidrate durante la actividad.
- Pelotas o frisbee son buenas opciones para estimular el ejercicio.