La generación milenial es única en comparación con cualquier otra generación. Desde la manera como se visten, se comunican o se relacionan, todo es único en su comportamiento. La administración de sus finanzas personales tampoco es la excepción, dado que los patrones de consumo, ahorro e inversión son también particulares, aunque no del todo ideales.
Los mileniales están entrando en sus años más productivos, ya que son las personas de 18 a 34 años que están logrando los años dorados en términos de desarrollo profesional. Sin embargo a diferencia de generaciones anteriores, la prioridad para ellos no es necesariamente obtener la casa, el carro y la beca, sino acumular memorias que maximizan su felicidad, y estas son principalmente los viajes y las experiencias.
Sin embargo, uno de los grandes problemas de acumular estas experiencias que pueden tener un gran valor emocional, es que no tienen un valor terminal con un valor residual. En otras palabras, dichas experiencias terminan siendo un gasto y no una inversión. De acuerdo a un reciente reporte del banco de inversión americano Charles Schwab, los mileniales gastan más que otras generaciones en comodidades como salir a cenar, cafés costosos y tomar el taxi.
De acuerdo a los encuestados en EE.UU, más de 60 por ciento gasta más de $4 en un café, 79 por ciento está dispuesto a gastar una buena suma de dinero en el restaurante que esté de moda en su ciudad o pueblo de residencia, y 69 por ciento compra ropa que realmente no necesita. Asimismo, más de la mitad gasta su dinero regularmente en taxis y Uber o plataformas similares, todos estos promedios muy superiores a otras generaciones como la Generación X y los baby boomers. Por el contrario, estas otras generaciones tenían como mayor prioridad acumular activos (por ejemplo, una casa o un automóvil) que tienen un valor terminal y uso en el largo plazo.
No obstante, el consumo no es el factor de mayor preocupación entre los mileniales. Aunque estos mismos afirman tener un monitoreo más regular de sus cuentas financieras en comparación con generaciones anteriores, cada vez más mileniales son los que no tienen dinero ahorrado. De acuerdo a una encuesta de GoBankingRates en 2017, más de la mitad de mileniales no tienen nada ahorrado. Todavía más preocupante, el porcentaje de mileniales que tienen $0 en la cuenta de ahorros aumenta, donde en 2016 era el 31 por ciento, mientras que en 2017 aumentó al 46 por ciento.
Podría afirmarse que son tres las principales razones del déficit de ahorro y la falta de planeación en el retiro por parte de los mileniales: en primer lugar, los mileniales tuvieron que iniciar su vida laboral en medio de la peor crisis financiera en décadas, en el colapso financiero del 2008. Esto hizo que dicha generación no pudiera experimentar los años de gloria que tuvieron otras generaciones. En segundo lugar, los mileniales consideran que no necesitan asesoría financiera ya que toda la información necesaria la pueden obtener en el internet.
De acuerdo a una encuesta reciente de Allianz Life Insurance Company, 77 por ciento de los mileniales se consideran financieramente estables, en comparación con 67 por ciento de los baby boomers y 64 por ciento de la generación X. En tercer lugar, los mileniales tienen una mente cortoplacista, olvidando la necesidad de construir un patrimonio para el largo plazo y olvidando que en algún momento no serán la generación más productiva, sino la generación en proceso de retiro.
Por lo tanto, si usted es o conoce a alguien que es milenial, recuerde advertir que una vida financiera sana es la que logra el equilibrio entre gastos, ahorro e inversión, y no cometer el error que está haciendo el común denominador de la generación milenial.